“La mujer que dirigía el taller nos pidió que volviéramos a coger nuestros espejos de mano y que intentáramos localizar nuestro clítoris. Ahí estábamos, todo un grupo de mujeres tumbadas boca arriba, en nuestras colchonetas, buscando nuestros puntos, nuestro núcleo, nuestra razón, y de pronto, no sé por qué, me eché a llorar. Quizá fue por pura vergüenza. Quizá fue por saber que tenía que renunciar a la fantasía, a la enorme y devastadora fantasía de que alguien o algo lo haría por mí…La fantasía de que alguien vendría a guiar mi vida, a escoger la dirección, a darme orgasmos.”
Fragmento de “Los monólogos de la vagina”
Puedo hablar a través de la experiencia, porque sé lo que se siente no disfrutar con plenitud de una relación sexual ya que en algún momento me pasó, como a muchas féminas de este planeta.
Si bien el orgasmo no necesariamente es el único objetivo de echarnos un polvo, pues en ciertos juegos sexuales no se busca el clímax sino el deleite de los sentidos y despertar el erotismo, o en un quickie es más el disfrute de la adrenalina que se genera y habrá casos en los que ninguno llega, todas las mujeres deberíamos tener orgasmos, vivirlos con esplendor y de manera libre gozarlos y jamás fingirlos.
Así como a muchas les encantan las maripositas en el estómago cuando están enamoradas, a mí me encantan las maripositas que revolotean por mi clítoris cuando me vengo. Un orgasmo es como una explosión de energía, que genera pequeñas, medianas o grandes descargas, es la respuesta de nuestro cuerpo a una buena estimulación. Algunas sienten espasmos que inician en la vagina y luego recorren el resto del cuerpo, a otras le tiemblan las piernas, otras sienten deseos de gritar, otras sienten que algo se les libera en el pecho y otras desafortunadamente no sienten nada.
Existen varios factores que de cierta manera bloquean e impiden que la puta que llevamos dentro pueda pasearse a sus anchas, en algunos casos será importante buscar la ayuda de un profesional en el tema, o en otras ocasiones será cuestión de autoanálisis y de empoderamiento.
La sexualidad es un derecho no un pecado: De acuerdo a la declaración universal de los derechos humanos, tanto hombres como mujeres somos libres de desarrollar nuestra sexualidad, de expresarla y de sentir placer. Es claro, que me refiero al acto responsable y maduro, donde prevalece el respeto mutuo. Por lo tanto, el sexo no debería ser visto como algo perverso sino como algo natural y hermoso, que además es clave para el desarrollo de una vida satisfactoria. Las mujeres “decentes” también tenemos orgasmos, no es malo sentir deseo y ganas de tirar, lo que sí es malo es dejar que los miedos, la doble moral y los tabúes propios de la época victoriana no te permitan ser feliz. ¿Sabías que todas las féminas tenemos el potencial para ser multiorgásmicas? …pero esto ocurre solo cuando dejamos atrás las inhibiciones.
Ama tu cuerpo así sea de pera, manzana, o palillo: Las inseguridades con respecto a la apariencia física se reflejan en la cama, por el miedo de que ya no habrá ropa que resalte atributos o que disfrace defectos. Muchas chicas se obsesionan con el tema y por eso están más preocupadas de ocultar el Michelin, de que no salga volando el relleno del brasier o de apagar la luz, algunas hasta el punto de asfixiarse con esas fajas-corsé-recoge-todo, en vez de estar enfocadas en dar y recibir placer. Y lo cierto es que no eres perfecta, pero esto no quiere decir que no seas bella, entiende que eres muy deseable y que en esos momentos alguien se muere de ganas por estar contigo. De nada sirve verse divina sino hay pasión y sincronía. Además relájate, que tampoco te estas acostando con Zac Efron y sus abdominales de chocolatina.
La ansiedad y esa mala costumbre de hacer mil cosas al tiempo:Las mujeres posmodernas somos multitareas, mientras estamos realizando determinada actividad, queremos ir adelantando otras más, o andamos muy preocupadas por tooodo lo que nos falta y por lo que debemos finiquitar antes que se acabe el día. Estos hábitos solo contribuyen a alborotarnos la ansiedad y así nunca disfrutaremos del momento presente, ya que andamos como veletas navegando entre lo que no se alcanzó a hacer (pasado) y lo que todavía no sucede (futuro). La recomendación es que antes de iniciar la faena, haya una etapa de distensión, de juegos y de soltar, para que tu cabeza se vaya desconectando poco a poco de todo ese estrés y exceso de responsabilidades que vienes cargando desde que sonó el despertador a las 5.00 AM.
Desconocimiento de tus zonas erógenas: Esto es obvio, todo empieza por casa, así que es bien importante hacer la tarea de descubrir tu cuerpo y tu vagina, de analizar lo que te que gusta y lo que no, que tipo de estimulación puede ser la más adecuada para mantener o acelerar tu placer. Masturbarse, ver videos, fantasear, leer y probar cosas nuevas ayudan un montón (sesiones teórico -prácticas). Cambia el chip y dale a tu sexualidad la importancia necesaria, hazte cargo de ti misma y convéncete que eres merecedora de abrazos, caricias, mordiscos, masajes, en la partes donde te gusta y como te gusta. Antes de abrir las piernas debes primero abrir la mente, luego todo fluirá.
Una pareja que no te complace: Como dije hace algún tiempo en un post anterior, las mujeres que fingen orgasmos son cómplices de perpetuar los malos amantes, aparte que las féminas no disfrutan como tiene que ser, los pobres vivirán engañados forever and ever. Tienes que ser valiente y tener la confianza suficiente para decirle a tu pareja que también quieres llegar y que no lo estas logrando, que esta es una buena oportunidad para mejorar el sexo, así ambos serán felices y podrán poner cara de ponqué al terminar. Pero si te das cuenta que tu latin lover es mucha dinamita y poca mecha, que solo es un egoísta que busca su propia satisfacción y que no le importan tus necesidades, pues no lo pienses más y mándalo a la porra.
No existen los orgasmos genéricos, cada uno es producto de la experiencia, del momento y de la conexión que se tenga consigo misma y con el compañero de turno. En definitiva estos llegan más fácil cuando nos olvidamos del mundo, de los pesos que cargamos, de los falsos estereotipos de belleza y de la mojigatería. Cuando estamos en nuestro centro y no dejamos que nada nos distraiga, entonces aparece la magia.
Yo siempre me hago la misma pregunta obvia ¿por qué me gustan los orgasmos? Y me respondo con aquella frase de comercial de televisión, “PORQUE YO LO VALGO”.
Solteras DeBotas
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Imagen: Bettie Page. La frase “porque yo lo valgo” es de la marca L´Oréal
FUENTE ORIGINAL: http://blogs.elespectador.com/actualidad/solteras-debotas/5-razones-que-le-impiden-a-una-mujer-tener-orgasmos
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