RADIO "PONCHOSVERDES.FM"

martes, 17 de junio de 2014

La primera gran tenista, Charlotte Cooper (1870-1966)


Charlotte Cooper, con su imagen esbelta y elegante, vestida con largos trajes a la moda victoriana, cosechó a lo largo de su extensa carrera como deportista un gran número de títulos, entre ellos, alzarse como la primera mujer en la historia en ganar unos Juegos Olímpicos. Algo poco habitual, pues a principios del siglo XX eran pocas las féminas que practicaban algún deporte de manera profesional y las menos las que alcanzaban un rango de élite. Pero Charlotte inició un largo camino de éxitos para muchas deportistas en general y tenistas en particular que, con el paso del tiempo, demostraron que el sexo débil también era capaz de batir marcas y ganar en unas olimpiadas. 

Charlotte Reinagle Cooper Sterry nació el 22 de septiembre de 1870 en Ealing, Inglaterra. Charlotte, conocida cariñosamente como “Chattie”, era la hija pequeña de un molinero llamado Henry Cooper y su esposa Teresa Georgiana Miller. 

Charlotte aprendió a jugar a tenir en el club de tenis de su localidad natal. A los veintidós años ganó el primero de la que sería una larga lista de premios. Dos años después ganaba su primer título de individuales en Wimbledon, repitiendo en 1896 y 1898. Pero su mayor logro llegaría en las olimpiadas de París de 1900, las primeras en las que las mujeres pudieron participar. Charlotte se convirtió en la primera mujer en la historia en ganar un premio olímpico.



En 1901, el mismo año que conseguía ganar en Wimbledon por cuarta vez, Charlotte se casaba con el abogado y tenista Alfred Sterry que con el tiempo sería nombrado Presidente de la Lawn Tennis Association. Charlotte apartó por un tiempo su faceta de deportista. En 1903 nacía su primer hijo, Rex, y dos años después Gwen, ambos muy vinculados con el mundo del tenis a lo largo de su vida. 


Después de un pequeño paréntesis dedicado a su familia, en 1908 y con treinta y siete años de edad, Charlotte volvía a Wimbledon para ganar de nuevo. Amante del deporte y deportista incansable, Charlotte no dejó de jugar y conseguir premios hasta los cincuenta años. Cuando su cuerpo ya no acompañó aquel espíritu incansable, la tenista se retiró a vivir una vida tranquila hasta los noventa y seis años. Charlotte Cooper fallecía el 10 de octubre de 1966 en Helensburgh, Escocia.

Por Sandra Ferrer

lunes, 16 de junio de 2014

COMO INSERTAR, BIEN, LA COPA MENSTRUAL

Ya he publicado varias entradas referentes al uso de la copa menstrual, sin embargo hay un tema que todavía no he tocado y es como colocarse la copa menstrual. En un principio no tenía pensado tratar este tema porque la mayor parte de las copas menstruales vienen con un folleto en el cual se explica como introducir la copa menstrual, pero dado que muchas usuarias me hacen preguntas al respecto he pensado que sería interesante publicar una entrada al respecto.



Como ya sabéis la copa se debe introducir doblada y debe desplegarse en el interior de la vagina para recoger el flujo menstrual. En un principio todo parece muy fácil pero a veces la copa no se despliega, cuesta introducirla, se mueve... En esta entrada vamos a intentar analizar todos estos puntos.

  • Conocer nuestra anatomía: debemos recordar que nuestro canal vaginal no es vertical, si no que se inclina ligeramente hacia el recto. Por eso no debemos introducir la copa verticalmente, si no con un ángulo de inclinación de 30 a 45º, igual que hacemos cuando introducimos un tampón. Si introducimos la copa verticalmente, hacia el ombligo, la copa chocará contra el hueso púbico y no quedará bien colocada.
  • Doblar la copa: aunque en la mayor parte de blogs o folletos informativos solo se mencionan un par de dobleces existen al menos una decena de ellas. Cada doblez se adapta mejor a un tipo de copa y mujer, por eso mientras no nos familiaricemos con nuestra copa es bueno probar diferentes métodos, para ver cuál se adapta mejor a nosotras y nuestra copa.

