RADIO "PONCHOSVERDES.FM"

jueves, 13 de julio de 2017


TÚ ERES TU PROPIO SANADOR 

Eres tú, y sólo tú, quien se sanará a sí mismo. Eres perfectamente capaz de ello. El proceso de curar una enfermedad personal es, de hecho, un acto de habilitación personal. Es un viaje personal, una travesía diseñada por ti como una de las mayores herramientas de aprendizaje que puedas encontrar jamás. Tu viaje curativo incluirá, por supuesto, una consideración y utilización de las mejores herramientas que la medicina moderna puede ofrecerte, así como las mejores herramientas que la medicina holista puede brindarte.
Desde una perspectiva más profunda, la enfermedad es provocada por un anhelo insatisfecho. Cuanto más grave sea la enfermedad, más intenso es el anhelo. Es un mensaje de que de algún modo, en alguna parte, tú has olvidado quién eres y cuál es tu objetivo. Has olvidado y te has desconectado del objetivo de la energía creativa presente en tu núcleo. Tu enfermedad es el síntoma de ello: la enfermedad representa tu anhelo insatisfecho. Así pues, por encima de todo, utiliza tu enfermedad para sentirte libre de hacer lo que siempre has deseado hacer, de ser quien siempre has querido ser, de manifestar y expresar quien ya eres a partir de tu realidad más profunda, más amplia y más elevada.
Si de veras has descubierto que estás enfermo, prepárate para el cambio, confía en que tu anhelo más intenso saldrá a la superficie para acometer tu realización. Prepárate para dejar de correr y volverte para enfrentarte a la fiera que llevas dentro, sea lo que fuere lo que esto significa para ti personalmente. Sugiero que la mejor forma de empezar a averiguar el significado de tu enfermedad consiste en preguntarte:
«¿Qué es lo que he anhelado y todavía no he conseguido realizar en mi vida?».
Te sugiero que encuentres, tarde o temprano, un vínculo entre ese anhelo insatisfecho y tu enfermedad. Es dentro de este marco fundamental de salud y curación donde podrás restablecer tu salud. Me refiero no sólo a la salud de tu cuerpo físico, porque de hecho eso es secundario, sino a la salud del espíritu, la salud del alma.

Bárbara Ann Brennan
Hágase la luz. Manos que curan 2
Arte: Ellen Brenneman

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