RADIO "PONCHOSVERDES.FM"

viernes, 13 de junio de 2014

¿Qué es una bruja?


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Hace unos años, en uno de los foros en los que participaba surgió esta pregunta.  ¿Qué es una bruja?
Y esta fue mi respuesta. La he revisado y pulido un poco, pero  aunque haya pasado tiempo, sigo pensando lo mismo.
Para mí una bruja es una buscadora.
Buscamos la VERDAD. Una verdad que intuimos y que es única para cada una. No nos sirven las verdades masticadas, manipuladas, etiquetadas y completamente artificiales que nos ofrecen por todas partes. Buscamos la nuestra, y para ello debemos vivir, experimentar, investigar, estudiar, comprender y amar la vida, pero a nuestra manera.
      Buscamos el SABER, porque no nos conformamos con una sola respuesta, las queremos todas y que nuestra alma decida cual es la que reconoce como real. Por eso las brujas no desprecian ni rechazan ninguna cultura. Las estudiamos todas porque en todas las mitologías e historias del planeta yace la sabiduría, y honramos a aquellos que la conservan y comparten, incluidas nosotras mismas.
Buscamos la FELICIDAD.  No queremos una vida a medias, rutinaria y vacía, cuando sabemos que podemos hacer de cada día de nuestra vida algo especial y mágico. Buscamos cómo hacer felices a los que amamos. No nos conformamos con un cruce de palabras de vez en cuando o cubrir las necesidades básicas, queremos sus risas y caricias.
Buscamos el AMOR de verdad. No vivir la vida junto a alguien que no nos llena del todo sólo por no estar solas.  Si somos capaces de imaginar un amor intenso, apasionado, honesto y sobre todo sincero, es porque existe.  Y lo queremos.
      Buscamos la LIBERTAD de ser quien somos. Lo que somos. De expresar lo que pensamos, sentimos y soñamos sin miedo a represalias. Sin miedo a ser rechazadas, insultadas o tomadas por locas sólo por tener unas creencias y forma de vida diferentes, porque una bruja es, ante todo, libre.
Y sobre todo somos buscadoras porque, tras cada esquina, tras cada desconocido, tras cada simple acto rutinario, se esconde la MAGIA, la Diosa, y ese mundo interno que creamos cuando usamos todo lo anterior, y que cada una proyecta al exterior. Y cuando nos reunimos unas cuantas llega incluso a modificar el paso del tiempo. Algunas sabéis de lo que os hablo.
Buscamos una conexión sagrada con la NATURALEZA, con la madre que nos nutre y provee. Buscamos acompasar el latido de la Tierra con el de nuestro propio corazón y comprender que nuestros ciclos vitales son sólo el reflejo de los suyos. Y que año tras año, estación tras estación, nos muestra la forma de entender el misterio de toda vida, y que ese misterio ha estado en nuestro interior desde siempre. Buscamos mirar hacia arriba y reconocer en la Luna una compañera en nuestro viaje femenino a través de los ciclos de nuestro cuerpo y mente. Siempre la misma luna, siempre la misma mujer, diferentes facetas, diferentes estados emocionales para acompañar un proceso mágico.
Y el que busca, encuentra.
      Y particularmente, en mi caso, soy bruja y buscadora porque no puedo ser otra cosa, no hay más opciones. Porque si no fuera bruja o decidiera no serlo (cosa imposible) ya no sería yo. No sé qué, quién o cómo sería, pero me alegro de no tener que descubrirlo nunca.
¿Y tú? ¿Qué es para ti una bruja?
Hyedra de Trivia
(Eva Hyedra López)


https://hyedra.wordpress.com/2014/06/13/que-es-una-bruja/

miércoles, 11 de junio de 2014

La influencia de las religiones en la discriminación hacia las mujeres y la teología feminista


En la vida de las mujeres ya sean creyentes o no creyentes, la religión continúa jugando un papel importante, bien directamente o a través de su influencia tradicional en la sociedad o el estado. 

En el caso de las religiones, bajo el argumento  de un orden divino y superior, se transmiten unos estereotipos de género basados en la superioridad del hombre sobre la mujer, propios de una cultura patriarcal, que ha llevado a un tratamiento discriminatorio hacia ellas, otorgándole un papel muy marcado como esposa, madre y ama de casa. Esto se refleja también en la discriminación hacia las mujeres en la forma de contar las religiones su origen e historia, en las normas que le impiden acceder a jerarquías de poder y a oficiar ciertos ritos, y a cumplir determinados códigos sobre comportamiento y vestimenta. La mayoría de las religiones se configuran patriarcalmente y acceden con dificultad a puestos de responsabilidad en las comunidades religiosas. El poder es ostentado por los hombres y a las mujeres solo le queda acatar su voluntad. 