  • Por lo general aquellas dobleces más sencillas como la doblez en "C" o en "S" van bien para las copas firmes, que se despliegan bien en por ellas mismas. Las dobleces más elaboradas como pueden ser la doblez "origami" o "diamante" van mejor con las copas más blandas, que necesitan más ayuda para desplegarse completamente. Este vídeo de Lunette explica muy bien las diferentes formas de doblar una copa, para las que les resulte difícil seguir el vídeo existe la versión fotográfica. c7
    Si os resulta incómodo introducir la copa debido a que, incluso doblada, se os hace muy grande una solución muy práctica es humedecerla con agua o ponerle un poco de lubricante. Así será más resbaladiza y entrará con mayor facilidad. En el caso de optar por la opción del lubricante recomiendo aplicarlo solo en la parte superior de la copa, de otra forma toda la copa sería resbaladiza y difícil de manejar. 


  • Asegurarse que la copa está bien colocada: una vez hemos introducido la copa debemos comprobar que se ha abierto correctamente y que el cérvix está rodeado por la copa, no fuera. 
  • Muchas mujeres saben que la copa se ha abierto correctamente porque escuchan un "pop" cuando se desdobla, sin embargo eso no pasa con todas las copas. 
    Las copas más blandas no hacen ningún tipo de ruido al desplegarse, y no escuchar el sonido no quiere decir que no se haya desplegado bien. Para tener la certeza de que la copa se ha desplegado correctamente y ha creado vacío lo mejor es girarla 180º (media vuelta) una vez esta dentro y luego pasar el dedo por el borde comprobando que no queden dobleces. Si hay alguna doblez podemos deshacerla con la mano y si no somos capaces lo mejor es sacarla y volverla a introducir. 
    Es importante también asegurarse que el cérvix, por el cual sale la sangre, queda rodeado por la copa porque si está fuera la copa no podrá recoger la sangre y habrá pérdidas. 


Creo que he comentado lo más importante a la hora de colocar una copa menstrual, sí aún así tenéis dudas estaré encantada de responderlas en el apartado de comentarios o por correo electrónico.
Si a pesar de colocar la copa correctamente todavía tenéis fugas o pérdidas con la copa os recomiendo visitar la serie de posts dedicados a pérdidas con la copa menstrual.

viernes, 13 de junio de 2014

¿Qué es una bruja?


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Hace unos años, en uno de los foros en los que participaba surgió esta pregunta.  ¿Qué es una bruja?
Y esta fue mi respuesta. La he revisado y pulido un poco, pero  aunque haya pasado tiempo, sigo pensando lo mismo.
Para mí una bruja es una buscadora.
Buscamos la VERDAD. Una verdad que intuimos y que es única para cada una. No nos sirven las verdades masticadas, manipuladas, etiquetadas y completamente artificiales que nos ofrecen por todas partes. Buscamos la nuestra, y para ello debemos vivir, experimentar, investigar, estudiar, comprender y amar la vida, pero a nuestra manera.
      Buscamos el SABER, porque no nos conformamos con una sola respuesta, las queremos todas y que nuestra alma decida cual es la que reconoce como real. Por eso las brujas no desprecian ni rechazan ninguna cultura. Las estudiamos todas porque en todas las mitologías e historias del planeta yace la sabiduría, y honramos a aquellos que la conservan y comparten, incluidas nosotras mismas.
Buscamos la FELICIDAD.  No queremos una vida a medias, rutinaria y vacía, cuando sabemos que podemos hacer de cada día de nuestra vida algo especial y mágico. Buscamos cómo hacer felices a los que amamos. No nos conformamos con un cruce de palabras de vez en cuando o cubrir las necesidades básicas, queremos sus risas y caricias.
Buscamos el AMOR de verdad. No vivir la vida junto a alguien que no nos llena del todo sólo por no estar solas.  Si somos capaces de imaginar un amor intenso, apasionado, honesto y sobre todo sincero, es porque existe.  Y lo queremos.
      Buscamos la LIBERTAD de ser quien somos. Lo que somos. De expresar lo que pensamos, sentimos y soñamos sin miedo a represalias. Sin miedo a ser rechazadas, insultadas o tomadas por locas sólo por tener unas creencias y forma de vida diferentes, porque una bruja es, ante todo, libre.
Y sobre todo somos buscadoras porque, tras cada esquina, tras cada desconocido, tras cada simple acto rutinario, se esconde la MAGIA, la Diosa, y ese mundo interno que creamos cuando usamos todo lo anterior, y que cada una proyecta al exterior. Y cuando nos reunimos unas cuantas llega incluso a modificar el paso del tiempo. Algunas sabéis de lo que os hablo.
Buscamos una conexión sagrada con la NATURALEZA, con la madre que nos nutre y provee. Buscamos acompasar el latido de la Tierra con el de nuestro propio corazón y comprender que nuestros ciclos vitales son sólo el reflejo de los suyos. Y que año tras año, estación tras estación, nos muestra la forma de entender el misterio de toda vida, y que ese misterio ha estado en nuestro interior desde siempre. Buscamos mirar hacia arriba y reconocer en la Luna una compañera en nuestro viaje femenino a través de los ciclos de nuestro cuerpo y mente. Siempre la misma luna, siempre la misma mujer, diferentes facetas, diferentes estados emocionales para acompañar un proceso mágico.
Y el que busca, encuentra.
      Y particularmente, en mi caso, soy bruja y buscadora porque no puedo ser otra cosa, no hay más opciones. Porque si no fuera bruja o decidiera no serlo (cosa imposible) ya no sería yo. No sé qué, quién o cómo sería, pero me alegro de no tener que descubrirlo nunca.
¿Y tú? ¿Qué es para ti una bruja?
Hyedra de Trivia
(Eva Hyedra López)


