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domingo, 2 de julio de 2017

“70 por ciento de la fuerza laboral femenina en Bolivia está en el mercado informal”


La participación y contribución de las mujeres en la economía familiar y del país todavía no son reconocidas, lo que hace que permanezcan relegadas, ignoradas, discriminadas y maltratadas, con bajos salarios, sobrecarga laboral, sin beneficios sociales ni servicios o programas de apoyo.
Es por esto que el concepto de “empoderamiento económico de la mujer” cobra importancia a la hora de hablar de igualdad de género, justicia y seguridad.

Sobre este tema y otros fuertemente vinculados, como la educación, la pobreza y los feminicidios hablamos con Carolina Taborga, representante de ONU-Mujeres, que participó en Cochabamba en el II Foro Regional de Desarrollo Económico que se realizó del 27 al 30 de junio, en Tiquipaya.

Taborga, sostiene que solo visibilizando, reconociendo y equilibrando el trabajo de las mujeres al interior de las familias y fuera de estas se podrá alcanzar el desarrollo sostenible, que tiene entre sus objetivos la igualdad de género.

PREGUNTA: ¿Cuál es la importancias de hablar o apuntar hacia el empoderamiento económico de las mujeres?

RESPUESTA: Se ha reconocido que si las mujeres, que somos el 50 por ciento de la población y más, no somos actoras, participantes reconocidas, que toman posiciones en los puestos de decisión, no se puede alcanzar el desarrollo sostenible que se busca con la agenda 20-30 que tienen todos los países del mundo.

Sin embargo, a pesar de que hay este reconocimiento, nos encontramos, sobre todo a nivel de la región, con situaciones que todavía están lejos de ese objetivo de género, de desarrollo sostenible. Por ejemplo, las mujeres difícilmente alcanzan a tener el 30 por ciento de las tierras, eso demuestra que las mujeres tienen menos acceso a la tierra y al agua, lo que implica, además, que no tienen los beneficios vinculados como crédito financiero, asistencia técnica y tampoco son reconocidas como productoras para tener la posibilidad de ingresar como tales a los mercados, porque las mujeres rurales producen cerca del 50 por ciento de los alimentos que se consumen en el hogar y para la transformación.

Las mujeres participan de los mercados, pero no de los más dinámicos.

Las mujeres, por otro lado, son parte de las demandas locales, pero estas no pasan realmente a ser consideradas en las demandas regionales o a tener una incidencia dentro de la dinámica económica nacional. Entonces es fundamental visibilizar y apoyar para que las mujeres tengan un rol protagónico y de toma de decisiones.

P.: En general, las mujeres tienen una sobrecarga laboral y de responsabilidades si se toma en cuenta el trabajo en la familia y el realizado fuera de casa. ¿Esto repercute en su posicionamiento?

R.: Sí, otro de los temas que tiene que ver con esto del empoderamiento económico es el trabajo doméstico no remunerado. Las mujeres son las encargadas del trabajo doméstico no remunerado y en general realizan tres veces más trabajo que sus compañeros, los hombres. Entonces, mientras la sociedad, los Estados, la familia y el mercado no reconozcan que el tema de la crianza de los hijos y del cuidado de los adultos mayores es un tema social y es un tema de todos, y se siga recargando a las mujeres, ellas van ha tener menos tiempo y menos oportunidades de vincularse de una manera mucho más dinámica al mercado laboral. 

P.: ¿Hay avances para mejorar esta situación?

R.: En Bolivia, sin duda, ha habido una serie de avances en los últimos años. En el ámbito legislativo, por ejemplo, ya se tiene una ley para regular el trabajo asalariado en el hogar, esto para las trabajadoras del hogar, que sin duda es uno de los sectores laborales con menos reconocimiento, en términos salariales, de derechos, en toda la región y el mundo.

Bolivia ha dado pasos importantes en cuanto a los beneficios sociales, la contratación y las mujeres que realizan este trabajo tienen ahora lugares dónde acudir en caso de que se vulneren sus derechos. 

Bolivia también tiene avances con la ley para que las mujeres sean propietarias de tierras, entonces sí hay importantes avances.

Pero, todavía hay algunas brechas que es necesario afrontar, una de ellas es la presencia de las mujeres en el mercado informal. El 70 por ciento de la fuerza laboral femenina en Bolivia, está en el mercado informal y evidentemente con todo lo que implica que es la falta de servicios, de beneficios sociales, etc, es un sector de alta vulnerabilidad y no solo para las mujeres, pero ellas son las más afectadas por su participación mayoritaria. En Bolivia se están haciendo esfuerzos y hay que continuar para formalizar el trabajo.

P.: ¿Cómo repercute todo esto en la economía del país?

R.: Repercute directamente, también hay temas que tienen que ver con la macroeconomía, los recursos fiscales. Nosotros como ONU Mujeres estamos apoyando lo que es el pacto fiscal con mirada de género, porque definitivamente las mujeres de los distintos sectores puedan beneficiarse y en ese sentido creemos que todo lo que se pueda hacer a nivel local es muy relevante.

Entonces, el empoderamiento económico es un factor muy importante y está vinculado con otros temas, con los que también ONU Mujeres trabaja. Uno de ellos es la violencia y otro la participación política. 

P.: Precisamente, hablar de violencia lleva a estadísticas lamentables. Los índices de feminicidios están conmocionando a la población. ¿Esta es una problemática que solo se da en Bolivia?

R.: La violencia no es un tema que solamente está en Bolivia, sino que se encuentra en todos los países. En ningún país se ha logrado eliminar el tema de violencia a las mujeres. Esto se debe a que hay una cultura patriarcal, un uso y un concepto que tiene la sociedad de las mujeres, que son consideradas objetos, personas de menor jerarquía y que son consideradas también como propiedad de los hombres. Entonces, esto hace que la violencia este muy naturalizada, en todas partes.

Creemos que el tener leyes de protección a las mujeres, como en Bolivia que se tiene una ley bastante avanzada, la Ley Integral Para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia, y una mayor conciencia de la población de que se trata de un delito y de que no se puede aceptar este delito, también hace de que se visibilice mucho más un tema que antes estaba invisibilizado y de alguna manera más aceptado.

Entonces, muchos de los feminicidios, en muchos países sucede que pasan por accidentes, por otro tipo de crímenes o por homicidios, en Bolivia, el hecho de tener una ley y la tipificación de feminicidio, como corresponde, hace que esto se visibilice.

Para esto, es importante el trabajo interinstitucional que debe desarrollar el Estado con las organizaciones de la sociedad y también el núcleo familiar, para que el hombre pueda tener nuevos valores y roles, de respeto e igualdad de género.

Nosotros tenemos un programa que se llama “Las nuevas masculinidades”, para ver cómo los hombres tienen que empezar a concebirse desde la escuela, la familia y la sociedad, para superar el machismo y la violencia.

50 por ciento 

Producción de alimentos

Las mujeres producen el 50 por ciento de los alimentos que se consumen en las familias y para el mercado, pero pocas tienen tierras, apenas el 30 por ciento , en Latinoamérica.

Trabajo

“Las mujeres, en general, realizan tres veces más trabajo que sus compañeros, los hombres, y ese trabajo no está visibilizado ni reconocido”.

http://www.opinion.com.bo/opinion/articulos/2017/0702/noticias.php?id=223449

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