Existen  distintas  formas de violencia de género hacia las mujeres, que son justificadas en el nombre de la costumbre o la religión y que impiden el acceso y el disfrute por parte de las mujeres de sus derechos humanos básicos.
 
 Según el teólogo Juan José Tamayo “las religiones han ejercido históricamente-y siguen ejerciendo hoy- distintos tipos de violencia contra las mujeres: física, psíquica, simbólica y religiosa”, y esto deja constancia en los textos sagrados. La imagen de la mujer casi siempre asociada al pecado en el ámbito judeo-cristiano y, por lo tanto, a la tentación, a la seducción y al peligro, debido a la tradición bíblica del libro del Génesis, que la culpabiliza del pecado original.

 “La mujer no es dueña de su cuerpo”.  Todas las religiones del mundo,  buscan controlar la sexualidad femenina y condenan de manera rutinaria la expresión y el disfrute de la sexualidad para las mujeres con mucha más severidad que para los hombres. De múltiples formas, no se les permite planificar la familia. Condenan todas las relaciones sexuales excepto la que se produce entre un hombre y una mujer, y en algunas sociedades aún pueden ser lapidadas por adulterio y/o asesinadas por los “crímenes de honor” y solo se reconoce la heterosexualidad. Pero existen otras formas más sutiles y menos espectaculares de intolerancia y discriminación que pueden ser más efectivas incluso para lograr la subyugación de la mujer, que las mantiene en su rol de fiel esposa y madre. La publicación del libro de “Cásate y sé sumisa” del Arzobispo de Granada es buen ejemplo de ello con frases como “Debes someterte a él. Cuando tengas que elegir entre lo que te gusta a tí y lo que te gusta a él, elige a su favor”.

Ante esta situación, hay muchas voces que han mostrado críticas y han actuado contra esta violencia y discriminación y que en nombre de la religión se justifican. Desde el loby europeo de mujeres, se viene denunciando desde hace algunos años su preocupación acerca de su percepción de “una mayor influencia de los argumentos religiosos sobre los gobiernos con respecto al papel de las mujeres y la igualdad de género, incidiendo en que se debe garantizar la separación entre Iglesia y Estado hasta donde sea necesario, para asegurar que las mujeres no se vean sujetas a políticas y leyes influidas por la religión, por ejemplo en el ámbito de la familia, el divorcio, y la ley del aborto”. Cuando se ataca a la mujer en su dignidad, ya no hay lugar ni para la soberanía ni para las especificidades culturales o religiosas. En la Declaración de Beijing, aprobada en 1995 en la IV Conferencia mundial sobre la mujer, se afirma que los derechos de la mujer son derechos humanos fundamentales y que todos los elementos específicos y particulares que esos derechos entrañan son propios de todas las mujeres, sin discriminación alguna y, porconsiguiente, transcienden las diversidades culturales o religiosas. 

Por otro lado, desde dentro de las organizaciones religiosas, se han levantado voces críticas, tanto a nivel individual como colectivo, que utilizan interpretaciones y prácticas diferentes que desafían los roles tradicionales de género y las políticas económicas discriminatorias para promover la justicia y los derechos humanos.  

A mediados de los años 50, surge la teología feminista, que tiene sus antecedentes en los movimientos feministas de liberación de la sociedad norteamericana. La teología feminista se considera una teología contextual porque parte de las experiencias vividas por las mujeres. Tal reflexión coincide con el acceso de ellas a las facultades de teología. Su idea fundamental es la igual dignidad del hombre y la mujer. Es crítica de la sociedad patriarcal y de todas las normas, tradiciones y estereotipos que de ella se derivan. Parte del sufrimiento real de la mujer causado por la visión androcéntrica y propone la revisión radical de todas esas formas de opresión. Como dice Tamayo “utiliza las categorías de la teoría de género para deconstruir  y analizar críticamente las estructuras patriarcales y los discursos androcéntricos de las religiones, y reformular los grandes temas de las teologías de las religiones.  

En España, la monja Benedictina Teresa Forcade, que es teóloga y doctora en salud pública, además de especialista en medicina interna, en su libro “La teología feminista en la historia”,recupera "la trayectoria de mujeres que han vivido la confrontación entre el discurso público sobre Dios y su propia experiencia de Dios" y que han tenido una actitud crítica con la discriminación en los distintos ámbitos que han sufrido las mujeres y cuya labor se ha olvidado en la historia, como Sor Isabel de Villena, Juana Inés de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, entre otras muchas que cita en su libro. Enmarca su nuevo trabajo en la "teología de la liberación” y aboga por una posición de la mujer dentro de la fe cristiana más empoderada y liberal, en el marco de una Iglesia Católica, criticando su postura misógina. 

