RADIO "PONCHOSVERDES.FM"

viernes, 30 de noviembre de 2018

Lo que de verdad esconde el inexistente Síndrome de Alienación Parental (SAP)


Por Marisa Kohan / Público
El caso de Juana Rivas ejemplifica este supuesto síndrome, que a pesar de ser negado por la ciencia es utilizado por la justicia como arma contra las mujeres.
Sobre la estrategia posmachista del Sindrome de Alienación Parental
Muchos años después de que sus padres se separaran, Patricia Fernández sigue recordando con angustia las insistentes preguntas de los peritos judiciales. Querían demostrar que su madre la había predispuesto contra su padre (progenitor biológico lo llama ella), cuando estaban en proceso de separación. Ni ella ni su hermano, que en ese momento tenían 6 y 4 años, querían tener visitas ni convivir con él. La conclusión de los peritos fue que la madre les había lavado el cerebro en contra de su pareja. Hoy Patricia tiene 20 años y lleva al menos dos contando su historia. Lo ha hecho a través de las páginas de un libro, en entrevistas a mediosde comunicación, a través de la asociación Avanza sin miedo que fundó para ayudar a niños jóvenes como ella y este pasado domingo lo volvió a hacer en el programa El Objetivo de La Sexta, en el contexto de la celebración del día contra la violencia de género.
El hecho de que su progenitor biológico (tal como lo llama ella) estuviera condenado en dos ocasiones por malos tratos hacia su madre, pareció un tema absolutamente secundario a lo largo de los años de lucha judicial por la custodia de los dos menores.
La excusa del sistema judicial para cuestionar a su madre era el llamado Síndrome de Alienación Parental (SAP). Una patología que no existe. A pesar de ello, su utilización en los juzgados y por parte de peritos, psicólogos y jueces se ha extendido y supone una bomba de relojería tanto para las mujeres como para los hijos víctimas de violencia de género. Según explican a Público los expertos, psicólogos, forenses y juristas consultados, el fin último de quienes alegan la existencia de este síndrome es sencillamente evitar que se investiguen las verdaderas razones para que los hijos e hijas muestren rechazo hacia el padre maltratador.
Una patología inventada para controlar a las mujeres
El SAP fue acuñado por el psiquiatra estadounidense, Ricard Gardner, en 1985 para denominar una serie de comportamientos que supuestamente demostraban la manipulación ejercida por uno de los progenitores en contra del otro en los procesos de custodia. Gardner, que actuó en numerosos juicios como perito, recomendaba al tribunal retirar a los niños de los hogares de los padres alienantes y colocarlos bajo la custodia de los padres acusados de abuso.
Duramente criticado por la comunidad científica, el SAP no ha sido reconocido por ninguna institución médica, psiquiátrica o judicial. Ni la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni la Asociación Americana de Psicología han aceptado este supuesto trastorno en sus catálogos y su uso en España no está permitido.
De hecho, una guía contra a la violencia de género elaborada por el Consejo General del Poder Judicial insiste a jueces y juezas que dejen de utilizarlo. A pesar de ello, el concepto, llamado de múltiples formas (interferencias parentales, instrumentalización de los hijos o lavado de cerebro) se va haciendo un lugar en las sentencias, con terribles consecuencias para los menores.
“El SAP es una entidad no reconocida por las clasificaciones internacionales sobre enfermedades y por lo tanto su utilización debería estar prohibida como entidad diagnóstica. Si hay algo que no existe, no puede servir par tomar decisiones de ningún tipo, ni clínicas (para mandar un tratamiento), ni judiciales, ni de ningún tipo”, afirma Miguel Lorente, médico forense y experto en violencia de género.
Para Stefanny Molina, abogada de la organización Women´s Link, las consecuencias para la protección de las mujeres y sus hijos e hijas frente a la violencia de género son terribles. Bajo el prisma del SAP, todo lo que diga la mujer o el niño o la niña se considerará fruto de esa supuesta manipulación de la madre contra el padre. Es muy desalentador y muy preocupante que jueces y juezas se sigan basando en esta falsa teoría, en lugar de investigar y pronunciarse sobre la violencia de género que sufren esas mujeres y protegerlas a ellas y sus hijos e hijas del maltrato”.
Sonia Vaccaro, psicóloga clínica, asegura que “ahora, más que nunca, los hombres violentos están utilizando la justicia para continuar el maltrato y esta vez a través de los hijos e hijas”. La utilización del SAP en la justicia “genera situaciones de alto riesgo, ya que provoca una involución en los derechos humanos de las niñas y los niños y de las madres que pretenden protegerles”. En su opinión, el SAP es “otra forma de violencia de género, de violencia contra las mujeres”.
Si no hay base científica ni jurídica que avale la existencia de un síndrome, que se supone que hace referencia a una patología, la consecuencia lógica, explican los expertos consultados, es que este instrumento nace de una interpretación subjetiva, que es ideológica y hunde sus raíces en los prejuicios y los estereotipos de género.
“Estamos ante un fraude absoluto”, afirma Vaccaro, “porque lo disfracen de lo que lo disfracen en realidad es ideología pura. Ideología patriarcal”. Y cuando se aplica en los procesos judiciales, sus efectos son tan devastadores como una bomba atómica, porque lo borra todo.
Juana Rivas, un caso paradigmático
A pesar de no existir, el Síndrome de Alienación Parental es la base sobre la que se fundamenta toda la actuación de la justicia italiana en el caso de Juana Rivas. El testimonio del hijo mayor de Juana, detallando su miedo y los episodios de maltrato que sufren tanto él como su hermano pequeño en la relación con su padre, fue ignorado por el juez, que ordenó que los pequeños regresasen con su progenitor sin aplicar ninguna medida cautelar que garantice su protección. Todo el proceso a Juana Rivas en los tribunales italianos está fundamentado en un informe elaborado por una perito oficial, Ludovica Lesu, que defiende abiertamente la existencia del SAP y sostiene que Juana manipula a sus hijos para que rechacen a su progenitor.
Fuentes cercanas al caso afirman que Lesu es discípula de Giovanni Battista Camerini, el perito de parte de Francesco Arcuri (expareja de Juana Rivas), uno de los más conocidos defensores de la implantación del SAP en Italia.
“El diagnóstico al que llega la psicóloga perito del juzgado de Cagliari, donde se decide sobre la custodia de los hijos de Juana Rivas, es el SAP, con lo cual desvirtúa e invalida completamente el razonamiento. La perito empieza el informe afirmando que no era el objetivo de esa pericia analizar o alcanzar la verdad, dando a entender que no iba a ver si había o no violencia. Considero que esa introducción que hace es la base que debería invalidar ese informe, porque un informe que no busque la verdad, no es un buen informe pericial nunca”, afirma Lorente.
“Lo que en la causa de Juana no se está teniendo en cuenta, es el origen de toda esta causa, que es la violencia contra ella y sus hijos. Y cuanto menos quiera el niño irse con su padre porque ha visto cosas fatales, en lugar de investigar si efectivamente han sufrido episodios horribles, se interpreta que la madre le lavó más el cerebro. Aunque sea en la distancia”, afirma Vaccaro.
“Estos hombres violentos están usando la justicia y la disociación que la justicia hace en cuanto al rol de padre, lo que a mi entender está tutelando la justicia patriarcal que es el hombre como padre, obviando si es violento, obviando la historia de violencia precedente y todos los antecedentes que había de maltrato y violencia. Incluso obviando lo que ocurre en el momento presente y los episodios que se puedan dar en el futuro, como está denunciando el hijo mayor de Rivas”, añade Vaccaro.
Esta psicóloga afirma que estamos viendo un creciente movimiento ultra, más misógino que se crece. “Esto no deja de ser una reacción a los avances que hemos conseguido las mujeres en nuestros derechos. No es ni mas ni menos esto”.
Los hijos de Rivas están pues en una situación de desamparo judicial por culpa de un síndrome malicioso e inexistente. No es el SAP, que como sabemos no existe, sino la justicia patriarcal. Igual que sucedió con Patricia y su hermano hace una década.
publico.es


