Sonia Delaunay fue una de las principales representantes del art-decó. Inspirada en autores de la talla de Paul Gauguin o Vincent van Gogh, Delaunay tuvo el honor de ser la primera mujer en poder ver expuesta su obra en el museo del Louvre cuando aún estaba viva.
De San Petersburgo a Alemania
Sarah Ilinitchna Stern nació el 14 de noviembre de 1885 en Gradizhske, territorio del entonces Imperio Ruso. Siendo muy pequeña se trasladó a vivir a San Petersburgo bajo la protección de un tío paterno, un abogado judío llamado Henri Terk.
Después de unos años de convivencia con la familia de Henri, fue adoptada por él y su mujer en 1890 asumiendo el nombre de Sonia Terk. Su nueva familia adoptiva no sólo se haría cargo de ella, sino que la ayudaría en su camino artístico.
Cuando tenía 16 años, Sonia ingresó en una prestigiosa escuela de San Petersburgo donde pronto empezó a destacar por sus dotes artísticas. Alentada por sus profesores y por sus padres adoptivos, Sonia se trasladó a vivir a Alemania donde inició sus estudios de arte en la Academia de Bellas Artes de Karlsruhe.
De Alemania a Francia
En 1905 cambió el centro artístico alemán por la Academia La Palette de Montparnasse en París. Sonia pasó mucho tiempo visitando galerías de arte y empapándose del espíritu de los grandes artistas parisienses.
Tres años después se casó con Wilhelm Uhde, un marchante de arte con el que tuvo una efímera relación. Un año después Sonia conoció en la galería de arte de su marido Wilhelm al que sería su pareja definitiva. En 1910, tras conseguir el divorcio de su primer marido, Sonia se casaba con el también pintor Robert Delaunay.
En 1911 nació su hijo Charles. Sonia, quien además de dedicarse a la pintura disfrutaba trabajando con telas, tejió un edredón de patchwork para su pequeño. Las formas geométricas y los vivos colores del edredón de Charles fueron el inicio de un particular estilo que Sonia y su marido trasladaron a la pintura y que sería conocido como “orfismo”. El edredón que Sonia hizo a su hijo se puede contemplar actualmente en el Museo Nacional de Arte Moderno de París.
De Francia a España y Portugal
En 1914, en los momentos previos al estallido de la Primera Guerra Mundial, toda la familia Delaunay viajó a Madrid a visitar a unos amigos. Pero lo que iba a ser una breve estancia se convirtió en un largo exilio de 6 años. El inicio de la Gran Guerra y de la Revolución Rusa complicaron las cosas a Sonia quien dejó de recibir ayuda económica desde San Petersburgo.
Durante este tiempo, Sonia, su marido y su hijo vivieron entre España y Portugal ganándose la vida con sus pinturas y con el diseño del vestuario de grandes representaciones teatrales y operísticas.
Regreso definitivo a París
En 1921 volvieron a París donde permanecerían el resto de sus vidas. La venta de la pintura La encantadora de serpientes, facilitó a la pareja importantes ingresos para seguir viviendo.
Sonia dedicó parte de su trabajo al diseño de ropa y participó en la elaboración del vestuario de varias películas.
En 1941 Sonia sufría la pérdida de su marido. Desde entonces hasta su propia muerte, la artista no dejó de trabajar y de crear maravillosas obras con sus formas geométricas como sello característico, un estilo que supo trasladar con gran genialidad de los lienzos a otros soportes como ropa o muebles.
Su fama le valió el gran orgullo de poder contemplar su propia obra expuesta en el museo del Louvre en 1964 y ser nombrada miembro de la Legión de Honor en 1975.
Sonia Delaunay moría en París el 5 de diciembre de 1979. Fue enterrada al lado de su marido en el cementerio de Gambais.
Por Sandra Ferrer
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