La vida de Germana de Foix estuvo muy ligada al poder. Miembro de la familia real francesa, se casó en tres ocasiones, la primera con el rey viudo Fernando el Católico y las dos siguientes con el duque de Brandemburgo y el duque de Calabria. Durante unas horas, el hijo que tuvo con su primer esposo dividió el proyecto unitario de los Reyes Católicos. Amante de Carlos V, nieto de Fernando el Católico, tuvo con él una hija ilegítima. Convertida en duquesa por orden del joven rey emperador, Germana demostró tener mano dura en la gestión de Valencia como su virreina, cargo que le fue asignado por Carlos.
La marioneta de Francia
Germana de Foix nació en la ciudad francesa de Estampes en el año 1488. Hija del vizconde de Narbona, Juan de Foix, y María de Orleans, hermana del rey Luis XII de Francia, Germana creció en la corte de París donde vivió junto a su hermano Gastón de Foix.
En 1505, uno de los muchos conflictos armados entre Francia y los reinos peninsulares concluía con la firma del Tratado de Blois. Según este, el rey Luis XII daba a su sobrina en matrimonio a su otrora enemigo, Fernando el Católico. El rey aragonés tenía entonces cincuenta y tres años y hacía pocos meses que había enviudado de su primera esposa, Isabel I de Castilla. Por su parte, Germana era una jovencita de apenas dieciocho años. Este segundo matrimonio de Fernando suponía una amenaza para su hija Juana y su esposo Felipe, llamado El Hermoso. Si nacía un hijo del nuevo matrimonio, los desbancaría de la orden sucesoria a la Corona de Aragón. Y así sucedió cuando en 1509 Germana daba a luz al infante Juan que mantuvo los reinos de Castilla y Aragón separados tan sólo unas pocas horas, las que consiguió sobrevivir el desdichado recién nacido.
Desde entonces y hasta su muerte, Fernando no sólo continuó confiando en su esposa para ejercer el poder en su ausencia sino que se empeñó en conseguir un heredero para sus reinos. Algo que, según algunos historiadores, aseguran que fue la causa de su muerte en 1516. El rey habría abusado de infusiones destinadas a fortalecer su capacidad sexual. Antes de morir pidió a su nieto Carlos que cuidara de su esposa.
En 1505, uno de los muchos conflictos armados entre Francia y los reinos peninsulares concluía con la firma del Tratado de Blois. Según este, el rey Luis XII daba a su sobrina en matrimonio a su otrora enemigo, Fernando el Católico. El rey aragonés tenía entonces cincuenta y tres años y hacía pocos meses que había enviudado de su primera esposa, Isabel I de Castilla. Por su parte, Germana era una jovencita de apenas dieciocho años. Este segundo matrimonio de Fernando suponía una amenaza para su hija Juana y su esposo Felipe, llamado El Hermoso. Si nacía un hijo del nuevo matrimonio, los desbancaría de la orden sucesoria a la Corona de Aragón. Y así sucedió cuando en 1509 Germana daba a luz al infante Juan que mantuvo los reinos de Castilla y Aragón separados tan sólo unas pocas horas, las que consiguió sobrevivir el desdichado recién nacido.
Desde entonces y hasta su muerte, Fernando no sólo continuó confiando en su esposa para ejercer el poder en su ausencia sino que se empeñó en conseguir un heredero para sus reinos. Algo que, según algunos historiadores, aseguran que fue la causa de su muerte en 1516. El rey habría abusado de infusiones destinadas a fortalecer su capacidad sexual. Antes de morir pidió a su nieto Carlos que cuidara de su esposa.
La amante del emperador
Cuando el nuevo rey pisaba tierras castellanas contaba con diecisiete años. Su abuelastra veintinueve. Después de su primer encuentro, ambos estrecharon lazos hasta convertirse en amantes. Una relación de la que nacería una hija, conocida como Isabel y que sería entregada al convento de Nuestra Señora de Gracia de Madrigal de las Altas Torres donde también vivían otras dos hijas ilegítimas de su marido difunto.
A pesar de que ambos estaban muy unidos y Germana jugó un importante papel como asesora en los primeros momentos de la estancia de Carlos en España, las habladurías obligaron al nuevo monarca a poner distancia. La solución pasaba por buscar un buen marido para Germana. El elegido fue el duque de Brandemburgo, llamado también Fernando, y que formaba parte del séquito de Carlos, con quien se casó en junio de 1519.
A pesar de que ambos estaban muy unidos y Germana jugó un importante papel como asesora en los primeros momentos de la estancia de Carlos en España, las habladurías obligaron al nuevo monarca a poner distancia. La solución pasaba por buscar un buen marido para Germana. El elegido fue el duque de Brandemburgo, llamado también Fernando, y que formaba parte del séquito de Carlos, con quien se casó en junio de 1519.
La virreina poderosa
El rey nombró a la nueva pareja virreyes de Valencia donde Germana demostró grandes capacidades de gobierno y una mano dura para reprimir un levantamiento como el de las Germanías.
En 1525 enviudaba por segunda vez y se casaba en terceras nupcias con otro Fernando, duque de Calabria, con el que vivió hasta el final de sus días y del que recibió un amor sincero y profundo. Germana de Foix fallecía el 15 de octubre de 1536.
Si quieres leer sobre ella
Los caballeros de la reina, María Pilar Queralt
POR SANDRA FERRER
El rey nombró a la nueva pareja virreyes de Valencia donde Germana demostró grandes capacidades de gobierno y una mano dura para reprimir un levantamiento como el de las Germanías.
En 1525 enviudaba por segunda vez y se casaba en terceras nupcias con otro Fernando, duque de Calabria, con el que vivió hasta el final de sus días y del que recibió un amor sincero y profundo. Germana de Foix fallecía el 15 de octubre de 1536.
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