Por Greta Thunberg
La huelga escolar de la joven sueca Greta Thunberg tiene una fama internacional y recibe algunas críticas. En esta tribuna defiende la honradez de su compromiso.
Greta Thunberg es una joven militante sueca que hace huelga escolar para alertar de la crisis climática. Esta tribuna es la traducción de un mensaje de su página de Facebook del 2 de febrero de 2019 en el que responde a sus detractores. Reporterre, en una crónica, destacaba “el envés de este cuento de hadas”.
Hace poco he visto circular muchos rumores respecto a mí y grandes cantidades de odio. Eso no me sorprende. Sé que, dado que la mayoría no es consciente del sentido pleno de la crisis climática, lo que resulta comprensible pues nunca se le ha tratado como tal crisis, una huelga escolar por el clima puede parecerle extraña a la gente en general.
Así que déjenme clarificar ciertas cosas respecto a mi huelga escolar.
En mayo de 2018, fui una de las galardonadas de un concurso de redacción sobre el entorno organizado por Svenska Dagbladet, un periódico sueco. Publicaron mi artículo y contactaron conmigo algunas personas, entre ellos Bo Thorén, de Fossil Free Dasland; perteneciente a un grupo de personas, en su mayoría jóvenes, que querían hacer algo respecto a la crisis climática. Tuve algunas conversaciones telefónicas con otros militantes. Su objetivo era buscar nuevos proyectos para llamar la atención sobre la crisis climática. Bo tenía algunas ideas, Sobre todo una vaga idea respecto a una huelga escolar (que los estudiantes hagan algo durante el curso o en las aulas) inspirándose en los estudiantes de Parkland que habían dejado de ir a la escuela después del tiroteo. Me gusto la idea de una huelga escolar. La desarrollé y traté de que otros jóvenes se unieran a ella, pero nadie estaba realmente interesado. Creían que una versión sueca de la marcha Hora Cero tendría mayores efectos. Seguí planificando la huelga escolar a solas y después de eso ya no participé más en ulteriores reuniones con ese grupo.
No hay nadie “detrás” de mí, salvo yo misma.
Cuando hablé de mis proyectos con mis padres, no les gustaron mucho. No eran partidarios de una huelga escolar y dijeron que, si la hacía, debía ser sola y sin su apoyo.
El 20 de agosto, me senté ante el Parlamento sueco. Repartí panfletos con una larga lista de fenómenos sobre la crisis climática y explicaciones sobre las razones de mi huelga. Lo primero que hice fue escribir en Twitter e Instagram lo que estaba haciendo y pronto eso se convirtió en viral. Después, los periodistas empezaron a llegar. Ingmar Rentzhog empresario sueco y activista en el movimiento climático, fue de los primeros. Me habló y tomó fotos que incluyó en Facebook. Era la primera vez que lo veía y le hablaba. Nunca me había comunicado con él, ni le había visto antes.
A muchas personas les encanta expandir rumores diciendo que hay gente “detrás de mí”, o que estoy “pagada” o “utilizada” para hacer lo que hago. Pero no hay nadie “detrás” de mí, excepto yo misma. Mis padres estaban tan alejados como podían de los militantes climáticos antes de que les hiciera tomar conciencia de la situación.
No formo parte de ninguna organización. A veces apoyo y coopero con algunas ONG que trabajan en los asuntos del clima o del entorno. Pero soy totalmente independiente y solo me represento a mí misma. Y lo que hago es totalmente gratuito, no recibo ningún dinero ni ninguna promesa de pagos futuros de ningún tipo. Y nadie vinculado conmigo o con mi familia tampoco lo hace.
Y por supuesto, eso quedará así. No conozco a ningún militante climático que luche por el clima por dinero. Esta idea es completamente absurda. Además, viajo con permiso de mi escuela y mis padres pagan los billetes y el alojamiento.
Mi familia ha escrito un libro sobre la forma como mi hermana Beata y yo les hemos influido en la forma en que mis padres piensan y ven el mundo, sobre todo en lo referente al clima, Y en consonancia con nuestros diagnósticos.
Asperger no es una enfermedad, es un don.
Este libro debía aparecer en mayo (2018), pero como hubo una desavenencia importante con la editorial, acabamos cambiando de editor y salió en agosto (2018) a la luz.
