Un miércoles 7 de diciembre falleció Abigail, una niña de 7 años que conoció la muerte de la mano de su progenitor y su madrastra. Una niña que el único afecto que conoció de su padre y su madrastra, fueron los golpes que llevaron a la muerta. Ahora Abigail se convierte un numero mas dentro de las cifras de infanticidio en Bolivia, 34 infanticidios en los que va del año 2016. Mostrando así que la violencia ejercida hacia los niños/as y adolescentes aumento a razón de 7% el 2016(Defensorio Nacional). sumando así a los datos mundiales, según UNICEF 6 de cada 10 niños en el mundo sufren maltrato físico y cada 5 minutos muere un niño/a a causa de la violencia.
El caso de la niña Abigail según los medios "abandonada por su madre" y obligada a convivir con el padre biológico y su madrastra que la llevaron a la muerte, conmociono la opinión publica dentro del estado boliviano, gracias a la repetición neurótica de la noticia en los canales de televisión y las redes sociales, haciendo así apología al sensasionalismo. Pero ¿Por qué estos hechos nos golpean nuestra sensibilidad más que otros, más que los crímenes contra personas adultas? El hecho que sean sean menores agrava la atrocidad, indignación ya que los menores en casi todas las culturas del mundo son seres a proteger, a acompañar, a cuidar. Y bien ¿Quienes son los responsables de cuidar y velar el bienestar de los niño/as? ¿Quien tiene mayor potestad sobre los niños/as?¿Es el padre o la madre quien tiene un mayor grado de responsabilidad sobre los niños/as?¿Que es el instinto maternal?¿Que es el instinto paternal?...¿Cómo es la maternidad en una vida atravesada por múltiples violencias? ¿Qué pasa cuando ser mamá no es una elección?.
Para responder a todas estas preguntas, es fundamental empezar por el origen de la familia y la división sexual del trabajo. Como bien lo dice Engels, la división sexual del trabajo no basada en la complementariedad, aparto a la mujer por cuestiones físicas y/o biológicas de la producción y la relego al ámbito doméstico. Paralelamente, la aparición de la propiedad privada y el aumento de la riqueza en manos de los hombres habrían acabado forzando la transformación de las relaciones sexuales tradicionales, sin restricciones importantes y centradas en la mujer como reproductora, y la aparición de la “familia patriarcal” (y posteriormente de la familia nuclear). De esta manera, la familia tal y como la entendemos hoy en día “no aparece de ninguna manera en la historia como un acuerdo entre el hombre y la mujer”, sino que es el resultado de un “conflicto entre los sexos” y de la “gran derrota histórica del sexo femenino en todo el mundo”.
Como vemos históricamente la mujeres han sido desplazas y apartadas del ámbito productivo para ser incursionadas dentro del ámbito privado, con la división sexual del trabajo las mujeres cargan con todo o a mayor parte del trabajo no remunerado (trabajo doméstico y cuidado de personas). Y dentro del cuidado de las personas; hablamos del cuidado de la descendencia del hombre, es decir de los críos/niños/menores. Cayendo sobre las mujeres la responsabilidad absoluta de la atención, crianza, cuidado y protección de sus descendientes.
Al haber caído el cuidado de lo domestico y con este el cuidado de los hijos sobre las mujeres, con el pasar de los años se fue formando conceptos utópicos de las familias perfectas; donde se pone como figuras idolatras al padre y la madre. donde la figura paterna es el responsable de la estabilidad económica de la familia y jefe del hogar; y la figura materna como una abnegada madre devota a cuidado de los hijos y el marido. Creándose así los famosos estereotipos de genero, dentro la familia.Poco a poco con la intromisión de la iglesia Católica-cristiana se fue introduciendo también el mito del instinto maternal, como control social sobre las mujeres.
En este sentido el mito/concepto del instinto materno viene emparejado con las problematicas del aborto y la no maternidad. Donde según los estado y las iglesias, la verdadera mujer va asociada a la maternidad y el control sobre el cuerpo y la subjetividad de las mujeres se produce en el seno de un sistema patriarcal (término resignificado por Kate Millet.