https://hyedra.wordpress.com/2014/06/13/que-es-una-bruja/

miércoles, 11 de junio de 2014

La influencia de las religiones en la discriminación hacia las mujeres y la teología feminista


En la vida de las mujeres ya sean creyentes o no creyentes, la religión continúa jugando un papel importante, bien directamente o a través de su influencia tradicional en la sociedad o el estado. 

En el caso de las religiones, bajo el argumento  de un orden divino y superior, se transmiten unos estereotipos de género basados en la superioridad del hombre sobre la mujer, propios de una cultura patriarcal, que ha llevado a un tratamiento discriminatorio hacia ellas, otorgándole un papel muy marcado como esposa, madre y ama de casa. Esto se refleja también en la discriminación hacia las mujeres en la forma de contar las religiones su origen e historia, en las normas que le impiden acceder a jerarquías de poder y a oficiar ciertos ritos, y a cumplir determinados códigos sobre comportamiento y vestimenta. La mayoría de las religiones se configuran patriarcalmente y acceden con dificultad a puestos de responsabilidad en las comunidades religiosas. El poder es ostentado por los hombres y a las mujeres solo le queda acatar su voluntad. 

Existen  distintas  formas de violencia de género hacia las mujeres, que son justificadas en el nombre de la costumbre o la religión y que impiden el acceso y el disfrute por parte de las mujeres de sus derechos humanos básicos.
 
 Según el teólogo Juan José Tamayo “las religiones han ejercido históricamente-y siguen ejerciendo hoy- distintos tipos de violencia contra las mujeres: física, psíquica, simbólica y religiosa”, y esto deja constancia en los textos sagrados. La imagen de la mujer casi siempre asociada al pecado en el ámbito judeo-cristiano y, por lo tanto, a la tentación, a la seducción y al peligro, debido a la tradición bíblica del libro del Génesis, que la culpabiliza del pecado original.

 “La mujer no es dueña de su cuerpo”.  Todas las religiones del mundo,  buscan controlar la sexualidad femenina y condenan de manera rutinaria la expresión y el disfrute de la sexualidad para las mujeres con mucha más severidad que para los hombres. De múltiples formas, no se les permite planificar la familia. Condenan todas las relaciones sexuales excepto la que se produce entre un hombre y una mujer, y en algunas sociedades aún pueden ser lapidadas por adulterio y/o asesinadas por los “crímenes de honor” y solo se reconoce la heterosexualidad. Pero existen otras formas más sutiles y menos espectaculares de intolerancia y discriminación que pueden ser más efectivas incluso para lograr la subyugación de la mujer, que las mantiene en su rol de fiel esposa y madre. La publicación del libro de “Cásate y sé sumisa” del Arzobispo de Granada es buen ejemplo de ello con frases como “Debes someterte a él. Cuando tengas que elegir entre lo que te gusta a tí y lo que te gusta a él, elige a su favor”.

