RADIO "PONCHOSVERDES.FM"

viernes, 15 de enero de 2010

El neomachismo

Nunca pensamos que cuando nuestra democracia se fundamentó, entre otros principios, en la libertad y la igualdad, nos iba a ser más difícil hacer a esta última efectiva y, sin embargo, el miedo a la libertad del que escribió Erich Frömm no era nada comparado con el miedo a la igualdad, más generalizado y resistente.
Los que defendían "los valores" de la sociedad patriarcal, aunque lo razonaran de muy diversas maneras, eran calificados de machistas. Empezaron a estar mal considerados y fueron disminuyendo "de boquilla" los que así se denominaban; pero cuando la igualdad se va haciendo más plena comienzan a formular nuevos argumentos que, supuestamente, no la cuestionan, pero sí su forma de ejercicio, con ideas que, en ocasiones, llegan a parecer incluso "razonables". Parecen distintas de las de siempre aunque, en el fondo, desean lo mismo: la subordinación de las mujeres.
Se vuelve a demonizar el feminismo al hablar de revancha de género, resentimiento y dogmatismo
Miguel Lorente, en su libro denominado Los nuevos hombres nuevos. Los miedos de siempre en tiempo de igualdad, sostiene que el género masculino ha urdido nuevas tramas para defender su posición de poder, y éstas se basan en los supuestos problemas que la incorporación de la mujer a la vida activa ha tenido, sobre todo, en el ámbito de las relaciones familiares. A esta nueva estrategia la denomina posmachismo, por haber nacido, dice, en el contexto de la posmodernidad, y por haber mantenido desde su aparición una cierta distancia respecto a las posiciones clásicas del machismo o del patriarcado.
Sin embargo, y aunque me parece absolutamente correcto todo lo que argumenta, creo que es mejor denominar a esta nueva forma de pensamiento como neomachista, porque, cada día más, se está transformando en una nueva ideología que se va extendiendo y que se caracteriza, precisamente, por tener miedo a la igualdad. Es una nueva manera de sostener las posiciones machistas de siempre, pero con nuevos discursos y nuevos contenidos. Nadie se llama hoy abiertamente, por ejemplo, fascista, pero es evidente que hay una nueva manera de serlo, y a éstos se les denomina neofascistas.
Los neomachistas equiparan el feminismo con el machismo, tratando de crear confusión en algo que no puede tenerlo, porque pretenden cosas opuestas: éste la primacía del varón y aquél la igualdad entre mujeres y hombres. La diferencia es tan grande que no merecería la pena ni explicitarla, a no ser porque el neomachismo intenta confundir, para poder mantener mejor sus nuevas posiciones, encaminadas, como siempre, a cuestionar los derechos de las mujeres, su autonomía y la independencia ganada. No cuestionan, dicen, la igualdad, pero sí las consecuencias de su ejercicio; están en contra de la violencia de género pero manifiestan con reiteración, por ejemplo, que hay demasiados casos de denuncias falsas, sin añadir que, si así fuera, se estaría cometiendo un delito que hay que denunciar, como en cualquier otro caso.
Hay algún juez que da miedo por las cosas que dice -no quiero ni nombrarlo porque es lo que le gustaría-, pero existen, desgraciadamente, demasiados -también alguna mujer- teóricos del neomachismo que surgen diariamente y que tenemos que desenmascarar como hicimos con los machistas.
Consideran la igualdad como una amenaza, pero no para ellos sino para las relaciones sociales, y lo exacerban en lo más extremo: la violencia de género. El feminismo siempre ha sido ridiculizado y hoy, con nuevas formas, lo vuelve a ser con fuerza. Así, hablan de revancha de género, de feminismo resentido, dogmático o radical, sin más intención que la de volver a "demonizarlo".
Son manifestaciones de ese miedo a la igualdad que los neomachistas tratan de extender de diversas maneras: sacralizan, por ejemplo, la lactancia materna, culpabilizando a las madres que no pueden practicarla; hacen responsables a las mujeres de los problemas de los menores, con la teoría del "nido vacío"; y del aborto ni hablemos, parece que es un capricho de algunas. Ninguno de ellos dice que está en contra de la igualdad sino que, por el contrario, afirman que somos las mujeres las que estamos haciendo una sociedad con graves problemas de convivencia como consecuencia directa de nuestra necesidad de ser libres e iguales. Nunca entendieron que sin igualdad la libertad no existe, y que aquélla o es real o no es igualdad, y la democracia las exige ambas.
Las mujeres siempre hemos tenido que alcanzar cosas con las que los hombres ya nacían; nos relegaron al mundo privado y hemos ido conquistando -con muchos años y esfuerzo- parcelas de lo público, pero llevando siempre a cuestas la vida privada. Los hombres, que tenían destinado como propio el mundo público, lo han mantenido, y su incorporación al otro mundo lo está siendo en mucha menor medida, de ahí las resistencias a la igualdad que perviven -pese a lo mucho que hemos avanzado- sobre todo en los países desarrollados, porque en otros muchos todavía siguen con el burka, símbolo de la mayor de las discriminaciones que padecen las mujeres.
Tenemos que acabar con todos los burkas del mundo, sabiendo hacer frente con la misma contundencia a los viejos argumentos y a éstos más sutiles del neo-machismo.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Heteropatriarcado

