De los 143 genomas analizados, 54 procedían de fósiles de mamut europeos, dos de ellos hallados en España.
Las hembras permanecían en la manada hasta la muerte, pero los machos itineraban para procrear.
Un estudio internacional de científicos ha desvelado que los mamuts, extinguidos hace menos de 5.000 años, se organizaban en matriarcados en los que las hembras permanecían en la manada hasta su muerte, mientras que los machos itineraban entre distintos grupos para procrear.
Esta es una de las conclusiones del mayor estudio genético sobre mamuts hecho hasta la fecha, realizado por científicos de una docena de países, y publicado este miércoles en la revista Scientific Reports.
Principalmente, los mamuts se dividen en cuatro grandes especies paleontológicas: el meridional, el de Columbia (Norteamérica), el de las estepas (estrecho de Bering y Siberia) y el lanudo (Eurasia). Algunas especies tienen más de 2,5 millones de años de antigüedad y otras, como los lanudos, aparecieron hace unos 700.000 años, pero hace 50.000 años, todas ellas ocupaban prácticamente todo el hemisferio norte, desde España hasta la costa atlántica de América del Norte.
Los machos itineraban entre distintos grupos para procrear Sin embargo, aunque anteriormente se había secuenciado el genoma nuclear de algunos mamuts, no se conocía la variación genética de estos animales en todo su rango de distribución geográfica.
"El objetivo del estudio era reunir la mayor cantidad posible de fósiles de mamut para determinar cómo eran genéticamente los ejemplares que había en la Europa continental, en el oeste de Eurasia", explica Carles Lalueza-Fox, paleogenetista del Instituto de Biología Evolutiva (centro mixto de la Universidad Pompeu Fabra y del CSIC) y coautor del estudio. Para ello, los científicos analizaron el ADN mitocondrial (que únicamente se transmite por la vía materna) de 143 restos de mamuts de todo el hemisferio norte, desde Europa Occidental, pasando por el estrecho de Bering, hasta América del Norte.
De los 143 genomas, 54 procedían de fósiles de mamut europeos, dos de ellos hallados en España, en el yacimiento de Aldehuela, en la localidad madrileña de Getafe, que son además los restos de mamut con ADN más occidentales de Europa (se conservan en el Museo de los Orígenes de Madrid).
Hasta ahora, el genoma mitocondrial de estos ejemplares nunca se había secuenciado. "Es la primera vez que se obtiene el genoma completo del ADN mitocondrial de ejemplares de la zona, de Alemania, el Mar del Norte, Bélgica, España...", destaca el biólogo catalán.
Durante el estudio "vimos que, a diferencia de otras especies como los humanos, que están estructurados geográficamente por el cromosoma Y, la variación mitocondrial de los mamuts está muy estructurada geográficamente", un patrón que también se observa en los elefantes.
"En algunas especies, como los elefantes, los machos abandonan el grupo y se mueven entre grupos, a veces incluso con distancias muy grandes de hasta 500 kilómetros, mientras que las hembras permanecen en la manada en la que han nacido.
Eso hace que el ADN mitocondrial esté muy estructurado geográficamente, porque se transmite por línea materna". Por otra parte, en el mismo estudio, los investigadores han visto que la variación genética no se corresponde con la interpretación paleontológica que sugerían los fósiles. Los investigadores atribuyen esta falta de correlación a que los mamuts lanudos debieron cruzarse con otros tipos de mamut.
"Hemos visto que algunos de estos grupos mitocondriales están en varias especies de mamuts, es decir, no hay un grupo de mitocondriales para cada especie, sino que cruzan las fronteras de especie, lo que significa que ha habido hibridación, cruces entre varias especies de mamut como la hubo entre los distintos grupos de neandertales o en los humanos modernos", concreta Lalueza-Fox.
Otros matriarcados animales
Las abejas: Como sucede con los mamuts, las comunidades de abejas están formadas eminentemente por hembras que se reúnen en torno a una reina. Los machos tienen como único fin el reproductivo después del cual mueren.
Los bonobos: Famosos por su carácter pacífico y por resolver sus conflictos con el sexo, los bonobos son otra de las especies que organizan sus sociedades como un matriarcado.
Los elefantes: Los elefantes, animales gregarios y los más parecidos al mamut, también tienen su unidad social constituida por la familia que queda formada por una hembra adulta y sus crías. El rebaño suele ser comandado por una hembra adulta que puede llegar a aglutinar hasta un millar de individuos. Los hombres se quedan en la comunidad mientras son inmaduros, luego viven en solitario o en grupos pequeños.
Las orcas: La unidad social básica consiste en un matriarcado formado hasta por cuatro generaciones de individuos emparentados por vía materna. Por ejemplo, la típica unidad familiar estaría compuesta por una hembra, sus crías (machos y hembras), y los descendientes de éstas (también de ambos sexos). Estos grupos son muy estables y permanecen altamente cohesionados. De hecho, no se han observado ejemplares de un mismo matriarcado separados más de unas pocas horas, ni se han detectado casos dispersión de individuos.
Los suricatos: Este mamífero carnívoro que vive en los desiertos se organizan también en manadas regidas por hembras alfa.
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