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jueves, 29 de noviembre de 2018

Alicia Miyares: "La gestación subrogada es una trampa en la que no deberíamos caer"

#NoSomosVasijas & Gestación Subrogada


Carolina Abellán
www.huffingtonpost.es

Portavoz del movimiento 'No somos vasijas': "Nadie te va a decir que lo hace por dinero".

Alicia Miyares es filósofa y escritora feminista. Desde que hace un par de años se implicó en el movimiento No somos Vasijas, junto a otras filósofas como Amelia Valcárcel y Victoria Camps, dedica buena parte de su tiempo a luchar contra la gestación subrogada. De momento, recurrir a un vientre de alquiler para tener un hijo es una práctica prohibida en España, aunque su posible regulación ha entrado de lleno en el debate político. Miyares no ahorra críticas a lo que entiende que no es más que un eufemismo bajo el que se esconde un negocio degradante para las mujeres al rebajarlas a meras máquinas reproductivas.
La semana pasada Miyares y 50 organizaciones de mujeres y colectivos LGTBI presentaron, en una rueda de prensa en Madrid, la Red Estatal contra el Alquiler de Vientres en cuya página web dejan clara su postura: "No somos incubadoras, ni vasijas, ni úteros o vientres de alquiler: somos mujeres, vidas humanas con las que pretenden montar un nuevo negocio que lucrará al más fuerte y someterá a las más débiles". Días después de ese acto, Miyares atiende por teléfono a El HuffPost.
Pregunta: ¿Por qué creen necesaria esta Red Estatal contra el Alquiler de Vientres?
Respuesta: Este es un momento en el que hay que trasladar a la ciudadanía que son muchas voces las que están en contra de una práctica absolutamente lesiva para los derechos de las mujeres y para la imagen que se da del embarazo, el parto y la cosificación que ello comporta de las mujeres embarazadas y de los menores que están por nacer.
P: ¿Por qué piensa que la maternidad subrogada en una práctica lesiva para la mujer?
R: Si se regulara esta práctica, daría como resultado un primer contrato que es el contrato mal llamado de gestación subrogada por el cual a una de las partes se le exige la renuncia a un derecho fundamental de manera taxativa. Se pide a las mujeres que renuncien a un derecho fundamental que es el de filiación y custodia, una barbaridad en términos jurídicos. En un contexto de sociedades democráticas es inasumible que se nos pida la renuncia, por contrato, a derechos cuya conquista ha llevado mucho tiempo.
P: Hay países en los que esa práctica sí es legal si se hace de manera altruista. Reino Unido, por ejemplo.
R: En el Reino Unido apenas hay mujeres que se están sometiendo a esta práctica para ceder a su hijo porque no hay compensación económica. Sabemos, porque los datos están ahí, que en el Reino Unido el año pasado hubo 20 casos nada más.
P: ¿Por qué cree que hay personas que quieren regular la gestación subrogada en España?
R: En el momento en el que en un país se regula de manera favorable, lo que eso permite es que se registre de manera automática a los niños nacidos por maternidad subrogada en otro país. Esto es, lo que permitiría es que los padres salieran al turismo reproductivo a terceros países para conseguir un bebé y, después, regularizarlo en España. Es un subterfugio, es una trampa en la que no deberíamos caer. Luego hay salvedades, como siempre, pero las salvedades no necesitan una legislación.
P: Me decía que en el Reino Unido hay pocas mujeres que lleven a cabo una maternidad subrogada porque no se recompensa económicamente. ¿Cree, entonces, que la motivación tras esta práctica es el dinero?
R: Esto es un negocio, es mercantilismo puro del que no se libra ninguna de las partes contratantes. Las personas no pueden ser objeto de transacción mercantil ni contractual. El límite del comercio y del contrato, de lo que se puede comprar y vender, son las personas. Esto no es algo español sino que está presente en buena parte de los corpus legislativos de las sociedades.
P: En El HuffPost publicamos el caso de Nikki Kuska, una mujer norteamericana que fue gestante de una pareja española. Según nos explicó, aunque recibió una compensación de 25.000 dólares, decidió gestar por un motivo altruista, por ayudar a formar una familia a quien no podía crearla.
R: Estamos hablando de una mujer estadounidense, donde las prestaciones públicas básicas no son precisamente algo a lo que quiere acceder la clase media. La clase media quiere acceder a colegios privados cuanto mejores, mejor. Y a seguros sanitarios cuanto más amplios, mejor. Dicho de otra manera, los 25.000 dólares que ella percibe le garantizan un año de matrícula en la universidad de Yale a uno de sus hijos . El término monetario hay que ponerlo en relación con el país del que hablamos. Igual que 6.000 dólares para una mujer ucraniana es una fortuna que le permite durante unos años cubrir las necesidades de su familia. O 2.000 dólares para una mujer india.
Nadie te va a decir que lo hace por dinero. Incluso en programas que hemos visto en televisión, ellas no te confesaban que lo hacían por dinero, sino por ayudar a terceras personas. Nadie quiere reconocer que tiene cierta necesidad económica.
