Abuso & Violación
Javier Mina
“No es abuso es violación” “Esta justicia es una mierda” |
Así como la ingeniería fiscal esta ideada no para cumplir con la fiscalidad, sino para evadir impuestos, la ingeniería jurídica está hecha para no hacer justicia. Señores relacionados con la judicatura, que no con la justicia, hagan el favor de dejar de lado la ingeniería jurídica. No queremos entenderla, no queremos entrar en su juego, ni en su jerga interesadamente críptica y tramposa: prevalimiento, abuso no violento, intimidación, jurisprudencia...
Cuando se dirijan a las personas utilicen el lenguaje con rigor y claridad. Y una sentencia no es para ustedes, es para todas las personas. Al menos yo, y no soy mujer, me siento muy mal, al leer los “hechos probados” que aparecen en la sentencia. Me parece de lo más violento y espeluznante que puedo imaginar se le puede hacer a una persona. Pero, cuando a continuación los mismos jueces que relatan los hechos se pierden en su palabrería para acabar concluyendo que hubo abuso pero no hubo violencia, que no hubo violación, que ella no demostró, que...
Mi indignación llega al infinito. Si se tratase del Tribunal Especial heredero del fascismo o un alto tribunal cuyos magistrados se reparten los políticos podría pensar en intereses políticos ocultos que yo no soy capaz de descubrir, pero que dos magistrados, del tercero no quiero hablar, a los que no tengo por qué presuponer mala voluntad, partiendo de los hechos que consideran probados, lleguen a semejantes conclusiones, me lleva a concluir que su formación, su experienciao su continuado contacto con esa ingeniería judicial les ha privado de la sensatez y del sentido común. Necesitamos deshacernos de esos jueces carentes de sensatez y de esa justicia tramposa. No nos sirven. No nos sirve esta justicia. Es una mierda, se grita en la calle.
Tenemos que deshacernos de esa ingeniería que posibilitó calificar de homicidio el asesinato de Nagore, que posibilitó que el fiscal en vez de acusar defendiese a la infanta, que hace posible que en torno a mil políticos corruptos sigan en su casa tan tranquilos, que acusa a los catalanes de golpe o rebelión violenta y que posibilita juzgar como terroristas a unos jóvenes que una noche etílica se embroncan con un guardia fuera de servicio que acaba con el tobillo roto. Como no van a aparecer el Zorro ni Curro Jiménez a hacer justicia y necesitamos jueces elijamos en nuestra calle, en nuestro barrio, en nuestro pueblo o ciudad vecinos honestos, racionales, que hablen nuestro idioma y sean buena gente. Encargaremos a ellos que impartan justicia.
Una buena gente, racional y honesta, no exigirá que el cajero se mee para que haya habido atraco, no exigirá que una víctima demuestre que no estuvo feliz secuestrada en el zulo, no exigirá al padre demostrar fehacientemente que sufrió cuando vio morir a su hijo en el tren o en la acera de la rambla. No exigirá a una chica de dieciocho años que demuestre haberse enfrentado a cinco energúmenos quedando ensangrentada o muerta como Nagore, para que se reconozca la violación.
Sería bueno que su periódico publicara los “hechos probados” de la sentencia. Todas las personas sensatas que lean los hechos probados de la sentencia, por encima de todas las triquiñuelas de los tribunales, seguirán gritando, chillando, indignadísimas, que hubo extrema violencia, que hubo violación y que esta justicia no es justicia, es una mierda.
Cuando se dirijan a las personas utilicen el lenguaje con rigor y claridad. Y una sentencia no es para ustedes, es para todas las personas. Al menos yo, y no soy mujer, me siento muy mal, al leer los “hechos probados” que aparecen en la sentencia. Me parece de lo más violento y espeluznante que puedo imaginar se le puede hacer a una persona. Pero, cuando a continuación los mismos jueces que relatan los hechos se pierden en su palabrería para acabar concluyendo que hubo abuso pero no hubo violencia, que no hubo violación, que ella no demostró, que...
Mi indignación llega al infinito. Si se tratase del Tribunal Especial heredero del fascismo o un alto tribunal cuyos magistrados se reparten los políticos podría pensar en intereses políticos ocultos que yo no soy capaz de descubrir, pero que dos magistrados, del tercero no quiero hablar, a los que no tengo por qué presuponer mala voluntad, partiendo de los hechos que consideran probados, lleguen a semejantes conclusiones, me lleva a concluir que su formación, su experienciao su continuado contacto con esa ingeniería judicial les ha privado de la sensatez y del sentido común. Necesitamos deshacernos de esos jueces carentes de sensatez y de esa justicia tramposa. No nos sirven. No nos sirve esta justicia. Es una mierda, se grita en la calle.
Tenemos que deshacernos de esa ingeniería que posibilitó calificar de homicidio el asesinato de Nagore, que posibilitó que el fiscal en vez de acusar defendiese a la infanta, que hace posible que en torno a mil políticos corruptos sigan en su casa tan tranquilos, que acusa a los catalanes de golpe o rebelión violenta y que posibilita juzgar como terroristas a unos jóvenes que una noche etílica se embroncan con un guardia fuera de servicio que acaba con el tobillo roto. Como no van a aparecer el Zorro ni Curro Jiménez a hacer justicia y necesitamos jueces elijamos en nuestra calle, en nuestro barrio, en nuestro pueblo o ciudad vecinos honestos, racionales, que hablen nuestro idioma y sean buena gente. Encargaremos a ellos que impartan justicia.
Una buena gente, racional y honesta, no exigirá que el cajero se mee para que haya habido atraco, no exigirá que una víctima demuestre que no estuvo feliz secuestrada en el zulo, no exigirá al padre demostrar fehacientemente que sufrió cuando vio morir a su hijo en el tren o en la acera de la rambla. No exigirá a una chica de dieciocho años que demuestre haberse enfrentado a cinco energúmenos quedando ensangrentada o muerta como Nagore, para que se reconozca la violación.
Sería bueno que su periódico publicara los “hechos probados” de la sentencia. Todas las personas sensatas que lean los hechos probados de la sentencia, por encima de todas las triquiñuelas de los tribunales, seguirán gritando, chillando, indignadísimas, que hubo extrema violencia, que hubo violación y que esta justicia no es justicia, es una mierda.
Para tener más información sobre la página y nosotrxs, nos puedes escribir al mail: ecofeminismo.bolivia@gmail.com
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