Donde la maternidad, tal como la concebimos en el siglo XXI, se encarga de mantener el orden social- heterosexual y legitima la “esencia” femenina que completa a las mujeres. Dentro de una construcción cultural multideterminada que se organiza a través de normas. Las cuales se establecen de acuerdo a las necesidades de los grupos sociales y se enmarcan en una época definida de su historia.En la antigüedad la palabra “maternidad” no aparecía ni en latín ni en griego, la función estaba presente en las mitologías, pero no era un objeto de atención ni para los filósofos, ni para los médicos. También en este período y en la baja edad media, la prioridad se colocaba en la renovación de los grupos sociales. La manera de compensar la elevada mortalidad era teniendo muchos hijos. En el siglo XII surge el término “maternitas” utilizado por parte de los clérigos para caracterizar la función de la Iglesia, como forma de reconocer una dimensión espiritual de la maternidad, sin dejar de lado la maternidad carnal de Eva. Así es que, el papel educativo de la madre va tomando forma. En la ilustración, ambas maternidades (la carnal y la espiritual) se aproximan, comienza así el modelo terrenal de la “buena madre”, sumisa del padre aunque valorizada por la crianza de sus niños. Se empieza a manejar la idea de amor materno como imprescindible para la cría, se va perfilando así como un valor de la civilización, diferenciándose asimismo, las tareas entre el padre y la madre, en lo que atañe a la educación de sus hijos. “La glorificación del amor materno se desarrolló durante todo el siglo XIX".
Así que en el último tercio del siglo XVIII se producen cambios en las mentalidades: la imagen de la madre, de su función y de su importancia, se transforman. Es a partir de 1760 que predominan las publicaciones que aconsejan a las madres ocuparse personalmente de sus hijos, y les ordenan que les den pecho. “Le crean a la mujer la obligación de ser ante todo madre, y engendran un mito que doscientos años más tarde seguiría más vivo que nunca: el mito del instinto maternal, del amor espontáneo de toda madre hacia su hijo”.
Como vemos en la historia, el control del cuerpo de las mujeres y la subjetividad se produce dentro del seno de un sistema patriarcal. Pero que pasa con el otro lado de la moneda, en ningún momento de la historia se hablo del instinto paternal ni de sus obligaciones (que no sean económicas y de dominación sobre la familia) y mucho menos de un amor espontaneo de todo padre a su hijo. Al padre/progenitor se le ha relegado de sus obligaciones para con sus críos, para ocupar un puesto de privilegio dentro la vida publica.Ahora bien, con el surgimiento de la familia como propiedad privada y del famoso mito del instinto materno, surge también de manera paralela las relaciones de jerarquía y dominación dentro de la familia, posicionando al varón como jefe de la familia, la madre como cuidadora de la familia y los niños como descendencia del varón dentro de la familia. Por esta jerarquía dentro de la familia, empieza de manera paulatina los actos de violencia ejercidos por parte del varón hacia la mujer/madre de sus hijos e hijos. Ejerciendo el varón un papel de autoridad, con la potestad de corregir el comportamiento/actos/desobediencia/rebeldía de la mujer y los hijos dentro de la familia. Lo que mas adelante dará, el surgimiento del concepto de violencia intrafamiliar.
¿Y QUE PASO CON LAS QUE NO QUIEREN SER MADRES?
En la actualidad, sigue imperando en general una idealización absoluta del amor maternal. En el mundo occidental se han roto muchos tópicos sobre el comportamiento de las mujeres, pero cuando hablamos de maternidad siguen muy vivos algunos clichés. El patriarcado ha instaurado tradicionalmente la imagen de la madre ideal, dulce, tierna, cuidadora, abnegada y que nunca se queja, entregada siempre en cuerpo y alma a sus hijos porque dentro del patriarcado la autoridad corresponde al padre y bajo sus órdenes están por igual tanto los hijos como la esposa.
A lo largo de la historia miles de mujeres han sido tomadas ala fuerzas, entregadas, a sus maridos, parejas a la fuerza, a través de pactos familiares, violaciones, compensaciones y botines de guerra. Ogligadas a parir y criar hijos no deseados de sus abusadores. Las que se opusieron y resistieron, fueron perseguidas, quemadas y asesinadas.
