RADIO "PONCHOSVERDES.FM"

domingo, 26 de enero de 2020

Ni geishas ni sumisas: la lucha contra los estereotipos de las mujeres chinas en España


Con motivo del comienzo, a partir de este sábado 25 de enero, del año número 4718 del calendario lunar, nos acercamos a las mujeres de origen chino residentes en España

Una de las tantas leyendas que circulan en torno al año nuevo chino dice que la rata fue la primera en llegar ante el Emperador de Jade cuando convocó a todos los animales. Con ella dará comienzo, a partir de este sábado 25 de enero, un nuevo ciclo: el año número 4718 del calendario lunar bajo el signo de este pequeño roedor.

En Madrid, se ha convertido ya en una tradición celebrar esta festividad con una amplia gama de actividades que tienen su epicentro en el barrio de Usera. Durante unos días, la comunidad china que vive en España se volverá más visible que nunca. Un colectivo tradicionalmente más reservado que toma las calles para proclamar sus tradiciones y cultura milenarias. Por este motivo nos hemos querido acercar a las mujeres de origen chino y conocer un poco más de cerca los estereotipos y la realidad en la que se mueven.
En la actualidad viven en nuestro país 193.207 personas de nacionalidad china de las que 97.880 son mujeres, según datos del INE a 1 de julio de 2019 (últimas cifras publicadas). El 1 de enero de 2002 eran únicamente 30.268. Buena parte de la migración china que se ha asentado en España procede de la provincia oriental de Zhejiang. El primer boom se vivió en la década de los 80 y 90 aunque en etapas más recientes se han diversificado las zonas de origen. Se trata en todo caso de personas que buscaban nuevos horizontes al albor del crecimiento económico español.
Ellas se enfrentan a una doble discriminación por el hecho de ser mujer y estar racializadas. En ocasiones, además no conocen la lengua española, tan distinta de la suya materna, lo que las hace más vulnerables a sufrir situaciones racistas. Al fin y al cabo, cuando a la condición de género se le suma la diversidad racial, las mujeres se encuentran más desprotegidas ante la exclusión social. A qué estereotipos se enfrentan, cuál es la realidad de su día a día y qué discriminaciones sufren por su origen y por ser mujeres.

Fetichización y exotismo

Quan Zhou, autora de Gazpacho Agridulce y Andaluchinas por el mundo destaca que “ha habido una hipersexualización y fetichización de lo que es la mujer asiática en el sentido de qué exótica”. “Lo que tienen es esa imagen de chica sumisa que dice que sí a todo, que es cute. También creo que se ha visto influido por el manga”. “Luego no coincide con la realidad, casi todas las chicas asiáticas o descendientes como yo tienen mucho carácter”. Señala lo que ella llama “la fiebre amarilla”, personas fanáticas de la cultura china que pueden provocar que dejen de verlas como una mujer en su individualidad y más como parte de un todo. En el extremo contrario a esta fetichización comenta que también “hay gente que te rechaza por completo debido a tu etnia”. Y rememora anécdotas como cuando a su hermana le dicen “eres muy guapa para ser china”.
“Como esa lejanía, esa idea exótica que a su vez está fomentada por los medios donde siempre sale la misma caricatura estereotipada y simplista de lo que es ser un chino y de lo que es ser una mujer china. No hay variedad en los medios entonces eso crea que la gente con la que nosotros interactuamos diga “ay eres muy guapa para ser china”, “hablas muy bien español” y ese tipo de cosas”. “Nos retratan exactamente igual en todos lados, sea humor o sea noticia, y eso perpetua los estereotipos. No tienen esa sensibilidad y no hay representación. Tiene que haber visibilidad y tiene que haber educación”.
Susana Ye, periodista, colaboradora de El País y Cuarto Poder y creadora del documental Chiñoles y bananas, cuenta algunos de los estereotipos a los que se enfrentan las mujeres de origen chino. Ella también ha escuchado aquello de “eres muy guapa para ser china”. “Ese comentario que en principio podría ser halagador, no lo es en absoluto. Por un lado, relativiza tu físico en comparación con un supuesto conjunto; lo que se supone que es un aplauso en realidad es un tortazo”, sentencia. Al igual que Zhou, ella pone el foco en tendencias recientes como fenómeno del k-pop coreano o el boom del turismo chino como promotoras de un cambio de visión hacia las mujeres. Además, apunta a la identificación por parte de muchas personas de la mujer china como “ejemplo de femineidad” desde un punto de vista patriarcal. “Es una mujer delicada, dulce, obediente, que no da problemas, que prioriza la familia, esa compañera de vida que no cuestiona a su pareja. Esto viene un poco por la fantasía que hace muchísimo tiempo se ha instalado a través del cine y la literatura. Al fin y al cabo, ¿cuál ha sido la imagen que se ha instalado tradicionalmente de la mujer asiática? La geisha”. “En general persiste esta idea de que somos serviciales, eso toda la comunidad china, pero en particular sobre las mujeres”.

Líderes del autoempleo

Más allá de estereotipos, bulos y prejuicios, lo cierto es que la comunidad china destaca por poseer una mentalidad ligada a la filosofía del trabajo. El espíritu emprendedor es lo que empuja en multitud de ocasiones a las migrantes chinas de su país de origen hasta España. Pese al bulo extendido a todo el colectivo de migrantes en España, rara vez recurren a las ayudas asistenciales del Estado.
Así lo explica un reciente informe del Ayuntamiento de Barcelona “Barcelonesas de contexto social chino. Retos y oportunidades para la ciudad”, por el cual el consistorio de la capital catalana entrevistó a un grupo de mujeres de origen chino para acercarse a la realidad en la que viven estas mujeres. Entre ellas se señala la tendencia a recurrir a la propia red social y a la capacidad de superación ante situaciones adversas. “Son pocas las que recurren a la administración por desconocimiento de los servicios debido a la barrera lingüística; sensación de falta de eficacia en la intervención debida a los tiempos que requiere; y desconfianza y temor a la fiscalización”.
Desde la campaña Stop Rumores de la Federación Andalucía Acoge, señalan algunos rumores comunes a toda la comunidad china. Y sin duda, todas y todos lo hemos escuchado alguna vez: si abren tantos negocios es porque no pagan impuestos. O que reciben un trato de favor para conseguir nuevos locales o que incumplen la normativa laboral en cuanto a los horarios. Sin embargo, señalan que “la mayoría de personas de China que llegan a España lo hacen para iniciar actividades empresariales, lo que beneficia al país por la aportación vía impuestos o la creación de empleo”. Así lo indican las cifras, una alta prevalencia del autoempleo pues 57.922 personas de nacionalidad china están dadas de alta como autónomas, es decir, un 16,9% del colectivo de autónomos de origen extranjero, según datos de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos a julio 2019.
En la lucha para contrarrestar las noticias falsas esparcidas contra las personas migrantes y refugiadas está el proyecto Maldita Migración, de Maldita.es. Hasta ahora han podido observar como el bulo más difundido hacia la comunidad china afecta a ambos sexos. Al igual que recoge Stop Rumores, les han llegado numerosos bulos que sostienen que «los chinos no pagan impuestos». “Hemos entrado al contenido y hemos investigado que eso no es así. Y que la nacionalidad no tiene nada que ver en este caso”. Desde Maldita señalan el peligro que entrañan estos bulos, aparentemente inocuos. “Los bulos generados en torno a la población migrante y refugiada alimenta el discurso del odio hacia ellos y les expone al debate público y social”.