Se entiende por heteropatriarcado a la unión de la heteronorma y el patriarcado. Por ello vamos a analizarlos individualmente aunque como veremos están relacionados, por lo que su definición por separado se hace difícil. 

-Heteronorma. Es la norma social que establece la heterosexualidad y las prácticas hetero como acto natural del ser humano, imponiendo la heterosexualidad como sexualidad normal con la que se nace y con la que nos tenemos que relacionar por el resto de nuestras vidas. Para que exista esta heteronorma, debe existir unos roles de género que permitan las relaciones entre hombres y mujeres, si no hay hombres ni mujeres no hay heteros, tampoco gays, bolleras ni bisexuales. A su vez, para que exista una norma, en este caso la heterosexualidad dominante, debe darse una otredad, un otro, un oprimido. En cuyo caso es la homosexualidad y el lesbianismo, cuyas prácticas están igual de condicionadas por el binomio hombre hombre-mujer, macho-hembra y femenino-masculino. Para sentirse atraído por "tu mismo sexo" o "tu sexo opuesto" debe darse el binomio sexual macho-hembra. Así, la heterosexualidad se convierte en una sexualidad, o norma, dominante por encima de otras como la homosexualidad y el lesbianismo, que son "lo otro", reduciéndose al binomio homo-hetero. Cuando un cuerpo no reproduce esta norma heterosexual, una seria de mecanismos se encienden contra éste, que es lo que denominamos heterosexismo, la discriminación y ataque a todas las prácticas no heteronormales(transfobia -rechazo hacia personas homosexuales o intersexuales; homofobia y lesbofobia -rechazo hacia las personas y prácticas homosexuales y lesbianas). Estas prácticas heternormales consisten en la relación de cuerpos considerados como opuestos (hombre-mujer) y en una limitación del cuerpo en las prácticas sexuales, por ejemplo el ano en el cuerpo del hombre. Da igual si el ano lo penetra una mujer con un objeto o alguna parte de su cuerpo, las prácticas anales no entran dentro de la heteronorma, considerándose como una pérdida de masculinidad o un acto no propio de un cuerpo asignado como hombre. A la misma vez, la heteronorma reduce a los genitales las prácticas sexuales, por ello el ano, como hemos mencionado antes, junto al resto del cuerpo más allá de los genitales no entran dentro del ideario heterosexual para las prácticas sexuales, es por ello, que el BDSM es considerada también una aberración, una parafilia, un acto no heteronormativo.

