Marija Gimbutas fue una de las más destacadas arqueólogas del siglo XX. Su pasión por el pasado más remoto, al que bautizó como Vieja Europa, la llevaron a crear metodologías innovadoras que ayudaron a descubrir importantes yacimientos y a elaborar interesantes teorías sobre la sociedad de aquellos momentos poco estudiados del pasado, centrándose en el Neolítico y la Edad del Bronce. Marija se basó en utilizar de manera interdisciplinaria la arqueología con la lingüística y la mitología, algo novedoso, para descubrir los orígenes de los pueblos indoeuropeos.
Rodeada de intelectuales
Marija Biruté Alseikaité nació el 23 de enero de 1921 en Vilna, la capital de Lituania. Sus padres eran miembros de la intelectualidad rusa, cuyo origen se encontraba en la clase agrícola de la Rusa Imperial. Su padre, Danielius Alseika, publicaba en el diario Vilniaus Žodis y la revista cultural Vilniaus Šviesa. Su madre, Veronika Janulaitytė-Alseikienė fue la primera mujer lituana en convertirse en médico tras obtener un doctorado en oftalmología en la universidad de Berlín. Ambos fundaron en Lituania el primer hospital y siempre defendieron la independencia lituana. Marija creció en un ambiente intelectual pues sus padres tenían siempre invitados relacionados con el arte y la cultura.
Sin embargo la felicidad familiar terminó en 1931 cuando se mudaron a Kaunas donde poco después sus padres se separaron y Marija y su hermano Vytautas se instalaron con su madre. Su padre fallecería cinco años más tarde.
Un largo camino hacia América
Aun estaba estudiando y preparando su tesis cuando en 1941 se casó con un arquitecto llamado Jurgis Gimbutas. Fueron momentos felices para la nueva señora Gimbutas, quien se doctoró y tuvo su primera hija, Danuté. Pero la Segunda Guerra Mundial obligó a los Gimbutas a alejarse de su patria. La primera etapa de su largo exilio fue Viena para instalarse de manera temporal en Alemania donde Marija seguiría estudiando. En 1946 conseguía un doctorado en arqueología en la Universidad de Tübingen. Poco después nacía Zivilé, su segunda hija.
La situación en Europa era muy complicada por lo que en 1949 marchaban a vivir a los Estados Unidos. En su nueva patria de adopción, Marija empezó a trabajar en la Universidad de Harvard donde se dedicó primero a traducir textos arqueológicos provenientes de Europa y poco después como profesora de arqueología.
Marija fue profesora en distintas universidades norteamericanas. En 1963 se trasladó con su familia a vivir a Los Ángeles donde daría clases en la Universidad de California hasta 1989, año en el que se retiraría oficialmente.
Además de enseñar, Marija fundó el Instituto de Arqueología para fomentar los estudios de los pueblos indoeuropeos. También formó parte del Museo de Historia y Arqueología y publicó en distintas revistas científicas, entre ellas el Diario de Estudios Indo-Europeos del que fue co-fundadora.
El método Kurgan
Marija formuló en 1956 una propuesta de estudio para los pueblos indoeuropeos que provocó gran sorpresa en los círculos arqueológicos. Marija bautizó su metodología como Kurgan, palabra rusa que se utilizaba para denominar a túmulos sepulcrales, y que se basaba en combinar la arqueología con la lingüística y la mitología para identificar a los pueblos protoindoeuropeos del Neolítico y la Edad del Bronce.
Su nueva visión de la arqueología no sólo fue determinante para descubrir y analizar muchos pueblos indoeuropeos sino que la convirtió en una de las arqueólogas más respetadas de mediados del siglo pasado. Allí donde otros estudiosos no encontraron nada, ella descubrió importantes yacimientos y un gran número de objetos votivos y de la vida cotidiana imprescindibles para entender muchos aspectos de los pueblos prehistóricos.
Las diosas de Marija
Marija Gimbuta continuó ejerciendo de profesora pero también estuvo en las principales excavaciones del sudeste europeo que dirigió con gran eficiencia. Su experiencia y todo lo que en aquellos yacimientos descubrió fueron recopilados en sus obras, convertidas en textos de referencia para el mundo de la arqueología.
