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jueves, 29 de noviembre de 2018

Alicia Miyares: "La gestación subrogada es una trampa en la que no deberíamos caer"

#NoSomosVasijas & Gestación Subrogada


Carolina Abellán
www.huffingtonpost.es

Portavoz del movimiento 'No somos vasijas': "Nadie te va a decir que lo hace por dinero".

Alicia Miyares es filósofa y escritora feminista. Desde que hace un par de años se implicó en el movimiento No somos Vasijas, junto a otras filósofas como Amelia Valcárcel y Victoria Camps, dedica buena parte de su tiempo a luchar contra la gestación subrogada. De momento, recurrir a un vientre de alquiler para tener un hijo es una práctica prohibida en España, aunque su posible regulación ha entrado de lleno en el debate político. Miyares no ahorra críticas a lo que entiende que no es más que un eufemismo bajo el que se esconde un negocio degradante para las mujeres al rebajarlas a meras máquinas reproductivas.
La semana pasada Miyares y 50 organizaciones de mujeres y colectivos LGTBI presentaron, en una rueda de prensa en Madrid, la Red Estatal contra el Alquiler de Vientres en cuya página web dejan clara su postura: "No somos incubadoras, ni vasijas, ni úteros o vientres de alquiler: somos mujeres, vidas humanas con las que pretenden montar un nuevo negocio que lucrará al más fuerte y someterá a las más débiles". Días después de ese acto, Miyares atiende por teléfono a El HuffPost.
Pregunta: ¿Por qué creen necesaria esta Red Estatal contra el Alquiler de Vientres?
Respuesta: Este es un momento en el que hay que trasladar a la ciudadanía que son muchas voces las que están en contra de una práctica absolutamente lesiva para los derechos de las mujeres y para la imagen que se da del embarazo, el parto y la cosificación que ello comporta de las mujeres embarazadas y de los menores que están por nacer.
P: ¿Por qué piensa que la maternidad subrogada en una práctica lesiva para la mujer?
R: Si se regulara esta práctica, daría como resultado un primer contrato que es el contrato mal llamado de gestación subrogada por el cual a una de las partes se le exige la renuncia a un derecho fundamental de manera taxativa. Se pide a las mujeres que renuncien a un derecho fundamental que es el de filiación y custodia, una barbaridad en términos jurídicos. En un contexto de sociedades democráticas es inasumible que se nos pida la renuncia, por contrato, a derechos cuya conquista ha llevado mucho tiempo.
P: Hay países en los que esa práctica sí es legal si se hace de manera altruista. Reino Unido, por ejemplo.
R: En el Reino Unido apenas hay mujeres que se están sometiendo a esta práctica para ceder a su hijo porque no hay compensación económica. Sabemos, porque los datos están ahí, que en el Reino Unido el año pasado hubo 20 casos nada más.
P: ¿Por qué cree que hay personas que quieren regular la gestación subrogada en España?
R: En el momento en el que en un país se regula de manera favorable, lo que eso permite es que se registre de manera automática a los niños nacidos por maternidad subrogada en otro país. Esto es, lo que permitiría es que los padres salieran al turismo reproductivo a terceros países para conseguir un bebé y, después, regularizarlo en España. Es un subterfugio, es una trampa en la que no deberíamos caer. Luego hay salvedades, como siempre, pero las salvedades no necesitan una legislación.
P: Me decía que en el Reino Unido hay pocas mujeres que lleven a cabo una maternidad subrogada porque no se recompensa económicamente. ¿Cree, entonces, que la motivación tras esta práctica es el dinero?
R: Esto es un negocio, es mercantilismo puro del que no se libra ninguna de las partes contratantes. Las personas no pueden ser objeto de transacción mercantil ni contractual. El límite del comercio y del contrato, de lo que se puede comprar y vender, son las personas. Esto no es algo español sino que está presente en buena parte de los corpus legislativos de las sociedades.
P: En El HuffPost publicamos el caso de Nikki Kuska, una mujer norteamericana que fue gestante de una pareja española. Según nos explicó, aunque recibió una compensación de 25.000 dólares, decidió gestar por un motivo altruista, por ayudar a formar una familia a quien no podía crearla.
R: Estamos hablando de una mujer estadounidense, donde las prestaciones públicas básicas no son precisamente algo a lo que quiere acceder la clase media. La clase media quiere acceder a colegios privados cuanto mejores, mejor. Y a seguros sanitarios cuanto más amplios, mejor. Dicho de otra manera, los 25.000 dólares que ella percibe le garantizan un año de matrícula en la universidad de Yale a uno de sus hijos . El término monetario hay que ponerlo en relación con el país del que hablamos. Igual que 6.000 dólares para una mujer ucraniana es una fortuna que le permite durante unos años cubrir las necesidades de su familia. O 2.000 dólares para una mujer india.
Nadie te va a decir que lo hace por dinero. Incluso en programas que hemos visto en televisión, ellas no te confesaban que lo hacían por dinero, sino por ayudar a terceras personas. Nadie quiere reconocer que tiene cierta necesidad económica.