-Patriarcado. Relación autoritaria y jerárquica que se da entre un hombre y una mujer, siendo tratado el hombre como un ser superior, bien biológicamente o culturalmente, sobre la mujer, siendo un ser inferior a servicio del macho que la cuidará y protegerá durante su vida. Esta relación hombre-mujer se debe a la asignación de ciertos valores a un rol o a otro, como por ejemplo la competitividad, el orgullo, el valor, el deber de proteger y defender, la fuerza o la masculinidad al rol de hombre, mientras que el de la mujer recibe valores como la dependencia, la fragilidad, la tranquilidad, el romanticismo y el sentimentalismo o el consumismo. Cuando un cuerpo no se rige al rol de género que se le ha sido asignado nada más nacer, igual que en el caso de la heteronorma, se llevan a cabo una serie de actos o ataques contra dicho cuerpo, bien hasta que se adecúe a su rol o bien de forma perpetua.

martes, 1 de septiembre de 2009

Falsas ideas sobre los papeles/roles sexuales en la Prehistoria

Las narraciones que la mayoría de las personas han imaginado sobre la Prehistoria (período que desde luego no han estudiado en libros científicos), están mediatizadas por una educación influenciada por los valores vigentes en la cultura patriarcal en que nos desenvolvemos -“del varón dominando a la mujer”- y presente en el inconsciente colectivo. Y condicionados por los valores y las creencias de su presente, las han proyectado sobre el pasado, sacando la conclusión de que el estereotipo sexual de su realidad circundante y la distribución de roles de “las mujeres dependientes y los varones sustentadores jefes de familia” siempre ha sido así.
De ahí que sus narraciones, condicionadas por esos valores del patriarcado, sean totalmente erróneas para la época arcaica, según diferentes estudios antropológicos de la Prehistoria y de otras sociedades primitivas.
EN LA PREHISTORIA NO EXISTÍA VINCULACIÓN MASCULINA: FAMILIA MATRICÉNTRICA

Por ejemplo, el hecho de que imaginen que el varón prehistórico tenía una familia que dependía de él y que su esposa esperaba un bebé suyo, no se atiene a los hechos prehistóricos. La mujer en la Prehistoria no se vinculaba al varón, ella sola se cuidaba de alimentar a su prole (y lo mismo ocurre entre nuestros parientes primates; sólo cuida de su prole la hembra), así que no era posible que un varón quisiese cazar para una esposa.

Y no existía vinculación masculina porque el varón desconocía ser el causante de la fecundación femenina, por lo que no tenía sentido formar una familia o responsabilizarse de los hijos de una mujer. Por ello el varón no podía saber que, cuando una mujer estaba embarazada, él era el causante. De forma que nuestro varón de la Prehistoria no podía saber que iba a ser padre.
Existen numerosas evidencias de la creencia arcaica de que el varón no era responsable de la procreación, creencia que siguió muchos siglos vigente en pueblos primitivos. Manifiesta al respecto Cristina Frade(1996): “Algunos investigadores siguen creyendo que el hombre de la Edad de Piedra no asociaba el sexo con lo que podía llegar nueve meses más tarde”.
Leemos en la Enciclopedia Espasa (1988): “el sociólogo escocés (Mac Lennan) parte del supuesto de que la incertidumbre de la paternidad fue lo único que determinó la fase matriarcal”.
Todd cita algunos ejemplos de pueblos que desconocen la intervención del varón en el acto de la generación”.
Los Bellonais de las isla Salomón, según narra Burguiére (1988): ” ignoraban, hasta la llegada de los misioneros en 1838, la relación entre copulación y procreación. Si una mujer casada quedaba embarazada, ello no se debía a que hubiera mantenido relaciones sexuales con su marido, sino a que los dioses y los antepasados del patrilineaje de su esposo estaban satisfechos con dicha alianza y le daban descendencia”.
Precisamente el poder que tenía la mujer cuando en el matriarcado formaba una fuerte unidad económica y muy poderosa con sus hijos (la familia era matricéntrica), fue lo que motivó que los varones le quitasen la independencia e inventasen el matrimonio y la familia patriarcal; pero esto ocurrió en época en que nuestros ancestros se alimentaban ya de los productos vegetales de la agricultura y de la carne procedente de animales domesticados.
En relación a ello, Campbell (1991) afirma: “Sin duda, en las primeras edades de la historia humana el milagro y la fuerza mágica de la mujer fue una maravilla no menor que el universo mismo, y esto dio a la mujer un poder prodigioso, y una de las preocupaciones principales de la parte masculina de la población ha sido destruirlo, controlarlo y emplearlo para sus propios fines”.

