RADIO "PONCHOSVERDES.FM"

sábado, 29 de octubre de 2016

DÍA MUNDIAL POR EL DECRECIMIENTO 2016: EL DEBATE RECURRENTE

El 29 de octubre se celebra el Día Mundial por el Decrecimiento. Una fecha que recuerda el  crac de 1929 como ejemplo de que el capitalismo y el consumismo solo llevan al agotamiento del planeta y son, a todas luces, insostenibles. Un toque de atención anual que nos lleva a reconocer los problemas, pero no a afrontarlos, por miedo y desgana a partes iguales. 

AFRONTAR LA REALIDAD

Casi un siglo después de La Gran Depresión, seguimos debatiendo si el sistema financiero es el adecuado. La solución del capitalismo en aquel entonces, igual que con la crisis de las hipotecas subprime que todavía sufrimos, fue recuperar el sistema y volver a la misma dinámica hasta el siguiente colapso. El problema se lo mandamos al que venga después, como cuando se acaba el papel higiénico y no cambiamos el rollo.
Día Mundial por el Decrecimiento
El sistema financiero actual cree en un crecimiento ilimitado solo basado en las cifras.
En 2016, nos seguimos planteando si el consumismo exacerbado que sirve de motor al sistema económico es perjudicial o no, si estamos destruyendo el planeta por su culpa, si deberíamos modificar nuestros hábitos y, lo más, cuándo saldrá el próximo smartphone y podremos usar su extraordinaria potencia para enviar los mismos mensajes y jugar a juegos de juntar tres símbolos iguales (que parece que es lo que realmente preocupa a los ciudadanos).
¿No deberíamos dejar de plantearnos lo mismo cada año y actuar de una vez? El decrecimiento no supone retroceder, sino avanzar más coherentemente. Pensemos en un ejemplo práctico para entender lo que supone. Hagamos un análisis del entretenimiento que tenemos en casa. Quien más y quien menos tiene un par de ordenadores, una consola de sobremesa y otra portátil, tablet, smartphone, televisión con decenas de canales y un catálogo de cientos de películas… Y eso solo mencionando el entretenimiento electrónico.
Día Mundial por el Decrecimiento
El mercado nos llena de ofertas para que compremos, independientemente de nuestras necesidades.
¿Cuántas veces uno tiene un rato libre y se lo pasa pensando qué ver, a qué jugar o qué dispositivo utilizar? Al final, tener más opciones termina siendo contraproducente y no podemos disfrutar de ninguna de ellas. En cambio, si solo tuviésemos un dispositivo con juegos, como una videoconsola, o unas decenas de películas donde elegir, podríamos disfrutarla de una manera más plena. Es el viejo refrán de “quien mucho abarca poco aprieta”.

CONSUMIR DE FORMA COHERENTE

El capitalismo se basa en abarcar mucho para que el mercado tenga movimiento. No que tengamos en casa varios dispositivos, el mercado necesita que compremos el siguiente, aunque realmente no nos haga falta ni lo vayamos a disfrutar. Al final nos encontramos con una gran cantidad de objetos que apenas usamos, ni mucho menos amortizamos. El sistema nos hace disfrutar con la simple adquisición y acumulación de productos.
El decrecimiento propone que seamos más coherentes en nuestra vida diaria. Que no compremos aquellos objetos que no necesitamos, ni los alimentos que no vayamos a poder comer antes de que se pongan malos ni aquella ropa que solo adquiramos por simple moda o afán acumulativo, que no vamos a utilizar. ¿Cuántas cosas que tenemos ahora mismo en nuestro hogar encajan en esas categorías? El decrecimiento nos anima a pensarlo dos veces antes de adquirirlos y así no acumular bienes de forma ilógica e incoherente.
La misma filosofía se puede aplicar al consumo de energía o electricidad, al uso del vehículo privado, al agotamiento de los recursos, al mantenimiento de los ecosistemas, a la contaminación, etc. Si nos ponemos como base el respeto al planeta, a la naturaleza y a los seres vivos, entenderemos rápidamente qué cosas podemos hacer en nuestro día a día para seguir este planteamiento, que solo busca que no destruyamos la Tierra, que es la casa de todos, y podamos vivir de forma sostenible.


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