Para ella “la teología feminista es una teología crítica que nace de una idea de contradicción: ¿qué pasa con las mujeres? En el Evangelio y en el encuentro con Dios descubro que son llamadas a una plenitud en nada inferior al varón, y en la sociedad y en la Iglesia descubro que tienen vedados ciertos ámbitos de una forma que yo considero injustificada."Según Forcade."Dios ha creado a las mujeres y a los varones iguales en dignidad" y afirma que "no es él quien considera a las mujeres menos espirituales que a los varones". También defiende que "Dios ha creado a las mujeres y a los varones con la misma capacidad de intervención en el ámbito público, y que no es él quien prohíbe a las mujeres el acceso a la política, a las profesiones remuneradas o al sacerdocio”. Así también afirma que “el Evangelio nos propone como referencia a un Dios que está más allá del sexo y del género". 

Cabe decir para concluir, que en este artículo no se cuestiona la fe, y se defiende la libertad religiosa de creer o no en un ser divino, o la opción de adherirse o no a cualquier religión, sino que tal como se expresa en el Informe y la resolución del Consejo de Europa sobre “Mujeres y religión en Europa” se defiende que La libertad de religión no puede aceptarse como pretexto para justificar las violaciones de los derechos de las mujeres, sean abiertas, sutiles, legales o ilegales, practicadas con o sin el consentimiento nominal de las víctimas – las mujeres.”

Fuentes consultadas:

- La religión y los derechos humanos. Informe de posicionamiento del Lobby Europeo de mujeres
- Teología de la mujer: Feminismo y género. Consuelo Vélez
-  Discriminación de las mujeres y violencia de género en las religiones. Juan José Tamayo.Fundación Carolina

martes, 10 de junio de 2014

La primera reina británica, Ana Estuardo (1665-1714)


El 1 de mayo de 1707 Inglaterra y Escocia se unían. Como soberana de la nueva Gran Bretaña se erigió Ana Estuardo, entonces reina de Inglaterra, una monarca que subió al poder por causas de fe y por falta de herederos directos de los anteriores monarcas ingleses y escoceses. Mientras su padre, quien debía reinar como Jacobo II perdía su derecho real al no aceptar el protestantismo, ella se mantuvo fiel a la religión oficial y se convirtió en reina al morir su hermana sin descendencia. Ana asumió el poder de la mano de su amado esposo, Jorge de Dinamarca, con quien, sin embargo, y a pesar de haberse quedado embarazada en casi veinte ocasiones, no consiguió dar estabilidad a la nueva corona británica. Durante su reinado, además de restablecer el orden en Inglaterra y Escocia, tuvo que dirigir las posturas británicas en la guerra de Sucesión española.

Entre dos credos
Ana Estuardo nació el 6 de febrero de 1665 en el Palacio de Saint James en Londres. Ella y su hermana María fueron las dos únicas hijas que sobrevivieron del matrimonio entre el duque de York, Jacobo, y Ana Hyde. Ana fue una joven de débil complexión. Creció a caballo entre la corte francesa donde se trasladó por razones de salud siendo una niña, y la corte de su tío el rey de Inglaterra Carlos II. Este, además de ofrecer a las hermana María y Ana una buena educación, transmitió a sus sobrinas la fe protestante, la oficial en el reino y contraria a las creencias de sus propios padres, Jacobo y Ana Hyde.

Ana con su hijo Guillermo
Ana tenía dieciocho años cuando se casó en el mismo palacio en el que había nacido. Fue el 28 de julio de 1863 y la elección del marido recayó en el príncipe protestante Jorge de Dinamarca, hermano del rey danés Cristián V. El matrimonio fue feliz en lo que se refiere a su relación conyugal pero muy desgraciado por no poder engendrar un hijo. Hasta dieciocho embarazos y algún aborto tuvo Ana a lo largo de dieciséis años. Todos los hijos que pudo dar a luz nacieron muertos a excepción de Guillermo, nombrado duque de Gloucester, quien sobrevivió hasta los once años.

Es probable que tan desdichada fertilidad se debiera a la mala salud de la reina. Lo cierto es que Ana y Jorge se mantuvieron unidos en tan desgraciada situación.

Una corona disputada
El 6 de febrero de 1685 fallecía el rey Carlos II y subía al trono su hermano el duque de york como Jacobo II. Un reinado que duró muy poco. Jacobo no tardó en establecer una tolerancia religiosa que no gustó nada a los ingleses de fe protestante. Estos alzaron la guardia cuando el rey tenía un hijo de su segundo matrimonio con María de Módena. Jacobo Francisco Eduardo, nacido en 1688, se convertía en el heredero católico del rey. Jacobo había propuesto a sus dos hijas mayores la herencia del reino a condición de que abrazaran el catolicismo, algo a lo que se negaron.