Reitera Pirenne (1982): “la formación de la familia patriarcal ha cambiado profundamente las ideas sociales”.
Y Mayr (1989): ” la familia natural y la «comunidad» matriarcal queda reemplazada por la «sociedad», del mismo modo que el politeísmo anterior y el panteísmo matriarcal quedan subsumidos en el monarquismo y el monoteísmo propios del Estado”.

LOS PRODUCTOS DE LA RECOLECCIÓN ERAN CRUCIALES PARA ALIMENTARSE EN LA PREHISTORIA

Tampoco han estado acertados al imaginar que la alimentación de los primitivos grupos humanos fuese tan dependiente de los productos de la caza. Y existen numerosas evidencias de que para las poblaciones arcaicas de cazadores-recolectores, la carne no era tan importante y que en la Prehistoria se alimentaban de manera muy variada.
Lo confirma LichardusJan Marion (1987) cuando manifiestan que: “… la alimentación cárnica no pudo desempeñar un papel tan importante como a veces se pretende.” Y refiere Olivia Harris (1979) (pues): “…se ha demostrado que la dentición de los homínidos ancestrales -como la nuestra- es más apropiada para moler y no para punzar, desgarrar o mascar carne”.
Diferentes estudios han puesto de manifiesto que en realidad la mayoría de los alimentos provenían de la recolección, tarea femenina. Como dice Llul Sanahuja (1994): “En la sociedad paleolítica, las mujeres tuvieron un importante papel en la alimentación del grupo, puesto que, al parecer, fueron ellas las que lo abastecieron de productos procedentes de la recolección…”.

Sally Linton, en 1971, es la primera antropóloga, que…, propone un modelo contrapuesto al anterior, el modelo recolector. Son las homínidas las que recolectaron, las que inventaron los primeros instrumentos (palos cavadores y contenedores para transportar los productos vegetales y las crías) y las que, en principio, compartieron la comida con sus crías”.

Estos estudios han sido complementados con los datos brindados por los estudios de las economías mixtas, de las poblaciones actuales primitivas de cazadores-recolectores. Como los encontrados por Lee en los bosquimanos Kung de Botswana del áspero desierto de Kalahari en Suráfrica, que se comparan con las de los cazadores-recolectores paleolíticas, para poder deducir lo que debió ser con anterioridad. Nathan(1987): dice: “El trabajo de Richard Lee … ha ayudado a destruir algunos estereotipos sobre los grupos de cazadores y recolectores…”.
Y, más adelante, considera que: “… apoyan la teoría de que la carne y la caza no son tan importantes en el proceso de hominización”. Ya que la carne sólo constituye una tercera parte de la dieta de los actuales cazadores. Y, además, aduce: “… el sector femenino de la mano de obra era el único verdaderamente productor de calorías. Los hombres cazan y a veces vuelven con carne de animales grandes; éste es un alimento muy apreciado, pero de hecho no constituye más que una tercera parte del total del consumo de calorías”.
EN LA PREHISTORIA LA CAZA NO ERA TAREA EXCLUSIVA DE VARONES: CAZABAN AMBOS SEXOS