Ante esta situación, hay muchas voces que han mostrado críticas y han actuado contra esta violencia y discriminación y que en nombre de la religión se justifican. Desde el loby europeo de mujeres, se viene denunciando desde hace algunos años su preocupación acerca de su percepción de “una mayor influencia de los argumentos religiosos sobre los gobiernos con respecto al papel de las mujeres y la igualdad de género, incidiendo en que se debe garantizar la separación entre Iglesia y Estado hasta donde sea necesario, para asegurar que las mujeres no se vean sujetas a políticas y leyes influidas por la religión, por ejemplo en el ámbito de la familia, el divorcio, y la ley del aborto”. Cuando se ataca a la mujer en su dignidad, ya no hay lugar ni para la soberanía ni para las especificidades culturales o religiosas. En la Declaración de Beijing, aprobada en 1995 en la IV Conferencia mundial sobre la mujer, se afirma que los derechos de la mujer son derechos humanos fundamentales y que todos los elementos específicos y particulares que esos derechos entrañan son propios de todas las mujeres, sin discriminación alguna y, porconsiguiente, transcienden las diversidades culturales o religiosas. 

Por otro lado, desde dentro de las organizaciones religiosas, se han levantado voces críticas, tanto a nivel individual como colectivo, que utilizan interpretaciones y prácticas diferentes que desafían los roles tradicionales de género y las políticas económicas discriminatorias para promover la justicia y los derechos humanos.  

A mediados de los años 50, surge la teología feminista, que tiene sus antecedentes en los movimientos feministas de liberación de la sociedad norteamericana. La teología feminista se considera una teología contextual porque parte de las experiencias vividas por las mujeres. Tal reflexión coincide con el acceso de ellas a las facultades de teología. Su idea fundamental es la igual dignidad del hombre y la mujer. Es crítica de la sociedad patriarcal y de todas las normas, tradiciones y estereotipos que de ella se derivan. Parte del sufrimiento real de la mujer causado por la visión androcéntrica y propone la revisión radical de todas esas formas de opresión. Como dice Tamayo “utiliza las categorías de la teoría de género para deconstruir  y analizar críticamente las estructuras patriarcales y los discursos androcéntricos de las religiones, y reformular los grandes temas de las teologías de las religiones.  

En España, la monja Benedictina Teresa Forcade, que es teóloga y doctora en salud pública, además de especialista en medicina interna, en su libro “La teología feminista en la historia”,recupera "la trayectoria de mujeres que han vivido la confrontación entre el discurso público sobre Dios y su propia experiencia de Dios" y que han tenido una actitud crítica con la discriminación en los distintos ámbitos que han sufrido las mujeres y cuya labor se ha olvidado en la historia, como Sor Isabel de Villena, Juana Inés de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, entre otras muchas que cita en su libro. Enmarca su nuevo trabajo en la "teología de la liberación” y aboga por una posición de la mujer dentro de la fe cristiana más empoderada y liberal, en el marco de una Iglesia Católica, criticando su postura misógina. 

Para ella “la teología feminista es una teología crítica que nace de una idea de contradicción: ¿qué pasa con las mujeres? En el Evangelio y en el encuentro con Dios descubro que son llamadas a una plenitud en nada inferior al varón, y en la sociedad y en la Iglesia descubro que tienen vedados ciertos ámbitos de una forma que yo considero injustificada."Según Forcade."Dios ha creado a las mujeres y a los varones iguales en dignidad" y afirma que "no es él quien considera a las mujeres menos espirituales que a los varones". También defiende que "Dios ha creado a las mujeres y a los varones con la misma capacidad de intervención en el ámbito público, y que no es él quien prohíbe a las mujeres el acceso a la política, a las profesiones remuneradas o al sacerdocio”. Así también afirma que “el Evangelio nos propone como referencia a un Dios que está más allá del sexo y del género". 

Cabe decir para concluir, que en este artículo no se cuestiona la fe, y se defiende la libertad religiosa de creer o no en un ser divino, o la opción de adherirse o no a cualquier religión, sino que tal como se expresa en el Informe y la resolución del Consejo de Europa sobre “Mujeres y religión en Europa” se defiende que La libertad de religión no puede aceptarse como pretexto para justificar las violaciones de los derechos de las mujeres, sean abiertas, sutiles, legales o ilegales, practicadas con o sin el consentimiento nominal de las víctimas – las mujeres.”