Ana con su marido
Aquel mismo año los hechos se precipitaron dando lugar a lo que la historia dio a conocer como la Revolución Gloriosa. Jacobo II era depuesto y se alzaron con el poder, con la ayuda del Parlamento inglés y de Holanda, su hija María y su marido el príncipe holandés Guillermo de Orange. 

A pesar de que Jacobo, su esposa y su hijo huyeron a Francia para recibir el apoyo del rey católico Luis XIV, las esperanzas de volver a subir al trono inglés a un monarca católico se desvanecían por momentos.

Todos aquellos acontecimientos los vivió Ana desde un segundo plano y aceptando el destronamiento de su propio padre. En 1689 el Acta de Derechos destituía oficialmente a Jacobo II y nombraba rey al esposo de María como Guillermo III. Ana se colocaba entonces en la línea de sucesión al trono por debajo de los posibles hijos de su hermana y su cuñado.

El rey Guillermo III fallecía el 8 de marzo de 1702. Su esposa había muerto ocho años antes sin dar un heredero a su marido. Ana se convertía entonces en reina.

Reina de Gran Bretaña
El 23 de abril de 1702 Ana Estuardo era coronada en la abadía de Westminster junto a su marido Jorge. Ana asumía el poder en un momento complicado en la política exterior. Mientras en España se debatía sobre la sucesión del último Austria, Carlos II de Habsburgo, quien había dejado como heredero a Felipe de Anjou, su abuelo Luis XIV seguía intrigando para poner en el trono inglés al medio hermano de Ana, Jacobo Estuardo. Con esta situación, Inglaterra se posicionó al lado del archiduque Carlos de Austria en la llamada Guerra de Sucesión al trono español enfrentándose a Francia y España en una guerra que terminó con el pretendiente francés en el trono español como Felipe V. Ana consiguió ara su país Gibraltar y Menorca. 

En aquel conflicto, que tuvo como principal escenario el mar, destacó el duque de Marlborough, quien fue uno de los generales más importantes de los ejércitos ingleses. Su esposa, Sarah Jennings fue durante mucho tiempo amiga y confidente de la reina. 

Mientras en Europa se libraba una guerra, en el reino de Ana, el Parlamento se planteaba la posibilidad de unir Inglaterra con Escocia. Tras varios conflictos legislativos, el 1 de mayo de 1707 ambos reinos se unían en uno solo con el nombre de Gran Bretaña. 

Un año después Ana quedaba viuda y sin descendencia directa. La última reina Estuardo y la primera de la Gran Bretaña vivió aún siete años más. El 1 de agosto de 1714, con cuarenta y nueve años, excesivamente obesa y aquejada de varios males que la impidieron físicamente, fallecía en el palacio de Kensington. Su cuerpo fue enterrado con todos los honores reales en un ataúd más grande de lo habitual para poder acoger el gran cuerpo sin vida de Ana, en la abadía de Westminster


Como ya se había estipulado, a la reina Ana la sucedió Jorge I.

Por Sandra Ferrer

lunes, 9 de junio de 2014

Cuidarse a Una Misma es un Acto extremadamente Político



1.- Nunca olvides:
Que se puede dar la vuelta a todos los tópicos que hablan sobre el Amor. Algunos ejemplos:
“Solo hay un amor para siempre: el Amor Propio”.
 "El amor verdadero empieza con una misma”
"Demuéstrate cuanto te quieres"
"Regálate tu sueño"
"Sorpréndete, ámate”
“Eres tu media naranja, el cuarto y mitad y el otro cuarto que queda".¿No salen las cuentas? De eso se trata. Eres más grande y única de lo que te crees.
"Lo daría todo por mi".



2.- Un regalo: 

El poema de  Irela Perea “Contra la Nostalgia”

“No debes, en ningún caso, dejarte llevar por la nostalgia, aunque sea dulce y suave. Tampoco guardes pájaros muertos en los cajones. Las caricias perdidas no existen, pero sí existen las que están por venir, no debes llenar su espacio con plumas grises.
 Podría ocurrir que alguna noche el viento volviera a cantar su nombre, y pensaras que estás indefensa sin sus abrazos. El viento no es de fiar porque cambia las cosas. Solo cierra las ventanas y grita que eres fuerte. Y que el amor te abraza. Que el viento gira y baila y no tiene a nadie que lo guarde, pero tú sí. Que no se te vuelva a olvidar que te tienes a ti misma, y eso es más amor del que cabe en la caja de Pandora.”