También resulta ser falso el hecho que indica que en la Prehistoria los varones cazaban y las mujeres cocinaban lo traído por su esposo. Este estereotipo es típico del androcentrismo (en palabras de Victoria Sau: enfoque unilateral que toma al varón/hombre como medida de todas las cosas) de algunos historiadores que han extendido la creencia de que era ejecutada exclusivamente por los varones, distorsionando la participación real femenina y cooperativa, ya que toda la banda cazaba y viajaba junta, como lo creía Gordon Childe y otros posteriores eminentes historiadores.
Y confirmada por diferentes manifestaciones plásticas de muchos lugares distintos que presentan a mujeres cazadoras. Algunos ejemplos son las pinturas de escenas de caza prehistóricas: cazadoras capsienses de África del sur, de Damaraland y de Bramberg/Brandbers, pintada hace más de 6.000 años y las de la costa levantina española de alrededor del año 5.000 adne (antes denuestra era).
PINTURAS CON “ESCENAS DE CAZA” NO TENÍAN FINALIDAD PROPICIAR LA CAZA
También respecto a la creencia, ampliamente divulgada, de que las obras de arte arcaicas con escenas de caza, tuviesen la finalidad de propiciar la caza de animales que servirían de alimento, ha resultado ser falsa. Leroi-Gourhan (1983) ya discrepaba de tal interpretación cuando hace 50 años se preguntaba por qué, si se creía que la pintura de animales propiciaba la caza, no coincidían los restos de animales comidos con los pintados. Y, así, se preguntaba: “¿por qué no hay más que una única representación del reno en Lascaux, mientras que está presente con exclusividad entre los restos óseos, restos de comidas que cubrían el suelo de la cueva?” Tras estudiar gran número de yacimientos comprobó que los restos de huesos de animales comidos hallados, no eran los representados en ninguna de las obras de arte en las que aparecían escenas de caza.
O sea, que el estudio de las manifestaciones artísticas con escenas de caza, realizadas por nuestros ancestros de la Prehistoria, junto con el estudio de los restos de comida, no verifica la interpretación de que la finalidad de las obras de arte con escenas de caza fuera propiciar la caza.
De manera que los hallazgos científicos evidencian que las obras de arte con escenas de caza no reflejan “escenas de la vida cotidiana”: no se comía los animales representados en las escenas de caza. Y además fueron realizadas por pueblos recolectores o agricultores (no fueron realizados por pueblos cazadores), en los que no tenía importancia la caza para alimentarse.
METÁFORAS ASTRONÓMICAS
Tampoco en la forma en que estaban reunidas un grupo de estrellas, nuestros ancestros asociaron, sin más, a la figura de un bisonte. Ni la representación artística de una “escena de caza” pretendía cazar bisontes. En realidad todo fue mucho más complicado.
Las escenas tenían una finalidad simbólica, no literal. Y tenía una finalidad astronómica-climática.
Nuestros ancestros veían cómo se movían las estrellas, reunidas en constelaciones a lo largo de cada noche y del año. Y la forma en que de manera cíclica unas se iban ocultando por el horizonte oeste y no volvían a aparecer hasta pasados unos meses por el horizonte este. También observaron cómo se sucedían los fenómenos climáticos: lluvia, heladas, florecimiento de la vegetación, frutos, sequía, … Y asociaron las constelaciones con los fenómenos, y realizaron obras de arte con metáforas al respecto.
De forma que los motivos de gran parte de las obras de arte arcaicas (que pueden formarla figuras humanas, animales, antropozoomorfos, motivos abstractos, objetos, dibujos geométricos, etc.) tienen un significado astronómico, es decir, reflejan constelaciones con nombres humanos, de animales, de antropozoomorfas, o de objetos.
Así como los fenómenos coincidentes, benéficos o maléficos, para el crecimiento de la vegetación. Pero lo reflejan con metáforas formales o metáforas funcionales o metáforas semántica, etc.
Por lo que, según mi hipótesis, cualquiera de las imágenes de cazadoras que acompañan este artículo, no fueron realizadas para propiciar la caza de animales que iban a servir de alimentos, sino para asegurar que, coincidente con las constelaciones cíclicas que reflejan metafóricamente, apareciesen los fenómenos esperados, y que se creían eran enviados por la Divinidad que estaba al frente del mundo.
Y, por tanto, las obras de arte de “escenas de caza” intentaban propiciar la abundancia vegetal, en época en la que nuestros ancestros se alimentaban de la agricultura.
DIOSAS Y MUJERES SACERDOTISAS / MAGAS: SUS REPRESENTANTES / VICARIAS EN LA TIERRA