Fuentes consultadas:

- La religión y los derechos humanos. Informe de posicionamiento del Lobby Europeo de mujeres
- Teología de la mujer: Feminismo y género. Consuelo Vélez
-  Discriminación de las mujeres y violencia de género en las religiones. Juan José Tamayo.Fundación Carolina

martes, 10 de junio de 2014

La primera reina británica, Ana Estuardo (1665-1714)


El 1 de mayo de 1707 Inglaterra y Escocia se unían. Como soberana de la nueva Gran Bretaña se erigió Ana Estuardo, entonces reina de Inglaterra, una monarca que subió al poder por causas de fe y por falta de herederos directos de los anteriores monarcas ingleses y escoceses. Mientras su padre, quien debía reinar como Jacobo II perdía su derecho real al no aceptar el protestantismo, ella se mantuvo fiel a la religión oficial y se convirtió en reina al morir su hermana sin descendencia. Ana asumió el poder de la mano de su amado esposo, Jorge de Dinamarca, con quien, sin embargo, y a pesar de haberse quedado embarazada en casi veinte ocasiones, no consiguió dar estabilidad a la nueva corona británica. Durante su reinado, además de restablecer el orden en Inglaterra y Escocia, tuvo que dirigir las posturas británicas en la guerra de Sucesión española.

Entre dos credos
Ana Estuardo nació el 6 de febrero de 1665 en el Palacio de Saint James en Londres. Ella y su hermana María fueron las dos únicas hijas que sobrevivieron del matrimonio entre el duque de York, Jacobo, y Ana Hyde. Ana fue una joven de débil complexión. Creció a caballo entre la corte francesa donde se trasladó por razones de salud siendo una niña, y la corte de su tío el rey de Inglaterra Carlos II. Este, además de ofrecer a las hermana María y Ana una buena educación, transmitió a sus sobrinas la fe protestante, la oficial en el reino y contraria a las creencias de sus propios padres, Jacobo y Ana Hyde.

Ana con su hijo Guillermo
Ana tenía dieciocho años cuando se casó en el mismo palacio en el que había nacido. Fue el 28 de julio de 1863 y la elección del marido recayó en el príncipe protestante Jorge de Dinamarca, hermano del rey danés Cristián V. El matrimonio fue feliz en lo que se refiere a su relación conyugal pero muy desgraciado por no poder engendrar un hijo. Hasta dieciocho embarazos y algún aborto tuvo Ana a lo largo de dieciséis años. Todos los hijos que pudo dar a luz nacieron muertos a excepción de Guillermo, nombrado duque de Gloucester, quien sobrevivió hasta los once años.

Es probable que tan desdichada fertilidad se debiera a la mala salud de la reina. Lo cierto es que Ana y Jorge se mantuvieron unidos en tan desgraciada situación.

Una corona disputada
El 6 de febrero de 1685 fallecía el rey Carlos II y subía al trono su hermano el duque de york como Jacobo II. Un reinado que duró muy poco. Jacobo no tardó en establecer una tolerancia religiosa que no gustó nada a los ingleses de fe protestante. Estos alzaron la guardia cuando el rey tenía un hijo de su segundo matrimonio con María de Módena. Jacobo Francisco Eduardo, nacido en 1688, se convertía en el heredero católico del rey. Jacobo había propuesto a sus dos hijas mayores la herencia del reino a condición de que abrazaran el catolicismo, algo a lo que se negaron.

Ana con su marido
Aquel mismo año los hechos se precipitaron dando lugar a lo que la historia dio a conocer como la Revolución Gloriosa. Jacobo II era depuesto y se alzaron con el poder, con la ayuda del Parlamento inglés y de Holanda, su hija María y su marido el príncipe holandés Guillermo de Orange. 

A pesar de que Jacobo, su esposa y su hijo huyeron a Francia para recibir el apoyo del rey católico Luis XIV, las esperanzas de volver a subir al trono inglés a un monarca católico se desvanecían por momentos.

Todos aquellos acontecimientos los vivió Ana desde un segundo plano y aceptando el destronamiento de su propio padre. En 1689 el Acta de Derechos destituía oficialmente a Jacobo II y nombraba rey al esposo de María como Guillermo III. Ana se colocaba entonces en la línea de sucesión al trono por debajo de los posibles hijos de su hermana y su cuñado.

El rey Guillermo III fallecía el 8 de marzo de 1702. Su esposa había muerto ocho años antes sin dar un heredero a su marido. Ana se convertía entonces en reina.