Miles de mujeres a través de sus resistencia optaron por abortos clandestinos para no asumir maternidades obligatorias. En la actualidad el mismo sistema patriarcal sigue teniendo dominación sobre los cuerpos de las mujeres, su sexualidad y su maternidad. Así mismo en la actualidad existe un gran porcentaje de mujeres que no quieren renunciar a su modo de vida. Porque no somos maquinas reproductoras, destinadas a parir y parir cuantos hijos les venga en gana al sistemas.
el que hecho que las mujeres no queramos tener hijos, no significa que somos unas desalmadas, insensibles, incompletas todo lo contrario muchas no madres; son mucho mas sensibles, cariñosas, defectuosas, felices, seguras, tranquilas, responsables completas. Es preciso también comprender que la obra de una mujer sin hijos brinda hacia el mundo no es“un premio consuelo”, un “sustituto” de la familia no constituida, una “sublimación” del instinto materno. Eso que esa mujer realiza no son sus “hijos del espíritu”, no nos engañemos. Cuando un hombre sin hijos crea obras hacia el mundo nadie cataloga su quehacer como sustituto, sublimación ni premio consuelo. Es su obra, no sus “hijos del espíritu” verdad!. La obra de una mujer hacia el mundo es, así de simple: su obra, lisa y llanamente, como lo es la de un hombre.
¿COMO ES LA MATERNIDAD EN UNA VIDA ATRAVESADA POR MÚLTIPLES VIOLENCIAS?
Y bien que pasa, con las madres, que vienen de una historia cargada de violencia?. Que vienen de un linaje materno sumergido en la violencia desde la abuela, madre, hermanas e hijas?. Retomando el caso de la niña Abigailhttp://www.redbolivision.tv.bo/actualidad/detienen-a-la-madre-de-abigail-22038, cuya madre según la prensa "abandono a su hija con su padre" ahora es enviada a la carcel por la muerte de su hija, acaso la madre no viene de una historia de violencia múltiples por parte de su ex pareja y padre de su hijas?. como es que la violencia se naturalizo tanto dentro del seno familiar de la familia boliviana. Esta tan enraizado en nuestra identidad cultural asumir la violencia ejercida por parte de los maridos, compañeros asía su mujer e hijos, que nadie quiere tocar el temas, porque se trata de un tema "privado de familia". Y porque nos tomamos la potestad de juzgar a la madre de abigail y calificarla de mala madre, sin conocer su pasado e historia.y que pasa con el padre? acaso no era responsabilidad del padre cuidar y velar por el bienestar de la niña también?donde quedo el instinto paternal del progenitor para con su niña?. Como hemos visto en este pequeño análisis del instinto maternal y paternal, de la familia y la división sexual del trabajo, a los padres se los a relevado de sus obligaciones paternas afectivas para con sus hijos. Dejando de esta manera toda responsabilidad a la madre.
Pero que pasa cuando el padre abandona a sus hijos con la madre? Acaso eso no es un hecho de OMISIÓN para con los hijos? Porque no cae el mismo peso de la ley, con los padres que abandonan a sus hijos? Y porque no causa el mismo grado de indignación y sensibilización el abandono de un padre, que el de una madre?. son preguntas que la sociedad boliviana no quiere responder, que no quiere reconocer el problema estructural de la violencia patriarcal enraizada en nuestra sociedad machista, emcabezada por un presidente que considera a las mujeres seres inferiores y terminando en policías violadores encubridores de la impunidad.
Pero como sociedad, nos tomamos el derecho de juzgar y pedir condena para una madre, que aparte de perder a su hija, tubo que vivir bajo amenazas de muerte, violencia multiple, agresiones físicas constantes y la mirada acosadora de una sociedad que condena las mujeres de bajos recursos, a vivir bajo el manto paternal de una familia nuclear.
Así que mientras debatimos y nos indignamos en las redes sociales, hechos parecidos o peores al de la pequeña Abigail, permanecen invisibles ante la doble moral de nuestra sociedad boliviana.