La trampa de generalizar

Para Yue Fu, cofundadora de Liwai Acción Intercultural, los estereotipos hacia la comunidad china han ido llegando por oleadas. “En los años noventa hubo una serie de problemas dentro de la propia comunidad china, de forma interna, entonces la gente empezó a la comunidad china como una mafia. De ahí surgieron los estereotipos como que los chinos no mueren, de que todos trabajan para las mafias. Todos estos estereotipos ya están un poco anticuados, pero siguen existiendo. Hace poco surgió otra oleada con que los chinos lavan dinero. El año pasado con el caso del BBVA, que todas las bancas cierran y bloquean cuentas chinas, que lo siguen haciendo hasta el día de hoy. Si vas a un banco, ya sea Bankia o BBVA, y tú dices que tienes nacionalidad china te dicen, literalmente, que no te pueden abrir la cuenta porque eres chino. A mí me lo han dicho”. Fu hace referencia a la situación de bloqueo masivo de cuentas bancarias que afectó muy especialmente a personas de nacionalidad china a las puertas del año nuevo chino del pasado año y que produjo gran malestar en la comunidad ante la falta de información y desamparo en la que se encontraron.
Sobre los bulos señala el daño que hacen algunos rumores: que comen perros y gatos, que trabajan para mafias. Pero hay otro tipo de información a la que no se da relevancia en los medios. “Por ejemplo, la última semana ha habido dos casos de asesinatos de personas chinas. El de Parla fue el primero y hace dos días un estudiante chino fue asesinado en Moncloa. En una semana han muerto dos personas chinas. La comunidad china vivimos una situación de inseguridad extrema y todo eso no sale a la luz. Está ahora por todos lados el año nuevo chino y la gente no se interesa por estos asesinatos, los medios se interesan solo por la festividad que es lo que más llama la atención”, sentencia.
También pide que deje de verse a la comunidad china como un todo y a las mujeres como un único perfil. “Depende mucho de la clase social, de su contexto socioeconómico, hay mujeres empresarias. Había una mujer china que estaba en la directiva de Telefónica, está también el personal de la embajada, gente de la élite. Luego también de la clase de media, empresarias o gente que trabaja en multinacionales como Huawei u Oppo. Hay mujeres chinas por todos lados. Luego hay otra realidad de la clase obrera que trabaja en otros comercios, de camarera, de dependienta, etc., por cuenta ajena”. A muchas de ellas tampoco son ajenos los problemas de conciliación laboral que afectan a tantas mujeres en nuestro país. “La mayoría de estas mujeres cuando tienen hijos mandan a los niños a China para que los cuiden sus abuelos, la otra generación. Hay otras que tienen que contratar a niñeras o a una persona que les recoja y lleve a los niños al colegio y pagar entonces un dinero extra”.
Sobre el año nuevo chino nos cuenta que puede ser un arma de doble filo: por un lado es muy positivo en cuanto a visibilización y promoción de la cultura y por otro puede caer en la folklorización. “Todo es muy folklórico. (…) Consideramos que esto significa que la gente se está acerando, se está integrando, pero de hecho esto es bastante superficial. Al final la comunicación y el acercamiento real tienen que ser entre las personas”.
 
Pies de foto: 1. Cartel de la programación del año nuevo chino 2020 del Ayuntamiento de Madrid.
2. La periodista y creadora del documental «Chiñoles y Bananas» Susana Ye (@SusanaYuan) y
3. Pasacalles por el barrio de Usera durante las celebraciones del año nuevo chino 2019
Cultura – Mujeres migrantes – Diversidad. 24 ene. 20. AmecoPress

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Hombres blancos cabreados, un movimiento que suma adeptos a la velocidad de la ultraderecha


Entrevista a Michael Kimmel, ensayista y sociólogo


Son muchos los estudios demográficos que han hecho un traje al votante de Trump, que ya prepara su reelección para este año. El 91% de los seguidores del actual presidente son blancos. La mayoría de bajo nivel educativo, con gran presencia de hombres solteros y conservadores. Aunque un análisis del voto oculto demuestra que las mujeres blancas también jugaron un papel decisivo en su llegada hasta la Casa Blanca.
Y aún así su victoria pilló a muchos estadounidenses desprevenidos. Entre ellos, según confiesa, al sociólogo estadounidense, escritor, divulgador y experto en estudios de género Michael Kimmel. «Subestimé la profunda ira de muchos hombres blancos estadounidenses», afirma el también portavoz de la National Organization for Men Against Sexism.
«Cuando publiqué Hombres (blancos) cabreados en Estados Unidos, ¡el nombre de Trump ni aparecía!», explica Michael Kimmel en una entrevista concedida a eldiario.es. Un libro que acaba de llegar actualizado a España de la mano de Barlin Libros con traducción de Daniel Esteban Sanzol. «Han pasado los años y hemos sido testigos de un dramático crecimiento de «hombres blancos cabreados» tanto en Europa como en Estados Unidos. Necesitamos, urgentemente, entender cómo encaja la masculinidad en nuestro mundo actual».

Hacia dónde apunta la rabia

En la sorpresa de Kimmel se podrán reconocer también muchos españoles: desde las elecciones del pasado noviembre España dejó de ser una excepción en Europa y, por primera vez desde la reinstauración democrática, tuvo a la extrema derecha como tercera fuerza política del país. En abril de 2019 consiguieron 24 diputados. En octubre  los sondeos les daban 29 escaños … pero en las elecciones de noviembre sacaron 52. Pero, ¿tiene algo que ver el auge del partido de Abascal con la masculinidad?
En su ensayo Kimmel afirma que la victoria de Trump y el auge de la ultraderecha en Europa ratifican su tesis.
Según él existe un descontento -iracundo- y generalizado entre el varón blanco heterosexual fruto de una fusión de dos sentimientos: la superioridad y el victimismo.
«Por supuesto existen diferencias fundamentales, pero necesitamos explorar cómo se vincula el género con estos movimientos políticos», reflexiona el sociólogo estadounidense. «Si hablamos del apogeo de Vox en España, o la extrema derecha en Francia y Alemania, las emociones, los sentimientos son sorprendentemente parecidos: algo se ha perdido y los «hombres blancos cabreados» se sienten castrados por el llamado Nanny state [Término anglosajón referido a «un gobierno que legisla en demasía sobre cómo deberían vivir sus vidas las personas», según el Diccionario de Cambridge ]».

Brad Pitt en El club de la lucha, otra de las películas que según Kimmel captan el zeitgeist del hombre blanco cabreado


Entender la rabia para combatirla

El perfil al que Kimmel describe como «hombre blanco cabreado», ha cristalizado en Estados Unidos en movimientos reaccionarios de diversa índole: los Minutemen, grupos supremacistas, el Tea Party o los Activistas proderechos del hombre estarían entre los movimientos que se han visto beneficiados por este estado de indignación.
«Muchos activistas por los derechos humanos ven el mundo al revés: creen que EL HOMBRE es la nueva víctima de discriminación», cuenta el escritor a eldiario.es. «Es como si todo lo que ha conseguido la mujer en términos de igualdad hubiese sido a expensas del hombre. Lo ven como un juego de suma cero, en el que si las mujeres ‘ganan’, los hombres ‘pierden'».
«En el libro hablo de hombres que asesinan a mujeres porque creen que la mujer es la causa de su carencias, especialmente de afecto y sexo», cuenta. Por ejemplo, «la idea del ‘incel’ [abreviatura de la expresión ‘involuntary celibate’] se resume en que la infelicidad de él es culpa de ella. Es un buen ejemplo de lo que llamo ‘derecho agraviado’, los ‘incels’ creen que no tienen lo que sienten que se merecen».
¿Qué es el «derecho agraviado», entonces? Lo que siente quien «cree que el mundo en el que vive no lo recompensa de la forma en que recompensó a su padre y abuelo, con la simple idea de que si trabajaba duro podría mantener una familia y una casa propia. Estos hombres se sienten atrapados y anhelan liberarse».
 Michael Kimmel. FOTO: BARLIN LIBROS

