Por Marta Borraz / El diario
Según un sondeo elaborado por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales, de las 70 personas trans, el 70% fueron insultadas y el 42% sufrieron negación laboral
Aunque la muestra no es extensa, para la FELGTB los datos “son la prueba de que la sociedad española adolece todavía de transfobia”
El 42% de las personas trans fueron objeto en 2018 de amenazas o maltrato psicológico. Es una de las conclusiones de una encuesta elaborada por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB), que ha entrevistado a 70 personas trans y ha hecho pública parte de los datos con motivo del Día de la Visibilidad Trans, que se celebra este 15 de marzo. En opinión de la propia organización, y aunque la muestra no es extensa, sí revela “datos significativos” sobre la discriminación que vive este colectivo.
El sondeo también denuncia que casi el 70% fueron insultadas en este periodo de tiempo, el 31%, acosadas y que el 42% sufrieron negación al acceso laboral. Por otro lado, el 16% fue víctima de agresiones o abuso sexuales y el 9% sufrió violencia con lesiones y el 12% violencia sin ellas. Por último, el 19% reconoció haber sufrido discriminación a la hora de acceder a los servicios sanitarios el 31% haberla sufrido al intentar acceder a otro tipo de servicios.
Para la FELGTB, los datos “son la prueba de que la sociedad española adolece todavía de transfobia”, explica Alicia Salvadó, coordinadora del grupo trans de la FELGTB. “Son muchas las discriminaciones a las que nos enfrentamos las personas trans en nuestro día a día en el ámbito, escolar, laboral o sanitario, pero creemos que el germen de todo reside en no tener reconocido nuestro derecho a la autodeterminación”, prosigue.
Entre otras cosas, esto ocurre porque la ley que rige a nivel estatal sigue estableciendo como requisito que las personas trans se declaren enfermas y cuenten con un diagnóstico médico sobre “disforia de género” para modificar su nombre y sexo legal. El cambio de esta norma, con el objetivo de avanzar en la autodeterminación del género, se ha quedado en el tintero con el adelanto electoral. La reforma, que eliminaba cualquier requisito médico, se ha quedado a las puertas de ser aprobada en el Congreso a pesar de que la toma en consideración del proyecto de ley se aprobó en noviembre de 2017.
Junto a esta, la cámara también tramitaba la Ley LGTBI, una extensa norma que incluía esta misma dimensión de despatologización de la transexualidad. El marco actual “excluye a un amplio sector de la sociedad trans que seguirá teniendo unos datos en todos sus documentos oficiales contrarios a su identidad de género”, asume Salvadó. “Para que la sociedad reconozca y entienda nuestra realidad, necesitamos ese respaldo legislativo que estaba a punto de ser conseguido antes del adelanto electoral”, señala antes de pedir el compromiso sobre este tema a todos los grupos políticos para la próxima legislatura.
Por otra parte, la FELGTB demanda que la educación “sea el eje de cambio” sobre el que pilotar el fin de la discriminación hacia el colectivo trans en particular y la diversidad sexual y de género en general. Así, reivindica la creación de programas de información para los centros educativos y cursos de capacitación para el profesorado además de protocolos específicos en casos de acoso escolar por LGTBIfobia.
Además, en la línea de la formación, pide la especialización del personal sanitario y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con el objetivo de que la infradenuncia deje de ser una de las características de la violencia hacia las personas trans. Por último, demanda la implementación de medidas e incentivos para las empresas que favorezcan la integración laboral de las personas trans “por estar en situación de especial vulnerabilidad”, remarca.
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