El centro del debate es que, aunque una persona decida individualmente hacer eso, yo no voy a aceptar una práctica en la que se pide que se renuncie a un derecho fundamental porque una barbaridad en sociedades democráticas. Igual que no aceptamos que las personas, que las hay, quieran vender un riñón. Eso no lo aceptamos, ponemos un límite. Pues el límite que ponemos en ese caso es absolutamente extrapolable, si no más, a lo que estamos hablando.
P: ¿Usted cree que la paternidad es un deseo o es un derecho?
R: Pretenden convertir el deseo en un derecho pero eso es un esperpento en términos jurídicos. Si la paternidad o la maternidad fuera un derecho, el Estado tendría que garantizar que todas las personas pudieran acceder a ese derecho. Si la paternidad fuera un derecho en un hipotético futuro, adiós a las leyes de interrupción del embarazo porque alguien siempre podría invocar el derecho a tener a ese hijo frente a la mujer que desea interrumpir el embarazo.
P: En los medios vemos con cierta frecuencia a personajes famosos que han sido padres mediante gestación subrogada. ¿Cree que eso contribuye a normalizar esa práctica?
R: Sí, ayuda a normalizar el asunto. Pese a ser un contrato nulo de pleno derecho, eso no impide que esas personas salgan en los medios haciendo alarde de cómo han conseguido a esa criatura. Hay un ejemplo que para mí es muy clarificador. El de una afamado millonario, que ha hecho sus millones pegando patadas a un balón, en el que le preguntaba a su hermana sobre el sobrino que iba a tener y le preguntaban por la madre y respondía: "La madre no existe". Y eso es en el fondo lo que subyace a esa práctica.
P: Se refiere a Ronaldo, ¿no?
R: Claro. Cómo no va a conmoverse la gente ante la presentación de un menor. Mire, somos seres humanos primarios. Tú te emocionas, empatizas pero, solamente cuando entramos en el fondo del asunto y en lo que conlleva, es cuando la gente empieza a tomar conciencia. ¿Cuál es el problema? Pues que nunca estás en igualdad de condiciones a la hora de trasladar que eso es una barbaridad moral y jurídica. Claro, a todo el mundo nos encanta la felicidad, pero hay que pensar cómo la obtenemos.
P: Dicen ustedes que en España existe un lobby que amenaza los derechos de las mujeres. ¿A qué lobby se refieren?
R: Mientras unas trabajamos todo el día y necesitamos vivir de nuestro trabajo, aquí hay un lobby evidente. Esto es un negocio porque explotan el deseo de unas personas de tener hijos. Les ofrecen un medio para alcanzar ese deseo. Son las agencias de intermediación, los despachos de abogados que son los que realizan la gestión y los que se quedan con la parte nuclear del asunto. Trabajan en España con total impunidad y que tienen un lucro muy llamativo y muy sustancial. Hace un mes, un banco muy potente estaba pensando en sacar una línea de crédito para familias que quisieran recurrir a la gestación. Exactamente igual que una hipoteca.
P:¿Tienen ustedes contactos con los partidos políticos para hacerles llegar su postura?
R: Como el debate ya se ha iniciado en los partidos políticos, nos están llamando. Cuando salió la plataforma de No somos Vasijas, ya aceleró el debate. Y, de hecho, yo voy a partidos políticos y agrupaciones para hablar de esta práctica. Porque lo cierto es ¿por qué los políticos van a tener una visión más preclara que el resto de la ciudadanía? Necesitan información
También está pasando que cuando escuchan las razones que les damos, las entienden. Dicho de otra manera, si un partido político, por poner un ejemplo, el PSOE o IU, están en contra de la regulación de la prostitución como un trabajo porque es explotación sexual, lo cierto es que, si mantienen un principio de coherencia, deberían estar en contra de la explotación reproductiva de las mujeres. El trabajo está ahí y lo estamos haciendo.
P: ¿Están siendo receptivos los partidos?
R: Bastante, porque todo el mundo necesita argumentos de peso y escapar un poco del magma emocional y de esa adhesión primaria que consiste en decir: "Bueno, si ella lo quiere". Eso no es una justificación que articule el mundo. Porque eso es la ley de la selva, que gane el más fuerte.
P: ¿Creen ustedes que, en el futuro, se aprobará una regulación a favor?
R: Creo que la ley se mantendrá como está. Este asunto está regulado, no desde la época del cavernario, sino desde 2006, diciendo que es un contrato nulo de pleno derecho.
P: ¿En España, con una tasa de natalidad de las más bajas del mundo, va a haber mujeres dispuestas a gestar bebés para otras parejas?
R: Es evidente que no. Si ya las mujeres tenemos problemas para llevar a cabo un embarazo y un parto porque las condiciones laborales no ofrecen seguridad alguna... Habrá todo lo más 5 ó 6 mujeres. Lo que va a permitir es que se puedan ir al mercado reproductivo y registrar automáticamente a los bebés nacidos fuera de España por subrogación.
P: ¿La maternidad subrogada es un problema de demanda social?
R:No solo no lo es sino que creo que los números están hinchados. Los datos supuestos de niños nacidos por subrogación son datos poco fiables porque los ofrecen las asociación favorables a la regulación. Carecemos de datos oficiales. Se ha preguntado al Gobierno en esta legislatura y la respuesta ha sido que no es posible ofrecer datos porque no figura en el registro civil el procedimiento por el que ha nacido cada criatura.