Para Michael Kimmel, «debemos comprender cómo se sienten estos hombres, se sienten heridos, dolidos, como si les hubiesen arrebatado algo esencial», explica. «¡Pero el trato que reciben no es culpa de una mayor igualdad, sino de una mayor DESIGUALDAD!».
«A medida que unos pocos se han enriquecido mucho, han tratado de convencer a los ‘hombres blancos cabreados’ de que la causa de su infelicidad son los inmigrantes, las mujeres o las personas LGBT», cuenta el escritor. «Pero en serio, ¿son los inmigrantes la causa del cambio climático? ¿Alguien LGBTI externalizó sus trabajos? ¿Las mujeres feministas hicieron recortes en su empresa? ¡Por supuesto no! Los ‘hombres blancos cabreados’ tienen razones para estar cabreados, pero les iría mucho mejor si tejiesen alianzas con quienes han sufrido en sus propias carnes la desigualdad».
«El mundo que vio medrar al hombre blanco entre promesas de que encontraría su lugar en la escala económica por su cara bonita está a punto de pasar a la historia», explica el sociólogo. «El ideal del sueño americano es el ideal de la meritocracia. Pero dicho ideal omite que, durante generaciones, la partida ha estado amañada. Así, cualquier acercamiento a la igualdad les parece una derrota».

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sábado, 25 de enero de 2020

Cómo se manifiesta la discriminación por género en el ámbito laboral

Género & Mundo laboral
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Ernesto Herrera
La Diaria

En las últimas décadas aumentó el porcentaje de mujeres que trabajan o buscan empleo.

Algunos números muestran que la brecha de género en el trabajo se redujo levemente en Uruguay en los últimos años. Pero la desigualdad persiste, y se puede observar en las tasas de actividad, de empleo y de desempleo, así como en la remuneración. “Es posible comprobar sistemáticamente que las mujeres reciben un menor salario, comparando con tareas y condiciones de trabajo iguales a sus colegas hombres”, afirma un informe publicado por el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) en el libro Para entender la economía del Uruguay, coordinado por los economistas Diego Aboal y Fernando Lorenzo.El estudio señala que esas diferencias salariales son difíciles de medir en su totalidad, porque hay desigualdades que inciden en la trayectoria laboral de las mujeres y, de ese modo, en su salario. Ocurre, por ejemplo, en el caso de las trabajadoras que tuvieron que salir del mercado laboral durante cierto tiempo para ocuparse del cuidado de familiares.
También el nivel educativo incide en el salario. El Cinve señala: “Si bien antiguamente los hombres activos laboralmente presentaban un mayor nivel educativo que las mujeres, desde hace ya varias décadas son las mujeres las que registran un nivel más elevado”. Sin embargo, agrega, algunos autores sostienen que las mujeres siguen siendo minoría en algunas de las profesiones “mejor retribuidas comparativamente”, por ejemplo, las de ingeniero o cirujano.
El informe cita diversos estudios sobre la brecha salarial: uno que la estima en 6%, con datos de 2005, y otros más recientes que la calculan entre 20% y 30%. Algunos autores concluyen que terminar con esta desigualdad en las remuneraciones “no sólo es de estricta justicia hacia las mujeres, sino también ‘un buen negocio’ para los países y sociedades”, porque contribuye al desarrollo económico, señala el Cinve. Por ejemplo, un estudio del Banco Mundial concluye que los países podrían aumentar su riqueza en 14%, en el plano mundial, si los salarios de las mujeres se igualaran a los de los hombres.
La discriminación se refleja también en la participación de las mujeres en el ámbito laboral, es decir, la tasa de actividad: mientras que 73% de los hombres mayores de 14 años se declaran ocupados o desocupados (es decir, buscan trabajo), sólo 55,4% de las mujeres se encuentra en una de esas dos situaciones. El Cinve aclara que esta medición toma en cuenta a los mayores de 14 años, debido a convenciones estadísticas internacionales, pero recuerda que en Uruguay está prohibido el trabajo infantil hasta los 15 años.
Según datos de 2015 de la Encuesta Continua de Hogares, las mujeres que dicen dedicarse exclusivamente a las tareas del hogar son muchas más que los hombres en la misma situación (ver gráfico Activos e inactivos por categoría), y la discriminación se refleja también en otros indicadores.
Desde 1986 hasta 2015 la tasa de actividad para las mujeres fue creciendo en forma sostenida y pasó de 42,6% a 55,4%. No obstante, todavía está lejos de la que registran los hombres, que durante esos años osciló entre 70% y 75%.
A su vez, en ese período la tasa de empleo en la población económicamente activa femenina creció gradualmente de 37,4% a 50,5%, mientras que la de los hombres se mantuvo entre 66% y 71%. También la tasa de desempleo evolucionó de forma positiva para las mujeres, de 12,1% a 8,9%, pero, una vez más, la brecha de género se mantiene: el desempleo de los hombres pasó de 6,8% a 6,4%, con altibajos en el período.
El estudio del Cinve señala que en el mundo “la participación laboral femenina ha aumentado en las últimas décadas en todas las regiones, sin excepciones”, lo que constituye “un fenómeno de gran impacto en los mercados de trabajo”.

Diferencias de edad

La evolución de la tasa de actividad por edad muestra algunos comportamientos comunes a hombres y mujeres, señala el informe del Cinve. Uno de ellos es la mayor participación en el ámbito laboral entre los 21 y los 45 años, y una tendencia a la caída antes de los 20 años. “Esto último posiblemente venga asociado a una mayor participación en el sistema educativo por parte de este grupo; es decir, una mayor cantidad de jóvenes opta por concurrir a algún centro de estudios, postergando así su entrada al mercado de trabajo”, concluye el informe.
Otro fenómeno común a hombres y mujeres es un aumento de la tasa de actividad en el siguiente tramo de edad, entre los 45 y los 65 años. Esa tendencia, señala el Cinve, “está asociada a una propensión por parte de la población a retrasar la edad de jubilación”.
En el caso de la tasa de empleo, el informe destaca “el aumento persistente en el empleo femenino, particularmente en las edades de mayor actividad”, es decir, entre los 21 y los 65 años. Señala que el aumento de la tasa de empleo “fue más pronunciado que el de la tasa de actividad, lo cual da la pauta de que, no sólo las mujeres aumentaron su disposición a conseguir un empleo a lo largo del período”, de 1986 a 2015, sino que también “las empresas mejoraron su disposición a contratar a las mujeres”.
Fuente: https://trabajo.ladiaria.com.uy/


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INDIA: Vemos por primera vez un movimiento sostenido en todo el país encabezado por mujeres