El centro del debate es que, aunque una persona decida individualmente hacer eso, yo no voy a aceptar una práctica en la que se pide que se renuncie a un derecho fundamental porque una barbaridad en sociedades democráticas. Igual que no aceptamos que las personas, que las hay, quieran vender un riñón. Eso no lo aceptamos, ponemos un límite. Pues el límite que ponemos en ese caso es absolutamente extrapolable, si no más, a lo que estamos hablando.
P: ¿Usted cree que la paternidad es un deseo o es un derecho?
R: Pretenden convertir el deseo en un derecho pero eso es un esperpento en términos jurídicos. Si la paternidad o la maternidad fuera un derecho, el Estado tendría que garantizar que todas las personas pudieran acceder a ese derecho. Si la paternidad fuera un derecho en un hipotético futuro, adiós a las leyes de interrupción del embarazo porque alguien siempre podría invocar el derecho a tener a ese hijo frente a la mujer que desea interrumpir el embarazo.
P: En los medios vemos con cierta frecuencia a personajes famosos que han sido padres mediante gestación subrogada. ¿Cree que eso contribuye a normalizar esa práctica?
R: Sí, ayuda a normalizar el asunto. Pese a ser un contrato nulo de pleno derecho, eso no impide que esas personas salgan en los medios haciendo alarde de cómo han conseguido a esa criatura. Hay un ejemplo que para mí es muy clarificador. El de una afamado millonario, que ha hecho sus millones pegando patadas a un balón, en el que le preguntaba a su hermana sobre el sobrino que iba a tener y le preguntaban por la madre y respondía: "La madre no existe". Y eso es en el fondo lo que subyace a esa práctica.
P: Se refiere a Ronaldo, ¿no?
R: Claro. Cómo no va a conmoverse la gente ante la presentación de un menor. Mire, somos seres humanos primarios. Tú te emocionas, empatizas pero, solamente cuando entramos en el fondo del asunto y en lo que conlleva, es cuando la gente empieza a tomar conciencia. ¿Cuál es el problema? Pues que nunca estás en igualdad de condiciones a la hora de trasladar que eso es una barbaridad moral y jurídica. Claro, a todo el mundo nos encanta la felicidad, pero hay que pensar cómo la obtenemos.
P: Dicen ustedes que en España existe un lobby que amenaza los derechos de las mujeres. ¿A qué lobby se refieren?
R: Mientras unas trabajamos todo el día y necesitamos vivir de nuestro trabajo, aquí hay un lobby evidente. Esto es un negocio porque explotan el deseo de unas personas de tener hijos. Les ofrecen un medio para alcanzar ese deseo. Son las agencias de intermediación, los despachos de abogados que son los que realizan la gestión y los que se quedan con la parte nuclear del asunto. Trabajan en España con total impunidad y que tienen un lucro muy llamativo y muy sustancial. Hace un mes, un banco muy potente estaba pensando en sacar una línea de crédito para familias que quisieran recurrir a la gestación. Exactamente igual que una hipoteca.
P:¿Tienen ustedes contactos con los partidos políticos para hacerles llegar su postura?
R: Como el debate ya se ha iniciado en los partidos políticos, nos están llamando. Cuando salió la plataforma de No somos Vasijas, ya aceleró el debate. Y, de hecho, yo voy a partidos políticos y agrupaciones para hablar de esta práctica. Porque lo cierto es ¿por qué los políticos van a tener una visión más preclara que el resto de la ciudadanía? Necesitan información
También está pasando que cuando escuchan las razones que les damos, las entienden. Dicho de otra manera, si un partido político, por poner un ejemplo, el PSOE o IU, están en contra de la regulación de la prostitución como un trabajo porque es explotación sexual, lo cierto es que, si mantienen un principio de coherencia, deberían estar en contra de la explotación reproductiva de las mujeres. El trabajo está ahí y lo estamos haciendo.
P: ¿Están siendo receptivos los partidos?
R: Bastante, porque todo el mundo necesita argumentos de peso y escapar un poco del magma emocional y de esa adhesión primaria que consiste en decir: "Bueno, si ella lo quiere". Eso no es una justificación que articule el mundo. Porque eso es la ley de la selva, que gane el más fuerte.
P: ¿Creen ustedes que, en el futuro, se aprobará una regulación a favor?
R: Creo que la ley se mantendrá como está. Este asunto está regulado, no desde la época del cavernario, sino desde 2006, diciendo que es un contrato nulo de pleno derecho.
P: ¿En España, con una tasa de natalidad de las más bajas del mundo, va a haber mujeres dispuestas a gestar bebés para otras parejas?
R: Es evidente que no. Si ya las mujeres tenemos problemas para llevar a cabo un embarazo y un parto porque las condiciones laborales no ofrecen seguridad alguna... Habrá todo lo más 5 ó 6 mujeres. Lo que va a permitir es que se puedan ir al mercado reproductivo y registrar automáticamente a los bebés nacidos fuera de España por subrogación.
P: ¿La maternidad subrogada es un problema de demanda social?
R:No solo no lo es sino que creo que los números están hinchados. Los datos supuestos de niños nacidos por subrogación son datos poco fiables porque los ofrecen las asociación favorables a la regulación. Carecemos de datos oficiales. Se ha preguntado al Gobierno en esta legislatura y la respuesta ha sido que no es posible ofrecer datos porque no figura en el registro civil el procedimiento por el que ha nacido cada criatura.

Foto Tribuna Feminista/
Alicia Miyares, primera por la derecha, durante la presentación de la Red Estatal contra el Alquiler de Vientres



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