Foto Tribuna Feminista/
Alicia Miyares, primera por la derecha, durante la presentación de la Red Estatal contra el Alquiler de Vientres



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Las mujeres que transforman su dolor en lucha: marchas por la no violencia



Mayra Caiza
La línea de fuego

Según datos proporcionados por el Ministerio del Interior, una mujer es asesinada cada 4 días por su pareja o ex conviviente en Ecuador.

Mujeres de varios pueblos y nacionalidades indígenas marcharon bajo la leyenda "Vivas Nos Queremos". Foto de Isabel Salcedo.A unos 10 metros de la calle Guayaquil y Chile, en el centro histórico de Quito, un cerco de policías antimotines custodia el ingreso al Palacio de Carondelet y al Municipio del Distrito Metropolitano. Con sus botas de cuero, cascos, escudos y una valla metálica impiden el paso a centenares de mujeres y hombres que marchan por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Son las 17:30 del sábado, 24 de noviembre de 2018, y el centro de la ciudad capitalina está paralizado, dos marchas avanzan por sus calles. La una desde la pileta de la Universidad Central del Ecuador y la otra desde el parque El Ejido. Paola Tello, vocera de Luna Roja que salió desde la universidad, dice que se movilizan para denunciar la violencia estructural y la violencia estatal contra las vendedoras ambulantes; las mujeres campesinas en el Oriente que están siendo desalojadas por la minería y las petroleras; y las víctimas de desapariciones y feminicidios donde no hay una sentencia reparatoria, más bien hay una revictimización hacia las familias.
Ante la imposibilidad de ingresar al Palacio de Carondelet, las marchantes con megáfono en mano utilizan las gradas de la vereda, ubicada en la calle Guayaquil, para cuestionar el silencio del presidente Lenín Moreno, quien no se ha pronunciado sobre las desapariciones en Ecuador ni aceptado reunirse con familiares de personas desaparecidas tras asumir su mandato en mayo del año pasado.
“Al gobierno no le interesa encontrar a los desaparecidos, no les interesa darnos verdad y justicia – dice Jazmín Montenegro, hermana de Michelle desaparecida desde el 5 de junio de 2018-. Nos desaparecen y nadie hace nada, nos matan y nadie hace nada, nos encuentran en quebradas y nadie hace nada”.
Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana Campoverde y vicepresidenta de la Asociación de Familiares de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec), con su voz fuerte, pero entrecortada dice: “¡Gritaré al mundo entero que pastores evangélicos fueron los autores de la desaparición, violación y asesinato de mi hija!”.
Hace 6 años y cuatro meses, su hija Juliana Campoverde desapareció en el sector de la Biloxi, sur de Quito. Fue un sábado 7 de julio de 2012, ese día Elizabeth con su hija caminaban con dirección a sus trabajos, pero en el camino se encontraron con Jonathan C., pastor evangélico de la Iglesia Oasis de Esperanza a la cual asistió Juliana junto a su familia durante diez años. Cerca de las 09:30 del 7 de julio, Juliana desapareció.
La segunda semana de noviembre de este año, Jonathan C. se acogió a la cooperación eficaz y reveló que abandonó el cuerpo de Juliana en una quebrada, ubicada en el sector de Bellavista, en el nororiente de Quito.
Más de ocho huesos se han encontrado, pero aún se desconoce si estos pertenecen a Juliana, joven d 18 años que abandonó la iglesia junto a su familia, luego de que Jonathan C. y Juan Solano, perfil falso de Facebook creado por el mismo Jonathan C. la presionara para contraer matrimonio con Israel C., hermano menor del pastor.
En Ecuador, 10 500 personas desaparecen anualmente desde el año 2014, de ellas el 67% son mujeres de las provincias Pichincha, Guayas, Santo Domingo, Ambato y otras.
***
“Valentina quién te mató,
tu canto no apagó,
este se multiplicó por todo el Ecuador
al son de una menos, vivas nos queremos
vivas nos queremos, vivas nos queremos, sí”.
Es la primera estrofa del proyecto musical “Mujer Canto y Memoria” de Ruth Montenegro y Nina Cosíos, madre y hermana de Valentina Cosíos, niña de 11 años que el 23 de junio de 2016 salió a su escuela con su flauta traversa para asistir en la tarde a la práctica de música, en el Conservatorio Nacional. Su madre como todos los días la esperaba a las 17:30, pero Valentina no llegó. Ruth la buscó y acudió a la escuela, pero no tuvo respuesta. Un día después, Valentina apareció muerta en el interior de las instalaciones de su escuela, ubicada en la ciudad de Quito.
Desde ese día, Ruth no ha parado de exigir justicia. Ahora ella es parte de la Plataforma Vivas Nos Queremos que organizó por tercer año consecutivo la marcha por el Día Internacional de la No Violencia a la Mujer.
La marcha se concentró desde las 16:00, en el parque El Ejido. Con tambores, carteles y pañoletas de color lila y verde, miles de mujeres marcharon por la Av. 12 de Octubre con dirección al centro histórico de Quito.
“Marchamos porque creemos que juntas y organizadas construimos memoria, verdad y justicia –dice Ana Vera, vocera de la Plataforma Vivas Nos Queremos-. Hoy día queremos recordar a todas nuestras hermanas muertas por femicidios, denunciar la violencia estatal contra las mujeres, la falta de respuesta efectiva y la retórica en la que se queda toda la lucha cuando no hay presupuesto, cuando no hay acciones reales y concretas, cuando tenemos un sistema de justicia totalmente indiferente, totalmente misógino, que no responde a las necesidades de las mujeres”.
Según el Ministerio del Interior, una mujer es asesinada cada 4 días por su pareja o ex conviviente.
***
Cerca de las 19:00, las madres y hermanas de las personas desaparecidas y víctimas de feminicidio, así como las trabajadoras autónomas que denunciaron que la alcaldía de Quito no respeta su derecho al trabajo, retomaron la marcha por la vía Guayaquil.
Elizabeth Rodríguez dijo: “seguiremos luchando y seguiremos exigiendo al Estado y a la iglesia que desapareció a mi hija que me la devuelvan. Estoy aquí para exigir justicia por Juliana y por tantas otras mujeres que pueden ser violadas, asesinadas y botadas en la basura o barrancos como si no fueran nada, por eso les animo a levantar la voz y visibilizar los rostros de nuestros seres queridos desaparecidos, sigamos adelante, no es fácil la lucha, pero tampoco es imposible”.
En la Plaza de Santo Domingo, la marcha concluyó al son de la batukada de Retumba la Prole. Mientras, tanto la marcha de Vivas Nos Queremos avanzaba hacia el boulevard 24 de mayo. Para Ana Vera, mientras más mujeres se movilicen contra la violencia es mejor.
Fotografías de Isabel Salcedo 
Fuente:  http://lalineadefuego.info/2018/11/26/las-mujeres-que-transforman-su-dolor-en-lucha-marchas-por-la-no-violencia/



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miércoles, 28 de noviembre de 2018

Mujeres bajo la bota

#25N & Reflexiones feministas
Resultado de imagen para Mujeres bajo la bota

Carolina Vásquez Araya
Rebelión

No hay un solo día conmemorativo capaz de reflejar tanta injusticia.

El Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, celebrado el 25 de noviembre a nivel mundial, es una más de esas fechas conmemorativas creadas con el objetivo de llamar la atención sobre uno de los rasgos más crueles de la cultura patriarcal impuesta por las sociedades a lo largo de la historia. La violencia en contra de las mujeres de toda edad y condición está instalada en las relaciones humanas y sociales como una forma de vida. 

A veces sutil y otras brutal, este rasgo de las relaciones de poder representa uno de los frenos más poderosos contra la instauración de la igualdad entre sexos, pero también contra sistemas auténticamente democráticos. En sociedades como las nuestras –países cuyos rasgos culturales están definidos por la colonización cristiana- la vida de las mujeres vale menos que la de los hombres, de acuerdo con valores establecidos por la sociedad y legitimados a través de las políticas institucionales que las marginan de manera sistemática. Y dentro de este gran segmento, la de las niñas es simplemente irrelevante. 

Así se deduce en estadísticas de escolaridad, sobre todo cuando se refieren a la permanencia en los establecimientos educativos a partir del segundo ciclo escolar. Es allí donde se produce una de las grandes migraciones de niñas hacia trabajos domésticos y otra clase de labores no calificadas impuestas por los adultos, las cuales les impiden continuar sus estudios y construir a partir de esa oportunidad de crecimiento una vida más productiva e independiente. Esto coloca a las niñas y adolescentes en una situación de peligro y les impide disfrutar plenamente de sus derechos. 

Esa situación de esclavitud las expone de manera casi absoluta a decisiones sobre las cuales no tienen control. Este cuadro refleja la vida de miles de niñas en algunos de nuestros países. También incide en embarazos en niñas y adolescentes cuyos indicadores revelan una peligrosa falta de políticas públicas destinadas a protegerlas y proporcionarles una asistencia integral que garantice su seguridad física y mental. 