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Sangbida Lahiri
The Wire


En este invierno de descontento en cada marcha, en cada manifestación, en cada protesta –desde la Universidad Jawaharlal Nehru hasta la de Jamia o desde la de Aligarh hasta la de Jadavpur– la primera fila siempre está ocupada por mujeres jóvenes. El país no conocía desde la independencia una agitación política tan duradera, encabezada por mujeres jóvenes, ruidosamente, indefectiblemente y con determinación. ¿Quiénes son estas mujeres jóvenes que protestan, gritan y se rebelan? ¿Son simplemente estudiantes de los campus progresistas de India? ¿O están siendo instigadas por partidos de la oposición? ¿Es su participación meramente accidental o existe un método en esta revuelta?Ni casualidad ni instigación: se trata de una opción clara y unánime. Las estudiantes de los campus universitarios de toda India salen a la calle para mostrar que la política del futuro está cambiando rápidamente; que la política del siglo XXI ya no obedecerá más a la retórica de la masculinidad; que ha llegado la hora de hacer política teniendo en cuenta las cuestiones de género y ocupándose de ellas en vez de esos llamamientos ocasionales a condenar a los violadores. El número creciente de mujeres jóvenes que se manifiestan indica que la justicia de género no es una limosna, sino que supone una intervención sistémica en la naturaleza y la lógica de la política propiamente dicha.
Este es el cuadro general, pero hay motivos más matizados que explican por qué las mujeres están dispuestas a sacrificarse en el altar de la agitación política y de los enfrentamientos callejeros. En primer lugar, la ley de modificación de la ciudadanía (Citizenship Amendment Act, CAA) supone una amenaza mayor para las mujeres que para los hombres. Imágenes e informes de los campos de detención en el Estado de Assam lo demuestran. Y las mujeres, no solo de las minorías, sino de todas las procedencias, han empezado a temer la privación de sus derechos civiles. Es un temor fundado, porque el sufragio es una cuestión crucial en un país con un pasado colonial.
En un país como India, donde el proceso de descolonización apenas ha concluido, la identidad nacional de las mujeres es fruto de la construcción de la historia de sus luchas contra el Estado colonial (y también poscolonial). Por consiguiente, la amenaza de perder el derecho al voto o de verse privadas de la ciudadanía les afecta profundamente. Es una cuestión de supervivencia para las mujeres universitarias, que saben cuánto les ha costado contar finalmente con una voz. Por eso son mucho más propensas a resistirse a la ley, pues consideran que afecta a un aspecto fundamental de la justicia de género.
En segundo lugar, el temor a quedarse sin documentación. En India, las mujeres de varias condiciones socioeconómicas se ven a menudo privadas de documentos oficiales. Desde la década de 1990, la preocupación del Estado por los cuidados pre y posnatales en las zonas rurales hizo que muchos partos fueran asistidos por comadronas, lo que complicaba las posibilidades de certificar los nacimientos; el porcentaje de registro de matrimonios sigue siendo arbitrario; muchas mujeres no poseen bienes inmuebles a su nombre; y están sometidas al cuidado del padre o del marido después del matrimonio. Así, la implementación de la CAA y del registro nacional de ciudadanía (National Register of Citizenship, NRC) establece un nuevo orden, una nueva definición del margen y una nueva hegemonía, lo que supone una grave amenaza para las mujeres de todas las comunidades, castas y clases.
La creciente alfabetización del mundo rural y la movilidad urbana de las mujeres ya no permiten ocultarles estos peligros. Estas mujeres jóvenes representan en muchos casos la primera generación de su familia en cursar estudios universitarios. Para ellas, verse postergadas a un estado de falta de libertad, que han podido ver en sus madres o abuelas, ya no es aceptable. De ahí que todo lo que ponga en peligro la realización de sus aspiraciones y obstaculice su movilidad le lleve a participar decididamente en las protestas contra la ley discriminatoria.
La alfabetización es, de hecho, otra razón en sí misma de la mayor participación de las mujeres. El aumento sustancial del número de estudiantes femeninas en la educación superior implica que ahora las jóvenes viajan más, se alojan en residencias o pisos compartidos, con lo cual se vuelven independientes y controlan sus propias vidas. Esta emancipación de la familia y el mayor sentido de la propiedad de su persona las animan a expresarse, a rebelarse y a levantar la voz, incluso contra el Estado. Esta capacidad se ve reforzada gracias a la tecnología: un mundo digital más rápido está cambiando la manera en que las generaciones más jóvenes de mujeres se relacionan con el mundo, en muchos casos adaptando la tecnología a un ritmo más rápido que los hombres.
El uso de teléfonos inteligentes y la participación en colectivos a través de las redes sociales son factores cruciales que contribuyen a adquirir un mayor sentido de la libertad y desempeñar un papel más activo en la opinión pública y el espacio público. La digitalización del espacio es por tanto un instrumento formidable en la movilización política de las estudiantes. Las mujeres no están dispuestas a renunciar a todo ello en nombre de simples documentos y decretos perversos sobre la ciudadanía. Asimismo, entre las usuarias más jóvenes se denota un apetito de información y datos que este gobierno deniega insistentemente, con lo que la juventud se muestra temerosa de su futuro y su bienestar.
Finalmente, podemos concluir con un motivo retrospectivo para explicar el aumento de la presencia de mujeres en las manifestaciones. Este motivo puede parecer inocuo desde la distancia temporal, pero no lo es. Si miramos atrás con esmero, observaremos que la generalización del almuerzo en las escuelas en el segundo ciclo de primaria comenzó durante el primer mandato del gobierno de la Alianza Progresista Unida en 2004. La idea entonces consistía en atraer a niños y niñas a ir a la escuela con el fin de reducir la tasa de abandono escolar y proveer a las chicas de suplementos nutritivos. En los años subsiguientes, la comida de mediodía fue un éxito arrollador, reduciendo tanto el absentismo como el desequilibrio de género en las escuelas. Las niñas de familias pobres, que de este modo se veían incentivadas a asistir a clase, se hallan ahora en el grupo de edad de 18 a 25 años.
Son las que se han beneficiado de la expansión de la enseñanza y conocen los imperativos éticos de la educación pública libre y del aprendizaje sin trabas al margen de los orígenes de cada una. Así, en estas circunstancias, si saben que una ley como la CAA va a privarles a ellas o a sus madres de sus derechos de ciudadanía, o a ambas, o si saben que debido a su origen familiar van a ser enviadas a campos de detención, que se les denegarán sus derechos como ciudadanas o temen perder sus títulos y sus derechos por simples decisiones arbitrarias, ¿qué van a hacer? Harán lo que tienen que hacer: encabezar valerosamente las manifestaciones de protesta en todo el país.
Sangbida Lahiri es profesora del Departamento de Estudios Asiáticos y Sudasiáticos de la Universidad de Calcuta, Kolkata.
The Wire, 13-1-2020. https://thewire.in/women/;
Traducción de Viento SurPara tener más información sobre la página y nosotrxs, nos puedes escribir al mail: ecofeminismo.bolivia@gmail.com

viernes, 24 de enero de 2020

"Con la Convención de Ginebra en la mano no existe la figura del refugiado climático"

Entrevista a la investigadora Beatriz Felipe


Santiago Sáez
La Marea climática

La investigadora Beatriz Felipe comenta la reciente resolución del Comité de Derechos Humanos de la ONU, que abre la posibilidad de entender la crisis del clima como una amenaza para el derecho a la vida.

