Convocamos a mujeres y hombres, defensores de la vida, del territorio y del Agua, a participar en el Encuentro Nacional de Mujeres defensoras de la vida frente al extractivismo, que se llevará a cabo del 18 al 20 de Agosto de 2015 en Fusagasugá.
Mientras avanza la frontera extractiva, crece también la defensa de los territorios, del agua y de la vida, donde mujeres indígenas, campesinas, afrodescendientes y pobladoras urbanas han resistido contra el despojo y la privatización de la vida, denunciando la forma particular en que el extractivismo violenta sus vidas, sus cuerpos y su entorno.
Nuestro propósito es reflexionar y debatir sobre las implicaciones del modelo extractivo en la vida de las mujeres y las respuestas que ellas han construido para enfrentarlas; y de esta forma, continuar fortaleciendo la articulación nacional de las mujeres frente al extractivismo, que aporte a las dinámicas nacionales e internacionales en la defensa de la vida.
Objetivos:
Intercambiar acciones y experiencias de defensa territorial adelantadas por mujeres en distintas regiones del país.
Construir alternativas de solución frente a los conflictos sociales y ambientales producidos por la industria extractiva en los territorios.
Concertar un marco común para la acción política en defensa de los territorios y la vida de las mujeres afectadas por el modelo de desarrollo.
Convocan:
CENSAT Agua Viva – Amigos de la Tierra Colombia
Escuela de la Sustentabilidad – Mujer y Minería
FAU – AL Fondo de Acción Urgente – América Latina y el Caribe
Con el apoyo de:
Cordaid
FAU- AL
V Festival de expresiones Rurales y Urbanas
Fusagasugá – Agosto 18, 19 y 20 de 2015
En las últimas dos décadas, los gobiernos de Colombia han optado por un modelo de desarrollo basado en la explotación de los bienes naturales, principalmente a través de la promoción de proyectos minero–energéticos. Por esta razón, el Estado Colombiano ha ofrecido cada vez mayores garantías a los inversionistas extranjeros, otorgándoles condiciones más favorables, tales como nuevos marcos normativos y regulatorios, flexibilización de las legislaciones ambiental y tributaria, y cambios en los términos de la contratación en el sector minero – energético.
Este modelo se ha impuesto en los territorios campesinos, indígenas y afrocolombianos, mediante prácticas de invasión, acaparamiento de tierras y militarización de los espacios comunitarios, causando múltiples impactos negativos sociales y ambientales, y provocando violaciones sistemáticas a los derechos de los pueblos.
Sin embargo, mientras avanza la frontera extractiva, crece también la defensa de los territorios, del agua y de la vida. Algunos de estos importantes procesos en Colombia, como en otros países del continente, son liderados por mujeres. Por ejemplo, las mujeres del norte del Cauca, desde el año pasado decidieron movilizarse por el cuidado de la vida y por el buen vivir, rechazando la minería ilegal que ha llegado a su territorio para llevarse la tranquilidad y el bienestar de la comunidad. De la misma manera, las mujeres del río Sogamoso han luchado durante varios años en defensa de su territorio, en el que hoy en día ya no se cuenta con las condiciones ni garantías para una vida digna a causa del proyecto Hidrosogamoso.
En el escenario latinoamericano, Máxima Acuña Atalaya, una mujer campesina de Perú, se enfrentó a la empresa minera Yanacocha y a la policía para defender su territorio en el distrito de Sorochuco en Cajamarca. A pesar de los hostigamientos por parte de la policía y el personal de seguridad de Yanacocha, Máxima sigue defendiendo su territorio del proyecto minero Conga.
Estas y otras luchas, indispensables para el ejercicio de la soberanía y autodeterminación de los pueblos, se van tejiendo día a día en cada territorio y tienen resonancias con otros procesos en América Latina, donde mujeres de pueblos originarios, campesinas, afrodescendientes y pobladoras urbanas han resistido contra el despojo y la privatización de la vida, denunciando la forma particular en que el extractivismo violenta sus vidas, sus cuerpos y su entorno, y haciendo visible el papel de las mujeres en la historia y sus propuestas de transformación.
Los estados -en defensa de los intereses de las empresas extractivas-, han hecho caso omiso a las demandas sociales a favor de los procesos participativos y la protección integral de la naturaleza; lejos de atender a las denuncias frente a las vulneraciones a derechos humanos, colectivos y ambientales que ocurren en el marco de los proyectos de extracción, han respondido con la estigmatización y criminalización de las luchas.
En Colombia, recordamos el legado de invaluables mujeres, que por luchar por sus territorios les fue arrebatada la vida. En el sur del país, Adelinda Gómez, campesina y trabajadora comunitaria del Proceso Local de Mujeres Maciceñas, fue asesinada en septiembre de 2013, para frenar su compromiso en la lucha contra la minería ilegal y trasnacional en su región. En Meta, Edith Santos, líder comunal dedicó su vida a la lucha por los intereses colectivos de las comunidades y los trabajadores del departamento del Meta, fue asesinada en agosto de 2014. Y de esta violencia no se han salvado las mujeres de otros países latinoamericano: las lideresas del pueblo Mapuche en Chile y del pueblo Lenca en Honduras han sido perseguidas por oponerse a proyectos hidroeléctricos; las mujeres indígenas en Guatemala y Perú, han sido criminalizadas y violentadas por resistir en contra de la minería.Preinscripciones
Las mujeres interesadas en hacer parte del ENCUENTRO NACIONAL Mujeres defensoras
de la vida frente al extractivismo deben diligenciar el formato de preinscripción
disponible en: http://goo.gl/forms/QqHDfuD8Yq
Informes
escuelamujerymineria@gmail.com
Las mujeres interesadas en hacer parte del ENCUENTRO NACIONAL Mujeres defensoras
de la vida frente al extractivismo deben diligenciar el formato de preinscripción
disponible en: http://goo.gl/forms/QqHDfuD8Yq
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