3.- Algunas frases:

“Nunca es demasiado tarde para ser lo que podrías haber sido.”George Eliot

“La persona más influenciable con la que hablarás todo el día eres tú. Ten cuidado entonces con lo que te dices a ti misma/o. ”Zig Ziglar

“Amarse a sí misma es reconocerse y elogiarse verbalmente. Es aprobar totalmente las propias acciones. Estar segura de las propias habilidades. Amar el propio cuerpo y admirar la propia belleza.”Sondra Ray

 “Me tomó mucho tiempo aprender a no juzgarme a mí misma a través de los ojos de otro.”Sally Field


“No digas no puedo ni en broma, porque el inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio, y te lo recordará cada vez que lo intentes.”Facundo Cabral

“Si crees totalmente en ti misma, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades. Wayne Dyer

“Te has estado criticando durante años, y no ha funcionado. Trata ahora de alabarte a ti misma a ver qué pasa.”Louise L. Hay

“Siempre estás contigo misma, por lo que también deberías disfrutar de la compañía”.Diane Von Furstenberg

“Cuanto mejor te sientas acerca de ti misma/o, menos sientes la necesidad de mostrarlo.”Robert Hand

“La recompensa de la conformidad, es que le gustas a todo el mundo, menos a ti misma.”Rita Mae Brown

“De todas las trampas en la vida la falta de autoestima es la peor y la más difícil de superar, debido a que está diseñada por tus propias manos y se centra en la idea: No vale la pena, no lo puedo hacer. ”Maxwell Malt

“Si no eres buena en amarte a ti misma, se te hará difícil el amar a alguien, ya que te molestará el tiempo y la energía que le das a otra persona, que ni siquiera te has podido dar a ti.”Bárbara De Angelis


“Una persona no puede estar cómoda sin su propia aprobación.”Mark Twain

4.- Recuerda siempre que: Cuidarse y quererse a una misma es un acto extremadamente político


sábado, 7 de junio de 2014

¿Desde cuándo existen las brujas?

¿Alguna vez te preguntaste por qué había brujas, o por qué son casi siempre mujeres? Pues éste es un tema supercurioso que bien merece un espacio en nuestra página.
Si leíste nuestro artículo 8 rasgos por los que antiguamente serías bruja, sabrás que había ciertos “métodos” para “descubrir” a las brujas, elaborados entre los siglos XIII y XVII. Aquí te explicamos un poco por qué surgió la figura de la bruja y el porqué de su implacable persecución.

¿Desde cuándo existen las brujas?

Desde mitos agrarios que relacionaban la fecundidad con el misterio de la renovación de las plantas hasta sofisticados ritos supuestamente demoníacos, se erige la bruja –la mujer– como principal “usufructuaria” de habilidades o poderes mágicos para adivinar el futuro o influir en hechos y personas.
Los orígenes de la brujería se remontan, según algunos estudiosos, a una antigua religión neolítica en la que solían practicarse sacrificios humanos, aunque otros critican este paralelismo por no haber suficientes pruebas que corroboren tal afirmación. Los que la apoyan cuentan con la supuesta correspondencia entre las “noches de brujas” (sabbat o aquelarre) y las fechas en que se realizaban los ritos de fertilidad para que la naturaleza no fuera invadida o poseída por el invierno y diera grandes y buenas cosechas en el verano, que serían alrededor del 31 de julio y el 1 de febrero nuestros.
De allí la gran importancia simbólica y mágica de los solsticios, que permanecería como un rastro subterráneo ligado a influencias germánicas y celtas, a su vez residuos de ritos femeninos grecorromanos a Dionisos o Baco, y a otros dioses y ritos tracios. Lo cierto es que tanto los rituales agrarios como los simbolismos lunares asocian a la mujer como fuente de misterio y de poder, como conocedora de las plantas mágicas y sus efectos.
De hecho, en las antiguas Roma y Grecia se hacía la distinción entre magia buena y magia malacastigándose severamente esta última.
La magia benéfica se hacía en público y se consideraba necesaria, y para ello existían losaugures romanos, por ejemplo, que se encargaban de estas actividades. Los augures eran sacerdotes que practicaban la adivinación (de allí el “augurio”); solían ser cargos oficiales, aunque había algunos augures particulares.
La magia mala o negra, en cambio, se hacía para infligir daño, y se le atribuía generalmente a las maleficae –hechiceras, en latín–, de quienes lamentablemente hay numerosísimas menciones en textos clásicos. Según estos autores, las hechiceras tenían la facultad de transformarse en animales, de volar y de practicar la magia tanto en provecho propio como por encargo de otras personas; solían dedicarse sobre todo a la magia erótica pero también a provocar enfermedades o tempestades.
Bosque
Sus reuniones ocurrían de noche y hacían conjuros donde invocaban a las diosas Hécate, Artemisa o Selene. Sin embargo, y a pesar de todos estos detalles, los autores clásicos se mostraron casi siempre escépticos a las supuestas facultades de las brujas.
Por otro lado, en el Antiguo Testamento cristiano (la Torah judía) no hay distinciones entre buena y mala hechicería: sencillamente se prohíbe su práctica por considerarse apóstata, es decir, por renegar de Dios y creer en otros dioses. Se castigaba con la pena de muerte, tal como se lee en Éxodo 22:18: “A la hechicera no la dejarás que viva”. Lo curioso es que, tanto en la Torah o Antiguo Testamento como en la cultura grecorromana, la brujería aparece asociada mayormente a las mujeres.
Y aquí entramos en el terreno más escabroso y por el que más se conoce a las brujas: su relación con el cristianismo de la Edad Media. Debemos mencionar, sin embargo, que los padres de la Iglesia, específicamente San Agustín de Hipona, mostraron dudas sobre la realidad de la brujería. San Agustín no creía en la facultad de metamorfosearse en animales, pero desarrolló la idea de que eran delirios provocados por el demonio.
A pesar de ello, se promulgaron varias leyes en contra de practicar la magia y la adivinación muy tempranamente: el Código Teodosiano en 429, el segundo Código Justiniano en 534 (prohíbe consultar astrólogos y adivinos), el Código de Elvira en 306, o el Concilio de Laodicea en 360, que pide la excomunión a quien practique brujería, adivinación, astrología o magia. Todo estaba condenado como culto pagano.
Pero a partir del siglo XIII las cosas cambiaron para peor: comienzan a difundirse textos en donde algunos clérigos eruditos dejan pasar la idea de que los cristianos, a veces, permitían que el demonio se apoderase de ellos o de alguna parte de su ser, y es así como se pasa de ver la brujería como una superstición –o como resultado de ilusiones demoníacas– a verlacomo una práctica en la que se busca pactar con Satanás. De allí la necesidad imperiosa de descubrir quién puede ser bruja o brujo y de clasificar sus prácticas.
"El aquelarre", cuadro de Francisco de Goya
“El aquelarre”, cuadro de Francisco de Goya