Cuando Nueva Zelanda devolvió a Ioane Teitiota a Kiribati tras denegarle la condición de refugiado, este recurrió ante Naciones Unidas. Nueva Zelanda, afirmaba Teitiota, estaba amenazando su derecho a la vida al devolverlo a un país que se hunde bajo las aguas. Los efectos del cambio climático empeoran las condiciones de vida en Kiribati hasta hacerlas insostenibles, convirtiendo a sus habitantes en migrantes forzosos. Esta semana, la resolución del Comité de Derechos Humanos , ha reconocido que el cambio climático es una amenaza para el derecho a la vida.  
Aunque la sentencia no da la razón por completo a Teitiota, que de hecho sigue en Kiribati, las noticias han alcanzado las páginas de medios internacionales. Sin embargo, algunos de los titulares son confusos. ¿Puede alguien que huye de la crisis climática ser considerado un refugiado? ¿Tiene esta sentencia precedentes? ¿Cómo se relaciona el cambio climático con otras personas migrantes?  
Para tratar de extraer la importancia real de la decisión hemos hablado con Beatriz Felipe, investigadora en Migraciones Climáticas del Centro de Estudios de Derecho Ambiental de Tarragona (CEDAT).


La investigadora Beatriz Felipe. Foto cedida

¿Qué importancia real tiene la resolución de la ONU?

Es una resolución importante, pero solo es una pieza más de todo lo que hay que hacer para proteger a los migrantes climáticos. La clave está en que es un dictamen que reconoce que si los Estados, tanto a nivel nacional como internacional, no actúan para frenar el cambio climático, llegará un momento en el que se podrá considerar que sus impactos constituyen una violación del derecho a la vida. Este dictamen no es vinculante, pero está basado en derechos que sí lo son. Reconocer esto ya es muy importante jurídicamente y sienta un precedente para futuras situaciones.

¿De qué situaciones hablamos?

Pues de situaciones como las del señor Teitiota. De personas migrantes, que se han tenido que ir de su país por impactos del cambio climático como sequías, inundaciones o subida del nivel del mar. Esto está ocurriendo ya en algunas islas del Pacífico o en ciertos Estados africanos. También tenemos que tener en cuenta que la mayoría de las migraciones climáticas ocurren dentro de los Estados.

En el caso de Kiribati, los efectos del cambio climático no son muy difíciles de aislar. ¿Podría extrapolarse este caso a otros en los que la crisis climática esté mucho más entremezclada con otros factores?

Hay que tener en cuenta que el cambio climático nunca es el único factor. Siempre hay otros, como situaciones de pobreza, falta de trabajo, sobrepoblación, mala gestión de los residuos o el agua… Esta misma situación, en la que el cambio climático empeora las condiciones, ya la estamos viendo en otros lugares. Por ejemplo, en Alaska también hay pequeñas comunidades indígenas que se están teniendo que reubicar porque el deshielo está haciendo que el permafrost sobre el que estaban sus edificios esté cada vez más derretido. Aunque, claro, en ese caso la migración es interna, así que la responsabilidad es del propio Estado.

Luego hay situaciones, como las que se pueden dar alrededor del lago Chad, en las que los efectos del clima están demasiado mezclados con otros. Ni siquiera en el caso de Titiota se puede aislar por completo la influencia del clima.

La expresión refugiado climático sigue siendo polémica. ¿Por qué?

Efectivamente, sigue siendo muy controvertido usar esa figura, aunque a los medios de comunicación les encanta. No obstante, jurídicamente es un error porque en la definición de refugiado no están las causas climáticas. Por mucho que se interprete, con la Convención de Ginebra [de 1951] en la mano no existe la figura del refugiado climático.

Sin embargo, parece que la única forma de proteger a estas personas es con la Convención y considerándolos refugiados. En realidad, hay muchas otras opciones. En un caso como el del señor Titiota, de migraciones internacionales en las que el cambio climático está muy presente, se puede llegar a acuerdos regionales que permitan una migración segura y digna. Ya hay algunas iniciativas, aunque como siempre que se habla de migraciones, la política pone muchos obstáculos.
Con este tipo de acuerdos también se cumplirían los objetivos de justicia climática, porque países que son más ricos y que han contribuido más a agravar la crisis climática podrían compensar de alguna forma aceptando a estas personas. Esa no sería la única medida, pero sí sería un aporte.

Como decía antes, la mayoría de estas migraciones son internas. Por eso es también muy importante que los propios Estados establezcan algún tipo de regulación para que se reconozca que estas personas no migran simplemente porque quieren.

¿A España llegan personas que pueden considerarse migrantes climáticos?

Esta es una pregunta complicada, pero yo te diría que sí. Recibimos a muchas personas que, entre sus razones para migrar, está el cambio climático o al menos una degradación ambiental importante. Lo que pasa es que muchas veces estas mismas personas no son conscientes de ese factor, y además es que no se cuenta con datos. Son, sobre todo, personas de África, de países como Nigeria o Senegal. Lo que pasa es que se les considera migrantes económicos y no se les presta casi ningún tipo de ayuda. En realidad, están huyendo de situaciones muy graves, agravadas aún más por el cambio climático. Hay que facilitar la integración de estas personas y que se les ayude en todo lo posible una vez estén aquí.

¿Qué se puede hacer tanto para identificar este problema como para ayudar a estas personas?

Yo creo que hay que entender que con nuestro modelo de vida estamos alterando tanto el clima del planeta que otras personas tienen que irse de sus casas. Es una conexión compleja, pero ser capaces de visibilizar eso ya es un punto. Eso nos tiene que llevar no solo a cambiar nuestro modo de vida, sino también a exigir cambios a nuestros representantes políticos. ¿Cómo vamos a actuar? ¿Qué fondos va a haber? ¿Vamos a seguir financiando un capitalismo verde? Creo que al menos replantearse todas estas cosas ya sería un paso adelante.

España es uno de los países europeos más vulnerables a la crisis del clima. ¿Podemos llegar a ser migrantes climáticos?

Sí, sobre todo a nivel interno. Hay zonas de España muy fuertemente afectadas por la sequía, y esto va a ir a peor. O en las costas: mira las tormentas de estos días.

Seguramente, a corto plazo, no estamos en una situación tan grave como otros países, sobre todo, porque tenemos dinero, tecnología y recursos para hacerle frente. Pero insisto, eso es a corto plazo. Si las consecuencias de la crisis del clima siguen como los científicos y las científicas nos advierten, no lo veo desencaminado.

No veo olas masivas de españoles teniendo que irse a Suecia a vivir, pero sí que veo movimientos internos a medio plazo.

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miércoles, 22 de enero de 2020