La violencia contra las mujeres, espeluznante como es con casos extremos de asesinatos, violaciones y marginación, en las niñas tiene el agravante de una indefensión prácticamente total que las coloca a merced de quienes las rodean –familiares o extraños- con una cauda elevada de abuso sexual, agresión física y psicológica y privación de sus derechos elementales, como educación, salud, recreación y alimentación, todo lo cual depende más de la voluntad de quienes tienen su custodia que de sistemas estatales e institucionales dirigidos a garantizar sus derechos. Un parto en niñas de entre 10 y 14 años es, de acuerdo con la legislación vigente en algunos países, producto de una violación, no importa si la menor hubiera consentido el contacto sexual o no. 

La ley los tipifica de ese modo, pero eso es la letra y otra cosa es la realidad. Son miles las niñas y niños violados sexualmente por personas cercanas, desde su más tierna edad. Y los casos jamás llegan a las cortes de justicia por falta de denuncia en la mayoría de ellos. Cuando se produce el embarazo en una niña y la ley no permite su interrupción oportuna, se la condena de por vida a una vida de privaciones y a un peligro real de supervivencia. 

Miles de niñas y adolescentes cuyo cuerpo apenas puede cargar con el peso de su propia existencia dan a luz en condiciones miserables, en medio de la indiferencia de las autoridades y el rechazo de su propia familia; por eso el día internacional celebrado ayer lleva una especial dedicatoria a este frágil segmento de la sociedad.


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martes, 27 de noviembre de 2018

Los hombres deben dar un paso al frente y ser incómodos para los machistas

Hombres & Lucha social frente al machismo


Octavio Salazar
www.revistagq.com

Porque el machismo es ante todo, un problema masculino.

Cerca de 1.000 mujeres asesinadas desde 2003 (datos solamente de España). Una cifra que debería bastar para que la violencia de género fuera percibida como el problema más grave de nuestra sociedad. Un tipo de violencia que es sólo una más de las muchas que podemos calificar como machistas, las cuales son perpetradas por sujetos de todas las edades, de todas las nacionalidades, de todos los estratos sociales y económicos.
Dicho de otra manera: el único rasgo que comparten todos estos sujetos es que son de sexo masculino. Es decir, hombres que reproducen hasta el extremo más brutal una cultura machista. Individuos que han sido socializados para el dominio y para el ejercicio de la violencia con el objetivo de mantener o restaurar un orden en el que nosotros somos los privilegiados.
Unos machitos que también conciben el amor y la sexualidad desde el control y el dominio. Unos tipos que son incapaces de reconocer la equivalente autonomía de sus compañeras. Los que hacen posible la permanente reinvención del patriarcado desde la asunción acrítica de que ellos han nacido para ser los amos, los putos amos.
La violencia de género es, pues, un problema masculino que sufren las mujeres. Con ello no quiero decir que todos los hombres seamos maltratadores, como tampoco que todos seamos ni violadores ni puteros. A lo que me refiero es a que la raíz de este drama social se halla en un modelo de masculinidad que en el siglo XXI continúa prorrogando nuestro estatus privilegiado y, ligado a él, el uso de múltiples violencias mediante las cuales mantenemos nuestro poder. Todo ello aderezado con los mitos del amor romántico que tanto ayudan a que las mujeres sigan entendiendo que su lugar es el de la sumisión y que nosotros hemos nacido para ser conquistadores. No sólo de los territorios, sino también de los cuerpos y hasta de las vidas de quienes durante siglos fueron educadas para el silencio.
En consecuencia, y por más que sean necesarias leyes y políticas públicas dirigidas a reducir al máximo unas violencias que a todos nos deberían helar el corazón, difícilmente las cifras dolorosas irán reduciéndose si no revisamos cómo nos seguimos construyendo conforme a las expectativas de lo que implica ser un hombre de verdad. Ésas que desde jovencitos, cuando apenas somos unos niños, nos insisten en que nuestro destino va a ser el poder y que la ira, la agresividad o la violencia serán siempre fieles compañeras. De ahí la urgencia en trabajar con los más jóvenes, ésos que parecen tener normalizado el maltrato en las relaciones de pareja y que ahora, en el espacio salvaje de las redes sociales, no dejan de repetir modelos tóxicos.
En este mes de noviembre, en el que de nuevo veremos a las instituciones, a los medios de comunicación y a buena parte de la sociedad movilizados en torno al 25N, los hombres decentes, es decir, los que ni somos maltratadores, ni nos sentimos parte de ninguna manada, deberíamos dar un paso hacia adelante en nuestro compromiso.
Deberíamos convertirnos en sujetos incómodos para nuestros iguales, poniendo en evidencia sus complicidades, por acción u omisión, con el machismo. Deberíamos empezar a entender que nuestras madres, hijas, amigas y compañeras están hartas y cansadas, y que ha llegado el momento de asumir nuestra responsabilidad y no limitarnos a la sonrisa políticamente correcta del que ya no se atreve a decir en público que es machista. Es una cuestión de justicia, de igualdad, o sea, de democracia. Y de vida.
Porque siguen siendo ellas las que la pierden, o las que la conservan malherida, por el simple hecho de ser mujeres. Un drama que sólo cesará cuanto dejemos sin aliento al machito que, conscientes o no, todos llevamos dentro.


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lunes, 26 de noviembre de 2018

Miles de mujeres se manifiestan en Madrid para pedir el fin de la violencia de género y de la prostitución

#25N en Madrid


Redacción Tribuna
TribunaFeminista

El feminismo pide que se acabe con la Violencia de Género y con la prostitución.

Decenas de miles de mujeres se han manifestado este domingo en Madrid para pedir el fin de la violencia de género hacia las mujeres y la abolición de la prostitución, con motivo de la celebración, este 25 de noviembre, del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.Convocada tradicionalmente por Foro de Madrid contra la Violencia a las Mujeres, y a la que han dado su apoyo 80 entidades, el acto de este año ha tenido este año especial relevancia tras la polémica sentencia de ‘La Manada’, en un año además en que ha vuelto al debate público la legalidad de la prostitución tras la ilegalización del sindicato de prostitutas OTRAS.
Bajo el lema este año de ‘Ni una menos, libres nos queremos’, la marcha, que ha arrancado a las 11.30 horas desde Plaza de Cibeles, ha discurrido con total normalidad entre cánticos y gritos en contra de la sociedad patriarcal y del machismo. Así, al inicio se ha escuchado corear consignas como “Madrid será la tumba del machismo”, “Disculpen las molestias, nos están asesinando” o “Estamos hasta el culo de tanto machirulo”.
Pero también se han cantado consignas en contra de la prostitución, de la pornografía o incluso de la práctica de los vientres de alquiler. “Ni putas, ni sumisas, somos abolicionistas”, “Es violencia la prostitución”, “La pornografía es prostitución” o “Mi vientre no se alquila, mi cuerpo no se vende”, han sido algunos de los cánticos que se han podido escuchar durante la marcha, que ha estado amenizada con una batucada, música y bailes de algunas de las asociaciones convocantes.
Según ha afirmado en declaraciones  la portavoz Foro de Madrid contra la Violencia a las Mujeres, Lourdes Hernández, miles de mujeres están reivindicando en esta manifestación acabar con la violencia de género “en cualquiera de sus manifestaciones”, pero, sobre todo, “que no haya ni una sola mujer más asesinada”.
“Queremos que haya protección y denuncia contra los maltratadores, que los niños y niñas de padres maltratadores no estén con ellos y, sobre todo, educación de los niños y niñas desde pequeños en igualdad”, ha dicho, para pedir también a las instituciones públicas que pongan fin a este tipo de violencia “con hechos” y que estos sean “inmediatos”.


