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martes, 7 de febrero de 2017

Argentina. “Hay que concientizar que la prostitución es violencia”

Por Natalia Muñiz / Resumen Latinoamericano


Una ONG santafesina pide “políticas públicas” para desnaturalizar a la prostitución, luchar contra la explotación sexual de mujeres, mujeres trans y niñas, y asistir y empoderar a las víctimas.
“La prostitución es una de las formas de violencia extrema contra las mujeres. Hay que concientizar que no es un trabajo, es violencia pura”, manifestó la presidenta de la ONG Mujeres en Actividad, Elena Moncada, quien trabaja intensamente para visibilizar esta problemática, erradicar la explotación sexual de mujeres, mujeres trans y niñas y reclama “políticas públicas” para asistir y “empoderar” a las víctimas.
Moncada es santafesina, vivió 23 en Buenos Aires, y “después de estar 18 años en situación de prostitución” regresó a esa provincia y escribió el libro “Yo Elijo Contar Mi Historia”, donde relata las duras situaciones de maltrato y explotación sexual de las que logró sobrevivir. Asimismo fundó Mujeres en Actividad, una asociación que “hace prevención de HIV-SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual, trabaja en temas de violencia de género y con mujeres y mujeres trans en situación de prostitución”. También es referente santafesina de la Asociación de Mujeres Argentinas por los Derechos Humanos (AMADH).
Recorridas nocturnas
Desde Mujeres en Actividad “se realizan recorridas nocturnas, llevamos preservativos a las mujeres en situación de prostitución, les decimos que se pueden hacer el test de VIH, tratamos de conseguirles turno para que se hagan un control ginecológico, una mamografía, las invitamos a la asociación y el objetivo fundamental es empoderarlas, que tengan un trabajo”, destaca Moncada.
“Hay que concientizar que la prostitución no es un trabajo, es violencia extrema”, afirma Moncada.
“Nosotras tratamos de ayudarlas, escucharlas, hablarles, empoderarlas”, manifiesta.
También, en las recorridas nocturnas, los grupos de Promotoras Territoriales en Derechos Humanos con Perspectiva de Género de la asociación realizaron encuestas y elaboraron un informe sobre “Prostitución en la Vía Pública en Ciudad de Santa Fe”. La primera etapa de investigación fue presentada en una jornada sobre “Vejez y Prostitución: entramado de una doble marginalidad”, organizada por la ONG y la Dirección Provincial de Políticas de Personas Adultas Mayores, en el auditorio del Hospital Iturraspe de esa ciudad.

