Lo que más hicimos fue transcribir los textos escritos por mujeres en prensa anarquista que encontramos en periódicos microfilmados en la Biblioteca Nacional de Santiago de Chile.
Alejandra Pinto: En realidad, fue poco lo escribimos nosotras, junto a Adriana Palomera. Lo que más hicimos fue transcribir los textos escritos por mujeres en prensa anarquista que encontramos en periódicos microfilmados en la Biblioteca Nacional de Santiago de Chile. La motivación inicial fue como una especie de conjugación y encuentro entre lo que estaba haciendo Paloma para su tésis de magíster y mis propias ganas de indagar en los archivos. Ella tenía contratada a una amiga en común, Jacquelín Peña, que iba una o dos veces a la semana a revisar periódicos anarquistas de comienzos del siglo XX para extraer de allá la información sobre el anarquismo en la patagonia. Yo supe de su trabajo y me picó el bichito de buscar textos escritos por mujeres, luego Paloma le encargó lo mismo a Jacquelin, así es que como estábamos haciendo las dos lo mismo, decidimos unificar fuerzas y hacer una sola búsqueda. Luego Jacquelin se retiró y quedamos las dos.
ANA: ¿Además de la Biblioteca Nacional de Santiago del Chile investigaron en otros archivos, por ejemplo, en los archivos personales de compañeros o agrupaciones anarquistas? ¿Fueron muchos años de investigación reuniendo material?
A:P.: De hecho, los periódicos microfilmados eran todos anarquistas. Por eso los escogimos. Mi socia, Adriana Palomera es del área de la historia por lo que tuvo acceso a la bibliografía pertinente que nos permitió seleccionar los periódicos en los cuales buscar. Sí había más material de otros escritores ácratas, algunos muy interesantes y con mucha vigencia. Nos demoramos como dos años en juntar el material y luego otros tantos en publicarlo. Llevamos años con este trabajo que fue absolutamente autogestionado y autofinanciado…
ANA: ¿La presencia de las mujeres en la prensa anarquistas era común, voluminosa, o algo “solitaria” y esporádica?
A.P.: Podríamos decir que es una presencia que oscila entre lo marginal y lo establecido como norma “correcta”. Encontramos cerca de 70 textos escritos por mujeres en una decena de periódicos en un lapso de tiempo que bordea la treintena. Es decir, si lo analizas en términos de cantidad no es mucho. Pero el anarquismo siempre ha estado “preocupado” por el tema de “la mujer”. También encontramos textos escritos por hombres que tocaban el tema de “la mujer”.
ANA: ¿Las mujeres escribian sobre cualquier tema, o sobre algo más especifico del “universo” femenino?
A.P.: La verdad es que las mujeres formaban parte, como tales, de un movimiento político más extenso que era el anarquismo o la lucha social. Ellas eran mujeres, ante todo, pero también eran instigadoras, luchadoras sociales. Su textos son, en su mayoría, arengas para que las mujeres despierten y se incorporen a la lucha social, pero desde una perspectiva femenina. Es en el cruce que se da entre lo femenino y la lucha social desde donde hablan. Tenemos que pensar que en aquella época, albores del siglo XX, la denominada “cuestión social” en Chile estaba en pleno auge. Es decir las condiciones de vida y de trabajo de miles de chilenos y chilenas eran demasiado precarias. Por eso las mujeres se levantan y critican al capitalismo y nos hablan de cómo las mujeres deben participar y sumarse a la lucha social. Existen también algunos textos que nos hablan de lo específico de la dominación de la mujer, del yugo del matrimonio, de lo poco libre que es. Estos textos podríamos decir que son más específicamente “feministas”, aunque para las libertarias el feminismo era algo burgués de lo que no se hacían cargo.
ANA: ¿Algunas de las mujeres investigadas le conmovió en especial?
A.P.: Me gustó mucho Valentina Franco que es una mujer que escribe desde la Pampa nortina, desde una oficina salitrera. Ella le escribe a una amiga que se va a casar, y en un tono, que yo diría que es muy lésbico, la alerta de todo lo que tendrá que sufrir por casarse y de todo lo que perderá. Me gustó porque la encuentro avanzada, valiente, pensando en sus condiciones de vida y de encierro ya sean materiales como subjetivas.
ANA: ¿Encontró alguna cosa curiosa al investigar el libro? ¿Una historia interesante?
ANA: ¿En la época investigada hubo alguna publicación que se haya destacado por haber sido hecha “sólo” por mujeres?
A.P.: Aquí en Chile no encontramos nada de ese caríz. Pero sabemos que sí hubo periódicos de esa índole en Argentina. Puede que en Chile existieran periódicos hechos sólo por mujeres pero no eran necesariametne anarquistas.
ANA:¿En sus investigaciones, además de mujeres escritoras anarquistas, encontró mujeres dibujantes, ilustradoras de la prensa anarquista?
A.P.: “Dibujantes”? No, no encontramos a nadie que fuera ilustradora. Por el momento, al menos, creo que no se nos había ni ocurrido.
ANA: ¿Ustedes continuarán con esas investigaciones, abarcando otras décadas? ¿Algún otro libro en proyectos?
A.P.: Mi socia tiene más visión proyectiva que yo, yo soy más “presentista”, por vivir el presente. Y ella ya está pensando en seguir con otras líneas de investigación que ya veremos si llegan a término.
ANA: ¿Es posible observar muchas diferencias entre la mujer anarquista de aquella época y las del presente?