La isla de la heteronorma

Por Irantzu Varela

Mónica Naranjo ha devenido en presentadora y está -espero que peleando contra la vergüenza ajena- lidiando con un programa, ‘La isla de  las tentaciones’, de esos en los que ponen a un montón de gente que se cree muy lista -porque no lo es- y que se cree muy guapa -porque cree que es lo que importa- en los que la edición de los vídeos permite fingir que estás presenciando historias con el más mínimo interés, cuando estás presenciando el anodino espectáculo de la estupidez humana.
La fórmula es sencilla: cinco parejas “ponen a prueba” su relación, permaneciendo separadas unos días, en una villa caribeña, con un grupo de personas que pretenderán tentarlas. La gracia está en presenciar cómo se tambalea o se consolida la fortaleza de las parejas. O eso parece.
Pero este programa de mierda es un gran cañón de mierda heteruza y reproductora de la peor mierda del “romanticismo” (esa cosa que legitima que querer a alguien significa tener poder sobre esa persona y que causa la mitad de los feminicidios).
Y os cuento por qué.
El programa se basa en una serie de dogmas sacados de la manga de la heteronormatividad, según los cuales todo está bien como está y si no has encontrado a tu media naranja que te trate como a una princesa, cambia de frutero, rarita.
Dogma 1. Lo normal es ser heterosexual.
Cinco parejas y las cinco son heterosexuales. Que es casi de agradecer, si lo pienso, porque en estos programas, en las pocas ocasiones en las que aparecen personas que muestren la mínima disidencia sexual suelen ser clichés que cumplen con los estereotipos que asustan a los heteros, pero aspiran al mismo tipo de relaciones que ellos. Maricas y (menos) bolleras emplumadas que dan penica y ternurica porque quieren quererse y casarse, como la gente.
Ni por ampliar audiencias se les ha ocurrido meter a alguna tentadora de heterocuriosas entre ellas o a algún tentador de heteroflexibles entre ellos. No vaya a ser que en directo se nos caiga eso de que a la gente normal le gusta la carne o el pescado (las pollas o los coños, vamos).
Dogma 2. Las personas normales son payas y blancas
Entre las veinte personas “tentadoras” hay varias racializadas -pero no mucho- (más entre ellas que entre ellos, ¡oh, sorpresa!) y migradas, por aquello de ponerle un poco de “salsa” y de «exotismo» a las tentaciones. Pero las personas “normales”, esas que han ido al programa a demostrar que El Amor Todo Lo Puede, son bien blancas, bien payas y bien españolas. Como tiene que ser. Y así queda bien clarito quiénes son las personas decentes, las de casarse y llevar a cenar a casa de tu madre, y quienes vienen “de fuera” a quitarnos lo que es nuestro.
Me encantaría escuchar las quejas de las personas que han creado el casting, protestando porque no tiene nada que ver con el racismo, que salió así, que el público tiene que sentirse identificado, que no ven colores, ven personas. Bueno, no.
Dogma 3. Los cuerpos normales son delgados y musculosos
Poca gente de la que sale en la tele se parece a las personas que andamos por la calle. Pero es que en este programa, los cuerpos son prácticamente idénticos, sin grasa, sin vello, sin cicatrices, sin diversidades, con las curvas obligatorias y los músculos de enseñar. Eso le quita hasta un poco la gracia, porque resulta difícil explicar diferencias evidentes entre esa cuadrilla de guerreras y guerreros de terracota, que parecen haber salido de una “cadena de montaje”. Como si no hubiera gente gorda, baja, con lorzas, con cicatrices, con brazos lacios, con tripa, sin culo, con pieles lánguidas, con pelos, sin pelo, con prótesis, con chepa. (O con tatuajes bonitos, porque de verdad, qué espantos.) Como si esas personas no se enamoraran, no follaran, no pusieran en peligro la pareja de nadie. Como si nadie quisiera verlo.
Dogma 4. Todas las parejas están en peligro
Vamos, que el amor de tu vida y tu media naranja y mi vida comienza cuando te conocí, pero tu proyecto vital está a unos días en un resort hortera con un montón de maromos o maromas de irse al carajo. Todas y todos los participantes están con la mejor persona sobre la faz de la tierra, pero se cagan de miedo de pensar que ese ser maravilloso y celestial pueda pasar unos días tomando el sol y mojitos (porque les van a dar alcohol como si fuera una fiesta en mi casa, ya te lo digo) con gente depilada que va al gimnasio y respira.
La pregunta es ¿pero qué hace esta gente en su vida? ¿No viajan sin su pareja? ¿No salen de juerga por separado? ¿No trabajan? ¿No conocen gente por su cuenta?
La respuesta es no.
Dogma 5. La única alternativa a la monogamia es la traición
No he tenido que consultar a mi bola, ni leer a Deleuze, para entender que, si te vas a un programa en el que vas a conocer a gente por separado y eso te parece una prueba para tu amor, te has planteado que, en algún momento, una de los dos se folle a alguien. Y, a la vez, te parece que eso es lo peor que puede pasar. Entonces, ¿para qué vas? Si crees que existe la posibilidad de que alguna de las dos personas rompa con la exclusividad, ¿de verdad crees que la mejor opción es que lo graben, te lo pongan, y a la vez que tú se entere tu prima la del pueblo, tu vecino, y decenas de miles de personas desconocidas?
¿Has oído hablar del poliamor, de la negociación, de las parejas abiertas, de los pactos construidos entre personas que deciden cumplir sólo lo que han elegido prometer? Pareciera que el programa se ha construido sobre la obligatoriedad de la exclusividad sexual. Pero no es verdad. La gracia está en que quienes no tienen pruebas de que su pareja les ponga los cuernos (o -al menos- no las tienen también sus vecinos) se rían de cómo sufren quienes descubren lo idiotas que fueron cuando se creyeron que su amor -el suyo sí- era eterno.
Dogma 6. Los chicos tienen empresas y las chicas, su belleza
Y las chicas tienen 20 y los chicos 30. Ahora que ya se puede decir que esa chorrada de que las mujeres somos de Venus y no entendemos los mapas y los hombres son de Marte y no escuchan es una horterada, también hay que decir que es una perpetuación -velada pero eficaz- de los estereotipos sobre la masculinidad y la feminidad que están detrás de las desigualdades entre mujeres y hombres y, por tanto, de la violencia machista; lo que mola son los mismos estereotipos, pero con flecos nuevos.
Ellas (me refiero a “las otras”, las señoras que han sido seleccionadas para “tentar” a los incautos enamorados) son el ideal femenino: veinteañeras, modelos, influencers, presentadoras (de programas inexistentes). Mujeres jóvenes, bellas y complacientes. Con profesiones (a veces inventadas) que garantizan que su belleza es incuestionable. O que no tienen muchas más cualidades, quién sabe. Ellos (me refiero a “los otros”, los señoros que han sido seleccionadas para “tentar” a las incautas enamoradas) son el ideal masculino: treintañeros, empresarios, surferos. Hombres maduros y activos. Chulazos que hacen cosas. ¿Qué más se puede desear?
Por si te quedan dudas, varias de ellas dicen “yo soy una princesa” (y no hay constancia de que, por consanguinidad o como consortes, aspiren a ejercer la jefatura de ningún estado anacrónico) y alguno de ellos dice “soy Thor” (y no hay mazo a la vista).
Dogma 7. Una novia es una propiedad, un novio es un premio
Para ver a un hombre heterosexual comportándose como si la mujer con la que comparte proyecto vital fuera de su propiedad, algunas sólo tienen que abrir un ojo por la mañana. Pero, para las que hemos perdido la costumbre de la cohabitación hetero, o para las que nunca la encontraron, resulta chocante ver cómo chavalotes jóvenes, con su crestita y sus tatoos, hablan como «cromañones» de “sus” mujeres. Esos seres frágiles e inconscientes de su voluptuosidad, como las orquídeas. A las que ellos tienen que proteger, que no cuidar. Es “su” novia y, como decía Pancho en Verano Azul, cuando se enamoró como un quinceañero (que lo era) de Bea, “que ni el viento la toque”. Pues diría que te has equivocado de programa, chato.
Ellas no. A ellas les ha tocado el premio. Ese tío guapo y fuerte y listo (!), que han tenido la suerte de que las elija, es quien las hace especiales, queribles, importantes, distintas. Y por eso, uno de ellos, diciéndole a su novia la cosa más romántica que le puede decir un hombre a una mujer (que es, precisamente, la mayor mierda patriarcal que te puede decir un tío), va y le suelta: “No tienes rival”. Que, no os confundáis, amigas, no significa que eres la mejor mujer que hay sobre la faz de la tierra, que eso es una cosa que no te crees ni los primeros días, cuando todo es follar y endorfinas y no tienes ni hambre; sino una expresión misógina y antisororidad como pocas, que viene a decir “tú no eres como las demás”. “Las demás”, osea “las mujeres”, no molan. Pero tú (y mi madre, ningún machista sin su Edipo), sí.
Dogma 8. Las demás mujeres son tus enemigas, sobre todo las solteras
Porque no hay premio para todas, chicas.
Los chicos majos y buenos y limpios y trabajadores y musculados y tatuados y con los huevos depilados no abundan. Aunque viendo este programa, pareciera que sí. Por eso, que todas lo sabemos, que no hay hombres para todas, la vida es una ginkana para encontrar un hombre que te elija para que le chupes los huevos depilados. Y, una vez que lo has encontrado, una batalla como la de Beatrix Kiddo (¿cómo?, ¿que no has visto Kill Bill?) para espantar a todas las lagartas que van a hacer todo lo que puedan para robártelo. Y ser ellas las que le chupan los huevos.
Por eso ya casi todas las “legítimas” (las que pueden demostrar, de momento, que han sido elegidas al menos una vez) han dicho, en referencia a las diez mujeres que han sido seleccionadas para tentar a “sus” electores: “No es su prototipo”. Primero, cayendo en ese error de mierda de confundir “tipo” con “prototipo”, como si tuvieran enfrente a Terminator II. Y, segundo, dando a entender que su propio mayor mérito es responder a las expectativas de su elector, construidas antes de haberlas conocido. Y que su mayor miedo es que aparezca otra que las responda mejor. O que cambie las preguntas.
A ver, ¡par favar!, ¡que una de las parejas se conoció porque ella respondió “correctamente” a un cuestionario de “novia perfecta” que el elector había elaborado!
En resumen, aventuro que este culebrón caribeño, sin personas LGTBI, ni gordas, ni modelos de pareja diversos, ni pelos en el cuerpo, va a acabar con todas esas parejas. Y nos va a ofrecer un espectáculo de normalización del control, de la desconfianza, de la falta de empatía y de los celos. Y, cuando las feministas queramos enseñar nuestros cuerpos diversos, quitarnos o dejarnos los pelos, follar con quien y en los marcos que nos dé la gana, nos preguntarán que qué tiene que ver el feminismo con eso.
Fuente: Pikara Magazine