Fuente: https://tribunafeminista.elplural.com/2018/11/miles-de-mujeres-se-manifiestan-en-madrid-para-pedir-el-fin-de-la-violencia-de-genero-y-de-la-prostitucion/



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sábado, 24 de noviembre de 2018

25 de Noviembre día internacional contra la violencia hacia las mujeres: Sigamos en las calles por #NiUnaMenos, ¡Vivas nos queremos!

25N & Clase Obrera


UIT-CI
Rebelión

Comunicado Unidad Internacional de las y los Trabajadoras-Cuarta internacional (UIT-CI) por el 25 Noviembre de 2018

Hace casi 58 años las hermanas Mirabal eran asesinadas por la dictadura genocida del General Trujillo en República Dominicana. Patria, Minerva y María Teresa fueron secuestradas, torturas y asesinadas por rebelarse contra un estado genocida y romper con los estándares del rol de las mujeres.

En su memoria, el 25 de noviembre se ha instalado como una fecha internacional de lucha contra las violencias hacia las mujeres en la que saldremos a las calles a decir #NiUnaMenos, vivas nos queremos, contra toda forma de violencia de género, basta de discriminación salarial de las mujeres y por el aborto legal, seguro y gratuito.

Las mujeres venimos siendo protagonistas de grandes peleas contra la violencia de género a nivel mundial. La movilización #NiUnaMenos de la Argentina en 2015, se expandió rápidamente por América Latina y Europa. Esto contribuyó a la masificación del reclamo contra los feminicidios y la responsabilidad de los gobiernos capitalistas en la muerte de mujeres. Es que los feminicidios son la forma más extrema de violencia patriarcal, que implica la propiedad sobre el cuerpo y la vida de las mujeres y que todos los años se lleva la vida de miles que son asesinadas por su condición de mujer, la mayoría muertas por sus parejas o personas del círculo cercano.

Según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe en base a la información de 16 de la región y España, muestra un total de 2.554 mujeres víctimas de feminicidio en 2017, entre los que se destaca Brasil con 1133 asesinatos de mujeres. Pero estos números crecen al incluir a países con los más altos índices de feminicidios, como México con 49 por semana o Colombia con 15. Esta forma extrema de violencia patriarcal llevó masivamente a las mujeres a las calles para decir con fuerza vivas nos queremos. Este reclamo incorporó el reconocimiento de otras formas de violencia de género como la física, psicológica, simbólica, económica y sexual que fueron tomando cada vez mayor fuerza en el marco de la cuarta ola a nivel mundial de las luchas del movimiento de mujeres. Es que la mayoría de las mujeres en el mundo han sido violentadas por lo menos alguna vez en su vida.

Con el movimiento #MeToo en 2017 en los Estados Unidos, comenzó una reacción masiva para enfrentar la impunidad milenaria de los varones para ejercer la violencia sexual. Una verdadera rebelión mundial que se expandió rápidamente por el mundo. A partir de las primeras denuncias en Hollywood, las mujeres comenzaron a denunciar la violencia sexual y también a organizarse para salir a enfrentarla. Desde las masivas jornadas en las calles convocadas por las mujeres del estado español contra el fallo de la Manada pasando por las tomas feministas en Chile hasta las huelgas en Mc Donalds y Google de las trabajadoras contra el acoso sexual, crece la rebelión contra esta forma de violencia de género.

Con los dos paros internacionales de mujeres se puso al descubierto un reclamo central de las trabajadoras como es la brecha salarial entre mujeres y hombres, que según datos de la ONU llega al 23% a nivel mundial. Es que el sistema capitalista patriarcal utiliza la opresión milenaria de las mujeres para superexplotarnos y obtener mayores ganancias. Por eso luchamos para que el capitalismo y el patriarcado caigan juntos.

Desde el 2017 con el primer #gritoglobal por el aborto legal la pelea por el derecho a decidir sobre los propios cuerpos de las mujeres fue una de las grandes luchas que dimos en las calles y que logró en Irlanda conquistar este derecho. En Argentina millones salieron a las calles por el aborto legal, lucha que recorre América Latina. Porque no hay #NiUnaMenos mientras no se terminé con la clandestinidad del aborto en el 40% del mundo dónde es ilegal.

Este 25N reforzamos nuestra lucha saliendo a las calles en todo el mundo. Son los gobiernos capitalistas junto con las iglesias las responsables de las mujeres sigamos muriendo. Por eso, tenemos que estar en las calles para hacer crecer esta oleada mundial de luchas. Siguiendo el camino de las mujeres de Estados Unidos contra el gobierno de Trump, las brasileñas por el #EleÑao contra el reaccionario machista, misógino de Bolsonaro y de las Argentinas con la marea verde por el aborto legal y de todos los países dónde se organizan para luchar por sus derechos.

Desde la Unidad Internacional de las y los Trabajadoras-Cuarta internacional llamamos a coordinar acciones en todo el mundo contra toda forma de violencia patriarcal para seguir haciendo temblar la tierra.





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CGT señala y denuncia todos los tipos de violencias contra las mujeres en otro 25N marcado por el terrorismo machista


Por CGT
Desde CGT no renuncian a erradicar las violencias contra las mujeres que se dan en todos los ámbitos de su día a día y continuarán luchando contra este sistema patriarcal
La Confederación General del Trabajo (CGT) ha manifestado a través de un comunicado su total repulsa a todas y cada una de las violencias contra las mujeres en un 25N marcado por las cifras de asesinadas.
En este sentido, la organización anarcosindicalista ha recordado que, a falta de un mes para que termine este 2018, ya son 88 mujeres las que han perdido la vida a manos de sus parejas o exparejas. A estos números hay que añadir el de familiares cercanos, como hijos e hijas, que también han sido víctimas de este terrorismo.
CGT considera que las mujeres asesinadas son la cúspide más visible de este sistema social, político y económico que maltrata, viola y asesina a personas por el hecho de ser mujeres.
CGT ha señalado que la violencia machista atraviesa a las mujeres desde que nacen y las acompañan a lo largo de toda su existencia. En este sentido, la educación que reciben las mujeres desde pequeñas se enfoca a la sumisión y a la obediencia que las lleva a convertirse en mujeres totalmente discriminadas e invisibilizadas en el mercado laboral y ante las instituciones y la sociedad en general.
CGT exige a las empresas la puesta en marcha de protocolos reales y efectivos que protejan a las mujeres de situaciones de violencia machista. Igualmente ha exigido a los medios de comunicación una mayor responsabilidad social a la hora de informar sobre agresiones y asesinatos de mujeres, ha reivindicado a la Administración Pública que cumpla con la legislación vigente para evitar más asesinatos y por último, ha reclamado al Justicia que deje de cuestionar a las mujeres víctimas de malos tratos y agresiones, exigiéndole que el foco lo ponga en los agresores, los verdaderos culpables.


