Por Daniel Bellaco
Los trabajadores, en su mayoría mujeres, de la fábricas textiles de Etiopía trabajan por 26$ al mes para primeras marcas occidentales como Calvin Klein, H & M y Guess, cobrando los salarios más bajos del mundo.
“Es el mercado amigo”, como diría aquel. Los niveles de miseria humana que ha alcanzado el capitalismo siguen batiendo récords cada día.
Los trabajadores, en su mayoría mujeres, de la fábricas textiles de Etiopía trabajan por 26$ al mes para primeras marcas occidentales como Calvin Klein, H & M y Guess, cobrando los salarios más bajos del mundo.
Un informe publicado el pasado 7 de mayo refleja la crueldad del capitalismo salvaje y la globalización donde grandes multinacionales explotan a personas del tercer mundo y sacando enormes beneficios.
Ciertos poderes han decidido que Etiopía sea el principal centro de manufactura de África donde podrán pagar un tercio de los indignantes sueldos que cobran las trabajadoras de Bangladesh o la India, donde cobraban 11 céntimos de euro a la hora.
El informe del Centro Stern para Negocios e Industria sobre derechos humanos de la Universidad de Nueva York está titulado: “Hecho en Etiopía: los desafíos de la nueva frontera de la industria de la confección”.
De esta forma el país africano pasa a ser la joya de la corona de la explotación laboral y la esclavitud encubierta superando a Bangladesh, donde se cobra 95$ al mes, Kenia 207$ o China 307$.
“En lugar de la mano de obra dócil y barata promovida en Etiopía, los proveedores con sede en el extranjero se han reunido con empleados que no están contentos con su salario y sus condiciones de vida y que quieren protestar cada vez más deteniendo el trabajo. O incluso renunciando” afirma el subdirector del centro, Paul Barrett.
“En su afán por crear una marca “Hecho en Etiopía”, el gobierno, las marcas globales y los fabricantes extranjeros no previeron que el salario base fuera simplemente demasiado bajo para que los trabajadores pudieran vivir.”
El estudio refleja que estas mujeres, que son la mayoría, y muchas de ellas niñas, intentan soportar esta situación de terrible explotación laboral silenciado por los medios del establishment.
El estudio analizó el Parque Industrial Hawassa (Sur), uno de los cinco centros industriales inaugurados por el gobierno etíope desde 2014, donde son explotadas 25,000 personas y donde se fabrican ropas para marcas de todo el mundo. Dentro de unos años, esta cifra alcanzará a 60.000 personas sumándose empresas chinas, indias o de Sri Lanka a este centro de producción textil.
Para colmo, estas fábricas reemplazan a todos los trabajadores cada doce meses, impidiendo así las huelgas.
Con 105 millones de habitantes, Etiopía es el segundo país más poblado de África. La mayoría de su población vive de la agricultura y luchan contra el hambre y la sequía.
El Centro Stern hace un llamamiento al gobierno etíope para que se enfrente a las multinacionales introduciendo un salario mínimo y desarrolle un plan económico a largo plazo para fortalecer la industria de la confección.
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