Reina de Gran Bretaña
El 23 de abril de 1702 Ana Estuardo era coronada en la abadía de Westminster junto a su marido Jorge. Ana asumía el poder en un momento complicado en la política exterior. Mientras en España se debatía sobre la sucesión del último Austria, Carlos II de Habsburgo, quien había dejado como heredero a Felipe de Anjou, su abuelo Luis XIV seguía intrigando para poner en el trono inglés al medio hermano de Ana, Jacobo Estuardo. Con esta situación, Inglaterra se posicionó al lado del archiduque Carlos de Austria en la llamada Guerra de Sucesión al trono español enfrentándose a Francia y España en una guerra que terminó con el pretendiente francés en el trono español como Felipe V. Ana consiguió ara su país Gibraltar y Menorca. 

En aquel conflicto, que tuvo como principal escenario el mar, destacó el duque de Marlborough, quien fue uno de los generales más importantes de los ejércitos ingleses. Su esposa, Sarah Jennings fue durante mucho tiempo amiga y confidente de la reina. 

Mientras en Europa se libraba una guerra, en el reino de Ana, el Parlamento se planteaba la posibilidad de unir Inglaterra con Escocia. Tras varios conflictos legislativos, el 1 de mayo de 1707 ambos reinos se unían en uno solo con el nombre de Gran Bretaña. 

Un año después Ana quedaba viuda y sin descendencia directa. La última reina Estuardo y la primera de la Gran Bretaña vivió aún siete años más. El 1 de agosto de 1714, con cuarenta y nueve años, excesivamente obesa y aquejada de varios males que la impidieron físicamente, fallecía en el palacio de Kensington. Su cuerpo fue enterrado con todos los honores reales en un ataúd más grande de lo habitual para poder acoger el gran cuerpo sin vida de Ana, en la abadía de Westminster


Como ya se había estipulado, a la reina Ana la sucedió Jorge I.

Por Sandra Ferrer

lunes, 9 de junio de 2014

Cuidarse a Una Misma es un Acto extremadamente Político



1.- Nunca olvides:
Que se puede dar la vuelta a todos los tópicos que hablan sobre el Amor. Algunos ejemplos:
“Solo hay un amor para siempre: el Amor Propio”.
 "El amor verdadero empieza con una misma”
"Demuéstrate cuanto te quieres"
"Regálate tu sueño"
"Sorpréndete, ámate”
“Eres tu media naranja, el cuarto y mitad y el otro cuarto que queda".¿No salen las cuentas? De eso se trata. Eres más grande y única de lo que te crees.
"Lo daría todo por mi".



2.- Un regalo: 

El poema de  Irela Perea “Contra la Nostalgia”

“No debes, en ningún caso, dejarte llevar por la nostalgia, aunque sea dulce y suave. Tampoco guardes pájaros muertos en los cajones. Las caricias perdidas no existen, pero sí existen las que están por venir, no debes llenar su espacio con plumas grises.
 Podría ocurrir que alguna noche el viento volviera a cantar su nombre, y pensaras que estás indefensa sin sus abrazos. El viento no es de fiar porque cambia las cosas. Solo cierra las ventanas y grita que eres fuerte. Y que el amor te abraza. Que el viento gira y baila y no tiene a nadie que lo guarde, pero tú sí. Que no se te vuelva a olvidar que te tienes a ti misma, y eso es más amor del que cabe en la caja de Pandora.”

3.- Algunas frases:

“Nunca es demasiado tarde para ser lo que podrías haber sido.”George Eliot

“La persona más influenciable con la que hablarás todo el día eres tú. Ten cuidado entonces con lo que te dices a ti misma/o. ”Zig Ziglar

“Amarse a sí misma es reconocerse y elogiarse verbalmente. Es aprobar totalmente las propias acciones. Estar segura de las propias habilidades. Amar el propio cuerpo y admirar la propia belleza.”Sondra Ray

 “Me tomó mucho tiempo aprender a no juzgarme a mí misma a través de los ojos de otro.”Sally Field


“No digas no puedo ni en broma, porque el inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio, y te lo recordará cada vez que lo intentes.”Facundo Cabral

“Si crees totalmente en ti misma, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades. Wayne Dyer

“Te has estado criticando durante años, y no ha funcionado. Trata ahora de alabarte a ti misma a ver qué pasa.”Louise L. Hay

“Siempre estás contigo misma, por lo que también deberías disfrutar de la compañía”.Diane Von Furstenberg

“Cuanto mejor te sientas acerca de ti misma/o, menos sientes la necesidad de mostrarlo.”Robert Hand

