Violencia que pasa por seguir ignorando sus derechos en tanto que trabajadoras.
Por Lucía Barbudo (Coordinadora Anti Represión Región de Murcia)
El 13 de enero de 2020 se refundó el Ministerio de Igualdad con esta línea en sus bases: «la prevención y erradicación de cualquier forma de violencia contra la mujer» y esta otra línea también: […] «la eliminación de toda forma de discriminación por razón de sexo, origen racial o étnico, religión o ideología, orientación sexual, identidad de género, edad, discapacidad o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. »
La Ministra de Igualdad no sólo incumple lo exigido a su propio Ministerio sino que ella misma ejerce, con declaraciones como las del 20 de agosto, violencia contra las mujeres trabajadoras sexuales. Una violencia que pasa por seguir ignorando los derechos de las trabajadoras sexuales en tanto que trabajadoras.
Una violencia que comporta más precariedad, más discriminación y más desigualdades. Una violencia que refuerza aún más el estigma y que reaviva antiguos argumentarios higienistas poniendo a las trabajadoras sexuales en el punto de mira como foco descontrolado de infección y contagio.
Batiburrillo de discursos que vuelven a entremezclar lo moral con lo sanitario; lo sano con lo sucio. En plena pandemia y con los ya más que presagiados rebrotes de septiembre-octubre, Irene Montero pone hoy convenientemente sobre la mesa el trabajo sexual y lo expone como un problema de salud pública relacionado con la higiene de la población.
Convenientemente, además, cuando el trabajo sexual sigue siendo, a pesar de los increíbles esfuerzos del activismo político de las trabajadoras sexuales, el talón de Aquiles de los movimientos feministas.
Le vamos a dar la vuelta al sintagma «hacer la calle». Te vamos a hacer una escuela en la calle, Irene, putas y aliadas, para que aprendas que los derechos y las vidas de las mujeres no son negociables ni cuestionables mientras tú pierdes el tiempo en seguir jugando a Barbie Ministero.
Con derechos, no hay desigualdad.
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