En este punto, la creencia de que el demonio interviene directamente en la vida cotidiana se hace más real que nunca, y la preocupación invade a todo el mundo; por ello la brujería se equiparó a la herejía, y santo Tomás de Aquino formula entonces su famosa teoría dedemonios íncubos y súcubos con la que pretendió precisar la causalidad de las relaciones sexuales entre humanos y demonios (como narra el Libro de Enoc). La brujería se asocia definitivamente con el culto al diablo, la idolatría y la herejía.
Surge también el Malleus maleficarum (“El martillo de las brujas”), manual para inquisidores escrito por los dominicos alemanes Heinrich Krämer y Jacob Sprenger en el siglo XV, y personifica la peor pesadilla de prácticamente cualquier mujer de la época. No sólo certifica la existencia de las brujas, sino que afirma que el no creer en ellas es un delito equivalente a la herejía.
Portada del "Malleus maleficarum" en una edición de 1669
Portada del “Malleus maleficarum” en una edición de 1669
Es una recopilación de gran cantidad de historias, presentadas no como superstición sino como hechos reales de pactos diabólicos y poderes mágicos, y muestra una notable obsesión por el tema sexual en relación con las brujas. La razón que esgrimen para identificarlas especialmente como mujeres es que “toda brujería procede del apetito carnal, que en las mujeres es insaciable”.
El indudable tinte misógino de éste y otros libros de la época es una muestra de la visión de las mujeres como pecadoras, peligrosas y seres inferiores a quienes había que dominar. Por supuesto, comenzaron a salir numerosas brujas, siendo estos libros el fundamento principal para lo que se conoció como caza de brujas.
Las  prácticas  que  se  les atribuían eran el pacto con el diablo, la celebración de aquelarres –que por otra parte nunca se pudo probar–, el vuelo nocturno sobre animales voladores o sobre escobas, objeto casi exclusivo femenino; la transformación en animales, sobre todo engatos negros, y la magia negra, es decir, de hacer magia con fines malévolos donde supuestamente hacían morir al ganado o enfermaban a las personas. Ninguna de estas facultades ha sido probada nunca.
La historia religiosa de Occidente tiene un capítulo muy negro con las brujas y la persecución inhumana que de las mujeres hicieron, aunque es preciso mencionar que también hombres y niños fueron acusados de brujos y quemados en la hoguera. Uno de los episodios más terribles en Europa fue el caso de las brujas de Zugarramurdi, y en América las brujas de Salem.
Pintura
El temor a lo que no se comprende fue la principal causa de la muerte de muchos miles de seres inocentes, tanto en el catolicismo como en el protestantismo. Sin embargo, la brujería y la magia siguen estando arraigadas en la cultura popular, pues ahora como antes sigue habiendo personas que creen en otros dioses; en ocasiones los rituales utilizados nos suenan a otra cosa, que generalmente no conocemos, y los asociamos con algo malo… Y tú, ¿crees en las brujas?
http://supercurioso.com/desde-cuando-existen-las-brujas/

miércoles, 4 de junio de 2014

La rosa blanca, Sophia Scholl (1921-1943)


Sophia Scholl fue una víctima más de las miles y miles y miles de personas que fallecieron durante el horror del nazismo. Pero Sofía Scholl pasó a la historia por haber protagonizado una lucha silenciosa contra la sinrazón dirigida por Hitler y se convirtió en un símbolo de la libertad y de la dignidad humana al morir decapitada con tan sólo veintiún años de edad. Su crimen, defender unos ideales que no podían tener nunca cabida en el sí de una dictadura. 