“La recompensa de la conformidad, es que le gustas a todo el mundo, menos a ti misma.”Rita Mae Brown

“De todas las trampas en la vida la falta de autoestima es la peor y la más difícil de superar, debido a que está diseñada por tus propias manos y se centra en la idea: No vale la pena, no lo puedo hacer. ”Maxwell Malt

“Si no eres buena en amarte a ti misma, se te hará difícil el amar a alguien, ya que te molestará el tiempo y la energía que le das a otra persona, que ni siquiera te has podido dar a ti.”Bárbara De Angelis


“Una persona no puede estar cómoda sin su propia aprobación.”Mark Twain

4.- Recuerda siempre que: Cuidarse y quererse a una misma es un acto extremadamente político


sábado, 7 de junio de 2014

¿Desde cuándo existen las brujas?

¿Alguna vez te preguntaste por qué había brujas, o por qué son casi siempre mujeres? Pues éste es un tema supercurioso que bien merece un espacio en nuestra página.
Si leíste nuestro artículo 8 rasgos por los que antiguamente serías bruja, sabrás que había ciertos “métodos” para “descubrir” a las brujas, elaborados entre los siglos XIII y XVII. Aquí te explicamos un poco por qué surgió la figura de la bruja y el porqué de su implacable persecución.

¿Desde cuándo existen las brujas?

Desde mitos agrarios que relacionaban la fecundidad con el misterio de la renovación de las plantas hasta sofisticados ritos supuestamente demoníacos, se erige la bruja –la mujer– como principal “usufructuaria” de habilidades o poderes mágicos para adivinar el futuro o influir en hechos y personas.
Los orígenes de la brujería se remontan, según algunos estudiosos, a una antigua religión neolítica en la que solían practicarse sacrificios humanos, aunque otros critican este paralelismo por no haber suficientes pruebas que corroboren tal afirmación. Los que la apoyan cuentan con la supuesta correspondencia entre las “noches de brujas” (sabbat o aquelarre) y las fechas en que se realizaban los ritos de fertilidad para que la naturaleza no fuera invadida o poseída por el invierno y diera grandes y buenas cosechas en el verano, que serían alrededor del 31 de julio y el 1 de febrero nuestros.
De allí la gran importancia simbólica y mágica de los solsticios, que permanecería como un rastro subterráneo ligado a influencias germánicas y celtas, a su vez residuos de ritos femeninos grecorromanos a Dionisos o Baco, y a otros dioses y ritos tracios. Lo cierto es que tanto los rituales agrarios como los simbolismos lunares asocian a la mujer como fuente de misterio y de poder, como conocedora de las plantas mágicas y sus efectos.
De hecho, en las antiguas Roma y Grecia se hacía la distinción entre magia buena y magia malacastigándose severamente esta última.
La magia benéfica se hacía en público y se consideraba necesaria, y para ello existían losaugures romanos, por ejemplo, que se encargaban de estas actividades. Los augures eran sacerdotes que practicaban la adivinación (de allí el “augurio”); solían ser cargos oficiales, aunque había algunos augures particulares.
La magia mala o negra, en cambio, se hacía para infligir daño, y se le atribuía generalmente a las maleficae –hechiceras, en latín–, de quienes lamentablemente hay numerosísimas menciones en textos clásicos. Según estos autores, las hechiceras tenían la facultad de transformarse en animales, de volar y de practicar la magia tanto en provecho propio como por encargo de otras personas; solían dedicarse sobre todo a la magia erótica pero también a provocar enfermedades o tempestades.
Bosque
Sus reuniones ocurrían de noche y hacían conjuros donde invocaban a las diosas Hécate, Artemisa o Selene. Sin embargo, y a pesar de todos estos detalles, los autores clásicos se mostraron casi siempre escépticos a las supuestas facultades de las brujas.
Por otro lado, en el Antiguo Testamento cristiano (la Torah judía) no hay distinciones entre buena y mala hechicería: sencillamente se prohíbe su práctica por considerarse apóstata, es decir, por renegar de Dios y creer en otros dioses. Se castigaba con la pena de muerte, tal como se lee en Éxodo 22:18: “A la hechicera no la dejarás que viva”. Lo curioso es que, tanto en la Torah o Antiguo Testamento como en la cultura grecorromana, la brujería aparece asociada mayormente a las mujeres.
Y aquí entramos en el terreno más escabroso y por el que más se conoce a las brujas: su relación con el cristianismo de la Edad Media. Debemos mencionar, sin embargo, que los padres de la Iglesia, específicamente San Agustín de Hipona, mostraron dudas sobre la realidad de la brujería. San Agustín no creía en la facultad de metamorfosearse en animales, pero desarrolló la idea de que eran delirios provocados por el demonio.
A pesar de ello, se promulgaron varias leyes en contra de practicar la magia y la adivinación muy tempranamente: el Código Teodosiano en 429, el segundo Código Justiniano en 534 (prohíbe consultar astrólogos y adivinos), el Código de Elvira en 306, o el Concilio de Laodicea en 360, que pide la excomunión a quien practique brujería, adivinación, astrología o magia. Todo estaba condenado como culto pagano.
Pero a partir del siglo XIII las cosas cambiaron para peor: comienzan a difundirse textos en donde algunos clérigos eruditos dejan pasar la idea de que los cristianos, a veces, permitían que el demonio se apoderase de ellos o de alguna parte de su ser, y es así como se pasa de ver la brujería como una superstición –o como resultado de ilusiones demoníacas– a verlacomo una práctica en la que se busca pactar con Satanás. De allí la necesidad imperiosa de descubrir quién puede ser bruja o brujo y de clasificar sus prácticas.
"El aquelarre", cuadro de Francisco de Goya
“El aquelarre”, cuadro de Francisco de Goya