Tampoco el imaginar que en época prehistórica un varón “rezase” al Dios de la caza o realizase el ritual propiciatorio, se atiene a la realidad. Resulta que durante los últimos 40.000 años de la Prehistoria humana, según evidencias arqueológicas, sólo se rendía culto al Principio femenino: por lo tanto sólo se le “rezaría” a la Diosa.
Las obras de representaciones humanas, legadas durante este período por nuestros ancestros, son exclusivamente femeninas: imagen de la más antigua Diosa que adoró la humanidad. Así que en la Prehistoria los varones no podían rezar al “Dios de la caza” sino a la Diosa: Diosa Madre Naturaleza, a la que creían responsable de todos los fenómenos.
Posteriormente, tras la revolución patriarcal, se le quitó el trono. Respecto a ello, manifiesta Mayr en la obra citada (1989): “La religión, el culto de Demeter, se transmuta en el culto de Atenas, así como los misterios dionisíacos en apolíneos. A pesar de todo quedan restos matriarcales, desvalorizados ahora como negativos: y, así, desde el nuevo punto de vista patriarcal, lo ctónico o terráceo, lo femenino y lo demoníaco quedan estigmatizados. Así como los titanes son destronados por el Olimpo, así también el Racionalismo continuará esta destronización de los dioses paganos (Magna Mater Deum), en la Gran Madre de los demonios…”.
Y dice de las Diosas Ninfas y Nereidas: “Se trata de figuraciones femeninas de la Gran Madre que en la religión olímpica del periodo hemético se representan como hijas de Zeus, si bien su genealogía es obviamente matriarcal: son hijas de Gaia, la Madre Tierra, y así lo reafirma su relación con …”.
Asimismo, tampoco sería el varón el que “rezase” o implorase a la Divinidad, que enviase suficientes alimentos. En principio, dado que era la mujer quien proporcionaba el alimento a sus hijos, sería ella la que buscaría el medio de asegurarlo. Por lo que ella sería la que imploraría a la Diosa Madre Naturaleza que no la abandonara.
Igualmente, dado que en esta etapa, quienes estaban encargadas del culto a la Diosa eran sus representantes mujeres, sólo había sacerdotisas, sólo ellas serían las que realizarían los rituales propiciatorios a la Diosa para hacerle llegar las peticiones de los fieles. Sólo ellas eran sus intermediarias.
Afirma Pomeroy (1987) de las sacerdotisas a principios de los tiempos históricos: “Los cultos femeninos eran supervivencias de un período matriarcal cuando toda la religión estaba en manos de mujeres”.
Y dado que en esta etapa se alimentaban de la recolección y de la caza de animales herbívoros, con las representaciones artísticas, se pediría a la Diosa que enviase los fenómenos favorecedores del crecimiento de la vegetación, alimento básico tanto de los seres humanos que se alimentaban de la recolección, como de los animales susceptibles de ser cazados (herbívoros), para que así engordasen y se multiplicasen.
BIBLIOGRAFÍA
Burguiere, A. (Bajo la dirección de) (1988): Historia de la Familia. Tomo I. Alianza Editorial, S. A., Madrid.
Campbell, J. (1991): Las Máscaras de Dios: Mitología primitiva. Alianza Editorial, S. A., Madrid.
Frade, C. (1996): Miles de años de sexo. Periódico El Mundo, Madrid, 15-12-96.
Harris, O. y Young, K. (Compilado por). (1979): Antropología y feminismo. Introducción. Editorial Anagrama, Barcelona.
Leroi-Gourhan (1983): Los primeros artistas de Europa. Colección Las Huellas del Hombre, dirigida por Enmanuel Anati. Ediciones Encuentro, Madrid.
Lichardus, J. y M. (1987): La protohistoria de Europa. Editorial Labor, S. A., Barcelona.
Llull, V. y Sanahuja, E. (1994): Historia de España. Prehistoria y Edad Antigua. Tomo 1. Instituto Gallach de Librería y Ediciones Océano – Instituto Gallach, Barcelona.
Mayr, F. K. y Ortíz-Osés, A. (1989): La mitología occidental. Editorial Anthropos, Barcelona.
Nathan, M. (1987): La crisis alimentaria de la prehistoria. Alianza Editorial, S. A., Madrid.
Pirenne (1982): Historia del Antiguo Egipto. Volumen I. Ediciones Océano-Éxito, S. A., Barcelona.
Pomeroy (1987): Diosas, Rameras, Esposas y Esclavas. Ediciones Akal, S. A., Torrejón de Ardoz, Madrid.
por Francisca Martín-Cano Abreu