http://www.eldeber.com.bo/bolivia/juez-envia-carcel-madre-nina.html
http://www.paginasiete.bo/seguridad/2016/12/8/madre-biologica-abigail-enviada-carcel-119704.html
http://www.opinion.com.bo/opinion/articulos/2016/1207/noticias.php?id=206458
http://tierraplus.com.bo/Bolivia/Seguridad/Polica-y-Fiscala-aprehenden-a-madre-biolgica-de-Abigal
El caso de la niña Abigail según los medios "abandonada por su madre" y obligada a convivir con el padre biológico y su madrastra que la llevaron a la muerte, conmociono la opinión publica dentro del estado boliviano, gracias a la repetición neurótica de la noticia en los canales de televisión y las redes sociales, haciendo así apología al sensasionalismo. Pero ¿Por qué estos hechos nos golpean nuestra sensibilidad más que otros, más que los crímenes contra personas adultas? El hecho que sean sean menores agrava la atrocidad, indignación ya que los menores en casi todas las culturas del mundo son seres a proteger, a acompañar, a cuidar. Y bien ¿Quienes son los responsables de cuidar y velar el bienestar de los niño/as? ¿Quien tiene mayor potestad sobre los niños/as?¿Es el padre o la madre quien tiene un mayor grado de responsabilidad sobre los niños/as?¿Que es el instinto maternal?¿Que es el instinto paternal?...¿Cómo es la maternidad en una vida atravesada por múltiples violencias? ¿Qué pasa cuando ser mamá no es una elección?.
Para responder a todas estas preguntas, es fundamental empezar por el origen de la familia y la división sexual del trabajo. Como bien lo dice Engels, la división sexual del trabajo no basada en la complementariedad, aparto a la mujer por cuestiones físicas y/o biológicas de la producción y la relego al ámbito doméstico. Paralelamente, la aparición de la propiedad privada y el aumento de la riqueza en manos de los hombres habrían acabado forzando la transformación de las relaciones sexuales tradicionales, sin restricciones importantes y centradas en la mujer como reproductora, y la aparición de la “familia patriarcal” (y posteriormente de la familia nuclear). De esta manera, la familia tal y como la entendemos hoy en día “no aparece de ninguna manera en la historia como un acuerdo entre el hombre y la mujer”, sino que es el resultado de un “conflicto entre los sexos” y de la “gran derrota histórica del sexo femenino en todo el mundo”.
Como vemos históricamente la mujeres han sido desplazas y apartadas del ámbito productivo para ser incursionadas dentro del ámbito privado, con la división sexual del trabajo las mujeres cargan con todo o a mayor parte del trabajo no remunerado (trabajo doméstico y cuidado de personas). Y dentro del cuidado de las personas; hablamos del cuidado de la descendencia del hombre, es decir de los críos/niños/menores. Cayendo sobre las mujeres la responsabilidad absoluta de la atención, crianza, cuidado y protección de sus descendientes.
Al haber caído el cuidado de lo domestico y con este el cuidado de los hijos sobre las mujeres, con el pasar de los años se fue formando conceptos utópicos de las familias perfectas; donde se pone como figuras idolatras al padre y la madre. donde la figura paterna es el responsable de la estabilidad económica de la familia y jefe del hogar; y la figura materna como una abnegada madre devota a cuidado de los hijos y el marido. Creándose así los famosos estereotipos de genero, dentro la familia.Poco a poco con la intromisión de la iglesia Católica-cristiana se fue introduciendo también el mito del instinto maternal, como control social sobre las mujeres.
En este sentido el mito/concepto del instinto materno viene emparejado con las problematicas del aborto y la no maternidad. Donde según los estado y las iglesias, la verdadera mujer va asociada a la maternidad y el control sobre el cuerpo y la subjetividad de las mujeres se produce en el seno de un sistema patriarcal (término resignificado por Kate Millet.
Donde la maternidad, tal como la concebimos en el siglo XXI, se encarga de mantener el orden social- heterosexual y legitima la “esencia” femenina que completa a las mujeres. Dentro de una construcción cultural multideterminada que se organiza a través de normas. Las cuales se establecen de acuerdo a las necesidades de los grupos sociales y se enmarcan en una época definida de su historia.En la antigüedad la palabra “maternidad” no aparecía ni en latín ni en griego, la función estaba presente en las mitologías, pero no era un objeto de atención ni para los filósofos, ni para los médicos. También en este período y en la baja edad media, la prioridad se colocaba en la renovación de los grupos sociales. La manera de compensar la elevada mortalidad era teniendo muchos hijos. En el siglo XII surge el término “maternitas” utilizado por parte de los clérigos para caracterizar la función de la Iglesia, como forma de reconocer una dimensión espiritual de la maternidad, sin dejar de lado la maternidad carnal de Eva. Así es que, el papel educativo de la madre va tomando forma. En la ilustración, ambas maternidades (la carnal y la espiritual) se aproximan, comienza así el modelo terrenal de la “buena madre”, sumisa del padre aunque valorizada por la crianza de sus niños. Se empieza a manejar la idea de amor materno como imprescindible para la cría, se va perfilando así como un valor de la civilización, diferenciándose asimismo, las tareas entre el padre y la madre, en lo que atañe a la educación de sus hijos. “La glorificación del amor materno se desarrolló durante todo el siglo XIX".