De las juventudes hitlerianas a la lucha silenciosa
Sophia Magdalena Scholl nació el 9 de mayo de 1921 en Forchetenberg, en lo que entonces era la Alemania de la república de Weimar. Sus padres, Magdalena y Robert Scholl, entonces alcalde de su pueblo, educaron a sus seis hijos en el luteranismo pero desde una perspectiva humanista y libre pensadora. Sophie tuvo una infancia feliz, acudiendo a la escuela y disfrutando de un hogar agradable.

Con doce años, cuando el nacionalsocialismo ya había extendido sus redes organizativas, ella, junto con otras chicas de su entorno, se unió voluntariamente a las Juventudes Hitlerianas. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que no congeniaba con sus ideas. El arresto de algunos de sus hermanos y amigos, afectó mucho al ánimo de Sophie quien ya empezó a darse cuenta de la falta de libertad que se cernía sobre los alemanes. 

En aquellos años en los que aún era una jovencita, Sophie empezó a interesarse por la filosofía y a formar su propia opinión del nazismo. En 1940 se graduaba en la escuela de secundaria con un trabajo titulado "La mano que mueve la cuna, es la mano que mueve el mundo". 

Sophie y su hermano Hans en un sello conmemorativo


Sophie pasó unos años trabajando como profesora en un jardín de infancia y posteriormente como profesora de enfermería en el servicio auxiliar de la guerra. 

En 1942 Sophie empezó sus estudios universitarios de biología y filosofía en Múnich, donde también estudiaba su hermano Hans.

La Rosa Blanca
Sophie se integró rápidamente en el grupo de amigos de su hermano, jóvenes estudiantes que compartían aficiones culturales y literarias pero también les unía un sentimiento de denuncia hacia las atrocidades que empezaban a conocerse. Las deportaciones de judíos, los campos de concentración y las acciones bélicas de los nazis no dejaron indiferentes a aquellos jóvenes dispuestos a rebelarse contra aquella situación.

Hans Scholl fue uno de los fundadores de La Rosa Blanca, un movimiento de resistencia silenciosa que pretendía denunciar y detener las actividades de los nazis. A pesar de que Hans intentó en un primer momento mantener a su hermana alejada del movimiento, Sophie le convenció de que su presencia, una muchacha inocente y sin aparente interés para las SS, podría serle de gran utilidad. 

El injusto final
Busto en el Walhalla
de los hombres ilustres
La Rosa Blanca continuó con sus actividades, escribiendo y difundiendo panfletos contrarios a las ideas de Hitler manteniendo siempre grandes precauciones para no ser descubiertos. Pero cuando el 18 de febrero de 1943 la universidad de Munich se levantó en pleno para protestar abiertamente contra los nazis, el grupo de Scholl bajó la guardia. La Gestapo consiguió detener a los hermanos Sophie y Hans y someterlos a continuos interrogatorios hasta que tan sólo en unos días fueron condenados por alta traición. 

El 22 de febrero Sophie y Hans Scholl junto con otro miembro de la Rosa Blanca, fueron decapitados. En los días siguientes, la actividad del grupo, a pesar de haber perdido a tres de sus más representativos miembros, continuaron distribuyendo panfletos y gritando de manera silenciosa la injusticia que años después sería condenada por el mundo entero. 

Sophie Scholl pasó a formar parte del monumento conocido como el walhalla de los hombres ilustres en Alemania. Tanto ella como su hermano y toda la organización de la Rosa Blanca, se convirtieron en un símbolo de la libertad, de la valentía y de la necesidad de justicia. 

 Libros que hablan de ella


Heroínas de la II Guerra Mundial
Kathryn J. Atwood






Valquirias. Mujeres del Tercer Reich
Miguel del Rey y Carlos Canales








 Películas que hablan de ella 




Sophie Scholl, los últimos días







Por Sandra Ferrer

domingo, 1 de junio de 2014

Defendiendo la educación femenina, Sarah Hale (1788-1879)