miércoles, 29 de julio de 2009

¿POR QUÉ COMENCÉ A USAR LA COPA MENSTRUAL?


Y como lo prometido es deuda comienzo con mi introducción al mundo de la copa menstrual.
Hace un año aproximadamente que dejé de usar tampones para pasarme a la copa menstrual, en un principio no sabía muy bien cual escoger y finalmente opté por la copa Meluna porque me atraían sus colores y su diseño en múltiples tallas, además de su precio.



¿Por qué usar la copa menstrual ? infórmate aquí




¿Cómo conocí la copa menstrual?
Hace ya unos ocho años en un blog sobre trekking y acampada, cuando todavía las únicas opciones disponibles eran la Keeper y la Divacup, a pesar de que el artilugio me atraía porque decían que podías utilizarla durante 12 horas (algo impensable con los tampones y mi flujo torrencial) nunca me atreví a dar el paso. En parte porque por aquel entonces no se hablaba tanto de ella, como porque las opciones disponibles eran escasas y tenías que pedirla por internet a EEUU sí o sí.
Sin embargo con el paso del tiempo su popularidad fue creciendo, fueron apareciendo nuevas marcas, haciéndose el mercado más competitivo y las copas menstruales fueron ganándose un lugar en las estanterías de ciertas tiendas de productos ecológicos y sexshops. En un paseo por una tienda de productos ecológicos que frecuento me encontré una Divacup, ese producto hasta entonces etéreo se había materializado. En la caja se veía bonita, pero grande, muy grande. Pensé que debía resultar incómoda por su tamaño, y aunque pudiese llevarla durante 12 horas ¿de verdad merecía la pena gastarse 36€ si después me iba a molestar? Sin embargo ese primer encuentro cara a cara despertó mi curiosidad y comencé a investigar sobre las diferentes copas que había en el mercado.

¿Qué me resultaba atrayente de la copa menstrual?
Soy una mujer con reglas muy abundantes acompañadas de muchos y grandes coágulos en las cuales un tampón o.b. super plus no me duraba ni dos horas y tenía que tener siempre una compresa como protección extra para los coágulos que no eran absorbidos por el tampón y se escurrían y para las fugas que siempre ocurrían. A mí las compresas me resultaban odiosas pero imprescindibles pues mi trabajo no me permite tener un baño a mano cada hora y media y los coágulos siempre se escapaban al tampón. Además las primeras noches siempre tenía que programar el despertador para levantarme y cambiar mi tampón, si no quería que mi cama se asemejase a la matanza de Texas cuando me levantase por la mañana. La copa ofrecía 12 horas de protección interna, lo cual llamó mi atención desde un primer momento. Luego aparte de su duración me sedujo que no está relacionada con el síndrome del shock tóxico y que es reutilizable. Esto último tiene ventajas para el medioambiente y también para mi bolsillo: adiós a gastarse todos los meses 10€ en tampones y compresas.