Así que en el último tercio del siglo XVIII se producen cambios en las mentalidades: la imagen de la madre, de su función y de su importancia, se transforman. Es a partir de 1760 que predominan las publicaciones que aconsejan a las madres ocuparse personalmente de sus hijos, y les ordenan que les den pecho. “Le crean a la mujer la obligación de ser ante todo madre, y engendran un mito que doscientos años más tarde seguiría más vivo que nunca: el mito del instinto maternal, del amor espontáneo de toda madre hacia su hijo”.
Como vemos en la historia, el control del cuerpo de las mujeres y la subjetividad se produce dentro del seno de un sistema patriarcal. Pero que pasa con el otro lado de la moneda, en ningún momento de la historia se hablo del instinto paternal ni de sus obligaciones (que no sean económicas y de dominación sobre la familia) y mucho menos de un amor espontaneo de todo padre a su hijo. Al padre/progenitor se le ha relegado de sus obligaciones para con sus críos, para ocupar un puesto de privilegio dentro la vida publica.Ahora bien, con el surgimiento de la familia como propiedad privada y del famoso mito del instinto materno, surge también de manera paralela las relaciones de jerarquía y dominación dentro de la familia, posicionando al varón como jefe de la familia, la madre como cuidadora de la familia y los niños como descendencia del varón dentro de la familia. Por esta jerarquía dentro de la familia, empieza de manera paulatina los actos de violencia ejercidos por parte del varón hacia la mujer/madre de sus hijos e hijos. Ejerciendo el varón un papel de autoridad, con la potestad de corregir el comportamiento/actos/desobediencia/rebeldía de la mujer y los hijos dentro de la familia. Lo que mas adelante dará, el surgimiento del concepto de violencia intrafamiliar.
¿Y QUE PASO CON LAS QUE NO QUIEREN SER MADRES?
En la actualidad, sigue imperando en general una idealización absoluta del amor maternal. En el mundo occidental se han roto muchos tópicos sobre el comportamiento de las mujeres, pero cuando hablamos de maternidad siguen muy vivos algunos clichés. El patriarcado ha instaurado tradicionalmente la imagen de la madre ideal, dulce, tierna, cuidadora, abnegada y que nunca se queja, entregada siempre en cuerpo y alma a sus hijos porque dentro del patriarcado la autoridad corresponde al padre y bajo sus órdenes están por igual tanto los hijos como la esposa.
A lo largo de la historia miles de mujeres han sido tomadas ala fuerzas, entregadas, a sus maridos, parejas a la fuerza, a través de pactos familiares, violaciones, compensaciones y botines de guerra. Ogligadas a parir y criar hijos no deseados de sus abusadores. Las que se opusieron y resistieron, fueron perseguidas, quemadas y asesinadas.
Miles de mujeres a través de sus resistencia optaron por abortos clandestinos para no asumir maternidades obligatorias. En la actualidad el mismo sistema patriarcal sigue teniendo dominación sobre los cuerpos de las mujeres, su sexualidad y su maternidad. Así mismo en la actualidad existe un gran porcentaje de mujeres que no quieren renunciar a su modo de vida. Porque no somos maquinas reproductoras, destinadas a parir y parir cuantos hijos les venga en gana al sistemas.
el que hecho que las mujeres no queramos tener hijos, no significa que somos unas desalmadas, insensibles, incompletas todo lo contrario muchas no madres; son mucho mas sensibles, cariñosas, defectuosas, felices, seguras, tranquilas, responsables completas. Es preciso también comprender que la obra de una mujer sin hijos brinda hacia el mundo no es“un premio consuelo”, un “sustituto” de la familia no constituida, una “sublimación” del instinto materno. Eso que esa mujer realiza no son sus “hijos del espíritu”, no nos engañemos. Cuando un hombre sin hijos crea obras hacia el mundo nadie cataloga su quehacer como sustituto, sublimación ni premio consuelo. Es su obra, no sus “hijos del espíritu” verdad!. La obra de una mujer hacia el mundo es, así de simple: su obra, lisa y llanamente, como lo es la de un hombre.