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viernes, 23 de noviembre de 2018

La desigualdad de género mata

Desigualdad & Feminicidios

Ladiaria
https://ladiaria.com

En 2017 hubo cerca de 3.000 femicidios en América Latina y el Caribe, según informe de la CEPAL.

La mayoría de los asesinatos de mujeres que tienen lugar en América Latina y el Caribe son femicidios. Esta es una de las principales conclusiones de un informe del Observatorio de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que reveló que 59% de las mujeres asesinadas en 2017 en la región murieron por su condición de género.En el mismo documento, el organismo asegura que “al menos” 2.795 mujeres fueron víctimas de femicidio en 23 países de América Latina y el Caribe en 2017. El énfasis en el “al menos” refiere a que el registro se realizó en los países en donde estas cifras están disponibles, por lo que el número real probablemente sea mayor.
En los países de la región con datos disponibles, 57,6% los femicidios son cometidos por alguien con quien la mujer asesinada tenía o había tenido una relación de pareja, detalla el estudio. Hay dos excepciones: El Salvador, donde esto sucede en 6% de los casos de femicidios, y Honduras, donde esta cifra es de 18%.
La situación de El Salvador en relación a los derechos de las mujeres es, en general, una excepción. En este país centroamericano, el fenómeno de femicidio “alcanza una extensión que no encuentra paralelo en ningún otro país de la región”, afirma la CEPAL. Allí, la tasa de femicidios por cada 100.000 mujeres fue de 10,2 en 2017. De hecho, Amnistía Internacional asegura en su informe 2017-2018 que “los elevados índices de violencia de género siguen haciendo de El Salvador uno de los países más peligrosos para las mujeres”.
Le sigue Honduras, que en 2016 registró una tasa de 5,8 femicidios por cada 100.000 mujeres. En Guatemala, República Dominicana y Bolivia también se observaron altas tasas para 2017, iguales o superiores a dos casos cada 100.000. En la región, sólo Venezuela, Panamá y Perú registran tasas inferiores a uno cada 100.000.
A la hora de comparar la situación de América Latina y el Caribe con otros continentes, la CEPAL resalta la dificultad que plantea la diferencia de criterios a la hora de registrar femicidios. Pone como ejemplo a los países de la Unión Europea, que sólo registran en sus estadísticas regionales las cifras de mujeres asesinadas por sus parejas en el ámbito privado, lo que supone desafíos en la comparación con el indicador que publica la CEPAL, que también incluye los asesinatos de mujeres que tienen lugar en el espacio público.
De todas maneras, una comparación de las tasas de femicidios registrados en el ámbito doméstico en las dos regiones muestra que Europa tiene índices más bajos. Mientras que en 2017 las tasas de “femicidios íntimos” en América Latina varían desde un máximo de 1,98 por cada 100.000 mujeres en República Dominicana a un mínimo de 0,47 en Chile, la mayor parte de los países europeos registraba a fines de 2016 tasas por debajo de 0,5.
En la última década, la gravedad del fenómeno ha obligado a 18 países latinoamericanos a modificar sus leyes para sancionar el femicidio. El primero en hacerlo, tal como señala la CEPAL, fue Costa Rica en 2007. Le siguieron en los años siguientes Guatemala (2008), Chile y El Salvador (2010), Argentina, México y Nicaragua (2012), Bolivia, Honduras, Panamá y Perú (2013), Ecuador, República Dominicana y Venezuela (2014), Brasil y Colombia (2015) y Paraguay (2016). El último fue Uruguay, el año pasado. Sin embargo, en la mayoría de los países, la reforma de la legislación no se tradujo en un cambio de la realidad. Los números están a la vista.
La medición de los femicidios, aclara la CEPAL, es “particularmente importante” para dar respuestas a las metas de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible vinculadas a la eliminación de “todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación”.
La comisión entiende que la realidad obliga a los países a emprender más acciones para erradicar la violencia de género. Por eso, establece como uno de los principales desafíos “comprender que todas las formas de violencias que afectan a las mujeres están determinadas, más allá de su condición sexual y de género, por diferencias económicas, etarias, raciales, culturales, de religión, y de otros tipos”. Sólo así, asegura, se podrá avanzar en la creación de políticas públicas integrales para su erradicación.
Además, plantea como otra línea de trabajo fundamental la sensibilización y la capacitación de los funcionarios públicos, especialmente aquellos que trabajan en la Justicia, “para mejorar los registros de femicidios y dar respuestas acordes al enfoque de derechos humanos y una cultura de igualdad”.
El organismo también contempla la creación de políticas públicas de reparación dirigidas a hijas e hijos de mujeres víctimas de femicidio, “que consideren asignaciones monetarias que permitan enfrentar los gastos cotidianos de las y los menores de edad”. Todo esto sin olvidar la necesidad de generar acuerdos interinstitucionales que permitan fortalecer el análisis de los femicidios tanto dentro de cada país como a nivel regional. 



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jueves, 22 de noviembre de 2018

25 de Noviembre: Sigamos en las calles por #NiUnaMenos, Vivas nos queremos!


