No proponemos un determinismo biológico sino la interacción de biología y cultura, aún cuando para ciertos fenómenos pueda influir más una que otra. No hablamos de individuos sino de promedios,
del mismo modo en que podemos decir que en promedio los varones son más altos.
-La teoría de la selección sexual fue postulada por Darwin en "El orígen de las especies" pero recién encontró
fuertes evidencias en estudios con diversas especies animales y con humanos en el siglo XX. Trivers analizó
en un célebre meta-análisis decenas de especies animales en las que el sexo que realiza la mayor inversión parental
es el más selectivo, y el sexo opuesto compite para ser elegido. Entre los humanos la mayor selectividad
de la mujer se da en el sexo casual. Las diferencias de sexo están basadas en patrones genéticos que evolucionaron a partir de adaptaciones a los diferentes desafíos reproductivos de hombres y mujeres. (Bateman, 1948; Trivers, 1972)
-En las pocas especies de sexo revertido son los machos quieres realizan la mayor inversión parental y los más selectivos para aparearse, por lo cual las hembras son más competitivas. Ejemplos: el caballito de mar, algunos peces, ranas, pájaros e insectos. (Trivers, 1972)
-Los hombres prefieren trabajar con cosas y las mujeres con personas. Es el resultado de un meta-análisis realizado con medio millón de individuos. El tamaño del efecto (la diferencia) es grande (d=0.93). (Su, R. y otros, 2009).
-Grandes diferencias en hormonas sexuales entre hombres y mujeres, especialmente en forma prenatal, durante los primeros seis meses de vida y en la pre-adolescencia. (Alexander, 2002; Auyeung y otros, 2009; entre muchísimos otros). (Thornton 2009, con monos rhesus)
-Hay pequeñas y múltiples diferencias en los cerebros: medida, densidad, asimetría cortical, en el núcleo del hipotálamo y muchas otras. Existen 93% de posibilidades de saber si un cerebro es femenino o masculino (Chekroud y otros, 2016)
- No hay un cableado cerebral enteramente femenino y otro masculino. El cerebro contiene distintos bloques de elementos asociados al sexo. Algunos de ellos pueden estar más vinculados a rasgos femeninos y otros a rasgos masculinos. Pero eso no implica, como concluyen Daphna Joel (2015) y Lucía Ciccia (2015), que no haya dimorfismo cerebral (diferencias entre hombres y mujeres), y tampoco implica sostener que no influya la cultura. Las diferencias biológicas que existen son significativas: a nivel de cromosomas y por el grado de testosterona que inunda el útero en la octava semana de gestación, masculinizando el cerebro. Implican diversidad de juegos, de preferencias y conductas de todo tipo. Somos más parecidos que diferentes, pero esas diferencias cuentan y no son sesgos machistas de los investigadores ni se oponen a la conquista de la igualdad de derechos. (Brain Gender, Melissa Hines) Para una crítica al análisis de Daphna Joel que inspiró a tantas feministas como Lucía Ciccia, ver Del Giudice et. al, 2015.
-Universalidad de rasgos humanos: los hombres y las mujeres son vistos como diferentes en todo el mundo. También en todo el mundo las mujeres se ocupan más de los hijos y los hombres son en promedio más competitivos. (Brown, D. E.,2004). Ellis (2011) encontró 65 diferencias sexuales que aparentemente son universales, sin un solo error de replicación a lo largo de diez estudios.
-Muchas de estas diferencias pueden ser vistas en otros mamíferos: mayor agresión en el macho, mayor inversión parental en la hembra, mayor interés en los objetos en los machos y mayor interés en miembros de su misma especie en las hembras. Entre chimpancés y humanos, los niños y las crías macho suelen pasar más tiempo lejos de la madres que las niñas y las crías hembra, lo que podría mostrar una mayor propensión al riesgo. (Royster, P, 2005).
-Las primates hembra pequeñas juegan más con primates bebes que los pequeños primates macho, prefieren aprender de sus madres, de las que se alejan menos que los machos y juegan menos violentamente, mientras que los machos prefieren aprender de sus padres, se alejan más de la madre y juegan más violentamente. (Terio, K. A. y otros, 2016).
-El caso de la hiena es atípico, ya que la hembra tiene más testosterona que el macho, con lo cual su carácter es más agresivo. Suma evidencia en favor de los efectos de la testosterona, mostrados por cientos de estudios (Por ejemplo: Dloniak, S. M. y otros, 2006).
-Hiperplasia congénita: suministro de testosterona a bebas aún no nacidas: luego muestran preferencias por juguetes y patrones de juego masculinos (competitivo vs cooperativo), preferencias ocupacionales, y ligeramente más homosexualidad y bisexualidad que el promedio. (Brown, Hines y otros, 2002)
-Varones criados como niñas juegan en forma agresiva, prefieren objetos a personas (Colapinto, 2000)
-Niños con extrofia cloacal (malformaciones en el pene), operados y educados para parecer mujer, dijeron sentirse "hombres atrapados en cuerpos de mujer". (Reiner, 2004)
-En la primera infancia las diferencias entre niños y niñas fueron evidenciadas por estudios hechos en todo el mundo: niveles de agresión y competencia, elección de juguetes. Las niñas juegan más a ser madres y los niños tienden a convertir cualquier cosa en un vehículo o un arma. De acuerdo a un meta-análisis de 1788 papers la elección de juguetes sería una mezcla de predisposiciones innatas y adquiridas, pero esa diferencia estaría disminuyendo en los últimos años. (Todd, B. K. y otros, 2017)
-A mayor testosterona prenatal, menor contacto ocular a los 12 meses, vocabulario reducido a los 12 meses, menos habilidades sociales a los 48 meses, mayor rotación mental en edad escolar. (Baron-Cohen, 2004)
-Diferencias en habilidades visuo-espaciales (rotación mental) consistente en 10 países europeos, Ghana, Turquía y China (Geary & De Soto, 2001)
-Diferencias de personalidad (Meta-análisis de Feingold, 1993). Janet Hyde (2014) encontró diferencias de sexo de moderadas a grandes en rotación espacial, amabilidad, búsqueda de sensaciones, intereses en cosas versus intereses en personas, agresión física, masturbación, pornografía y actitudes sobre sexo casual, entre otras.
-Cuanto mayor es la prosperidad y la igualdad de género en un país, más diferencias de personalidad existen entre hombres y mujeres. Estudio realizado en 55 naciones con 17.637 personas. (Schmitt, D. P., 2015).
-Cuanto mayor es la prosperidad y la igualdad de género en un país, menos mujeres estudian carreras STEM, focalizadas en objetos y en sistemas (matemáticas, física, ingeniería, ciencias de la computación), y más mujeres estudian carreras tradicionalmente femeninas como enfermería, pero también más carreras focalizadas en personas y en lo vivo (medicina, psicología, lenguas, veterinaria, biología). Datos relevados en casi medio millón de personas. (Stoet, G., & Geary, D. C., 2018)
-Resistencia al cambio en comunidades que trataron de anular las diferencias sexuales como los kibutzim (granjas colectivas) de Israel (Aviezer, O. y otros, 1994)
-En el Síndrome de Turner, un desorden genético que afecta a las mujeres a las que les falta todo o parte de un cromosoma X, es común que las niñas tengan problemas en matemáticas y con tareas que requieren habilidades espaciales como lectura de mapas u organización visual. (Murphy & Mazzocco, 2008)
-Durante un par de generaciones cambiaron muy poco las prioridades de vida y los intereses de las mujeres (Feingold 1994)
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