Antes de su salida, mis padres señalaron claramente que los beneficios que pudieran obtener irían a ocho asociaciones caritativas diferentes que trabajaban en los ámbitos del entorno, del apoyo a niños enfermos y la defensa de los derechos de los animales.
Y sí. Escribo mis propios discursos. Pero como sé que lo que digo va a afectar mucho, a muchas personas, a menudo pido consejos. Tengo algunos científicos a los que pido con frecuencia ayuda para expresar algunas cuestiones complejas. Quiero que todo sea absolutamente correcto para no difundir hechos equivocados, o cosas que puedan ser malentendidas.
Algunas personas se burlan de mí por mi diferencia. Pero Asperger, no es una enfermedad, es un don. La gente dice también, que por tener Asperger, no habría podido decidir por mí sola meterme en este asunto. Pero es exactamente por esta razón por lo que lo he hecho. Porque si hubiese sido “normal” y sociable, me hubiese integrado en una asociación o habría creado una yo misma. Pero al no ser muy sociable, en su lugar, hice la huelga escolar. Estaba muy frustrada de que no se hiciera nada contra la crisis climática y me parecía que debía hacer algo, no importa lo que fuese. Y, a veces, NO hacer las cosas, como simplemente sentarse delante del Parlamento y no ir a clase, es más fuerte que actuar. Como un murmullo es más fuerte que un grito.
Hay también una crítica según la cual “hablo y escribo como un adulto”. A eso solo puedo contestar: ¿no creéis que una adolescente de 16 años pueda hablar por sí misma? También hay personas que dicen que simplifico mucho las cosas. Por ejemplo, cuando digo que “la crisis climática tiene una respuesta simple: es todo negro o blanco, hemos detener las emisiones de gases de efecto invernadero y quiero que tengáis miedo”. Pero digo eso porque es verdad. Sí, la crisis climática es la cuestión más compleja a la que nos hemos enfrentado y vamos a necesitar hacer todo para acabar con ella. Pero la solución es simple: hay que acabar con las emisiones de gases de efecto invernadero.
Como casi nadie hace nada y nuestro futuro peligra, creemos que hay que seguir.
Es todo negro o todo blanco, porque o limitamos el calentamiento a 1,5ºC, respecto a los niveles preindustriales, o no lo hacemos; bien logramos un punto de inflexión comenzando una reacción en cadena de acontecimientos fuera del control humano o no lo hacemos. No hay zonas grises cuando se trata de sobrevivir.
Y cuando digo que quiero que tengáis miedo, quiero decir que hemos de tratar la crisis como crisis. Cuando hay un incendio en vuestra casa, no os sentáis para hablar de como reconstruirla después de apagado el fuego. Si vuestra casa arde, salís corriendo y os aseguráis de que todo el mundo está fuera mientras llamáis a los bomberos. Esto exige un cierto nivel de pánico.
Hay otro argumento contra el cual no puedo hacer nada. Es el hecho de que yo no soy “más que una niña y que no hay que escuchar a los niños”. Pero esto es fácil de contestar: basta con empezar a escuchar a la ciencia, sólida como un roca, en este aspecto. Porque si todo el mundo escuchase a los científicos oiría los hechos que evoco constantemente, nadie tendría que escucharme o escuchar a los cientos de miles de estudiantes en huelga por el clima en el mundo. Podríamos volver todos a las aulas.
Solo soy un mensajero, y por ello recibo todo este odio. No digo nada nuevo, digo simplemente lo que los científicos repiten desde hace decenios. Y estoy de acuerdo con esta crítica: soy demasiado joven para hacer esto. Nosotros, los jóvenes, no tendríamos que hacer esto. Pero como casi nadie hace nada y nuestro futuro está en peligro, creemos que hemos de continuar.
Y si tiene otras preocupaciones o dudas en este aspecto, puede escuchar mi exposición TED en donde cuento cómo comenzó mi interés por el clima y el entorno.
¡Y gracias a todos por vuestro apoyo! Eso me da esperanza.
Fuente:http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article50564
Traducción: Ramón Sánchez Tabarés
sinpermiso.info/textos/no-hay-nadie-detras-de-mi-la-joven-militante-del-clima-greta-thunberg-contesta-a-sus-detractores
Para tener más información sobre la página y nosotrxs, nos puedes escribir al mail: ecofeminismo.bolivia@gmail.com
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