¿Cómo decidí que marca comprar? 
Básicamente la información recogida de internet, pues entre mi círculo de amistades nadie había usado la copa ni se sentían especialmente atraídos por ella. Os comento ahora que páginas me ayudaron más y me guiaron en el proceso.  
 Dos foros dedicados a ellos me resultaron de especial interés, pues en ellos auténticas usuarias cuentan sus aventuras e infortunios con el uso de la copa. Os dejo aquí los links y os recomiendo los visitéis si estáis pensando en dar el salto a la copa.
El primero es menstrual_cups.livejournal.com  Es un foro en inglés, pero es sin lugar a dudas el más completo que os podáis encontrar. Si repasáis las entradas ya publicadas podréis encontrar información sobre casi cualquier copa que haya en el mercado, tenéis tablas que os ayudan a elegir la copa que más se adaptará a ti según tu flujo, altura a la que se encuentre tu cérvix, sensibilidad de la pared vaginal, etc. Y muchísimas opiniones de usuarias, con lo que más les gusta de cada copa o los problemas que le encuentran.
Y el segundo es easycup.fr Una página web francesa en la cual unas mujeres dedicadísimas se dedican a realizar reviews de todas las copas que llegan a sus manos, cuenta además con información histórica sobre la copa menstrual, consejos sobre como cuidarla, sobre su uso, etc. Y como no cuenta también con un foro muy semejante al de livejournal, aunque yo prefiero el primero.
Aunque estas fueron mis principales fuentes de información a la hora de ver que copa me iba a comprar también encontré otras páginas que me resultaron de interés. Os las nombro a continuación porque también se merecen una visita.
Este link http://www.elenapachamama.com/2010/09/comparativa-de-cinco-copas-menstruales.html os llevará a uno de los pocos blogs en español en los cuales se comparan copas menstruales. Hay muchas opiniones de blogueras sobre copas menstruales (la que ellas utilizan) pero muy pocas que comparen diferentes marcas.
Esta es la página de una chica estadounidense llamada Melissa que habla sobre sus experiencias con diferentes copas que hay en el mercado, incluye además descripciones de otras copas que todavía no ha probado. http://menstrualcupinfo.wordpress.com/tag/zanashop/
Y por último un blog del estilo del último escrito por una mujer australiana conocida como Obsidian Star, que además diseña compresas de tela: http://menstrualcups.wordpress.com/category/comparisons/
Con la información recogida de estos sitios y mi presupuesto un tanto escaso opté por una copa Meluna pues era la más económica que podía encontrar; aunque he de decir que en muchas ocasiones Fleurcup tiene ofertas de 2x1 y puedes conseguir dos copas por 19.99€ y que una nueva copa italiana, NaturalMamma, ha salido al mercado con un precio todavía más competitivo.



¿Cómo compré mi copa? 
Para comprar mi copa Meluna opté por pedirla directamente al fabricante a Alemania, a través de su página web, pues era uno de los vendedores que ofrecía los precios más bajos en esta marca (algo obvio si pensamos que no hay intermediarios) y me daba más confianza pedirla directamente al fabricante por si surgía algún problema. Por si hay alguna interesada podéis visitar su página en www.meluna.eu
Hay también una página de  Meluna España aunque sus precios son más elevados que los de la página madre y las opciones de estilo de copa, rabito y colores son más limitados. Pero en caso de que prefiráis comprar en España y poder comunicaros con los vendedores en español os dejo el link: www.copameluna.com
También os recomiendo que echéis un vistazo a esta página inglesa: femininewear.co.uk. Pertenece a una mujer llamada Teresa que redistribuye copas y compresas de tela; sus precios son fantásticos, incluso más bajos que los del propio fabricante. Al principio esta opción no me resultaba muy atrayente pues había intermediarios, pero más tarde tuve la oportunidad de realizar una transacción con ella y el trato y el servicio son impecables. Os animo a visitar su página y comprar sus productos, ¡no os defraudará!
Y para los más escépticos que necesiten ver el producto antes de comprarlo hay en la actualidad muchas tiendas de productos ecológicos, sexshops e incluso alguna farmacia que ya ofrecen el producto. 
En próximas entradas cuento mi experiencia comprando en MeLuna, y como me fue con la copa MeLuna S Classic y con la MeLuna Classic M.


ACTUALIZADO EN ENERO DEL 2017

viernes, 12 de junio de 2009