En este punto, la creencia de que el demonio interviene directamente en la vida cotidiana se hace más real que nunca, y la preocupación invade a todo el mundo; por ello la brujería se equiparó a la herejía, y santo Tomás de Aquino formula entonces su famosa teoría dedemonios íncubos y súcubos con la que pretendió precisar la causalidad de las relaciones sexuales entre humanos y demonios (como narra el Libro de Enoc). La brujería se asocia definitivamente con el culto al diablo, la idolatría y la herejía.
Surge también el Malleus maleficarum (“El martillo de las brujas”), manual para inquisidores escrito por los dominicos alemanes Heinrich Krämer y Jacob Sprenger en el siglo XV, y personifica la peor pesadilla de prácticamente cualquier mujer de la época. No sólo certifica la existencia de las brujas, sino que afirma que el no creer en ellas es un delito equivalente a la herejía.
Portada del "Malleus maleficarum" en una edición de 1669
Portada del “Malleus maleficarum” en una edición de 1669
Es una recopilación de gran cantidad de historias, presentadas no como superstición sino como hechos reales de pactos diabólicos y poderes mágicos, y muestra una notable obsesión por el tema sexual en relación con las brujas. La razón que esgrimen para identificarlas especialmente como mujeres es que “toda brujería procede del apetito carnal, que en las mujeres es insaciable”.
El indudable tinte misógino de éste y otros libros de la época es una muestra de la visión de las mujeres como pecadoras, peligrosas y seres inferiores a quienes había que dominar. Por supuesto, comenzaron a salir numerosas brujas, siendo estos libros el fundamento principal para lo que se conoció como caza de brujas.
Las  prácticas  que  se  les atribuían eran el pacto con el diablo, la celebración de aquelarres –que por otra parte nunca se pudo probar–, el vuelo nocturno sobre animales voladores o sobre escobas, objeto casi exclusivo femenino; la transformación en animales, sobre todo engatos negros, y la magia negra, es decir, de hacer magia con fines malévolos donde supuestamente hacían morir al ganado o enfermaban a las personas. Ninguna de estas facultades ha sido probada nunca.
La historia religiosa de Occidente tiene un capítulo muy negro con las brujas y la persecución inhumana que de las mujeres hicieron, aunque es preciso mencionar que también hombres y niños fueron acusados de brujos y quemados en la hoguera. Uno de los episodios más terribles en Europa fue el caso de las brujas de Zugarramurdi, y en América las brujas de Salem.
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El temor a lo que no se comprende fue la principal causa de la muerte de muchos miles de seres inocentes, tanto en el catolicismo como en el protestantismo. Sin embargo, la brujería y la magia siguen estando arraigadas en la cultura popular, pues ahora como antes sigue habiendo personas que creen en otros dioses; en ocasiones los rituales utilizados nos suenan a otra cosa, que generalmente no conocemos, y los asociamos con algo malo… Y tú, ¿crees en las brujas?
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