La cruda realidad
Las encuestas fueron realizadas en 2015 en las recorridas en cinco zonas de esa ciudad. Se trabajaron las variables de edad, lugar de atención de salud, nivel de escolaridad, causa de deserción -en caso de haber interrumpido los estudios-, grupo conviviente, otro ingreso económico, y de las observaciones también se desprendió la edad de inicio. En el informe se destaca que “no todas las personas contactadas en las recorridas accedieron a responder” a las preguntas, y el total de la muestra sobre la que se trabajó fue de “47 encuestas”.
Los resultados muestran la cruda realidad. “Surgió que las mujeres que hicieron referencia a la edad de inicio en la prostitución empezaron siendo niñas, a los 12, 15 años; sufrieron violaciones; la mayoría tiene estudios primarios o secundarios incompletos; no tienen vivienda propia; las que tienen otros ingresos es por Asignación Universal por Hijo o alguna pensión”, señala Moncada.
Asimismo destaca: “Están deterioradas. Me duele mucho pero es real. Hay un desgaste corporal y psíquico muy grande”.
Vejez
“La edad de mortalidad de las mujeres y mujeres trans en situación de prostitución es de 35-40 años. Yo superé los 52 pero soy insulinodependiente, hipertensa, tengo hepatitis B y C. Hay otras compañeras que no lo pudieron contar”, advierte.
Respecto al tema de la jornada “Vejez y Prostitución”, Moncada destaca: “Empezamos a trabajar para que haya una política pública que nos contemple a los 40 años como personas adultas mayores porque si pedimos una ayuda no nos incluyen, tenemos que tener más de 60 años y la mayoría de nosotras no llega a esa edad”. Asimismo cuenta que “por eso empezamos a trabajar (en el informe) y pudimos sistematizar” algunas variables.
Frente a la pregunta si para el informe pudieron entrevistar a mujeres mayores de 60 años en situación de prostitución responde que “no, pero sabemos que hay”. Afirma: “Hay mujeres mayores en esa situación. Tienen una mirada tan triste que una no sabe cómo hablarles, cómo componerlas. En muchos casos empezaron siendo niñas, dejaron por un buen tiempo cuando se casaron o estuvieron en pareja, luego enviudaron y están nuevamente en situación de prostitución”.
Investigación
La Asociación planifica para marzo realizar una segunda etapa de la investigación para “focalizarse en las políticas públicas de salud y la niñez”, víctima de explotación sexual. Los resultados de la primera etapa indican:
Edad: “La edad mínima mencionada es de 14 años y la máxima 60”, se advierte en el informe. Dado que “el 15% tiene entre 11 a 20 años” se manifiesta “importante hacer foco en este punto en sucesivas instancias de investigaciones para poder ampliar el conocimiento en relación a prostitución y niñez”. También se destaca que “el 60% tiene entre 21 y 30 años, disminuyendo el porcentaje a partir de allí”. Los datos se completan: “13% tiene entre 31 y 40 años; 6% entre 41 y 50 años; 6% entre 51 y 60”.
Atención de salud: Se indica que “el 100% de las personas que aportaron algún dato sobre el efector de salud al cual asisten dan cuenta de que se atienden en el sistema de salud público”. El 47% expresó realizarse controles médicos en centros de atención primaria; el 34% en hospitales.
Nivel de escolaridad: En el informe se destaca que “el 81% brindó información en relación a esta variable”. De ellas, 7% tiene primaria incompleta; 30%, primaria completa; 36%, secundaria incompleta; 6%, secundaria completa; 2%, terciario incompleto; 19% no especifica.
Causas de deserción: El 77% no respondió a esta pregunta. Quienes sí contestaron dijeron que dejaron de estudiar “porque quise”, “no pude”, “quedé embarazada”, “salí a trabajar”, “me junté”, “el padre de mis hijos no me lo permitió”.
Grupo conviviente: El 66% vive sola con hijos/as; 17%, sin hijos/as pero con otros familiares; 11%, con hijos/as y otros familiares; 2%, sola; 2%, con no familiares; 2%, no responde. Se aclara que “las personas en situación de prostitución habitualmente no reconocen vivir en pareja, y es un hecho también que muchas veces esta es la persona que promociona la prostitución a través de diferentes métodos que van desde la violencia física, psicológica, simbólica, sexual, patrimonial. También se dan casos en que otras personas con las que conviven -familiares o no familiares- pueden llegar a cumplir este papel”.
Otro ingreso económico: “Un 41% expresa no tener ningún otro ingreso independiente de la prostitución. Un 57% dice tener algún ingreso en relación a políticas sociales: 53% tiene Asignación Universal por Hijo; 2%, Pensión por Madre Soltera; 2%, Asignación Universal más Pensión por Discapacidad”, se detalla.
Edad de inicio: Si bien esa pregunta no formaba parte de la encuesta, de las observaciones que realizaron las Promotoras Territoriales se desprende que “un 59% de las entrevistadas hacía referencia a la edad de inicio de la prostitución”. La edad mínima mencionada es “12 años, la máxima de 49 años”. I
Vejez y Prostitución
En una jornada sobre “Vejez y Prostitución”, organizada por la ONG Mujeres en Actividad y la Dirección de Políticas de Personas Adultas Mayores de la provincia de Santa Fe, se presentaron los resultados de la primera etapa de una investigación sobre Prostitución en la Vía Pública en la Ciudad de Santa Fe.
Ante la consulta de este diario, el titular de la Dirección, Santiago Seghesso, manifiesta que “en el marco del rediseño de las políticas destinadas a las personas mayores vimos que había un colectivo de mujeres en situación de prostitución quienes tienen una expectativa de vida baja y entre los 40-50 están en situación de fragilidad”. En este marco explica que se busca “relativizar quiénes son personas mayores según cada grupo porque para la política pública es una cuestión cronológica y nuestro planteo era cómo dar respuesta más allá del criterio cronológico, teniendo en cuenta la situación de vida”.
“Las mujeres en situación de prostitución son grupos de mucha vulnerabilidad. Hay situaciones de trata, no hay acceso a la educación, hay un limitado acceso a la salud y, en muchas ocasiones, intervenciones como la inyección de aceite de avión para reemplazar las prótesis de siliconas, entre otros factores, producen riesgos en la salud y muertes prematuras”, advierte.
“Situaciones como esta -remarca- hacen que la adultez de estas mujeres necesite un tratamiento especial”. Y afirma: “Nuestro planteo tiene que ver con que este colectivo que no tiene una expectativa de vida mayor de 50 años pueda tener un sistema de protección acorde a sus características que tenga que ver con el cuidado de la salud, con la vivienda, con la capacitación”.
Asimismo destaca que “si la política pública no tiene en cuenta un dispositivo de cuidado que haga prevención y pueda mejorar el futuro de estas mujeres no es una política pública que responda acorde a lo que ocurre”. E indica: “Simultáneamente que realizamos la investigación estamos formulando algunos dispositivos de trabajo con las mujeres en situación de prostitución. Concretamente para mejorar el hábitat, las viviendas. El año pasado hicimos dos proyectos de capacitación y prevención junto con asociaciones. También fortalecemos las instituciones que están trabajando tanto en prevención como en capacitación en emprendimientos productivos”.
Fuente: Natalia Muñiz
Diario Popular – 05 de febrero
Imagen: Pintura de Pablo Picasso, Prostitutas en un bar

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