Por M. Varela
La Seguridad Social insta a I. A. V. a volver a su puesto de trabajo, pese que deberá ponerse a las órdenes del jefe al que ganó en mayo un juicio por acoso sexual.
Algo que I. A. V. no se siente capaz de soportar. Pese a que ganó el juicio, no ha logrado cerrar un acuerdo con la empresa para extinguir su relación laboral. Ya que la empresa continua manteniendo al condenado como gerente. Según aseguraron fuentes oficiales a este periódico, lo hace pese a «estar informada de lo que ocurría desde el principio».I. A. V. sufrió acoso sexual. Así figura en la sentencia firmada por el titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Langreo el pasado 22 de mayo. En ella, C. D. G., gerente de una bar de La Felguera, fue condenado como autor de un delito de acoso sexual contra la camarera. Debe pagar 3.000 euros de responsabilidad civil e indemnizarla con 6.000 euros. Sin embargo, el jueves ella tendrá que volver a ponerse a sus órdenes. La Seguridad Social ha decidido darle el alta médica. Considera no puede prorrogar más su baja por motivos psicológicos. Así que la conmina a reincorporarse en su puesto de trabajo.
Además de contar con la sentencia a su favor, la camarera también logró el apoyo de dos cliente del bar. Según consta en el fallo, uno de ellos declaró que el acusado aprovechaba para rozarse con ella, y como la vio llorar tras algún episodio de estos.
Esta mañana, en el Juzgado de lo Social de Mieres, se intentará llegar a un acuerdo con los propietarios del bar en un acto de conciliación laboral. La demandante pide extinguir su contrato y una indemnización de 6.000 euros, mientras que la empresa solo ofrece 1.200 euros.
Sin incapacidad permanente
La obligación de volver a trabajar a las órdenes de su acosador llega porque el Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) no se le concede Incapacidad Permanente, tras agotar todos los plazos de la baja médica en que se encuentra desde 2015. Su médico la consideró incapaz de trabajar y le concedió una baja psicológica, tras nueve meses de acoso sexual.
Volver al lugar de trabajo no solo la obligará a encontrarse con su acosador, sino que se da la circunstancia que sus dos compañeras comparecieron en la vista oral declarando en su contra. Una de ellas, de hecho, al conocer la sentencia condenatoria mostró en las redes sociales su rechazo al fallo. Contra ella ya se han interpuesto querella criminal.
Para evitar esta incómoda situación el abogado de I. A. V. ha solicitado una medida cautelar de exoneración de prestación de servicios hasta que se dicte sentencia en el juzgado mierense. Lo que permitiría a la camarera no volver a su puesto de trabajo.
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