Hija de aristócratas, sufragista, reivindicativa, solidaria, Evelina Haverfield fue una mujer luchadora con una vida apasionante. Participó junto a su primer marido en la guerra de los Boers en África; se unió a los movimientos en defensa del voto femenino liderados por Emmeline Pankhurst; junto a Flora Sandes, la primera mujer soldado de la Gran Guerra, organizó una fundación que velara por el bienestar de soldados y prisioneros. Su vida terminó en Serbia, donde cayó enferma mientras organizaba un orfanato. Evelina fue sin lugar a dudas una mujer dedicada en cuerpo y alma a los demás.
Evelina Scarlett nació el 9 de agosto de 1867 en el castillo escocés de Inverlochy. Fue la tercera hija del barón de Abinger, William Scarlett y su mujer Helen. Evelina tuvo una infancia acomodada, viviendo primero a caballo entre Londres e Inverlochy para luego estudiar en la ciudad alemana de Düsseldorf.
Cuando tenía diecinueve años se casó con el Mayor Henry Wykeham Brooke Tunstall Haverfield, un oficial de la Artillería Real británica. A pesar de que Henry tenía veinte años más que ella, el suyo fue un matrimonio feliz del que nacerían dos hijos. Por desgracia su marido moría en 1895, solamente ocho años después de haber contraído matrimonio.
En el verano de 1899 se volvía a casar con otro miembro del ejército y amigo de su anterior marido. John Henry Balgury fue destinado poco después al sur de África donde se estaba librando la segunda guerra de los Bóers. Evelina lo acompañó y se convirtió en una ayudante destacada en la zona de combate.
A pesar de que Evelina nunca se separó oficialmente, su segundo matrimonio se convirtió con el tiempo en papel mojado y ella, que nunca renunció al apellido de su primer marido, pronto tendría una vida muy alejada de la de John.
Los primeros años del siglo XX, su interés por la política fue creciendo hasta unirse al grupo de sufragistas moderadas de Sherborne, que dependían a su vez de la National Union of Suffrage Societies. También se unió a la Women’s Social and Politicial Union (WSPU) Evelina pasó los siguientes años volcada en la lucha por el derecho al voto femenino participando en conferencias y manifestaciones. Evelina estuvo presente en la Bill of Rights March de 1909 en la que participaron nombres destacados del sufragismo como Emmeline Pankhurst. Muchas de las mujeres que intentaron entrar en la Cámara de los Comunes para reclamar la aprobación del proyecto de ley en favor del sufragio femenino, fueron detenidas. Entre ellas la propia Evelina. También en otras ocasiones fue detenida y en algunas condenada a pagar una multa o a permanecer unos meses en prisión. En 1910, cuando fue arrestada por agredir a un policía aseguró: “Eso no ha sido nada. La próxima vez traeré un revólver”. Aquellos fueron unos años de lucha en la calle en los que Evelina se fue a vivir con otra sufragista, Vera Holme con la que convivió hasta su muerte.
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, las energías de Eveline se trasladaron a la ayuda humanitaria. Además de colaborar en la fundación del Women’s Emergency Corps, se unió como voluntaria al Scottish Women’s Hospitals Units y se marchó a Serbia. Allí colaboró con la doctora Elsie Inglis ayudando a los más necesitados. Junto a la mujer soldado Flora Sandes organizó una fundación para mejorar las condiciones de los soldados y prisioneros.
Terminada la guerra, Evelina volvió a Serbia donde decidió fundar un orfanato para los niños víctimas del conflicto. Fue realizando su labor humanitaria cuando Evelina contrajo una neumonía que terminó con su vida el 21 de marzo de 1920. Evelina Haverfield fue enterrada en Bajina Basta donde había dedicado los últimos esfuerzos para ayudar a los demás.
POR SANDRA FERRER
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