Editora, escritora, feminista, activista en favor de los pobres y los desfavorecidos, Sarah Hale fue una mujer luchadora, inteligente y valiente que defendió toda su vida la necesidad de educar a hombres y mujeres por igual. Según ella, si las mujeres eran las responsables de transmitir valores y creencias en el hogar y, por tanto, ser maestras, aunque fuera en el ámbito privado, antes ellas mismas deberían formarse también. Dirigió varias revistas en las que intentó mitigar la falta de formación femenina incluyendo contenidos pedagógicos para mujeres y defendió la necesidad de crear centros de educación femeninos. En los Estados Unidos se la conoce por haber propiciado la nacionalización del día de Acción de Gracias, festividad que solamente se celebraba en algunos estados. En todo el mundo, muchos niños cantan su bonito poema infantil, Mary had a little lamb

Sarah Josepha Buell nació en Newport, New Hampshire el 24 de octubre de 1788. Su padre, el capitán Gordon Buell, había luchado en la Guerra de Independencia Americana. Al terminar la guerra, su padre y su madre, Martha Whittlesey, se fueron a vivir a una granja de la familia en New Hamshire donde Sarah y sus otros dos hermanos mayores nacieron.


Los padres de Sarah, a diferencia de muchas personas en aquellos tiempos, creían en la igualdad de oportunidades educativas para hombres y mujeres. Pero la inexistencia de escuelas para niñas, obligó a su madre a convertirse en la profesora de Sarah, ayudada por su hijo mayor, Horatio. Además de la educación recibida en casa, Sarah fue una estudiante autodidacta hasta que, convertida en una jovencita de dieciocho años, empezó a trabajar de maestra, algo también extraño y poco habitual. Sarah mantuvo su trabajo hasta 1813, cuando se convirtió en una mujer casada. 

En 1811, la joven había conocido a un abogado llamado David Hale con el que terminaría casándose el 23 de octubre de 1813 y con el que tendría cinco hijos. David era también defensor de la educación de las mujeres por lo que no dudó en seguir formando a su esposa y en leer con ella los periódicos para entender los acontecimientos del momento. No sólo eso, sino que también la animó a escribir en publicaciones locales. Sarah vivía feliz con su nueva vida hasta que el destino le jugó una mala pasada. En 1822, estando embarazada de su quinto hijo, David Hale fallecía dejándola sola y viuda a los 34 años. Desde entonces y hasta su muerte, Sarah vestiría de negro en un riguroso luto en memoria de su amado esposo.

Sarah necesitaba ganar dinero y la única manera que creyó factible fue seguir escribiendo. No sólo continuó publicando en alguna revista, a veces bajo pseudónimo de "Cornelia", sino que consiguió publicar en 1823 su primer libro de poemas, The Genius of Oblivion, con bastante éxito. Cuatro años después se publicaba su primera novela Northwood, a Tale of New England, que fue recibida muy positivamente y se convirtió en la primera novela americana escrita por una mujer. 

Su fama empezó a crecer hasta el punto de recibir una oferta de trabajo que no podía rechazar, ser editora de una revista femenina en Boston. Tras dejar a sus hijos a cargo de familiares y amigos, excepto al más pequeño que fue con ella, Sarah se embarcó en su nueva aventura. 

Ladies' Magazine and Literary Gazette no era la primera revista que se creaba para un público femenino, pero sí pretendía conseguir más éxito de ventas que todas las anteriores. Era la primera revista para mujeres editada por una mujer. Sarah planteó la nueva publicación como una manera de enseñar a las mujeres lo que no habían podido aprender por no haber asistido a la escuela.

En 1836 asumió un nuevo reto, editar Godey's Lady's Book siguiendo una línea editorial a la anterior. Esta revista se convirtió en una de las publicaciones periódicas más influyentes del siglo XIX en los Estados Unidos.

Además de trabajar como editora, Sarah tuvo una vida pública muy ajetreada como activista y defensora de los derechos de los esclavos y de los más necesitados. Nunca dejó de reivindicar los derechos de las mujeres a una educación digna y equiparable a la de los hombres. Cuando en 1865 se creaba el colegio Vassar para chicas, ella lo aplaudió en su revista y defendió su importancia.

Entre sus reivindicaciones, Sarah decidió trabajar en favor de la nacionalización del día de Acción de Gracias, una celebración que  tenía lugar en algunos estados americanos pero no en todos. Uno de ellos era New England, donde nació y creció. Además de escribir editoriales en distintas publicaciones, llegó a enviar cartas a cinco presidentes norteamericanos. Fue Abraham Lincoln quien en 1863 dio respuesta a sus peticiones nacionalizando una de las festividades más conocidas y celebradas por los estadounidenses. 

Sarah Hale tuvo una vida longeva que aprovechó al máximo. Continuó editando la Godey's Lady's Book hasta 1877 y escribiendo un gran número de poemas. Uno de ellos fue el famoso Mary had a Little Lamb que fue convertido en canción por Lowell Mason, la primera grabada en un fonógrafo. 

El 30 de abril de 1879, a la edad de noventa años, Sarah Hale fallecía en Philadelphia, Pennsylvania.


Sandra Ferrer