Por Cecilia Zamudio
“Juegan con nuestra necesidad. Todos los días el capataz quería sexo conmigo”… expresa una de las 400 mujeres que presentaron una denuncia por explotación infrahumana, violación y abusos en los campos españoles.
“Juegan con nuestra necesidad. Todos los días el capataz quería sexo conmigo”(1)… expresa una de las 400 mujeres que presentaron una denuncia por explotación infrahumana, violación y abusos en los campos españoles.
Miles de seres humanos son forzados a migrar por causa del saqueo capitalista de sus países, pero la UE, que succiona la riquezas, rechaza a las personas, provocando trayectos migratorios mortales y esclavitud moderna. El saqueo capitalista que causa empobrecimiento, y las leyes migratorias, ofrecen una mano de obra muy vulnerable a los empresarios europeos, que hacen acopio de mano de obra en países como Marruecos, seleccionando adrede a mujeres que tengan hijos que mantener, para poder imponerles un régimen de explotación esclavista. Se suma el permanente acoso y las violaciones sexuales a las que son sometidas las trabajadoras, por parte de capataces que chantajean a las mujeres con despedirlas si denuncian. No obstante el chantaje permanente y las amenazas, varias mujeres han denunciado. Los empresarios han echado a más de un centenar de denunciantes, llevándolas a Marruecos contra su voluntad, para impedir que las denuncias prosperen; pero otras mujeres siguen en España, y la solidaridad es urgente.
El poder económico de los grandes capitalistas del agro industrial, ha logrado años de silenciamiento; imponen un régimen laboral de esclavitud, en el que las trabajadoras son obligadas a cumplir una cantidad productiva aberrante, sin derecho a sentarse cuando la espalda las retuerce de dolor, por ejemplo. Las fresas y otros productos que se venden en grandes cadenas de distribución, tienen en su pulpa el grito silenciado de miles de trabajadoras (2).
La situación de desespero de las mujeres más empobrecidas de la clase explotada las convierte en las presas idóneas para explotadores y violadores de todo tipo. Incluso las trabajadoras han denunciado que algunas de ellas, desesperadas por las violaciones en los campos de la UE, y el constante chantaje de despido que dejaría a sus hijos sin sustento, han aceptado casarse con jubilados de la zona que las buscan como esclavas de vivienda… Los matrimonios que esconden relaciones de poder económico en los que una parte es reducida a ser esclava sexual o doméstica (reducida por el empobrecimiento y leyes de inmigración lesivas), son una de las barbaries cotidianas que produce este sistema.
Cabe recordar que la situación de saqueo capitalista y empobrecimiento medular que padecen decenas de países de África, Asia y América Latina, es mantenida mediante el exterminio sistemático de toda reivindicación social y política, mediante la eliminación física de las mujeres y hombres revolucionarios que han emprendido la lucha por la emancipación de los pueblos… no es ninguna fatalidad, ni “ineptitud congénita” de los pueblos del sur, como el eurocentrismo tiende a pretenderlo, es el resultado de un presente de saqueo capitalista e injerencia imperialista sistemática (en clara filiación con la barbarie colonial): el imperialismo estadounidense y europeo implementa guerras y sistemática injerencia contra los pueblos cuyos recursos son codiciados (implementa golpes de estado, exterminios políticos, formación de los cuerpos represivos en tortura y contrainsurgencia, paramilitarismo, Terrorismo de Estado, mercenarios religiosos, etc); de esta manera instaura y perpetúa regímenes favorables al saqueo que perpetran sus multinacionales.
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NOTAS:
(1)Juegan con nuestra necesidad. Todos los días el capataz quería sexo conmigo”
(2) Investigación de la revista alemana Correctiv: https://www.buzzfeed.com/pascalemueller/violadas-en-campos-europa
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Blog de la autora: http://cecilia-zamudio.blogspot.com/
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