RADIO "PONCHOSVERDES.FM"

lunes, 3 de noviembre de 2014

La amada Evita, Eva Perón (1919-1952)


En los últimos días de julio del año 1952, la capital de Argentina lloraba la muerte de una mujer joven que había dejado una profunda huella en la historia de su país. Miles de personas se postraron ante el féretro de Eva Perón, conocida por el pueblo como Evita. Un pueblo en el que se volcó en cuerpo y alma para ayudar a salir de la pobreza y superar la injusticia social. Evita fue la primera mujer argentina en ejercer un papel activo como primera dama de su país; fundó distintas organizaciones para solventar la miseria de muchos; defendió con uñas y dientes los derechos de las mujeres, consiguiendo que se aprobara el sufragio femenino. No es de extrañar que Eva Perón se convirtiera en un mito, en un icono que pasó a la historia como Evita. 


Eva María Ibarguren Duarte nació el 7 de mayo de 1919. Su lugar de nacimiento es aún hoy una cuestión de estudio y debate por parte de historiadores que barajan dos lugares, Junín y La Unión. Su padre, Juan Duarte, era un político conservador que mantenía dos familias a la vez. Además de vivir con su esposa legal y sus seis hijos legítimos, Juan Duarte mantenía una relación con Juana Ibarguren, de origen criollo, con quien tuvo cinco hijos. Una situación que era "normal" entre los hombres de las clases altas argentinas. Eva fue la pequeña de los hijos ilegítimos de Juan Duarte y Juana Ibarguren.

La familia de Eva vivió en el campo hasta que su padre falleció en 1926, cuando ella tenía apenas seis años. Su madre, desprotegida legalmente, se trasladó con sus hijos a Los Toldos donde empezó a trabajar como costurera para sacar adelante a su amplia prole. Mientras su madre y alguno de sus hermanos mayores intentaban traer dinero al humilde hogar, Eva inició sus estudios en una escuela primaria. Pero desde muy pronto demostró no ser muy buena estudiante, mientras mostraba un claro interés por el mundo del teatro. En los años siguientes, madre e hijos fueron trasladando su vivienda a distintos lugares en los que Eva continuaba disfrutando con las actividades artísticas de las escuelas en las que ingresaba. 




Cuando terminó sus estudios de primaria, recién estrenado el año 1935 y sus quince años, decidió emigrar a Buenos Aires en busca de un sueño, convertirse en artista. Acompañada primero de su madre y protegida más adelante por su hermano Juan, empezó a hacer sus primeros trabajos en papeles secundarios en distintas obras de teatro hasta que un año después de llegar a la capital argentina consiguió un contrato en la Compañía Argentina de Comedias Cómicas. Tras distintas incursiones tímidas en el cine y en portadas de revistas, le llegó una gran oportunidad en el mundo de la interpretación en radioteatros. En 1938 consiguió entrar en la Compañía de Teatro del Aire y en 1942 era contratada por la Compañía Candilejas. Aquella carrera artística no sólo le serviría para conseguir su sueño y una vida más o menos acomodada, sino que sería para la futura Eva Perón una gran experiencia para hablar en público y enganchar con su fuerza y su carisma a todos los que la escuchaban. En 1943 Eva empezó a implicarse en los movimientos sindicales ayudando a fundar la Asociación Radial Argentina, el primer sindicado de los trabajadores del sector radiofónico. 




El 22 de enero de 1944 cambiaría la vida de Evita. En una colecta solidaria a favor de las víctimas del terremoto de San Juan, la joven Eva conocería a Juan Domingo Perón. Viudo desde 1938 y veinticuatro años mayor que ella, había protagonizado un año antes un golpe de estado militar que había terminado con el gobierno conservador. 

Un mes después de conocerse, empezaron a vivir juntos en el apartamento de Eva. La felicidad de la pareja se vio truncada cuando el 8 de octubre de 1945 un golpe de estado dirigido por el general Ávalos puso a Perón en una situación complicada, siendo detenido cuatro días después. La reclusión de Perón duró muy poco gracias a la reacción de los sindicatos que se movilizaron masivamente y forzaron su liberación. Días después, el 22 de octubre, Juan y Eva se casaban.




Como marido y mujer, la pareja empezó conjuntamente a trabajar en la carrera hacia la presidencia de Perón. Algo totalmente inaudito en la historia de Argentina donde por primera vez la esposa del candidato participaba activamente en la campaña electoral. El 24 de febrero de 1946 Juan Domingo Perón ganaba las elecciones y se convertía en presidente de Argentina. Eva Perón, como primera dama, no se limitó a acompañarlo a los actos oficiales sino que puso en marcha una amplia labor para mejorar la situación de los más desfavorecidos y luchar en favor de los derechos de las mujeres. 




Tres días después de la victoria electoral de su marido, Evita daba su primer discurso político en el que defendió abiertamente el sufragio femenino. Un derecho de las mujeres que en Argentina se alcanzó en 1947. Dos años después daba un paso más y fundaba el Partido Peronista Femenino para que las mujeres tuvieran un papel más activo en la vida social y política del país. 

Aquel mismo año de 1947 Eva y Juan Perón iniciaron una amplia gira por distintos lugares del mundo, España, Italia, Francia, Suiza, Brasil, Uruguay, entre otros, donde Evita ejerció como embajadora de buena voluntad mientras tomaba nota de las distintas actividades sociales realizadas en estos países para mejorar la situación social de los trabajadores y desamparados.




De vuelta a Argentina, creaba la Fundación Eva Perón desde la que ayudó a un gran número de personas mientras mantenía estrechas relaciones con los sindicatos para trabajar por los derechos laborales. 

Cuando en 1951 se convocaron unas nuevas elecciones, los sindicatos propusieron a Evita como candidata. Pero los sectores peronistas más conservadores consiguieron frenar una iniciativa totalmente rompedora para su tiempo. De todos modos a Eva Perón le quedaba muy poco tiempo de vida. Un cáncer de útero terminó con su vida el 26 de julio de 1952 cuando tenía solamente treinta y tres años de edad. 




El pueblo argentino quedó conmocionado por la muerte de su amada Evita, quien además de recibir infinidad de condecoraciones, fue despedida con un multitudinario funeral de estado, a pesar de no ejercer oficialmente ningún cargo político. Años después, tras la caída del peronismo, su cuerpo fue secuestrado y trasladado de un lado a otro en una truculenta operación en la que sus restos fueron profanados. No fue hasta 1976 que el cadáver de Eva Perón fue entregado a sus familiares, quienes la enterraron en el Cementerio de la Recoleta de Buenos Aires donde descansa para siempre.

 Si quieres leer sobre ella 

Evita, realidad y mito
Felipe Pigna







Divas Rebeldes
Cristina Morató







http://www.evitaperon.org/

http://www.museoevita.org.ar/  


Por Sandra Ferrer

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