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#NoAlVetoParental & EAS : Más allá del "veto parental"


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Mary C. Bolaños Espinosa
Colectivo Harimaguada

El derecho a la Educación Afectiva Sexual (EAS) sigue siendo una asignatura pendiente.


La Educación Afectiva Sexual (EAS) es un derecho de la población recogido por la OMS junto con otros derechos sexuales y una tarea imprescindible y compartida.

Quienes hemos estado 40 años en Canarias formando a profesorado y a familias, para que abordaran la EAS en los hogares y en los centros educativos, con absoluta armonía y colaboración, no podemos sino indignarnos ante la destructiva capacidad de los partidos políticos  de la derecha para, una vez más, instrumentalizar la Educación Afectivo Sexual como excusa para fomentar la discordia y el odio, para socavar la pluralidad, la diversidad y la libertad de pensamiento en la escuela;  reclamando un supuesto derecho de las familias a censurar la formación de sus hijos e hijas, impidiéndoles el acceso a las actividades programadas por los centros educativos que no coincidan con sus planteamientos morales.

Un supuesto derecho, que no es tal, dado que este planteamiento va en contra de los derechos humanos y de la infancia, de los tratados internacionales, de las leyes estatales y autonómicas, de las normativas de la Consejería de Educación e incluso de la propia Constitución. Un supuesto derecho que no es más que un ataque directo al profesorado, al modelo de educación pública y, sobre todo, a los derechos de las niñas y los niños.

La función de la educación es formar ciudadanía libre, personas capaces de pensar, de hablar, de opinar, de construir su propia vida y de participar y convivir en una sociedad democrática, y ese objetivo fundamental que el Estado tiene el deber de garantizar, debe hacerlo en el marco de una ética global, democrática, de valores universales.  Por eso, tenemos claro que el llamado “pin parental”, que no tiene cabida en nuestras leyes, ni responde a los planteamientos de las familias, lo que pretende es atacar este modelo de educación e imponer la cultura del miedo en los centros educativos, para llevar al profesorado a la inacción. 

El alarmismo de las derechas, transmitiendo mentiras muy peligrosas asociadas a la supuesta libertad de expresión, educativa y religiosa, persigue combatir las políticas de igualdad, diversidad e inclusión, aprobando medidas para defender su adoctrinamiento y recortar la libertad del alumnado.

Celebramos que la Consejería de Educación de Canarias se haya manifestado contra el “veto parental”,  asegurando que esa medida "no tiene cabida" en el sistema educativo español pues vulnera la legislación vigente. Pero nos parece una respuesta insuficiente.

Una vez más, insistimos en que esta Institución, y el gobierno en su conjunto, han de poner en marcha medidas que aseguren que la legislación se cumple en la práctica diaria.

Nos referimos al desarrollo de leyes, como  la Ley de Salud Sexual y Reproductiva que indica que “los poderes públicos, en el desarrollo de sus políticas sanitarias, educativas y sociales garantizarán la información y la educación afectivo-sexual y reproductiva en los contenidos formales del sistema educativo”, o al cumplimiento de la PNL aprobada por unanimidad en el Parlamento de Canarias en octubre de 2018 en la que “se insta al gobierno de Canarias a que se implementen políticas integrales en materia de educación afectivo sexual y de atención a la salud sexual y reproductiva, adecuadamente dotadas de medios y recursos económicos, materiales y humanos, basadas en un concepto positivo del hecho sexual humano, de la diversidad sexual y de los vínculos afectivos, que promuevan y garanticen que las personas se formen para vivir satisfactoriamente y sin riesgos su sexualidad, y para que sepan resolver sus necesidades afectivas, relacionales y de vinculación en el marco de una ética relacional de igualdad, sinceridad, respeto y responsabilidad”.

Es cierto que ante la dura realidad que estamos viviendo por la inexistencia de esta Educación Afectivo Sexual (aumento de ITS, violencia sexual, embarazos en adolescentes, soledad emocional…) mucho se habla últimamente de su necesidad. Pero las políticas educativas en Canarias (y en el Estado español) en relación a la EAS se han caracterizado por su inexistencia y/o ineficacia, dado que la Educación Afectivo Sexual no se puede restringir a acciones puntuales, a talleres voluntarios, ni se puede concretar solo en charlas de algún especialista o activista, como está ocurriendo.

Cada persona es única e irrepetible, no pertenece a nadie y tiene el derecho a recibir una Educación Afectiva y Sexual por parte de las familias, de los centros educativos, de los servicios sanitarios y sociales y de los medios de comunicación.

Una educación que ponga en el centro sus necesidades y que le posibilite que pueda construir su biografía afectiva y sexual, diversa en orientaciones (homo, hetero, bisexualidad…), en identidades (hombres, mujeres, trans*, intersexuales…) y en deseos;  construir su vida con libertad, sin elementos discriminatorios de género y libre de riesgos. Una educación que le facilite herramientas para construir relaciones diversas, guiadas por la ética relacional del placer y el bienestar compartido. Una educación en buenos tratos, en respeto, en cuidados, en humanidad.

Estos conocimientos y herramientas deben ofrecerse de forma estructurada y continuada en el aula, espacio que, al ser obligatoria la escolarización, puede garantizar que todas las niñas, niños y jóvenes, en su amplia diversidad, puedan acceder a la misma.

Una Educación Afectiva y Sexual que en los centros educativos puede (y debe) contar con tiempo, materiales y docentes con competencias para implementar, en colaboración y coordinación con las familias y los servicios sanitarios y sociales, esta formación integral.  Este desarrollo requiere una apuesta decidida y comprometida por parte de los poderes públicos.