¿COMO ES LA MATERNIDAD EN UNA VIDA ATRAVESADA POR MÚLTIPLES VIOLENCIAS?
El porcentaje de mujeres que no quieren renunciar a su modo de vida por la maternidad está creciendo. No quieren ser madres, y reconozcámoslo, no podemos reprochárselo. - See more at: http://www.pikaramagazine.com/2016/02/las-mujeres-no-quieren-ser-madres/#sthash.7axbWp3O.dpuf
El porcentaje de mujeres que no quieren renunciar a su modo de vida por la maternidad está creciendo. No quieren ser madres, y reconozcámoslo, no podemos reprochárselo. - See more at: http://www.pikaramagazine.com/2016/02/las-mujeres-no-quieren-ser-madres/#sthash.7axbWp3O.dpuf
Y bien que pasa, con las madres, que vienen de una historia cargada de violencia?. Que vienen de un linaje materno sumergido en la violencia desde la abuela, madre, hermanas e hijas?. Retomando el caso de la niña Abigailhttp://www.redbolivision.tv.bo/actualidad/detienen-a-la-madre-de-abigail-22038, cuya madre según la prensa "abandono a su hija con su padre" ahora es enviada a la carcel por la muerte de su hija, acaso la madre no viene de una historia de violencia múltiples por parte de su ex pareja y padre de su hijas?. como es que la violencia se naturalizo tanto dentro del seno familiar de la familia boliviana. Esta tan enraizado en nuestra identidad cultural asumir la violencia ejercida por parte de los maridos, compañeros asía su mujer e hijos, que nadie quiere tocar el temas, porque se trata de un tema "privado de familia". Y porque nos tomamos la potestad de juzgar a la madre de abigail y calificarla de mala madre, sin conocer su pasado e historia.y que pasa con el padre? acaso no era responsabilidad del padre cuidar y velar por el bienestar de la niña también?donde quedo el instinto paternal del progenitor para con su niña?. Como hemos visto en este pequeño análisis del instinto maternal y paternal, de la familia y la división sexual del trabajo, a los padres se los a relevado de sus obligaciones paternas afectivas para con sus hijos. Dejando de esta manera toda responsabilidad a la madre.
Pero que pasa cuando el padre abandona a sus hijos con la madre? Acaso eso no es un hecho de OMISIÓN para con los hijos? Porque no cae el mismo peso de la ley, con los padres que abandonan a sus hijos? Y porque no causa el mismo grado de indignación y sensibilización el abandono de un padre, que el de una madre?. son preguntas que la sociedad boliviana no quiere responder, que no quiere reconocer el problema estructural de la violencia patriarcal enraizada en nuestra sociedad machista, emcabezada por un presidente que considera a las mujeres seres inferiores y terminando en policías violadores encubridores de la impunidad.
Pero como sociedad, nos tomamos el derecho de juzgar y pedir condena para una madre, que aparte de perder a su hija, tubo que vivir bajo amenazas de muerte, violencia multiple, agresiones físicas constantes y la mirada acosadora de una sociedad que condena las mujeres de bajos recursos, a vivir bajo el manto paternal de una familia nuclear.
comentarios extraidos del grupo #NiunaMenosBolivia en facebook. |
http://www.eldeber.com.bo/bolivia/juez-envia-carcel-madre-nina.html
http://www.paginasiete.bo/seguridad/2016/12/8/madre-biologica-abigail-enviada-carcel-119704.html
http://www.opinion.com.bo/opinion/articulos/2016/1207/noticias.php?id=206458
http://tierraplus.com.bo/Bolivia/Seguridad/Polica-y-Fiscala-aprehenden-a-madre-biolgica-de-Abigal
FUENTE: http://lagata-criticona.blogspot.com/2016/12/las-malas-madres.html
Subido por M.C. Méndez Bejarano
Subido por M.C. Méndez Bejarano
No hay comentarios.:
Publicar un comentario