De todas sus investigaciones, el análisis de las estatuillas que descubrió relacionadas con la Diosa Madre la llevaron a analizar minuciosamente las múltiples representaciones de diosas en forma de animales o con cuerpos exagerados elaboradas durante el Paleolítico y el Neolítico.
Sus obras más importantes fueron Diosas y dioses de la Vieja Europa (1974), El lenguaje de las diosas (1989) y La civilización de las diosas (1991), estudios que revelaron sociedades matriarcales que existieron antes de las sociedades patriarcales que aparecieron en la Edad del Bronce.
En sus largos años de estudio, Marija Gimbutas realizó más de 12.000 fotografías de todos los objetos y yacimientos que descubrió creando un fondo visual de un valor incalculable.
Poco antes de morir, su trabajo y su pasión por la arqueología fueron reconocidos con un doctorado honoris causa otorgado por la Universidad de Vytautas Magnus de Lituania.
El 2 de febrero de 1994 fallecía en Los Ángeles a la edad de 73 años. Sus restos descansarían eternamente en el cementerio de Kaunas.
Su obra
Diosas y dioses de la Vieja Europa (7000-3500 a.C.)
Marija Gimbutas
Marija fue profesora en distintas universidades norteamericanas. En 1963 se trasladó con su familia a vivir a Los Ángeles donde daría clases en la Universidad de California hasta 1989, año en el que se retiraría oficialmente.
Además de enseñar, Marija fundó el Instituto de Arqueología para fomentar los estudios de los pueblos indoeuropeos. También formó parte del Museo de Historia y Arqueología y publicó en distintas revistas científicas, entre ellas el Diario de Estudios Indo-Europeos del que fue co-fundadora.
El método Kurgan
Marija formuló en 1956 una propuesta de estudio para los pueblos indoeuropeos que provocó gran sorpresa en los círculos arqueológicos. Marija bautizó su metodología como Kurgan, palabra rusa que se utilizaba para denominar a túmulos sepulcrales, y que se basaba en combinar la arqueología con la lingüística y la mitología para identificar a los pueblos protoindoeuropeos del Neolítico y la Edad del Bronce.
Su nueva visión de la arqueología no sólo fue determinante para descubrir y analizar muchos pueblos indoeuropeos sino que la convirtió en una de las arqueólogas más respetadas de mediados del siglo pasado. Allí donde otros estudiosos no encontraron nada, ella descubrió importantes yacimientos y un gran número de objetos votivos y de la vida cotidiana imprescindibles para entender muchos aspectos de los pueblos prehistóricos.
Las diosas de Marija
Marija Gimbuta continuó ejerciendo de profesora pero también estuvo en las principales excavaciones del sudeste europeo que dirigió con gran eficiencia. Su experiencia y todo lo que en aquellos yacimientos descubrió fueron recopilados en sus obras, convertidas en textos de referencia para el mundo de la arqueología.
De todas sus investigaciones, el análisis de las estatuillas que descubrió relacionadas con la Diosa Madre la llevaron a analizar minuciosamente las múltiples representaciones de diosas en forma de animales o con cuerpos exagerados elaboradas durante el Paleolítico y el Neolítico.
Sus obras más importantes fueron Diosas y dioses de la Vieja Europa (1974), El lenguaje de las diosas (1989) y La civilización de las diosas (1991), estudios que revelaron sociedades matriarcales que existieron antes de las sociedades patriarcales que aparecieron en la Edad del Bronce.
En sus largos años de estudio, Marija Gimbutas realizó más de 12.000 fotografías de todos los objetos y yacimientos que descubrió creando un fondo visual de un valor incalculable.
Poco antes de morir, su trabajo y su pasión por la arqueología fueron reconocidos con un doctorado honoris causa otorgado por la Universidad de Vytautas Magnus de Lituania.
El 2 de febrero de 1994 fallecía en Los Ángeles a la edad de 73 años. Sus restos descansarían eternamente en el cementerio de Kaunas.
Su obra
Diosas y dioses de la Vieja Europa (7000-3500 a.C.)
Marija Gimbutas
Por Sandra Ferrer
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