Por Mariana Pitasse
Los diarios compraron la versión de que la presunta víctima estaría sacando provecho de los éxitos del “chico” Neymar
Una mujer hace una denuncia policial donde acusa a un hombre por violación. En su declaración, relata que su acompañante se puso agresivo y la forzó a tener relaciones sexuales sin su consentimiento. El informe médico, anexado al caso, recoge señales físicos de agresión y estrés postraumático. En respuesta a las denuncias, el hombre acusado la desmiente públicamente y argumenta que el episodio se trata solo de “una relación común entre un hombre y una mujer”.
El caso podría ser nada más que uno entre los 135 casos de violación registrados por día – que representan aproximadamente un 10 a 15% de las violaciones que ocurren diariamente en Brasil, según un informe del Atlas de la Violencia de 2018. Pero no se trata de un episodio cualquiera. El hombre acusado es Neymar, uno de los futbolistas mejor pagados en el mundo. Por ello el caso está en el centro de la atención mediática en Brasil y en otros países, con amplia repercusión en las redes sociales.
Después de la denuncia registrada contra el futbolista del Paris Saint-Germain (PSG) el pasado viernes (31), la acusadora se quedó expuesta de diversas formas – en los medios comerciales y por parte del propio Neymar. Para “sensibilizar” a la opinión pública, el futbolista divulgó un video en sus cuentas de Instagram y Facebook en que se declara inocente. Al intentar “comprobar” su versión de los hechos, divulgó conversaciones entre ambos por Whastsapp, así como fotos y videos íntimos de la acusadora. Tras la acción, empezó a ser investigado también por filtrar fotos íntimas.
La difusión del contenido no fue un equívoco, sino una elección. Neymar optó por cometer un delito virtual para intentar dialogar con personas que están de acuerdo con la idea de que una mujer que envía fotos íntimas por internet es necesariamente una “aprovechadora” y “oportunista”. Lo que se ignora en esa perspectiva vil propuesta por la defensa de Neymar es que la intimidad expuesta a miles de personas no dice nada sobre la acusación de violación.
Como recuerda la antropóloga Débora Diniz, se trata de la versión de un hombre poderoso que se basa en elementos de la fascinación por el sexo y en la descalificación de las mujeres víctimas de violencia sexual. Esta es también la narrativa que basa la cobertura de los medios comerciales sobre el caso. Sin asumir una posición, los periodistas se ponen la camiseta de que la acusadora intenta sacar provecho del éxito del “chico” Neymar.
Entre los reportajes del noticiero brasileño de los últimos días, una transmisión del Jornal Nacional [principal emisión de Red Globo de Televisión] – al día después de la difusión de las conversaciones – fue la que más repercutió. El reportaje presenta un resumen sobre el caso y confirma la declaración de un ex abogado de la mujer afirmando que la violación no ocurrió. El reportaje también divulga el nombre de la nueva abogada de defensa de la mujer, aunque sin su autorización, lo que irrespeta un principio básico del periodismo: garantizar la confidencialidad de las fuentes periodísticas. En este reportaje también se expone fragmentos de la conversación en que el futbolista parece estar enredado en un juego de seducción.
En un otro reportaje, esta vez del diario Jornal de Brasilia, se expone la vida financiera y judicial de la víctima. El texto señala que ella recibió un orden de desalojo por deudas de alquiler y que acumula otras deudas. También se difunde el nombre completo de la mujer y sus cuentas a pagar.
La invasión de privacidad que promueven los medios bajo la excusa de mostrar “la real versión de los hechos” no es todo. En un artículo del diario O Globo, consultan a la madre de la mujer que se enteró del caso a través del contacto de la reportera. Días después, un artículo de portal de noticias UOL evidencia que el hijo de la mujer, que tiene cinco años, es objeto de burlas en su colegio y en internet.
Más allá de la exposición de su intimidad y filtración de informaciones detalladas sobre su situación financiera, contestan la versión de la mujer públicamente todo el tiempo como hizo también su ex abogado. Pero todo parece ser legítimo cuando la motivación es la noticia en primicia. Según la lógica del periodismo, hay que presentar respuestas antes de las investigaciones, pero con base en la “imparcialidad”, aunque sea para hacer un favor al futbolista millonario…
Por su parte, Neymar continúa su rutina de entrenamientos, partidos y compromisos publicitarios, protegido por su personal técnico. Neymar jugará el partido amistoso ante Qatar este miércoles (05).
El PSG y la selección brasileña no comentan el caso mientras que familiares y amigos del futbolista se pronuncian públicamente para defender que él es inocente y víctima de una trampa.
La mayor preocupación parece venir de sus patrocinadores, cuatro de sus diez patrocinadores ya expresaron incomodidad ante el caso, según un análisis del diario Folha de São Paulo.
Si se comprueba o no la acusación, se dictó la sentencia: la mujer se queda siempre vulnerable. No es por nada que, según el Atlas de la Violencia, se calcula que 1300 mujeres son violadas por día pero solo 135 son registradas.
*Periodista, editora de Brasil de Fato en Rio de Janeiro y estudiante de doctorado en Antropología en la Universidad Federal Fluminense (UFF).
Edición: Daniel Giovanaz | Traducción: Luiza Mançano
www.brasildefato.com.br/2019/06/05/articulo-or-a-neymar-los-medios-comerciales-lo-defienden-mas-que-sus-propios-abogados/
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