Urge la inclusión explícita en el currículo, y se necesitan medios y recursos personales y económicos para la puesta en marcha de planes de educación y atención a la sexualidad integrales, biográficos, interseccionales, desde una visión positiva del hecho sexual humano, no heteronormativa, desde la igualdad y la diversidad, con implicación de sus protagonistas, y como una responsabilidad compartida por los diferentes agentes sociales.

Pero lo cierto es que en Canarias, en la práctica, no visualizamos estos planteamientos integrales, comunitarios, que son necesarios. El actual gobierno de progreso no ha ofrecido alternativas al desmantelamiento de los planes, programas, recursos y servicios en materia de sexualidad, que llevaron a cabo varios gobiernos de Coalición Canaria, ni al modelo de Educación Afectivo Sexual que éstos implementaron,  que se sigue concretando en acciones y medidas voluntarias, puntuales, fragmentadas y deslavazadas.

Las posibilidades para educar son muchas, pero no pueden quedarse en declaraciones de buenas intenciones, ni concretarse en parches o acciones para fotos, requieren ir a la raíz del problema. 

De ahí la urgencia de atender al reiterado incumplimiento de las leyes, también por el gobierno de Canarias, que con su negligencia, cerrando los ojos ante la demostrada insuficiencia que conlleva realizar un par de charlas o talleres al año en algunos centros educativos,  está lesionando derechos de la población infantil y juvenil. Si no se desarrollan políticas públicas integrales en educación y atención a la sexualidad se permitirá que esta función la cumpla la pornografía, como primera vía de acceso al conocimiento de la erótica para las y los menores,  y unos medios de comunicación y redes sociales que van camino de convertir la sexualidad en un producto más de consumo.

Hacen falta otros modelos de vida y de relaciones que no dañen a las personas, que dignifiquen la vida y al ser humano. Y ello requiere ir más allá de declaraciones institucionales, implica dedicar recursos y tener la suficiente voluntad política para colocar las necesidades humanas en el centro de la acción política. 

¿Serán capaces de hacerlo los gobiernos “de progreso”? .



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martes, 21 de enero de 2020

Los cuidados no remunerados en España equivalen a 16 millones de personas trabajando 8 horas al día

Cuidados & Globalidad
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Intermon Oxfam
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En España se emplearon 130 millones de horas diarias en 2018 en trabajo de cuidados no remunerado, una cifra que equivale a 16 millones de personas trabajando ocho horas al día sin percibir remuneración alguna, según el informe anual de desigualdad de Oxfam Intermón (@OxfamIntermon). Este año el estudio, que se ha elaborado a nivel mundial y en el marco del Foro Económico Mundial (foro de Davos), analiza la desigualdad en términos de riqueza, centrándose en el trabajo de cuidados no remunerado o mal remunerado que, de forma mayoritaria, es realizado por mujeres y niñas.

Este trabajo es "fundamental" para las sociedades y es "la base sobre la que se asienta la prosperidad de las familias", según destaca la organización. Engloba actividades como el cuidado de los niños y niñas, de las personas mayores o con enfermedades, o el colectivo de las trabajadoras del hogar. En el ámbito español, la ONG recuerda que en España el trabajo de cuidados no remunerado equivale al 14,9% del PIB, citando a la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En este contexto, Oxfam Intermón ha pedido al nuevo Gobierno de coalición formado entre PSOE y Unidas Podemos que igualen los derechos laborales de las trabajadoras del hogar al las del resto, al tiempo que han reclamado una renta mínima garantizada y que las empresas paguen un 15% de tipo efectivo de forma inmediata.

10,8 billones de dólares anuales 

A nivel internacional, el informe señala que el valor económico del trabajo de cuidados no remunerado que llevan a cabo en todo el mundo las mujeres de 15 o más años asciende al menos a 10,8 billones de dólares anuales, una cifra que triplica el tamaño de la industria mundial de la tecnología. Asimismo, la ONG incide en que en 2019 los 2.153 milmillonarios que había en el mundo poseían más riqueza que 4.600 millones de personas; y los 22 hombres más ricos del mundo poseen más riqueza que todas las mujeres de África. "La desigualdad económica está fuera de control", arranca el informe.

Tal y como se recoge en él, el 1% más rico de la población tiene más del doble de riqueza que 6.900 millones de personas. "Si una persona hubiese ahorrado 10.000 dólares diarios desde el momento en que se construyeron las pirámides de Egipto, ahora poseería tan solo una quinta parte del promedio de la fortuna de los cinco milmillonarios más ricos del mundo", remarca.

"Esta enorme brecha es consecuencia de un sistema económico fallido y sexista que valora más la riqueza de una élite privilegiada, en su mayoría hombres, que los miles de millones de horas del esencial trabajo de cuidados no remunerado o mal remunerado que llevan a cabo fundamentalmente mujeres y niñas en todo el mundo", lamenta la organización. Tal y como reclama, los gobiernos de todo el mundo deben "tomar medidas urgentes" para construir una economía más humana y feminista "en vez de alimentar una carrera sin fin por el beneficio económico y la acumulación de riqueza".

Concretamente, les pide que inviertan en sistemas nacionales de atención y cuidados "que permitan abordar la desproporcionada responsabilidad" del trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres y las niñas, así como legislar para proteger a las personas que se ocupan del trabajo de cuidados, entre otras cosas.

"Un incremento de tan solo el 0,5% adicional en el tipo del impuesto que grava la riqueza del 1% más rico de la población permitiría recaudar los fondos necesarios para invertir en la creación de 117 millones de puestos de trabajo de cuidados en sectores como la educación, la salud y la asistencia a las personas mayores, acabando así con los déficits de cuidados en estos ámbitos", reivindica la ONG. Tal y como lamenta, "tan solo el 4% de la recaudación fiscal mundial procede de los impuestos sobre la riqueza" y "hay estudios que demuestran que las grandes fortunas eluden hasta el 30% de sus obligaciones fiscales".

Desigualdad de género

En su informe anual, Oxfam Intermón denuncia que las actuales cotas de riqueza extrema se asientan también sobre el sexismo y "la desigualdad económica está construida sobre la desigualdad de género".

Según apunta, la mayoría de las personas situadas en la parte más baja de la pirámide económica son mujeres y, a nivel mundial, los hombres poseen un 50% más de riqueza que las mujeres. "Las mujeres y las niñas tienen más probabilidades de ocupar empleos precarios y mal remunerados, y realizan la mayor parte del trabajo de cuidados no remunerado o mal remunerado", afirman desde la ONG que avisa de que si nadie invirtiese tiempo, esfuerzo y recursos en este tipo de actividades, las comunidades, los centros de trabajo y economías "se colapsarían por completo". 

Según cuantifica, las mujeres que viven en comunidades rurales y países de renta baja dedican hasta 14 horas diarias al trabajo de cuidados no remunerado, cinco veces más que los hombres de estas mismas comunidades. Asimismo, a nivel global, el 42% de las mujeres en edad de trabajar no forma parte de la mano de obra remunerada, frente al 6% de los hombres, debido al trabajo de cuidados no remunerado que asumen.

Según recalca la ONG, se estima que hay 67 millones de trabajadores del hogar en todo el mundo, de los cuales el 80% son mujeres. Además, aproximadamente el 50% de las trabajadoras del hogar carece de protección en términos de salario mínimo, y más del 50% no están protegidas legalmente por un límite de horas a su horas a su jornada laboral.




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