Por Lucha Internacionalista
Hace casi 58 años las hermanas Mirabal eran asesinadas por la dictadura genocida del General Trujillo en República Dominicana. Patria, Minerva y María Teresa fueron secuestradas, torturas y asesinadas por rebelarse contra un estado genocida y romper con los estándares del rol de las mujeres.
En su memoria, el 25 de noviembre se ha instalado como una fecha internacional de lucha contra las violencias hacia las mujeres en la que saldremos a las calles a decir #NiUnaMenos, vivas nos queremos, contra toda forma de violencia de género, basta de discriminación salarial de las mujeres y por el aborto legal, seguro y gratuito.
Las mujeres venimos siendo protagonistas de grandes peleas contra la violencia de género a nivel mundial. La movilización #NiUnaMenos de la Argentina en 2015, se expandió rápidamente por América Latina y Europa. Esto contribuyó a la masificación del reclamo contra los feminicidios y la responsabilidad de los gobiernos capitalistas en la muerte de mujeres. Es que los feminicidios son la forma más extrema de violencia patriarcal, que implica la propiedad sobre el cuerpo y la vida de las mujeres y que todos los años se lleva la vida de miles que son asesinadas por su condición de mujer, la mayoría muertas por sus parejas o personas del círculo cercano.
Según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe en base a la información de 16 de la región y España, muestra un total de 2.554 mujeres víctimas de feminicidio en 2017, entre los que se destaca Brasil con 1133 asesinatos de mujeres. Pero estos números crecen al incluir a países con los más altos índices de feminicidios, como México con 49 por semana o Colombia con 15. Esta forma extrema de violencia patriarcal llevó masivamente a las mujeres a las calles para decir con fuerza vivas nos queremos. Este reclamo incorporó el reconocimiento de otras formas de violencia de género como la física, psicológica, simbólica, económica y sexual que fueron tomando cada vez mayor fuerza en el marco de la cuarta ola a nivel mundial de las luchas del movimiento de mujeres. Es que la mayoría de las mujeres en el mundo han sido violentadas por lo menos alguna vez en su vida.
Con el movimiento #MeToo en 2017 en los Estados Unidos, comenzó una reacción masiva para enfrentar la impunidad milenaria de los varones para ejercer la violencia sexual. Una verdadera rebelión mundial que se expandió rápidamente por el mundo. A partir de las primeras denuncias en Hollywood, las mujeres comenzaron a denunciar la violencia sexual y también a organizarse para salir a enfrentarla. Desde las masivas jornadas en las calles convocadas por las mujeres del estado español contra el fallo de la Manada pasando por las tomas feministas en Chile hasta las huelgas en Mc Donalds y Google de las trabajadoras contra el acoso sexual, crece la rebelión contra esta forma de violencia de género.
Con los dos paros internacionales de mujeres se puso al descubierto un reclamo central de las trabajadoras como es la brecha salarial entre mujeres y hombres, que según datos de la ONU llega al 23% a nivel mundial. Es que el sistema capitalista patriarcal utiliza la opresión milenaria de las mujeres para superexplotarnos y obtener mayores ganancias. Por eso luchamos para que el capitalismo y el patriarcado caigan juntos.
Desde el 2017 con el primer #gritoglobal por el aborto legal la pelea por el derecho a decidir sobre los propios cuerpos de las mujeres fue una de las grandes luchas que dimos en las calles y que logró en Irlanda conquistar este derecho. En Argentina millones salieron a las calles por el aborto legal, lucha que recorre América Latina. Porque no hay #NiUnaMenos mientras no se terminé con la clandestinidad del aborto en el 40% del mundo dónde es ilegal.
Este 25N reforzamos nuestra lucha saliendo a las calles en todo el mundo. Son los gobiernos capitalistas junto con las iglesias las responsables de las mujeres sigamos muriendo. Por eso, tenemos que estar en las calles para hacer crecer esta oleada mundial de luchas. Siguiendo el camino de las mujeres de Estados Unidos contra el gobierno de Trump, las brasileñas por el #EleÑao contra el reaccionario machista, misógino de Bolsonaro y de las Argentinas con la marea verde por el aborto legal y de todos los países dónde se organizan para luchar por sus derechos.
Desde la Unidad Internacional de las y los Trabajadoras-Cuarta internacional llamamos a coordinar acciones en todo el mundo contra toda forma de violencia patriarcal para seguir haciendo temblar la tierra.
Unidad Internacional de las y los Trabajadoras-Cuarta internacional (UIT-CI)
Noviembre de 2018



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América Latina registró más de 2.700 feminicidios en 2017


Por Red Eco Alternativo
“El feminicidio es la expresión más extrema de la violencia contra las mujeres. Ni la tipificación del delito ni su visibilización estadística han sido suficientes para erradicar este flagelo que nos alarma y horroriza cada día”
Al menos 2.795 mujeres fueron asesinadas en 2017 por razones de género en 23 países de América Latina y el Caribe, según datos oficiales recopilados por el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El términos absolutos, la lista de feminicidios la lidera Brasil (con 1.133 víctimas confirmadas en 2017). No obstante, si se compara la tasa por cada 100.000 mujeres, el fenómeno alcanza una extensión en El Salvador que no encuentra paralelo en otro país de la región: 10,2 feminicidios por cada 100.000 mujeres. En 2016, Honduras registró 5,8 feminicidios por cada 100.000 mujeres. En países como Guatemala, República Dominicana y Bolivia también se observaron altas tasas en 2017, iguales o superiores a 2 casos por cada 100.000 mujeres.
“El feminicidio es la expresión más extrema de la violencia contra las mujeres. Ni la tipificación del delito ni su visibilización estadística han sido suficientes para erradicar este flagelo que nos alarma y horroriza cada día”, dijo Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, quien llamó a los países a dar prioridad a las políticas públicas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres en la región.
En el Caribe, cuatro países registraron en conjunto 35 víctimas de feminicidio en 2017: Belice (9 víctimas), las Islas Vírgenes Británicas (1), Santa Lucía (4) y Trinidad y Tabago (21). Guyana y Jamaica, que solo cuentan con datos de feminicidio íntimo, informaron la muerte de 34 y 15 mujeres, respectivamente, a manos de su pareja o ex pareja íntima en el mismo año.
En 2017, las tasas de feminicidios íntimos en América Latina oscilaron entre un máximo de 1,98 por cada 100.000 mujeres en República Dominicana a un mínimo de 0,47 en Chile, según OIG.
Fuente: Cepal
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Brasil. [Vídeo da Anistia Internacional]: “Marielle, semente”


Por RBA
“Marielle, semente”, lançado também para celebrar o Dia da Consciência Negra, traz cinco depoimentos sobre a luta da vereadora carioca pelos direitos humanos.
Luta de Marielle também é relembrada por universidade estrangeira que criou bolsa de estudos com seu nome.
Para marcar o Dia da Consciência Negra e relembrar a luta pelos direitos humanos da vereadora da cidade do Rio de Janeiro Marielle Franco (Psol), a organização não-governamental Anistia Internacional divulgou na terça-feira (20) um vídeo em homenagem à Marielle, assassinada a tiros, em março deste ano, ao lado de Anderson Gomes, que dirigia o carro em que ambos foram emboscados.
O vídeo “Marielle, semente”, que integra a campanha internacional de direitos humanos Write for Rights (Escreva por Direitos), traz o depoimento de cinco mulheres negras que relatam como era a convivência com a vereadora, entre elas, sua mãe, Marinete Silva. “O que motivou a isso (crime) a gente tem que saber. A gente quer uma resposta o quanto antes”, afirma.
O vídeo é encerrado ressaltando o pedido por justiça e pela permanência da luta pelos direitos humanos.
Após oito meses dos assassinatos, o crime continua sem respostas. No início do mês, diante de indícios de agentes públicos e milícias envolvidos no crime, a Procuradoria-Geral da República (PGR) pediu a ampliação de esforços na investigação, até então feita pela esfera estadual.
Homenagem pelo mundo
Também para relembrar Marielle. a Universidade John Hopkins, nos Estados Unidos (EUA) criou uma bolsa de estudos que leva o nome da vereadora, a estudantes que queiram cursar o mestrado em Relações Internacionais com foco na América Latina.
Assista à reportagem completa:
Vídeo mostra depoimentos marcantes sobre Marielle
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