A.P.: Yo diría que, si es que se pudiera hablar de un anarcofeminismo temprano, estamos, más o menos, en las mismas condiciones. Una especificidad femenina que puede llegar al deseo de una organización exclusiva de mujeres, como serán Mujeres Libres de España o posteriormente en los setenta los grupos tras la huella de Peggy Kornegger, cruzado con la “garra” libertaria o ácrata. Es decir la anarquía es un suelo fecundo para las mujeres, porque permite hablar de una dominación que afecta especialmente a las mujeres, pero no exclusivamente a ellas. Permite hablar de que la dominación tiene que ver con el patriarcado y con el capitalismo, en un mismo nivel. No como pensaban las marxistas que una vez solucionado el problema de la “clase” se terminaba el problema de la dominación. Pienso que tal vez una diferencia importante es los pocos espacios que tenían las mujeres de esa época, en comparación a los espacios que tenemos ahora. Pero somos, básicamente, las mismas mujeres, con sensibilidades similares, con inquietudes similares, que antes y ahora estamos presente en las luchas sociales. Aunque haya cambiado algo el escenario.
ANA: No hice una investigación exhaustiva, pero tengo la sensación de que la presencia de las mujeres en la prensa anarquista actual, en muchos lugares no es muy diferente de la que ocupaban en tiempos pasados. O sea, ocupa un espacio limitado con respecto a los hombres; son los hombres los que escriben, dibujan… Por otro lado, también observo que en la prensa “anarquista verde”, esa diferencia no es tan marcada, la participación de las mujeres es mucho más efectiva, ellas se expresan más… ¿Enfin, sabría explicar porqué sucede así?
A.P.: Tengo la impresión de que en el “anarquismo” en general, se produce poco texto escrito, a no ser honrosas excepciones como son Hernún en Argentina, Tierra y Libertad, El Libertario, lo que publica la Fundación Anselmo Lorenzo, etc. Pero se repite el mismo cánon, la poca producción directa de mujeres. En torno a este tema de las libertarias de inicios del siglo veinte, hay varias mujeres en países como Argentina o EE.UU. que han realizado trabajos de investigación en este ámbito. Pienso que las mujeres escribimos menos, en general, porque, tal vez, estemos más en el mundo de la vida. Preocupadas del transcurrir diario, pienso y tal vez sea un prejuicio. Pero también noto que en el mundo feminista esto no es tan así, hay muchas mujeres escribiendo en el ámbito amplio del feminismo y, por otro lado, el anarcofeminismo está agarrando cada vez más vuelo, por lo menos aquí en Chile. No sé a qué te refieres con “anarquismo verde”, ¿al ecológico? Si es así no tengo mucha información sobre ello.
ANA: Sí, yo me refiero a la ecología en una perspectiva radical, libertaria… Pero, cuéntenos un poco acerca de esos “vuelos” del anarcofeminismo en Chile. ¿Qué destacaría?
A.P.: No conozco lo del anarquismo verde. Aquí en Chile, logramos, de forma incipiente, generar una especie de coordinación entre mujeres y grupos anarcofeministas. A partir de esta plataforma fuimos organizadas a la marcha del 8 de marzo donde el gobierno quería dar una imagen de que “las mujeres” habían llegado al poder. Nosotras convocamos a una “antimarcha” para desvelar que “la liberación de la mujer no tiene candidat@s”, es decir, no es llegando al “poder” como nos liberamos hombres y mujeres. Hicimos una especie de performance donde nos disfrazamos representando a cada uno de los poderes del Estado que encadenaban a una niña. Estuvo muy bueno. De ahí no nos hemos coordinado más pero las ganas están.
ANA: Una curiosidad. ¿El material histórico del movimiento anarquista chileno, periódicos, revistas, folhetos etc., están bien conservados?
A.P.: El material microfilmado está en buenas condiciones y me parece que es bastante y, lo mejor o más importante, que el acceso a él es libre, es decir, no tienes que acreditar ser investigador como en otras bibliotecas dle mundo. Hay que aclarar, sin embargo, que este material que se encuentra microfilmado es de fines del siglo XIX y principios del XX, después no sé si se pueda encontrar más material de otras décadas, no soy experta en este tema.
ANA: Para finalizar, un mensaje a nuestros lectores, dirigido en especial a las mujeres anarquistas, libertarias, rebeldes, brujas…[risas] Gracias!
A.P.: No sé, Moésio, el momento histórico que nos toca vivir es complejo, para hombres y mujeres. Estamos en la bisagra de un nuevo milenio y ya los roles del siglo pasado se notan como patrones cansados, pero, por otro lado es difícil inventar cosas nuevas. Creo que en eso estamos. Creo que en relación al tema de género [hombres/mujeres] estamos pasando por un momento de crísis y de renovación. Siento que van cayendo algunas opresiones, pero siempre desde una perspectiva individual. Pienso en las altas cifras de la violencia en contra de las mujeres, en países como España, por ejemplo, y una se alarma con tanta muerte anual por la violencia de género. Pero creo que no podemos dejar de mirar al agresor, también, en este caso al hombre. Creo que “los hombres” también están pasando por una crísis donde tal vez este recurso de la violencia sea una forma de ahuyentar los fantasmas de la pérdida del poder. Si pudiera enviar algún mensaje sería tanto para nuestras compañeras como para nuestros compañeros: a superar la dominación sexista, la dominación capitalista, la dominación en todo sentido, a superar el Poder.
Agencia de Noticias Anarquistas – ANA
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