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lunes, 18 de abril de 2011

La última reina de Egipto, Cleopatra VII (69 - 30 a.C.)


Cleopatra VII fue la última soberana del Egipto de los Ptolomeos, la dinastía helenística heredera de Alejandro Magno. Durante tres siglos los Ptolomeos intentaron mantener el antiguo esplendor del imperio griego. Pero cuando Cleopatra VII subió al poder, recibió un reino en crisis económica y política y asediado por la política imperialista romana. La derrota de la última reina ante los ejércitos del futuro Octavio Augusto la colocaron en el bando de los perdedores construyéndose a su alrededor una leyenda negra de la que nunca se desligó.

El Egipto helenístico
Cleopatra VII Tea Filopator pertenecía a la dinastía ptolemaica, fundada por Ptolomeo I Sóter. Este general de Alejandro Magno, heredó a la muerte del gran conquistador heleno una tercera parte de su territorio, iniciando la fase conocida como Egipto helenístico. Cleopatra era hija de Cleopatra V y Ptolomeo XII.

Conflictos en el Egipto ptolemaico
Cuando Cleopatra heredó el trono de su padre recibía un Egipto inmerso en una situación económica y política complicada. El reinado de su padre había terminado con su expulsión de Alejandría y la posterior petición de protección al Senado romano. Este había devuelto el poder a Ptolomeo XII pero a cambio de convertir Egipto en un protectorado romano. Así que fue Roma quien legitimó la corona de Cleopatra, una joven de 18 años, y su hermano pequeño, Ptolomeo XIII, con quien se había casado, algo habitual en la dinastía para mantener su carácter sagrado.

Se conocen algunas anécdotas pero pocos datos fehacientes de los primeros años de Cleopatra como reina. Lo que está claro es que tuvo fuertes enfrentamientos con su joven hermano-esposo al que consiguió alejar del poder gracias a la colaboración de Julio César. Consciente de la necesidad de reinar con un rey al lado, primero formó una nueva pareja con su otro hermano Ptolomeo XIV y más adelante con su hijo Ptolomeo XV César (Cesarión). Este era fruto de su relación con Julio César quien había viajado a Egipto para resolver los conflicos dinásticos de Cleopatra.

Conflictos en la Roma republicana
El año 44 a.C. Roma vivía uno de sus acontecimientos más dramáticos, el asesinato de Julio César. En su testamento, César legaba todo su poder a Octavio, quien había sido nombrado su hijo adoptivo un año antes. Empezaba un periodo inestable para el poder de Roma. Marco Antonio, uno de los generales más influyentes en aquel momento, recibió con frialdad a Octavio y puso todas las trabas posibles para retrasar el cumplimiento del testamento de César. La tensión derivó en una terrible guerra civil centrada en Módena. Una guerra que derivó en el segundo Triunvirato: Octavio, Marco Antonio y Emilio Lépido asumieron el poder y se dividieron el gobierno de los territorios romanos. Marco Antonio recibió las provincias orientales, entre las que se encontraba el Egipto de Cleopatra.

Encuentro con Marco Antonio
En el verano del año 41 a.C. Marco Antonio se encontraba con Cleopatra en la ciudad de Tarso. La intención del general y triunviro era recibir ayuda militar contra los partos. La reina egipcia vio también la oportunidad de recuperar el antiguo esplendor del imperio de Alejandro Magno. Los intereses comunes en oriente no fueron los únicos puntos en común. Cleopatra mantuvo una relación amorosa con Marco Antonio fruto de la cual fueron unos gemelos llamados Cleopatra Selene II y Alejandro Helios.

Los triunfos de Marco Antonio en Oriente hicieron crecer las aspiraciones imperiales de Cleopatra. De hecho, Marco Antonio, tras su victoria en Armenia, no sólo entró en Alejandría recuperando las famosasPtolemaia mezcladas con los ritos romanos, sino que repartió los territorios conquistados entre los gemelos y el tercer hijo que había tenido con Cleopatra, Ptolomeo Filadelfo.

Derrota en Actium y leyenda negra
Las difíciles relaciones entre Octavio y Marco Antonio empeoraban por momentos. Mientras Octavio no había escuchado las peticiones de ayuda para sus conquistas en Oriente, Marco Antonio era acusado desde Roma de haber repudiado a su verdadera esposa y hermana de Octavio. Este inició una inteligente campaña de propaganda utilizando el idilio con la reina egipcia y su amenaza imperialista.

El año 33 a.C. expiraba el segundo mandato de los triunviros. Dos años después, Octavio había conseguido poner a Occidente en contra de Marco Antonio, acusado de traidor y desleal a los valores de Roma, y Cleopatra. El senado romano despojaba al general de su derecho de ciudadanía romana y declaraba la guerra a Cleopatra.

La batalla de Actium terminaba con los sueños de los amantes que tuvieron que huir a Egipto. Terminaba el poder de Cleopatra y empezaba su leyenda negra. Octavio Augusto se encargó de propagar una imagen de lo más negativa de la última reina del Egipto de los Ptolomeos. Los escritores que inmortalizaron los episodios de la vida de Cleopatra lo hicieron siempre pensando en la buena imagen de Roma, una Roma que había salido de nuevo victoriosa.

Misterioso fin para la última reina de los ptolomeos
El hecho de que la tumba de Cleopatra aun no se haya localizado aumenta las dudas sobre las posibles causas de su muerte. Está claro que consiguio huir de Octavio y es más que probable que se suicidara. El modo de hacerlo llevó a múltiples versiones por parte de los literatos, entre ellas la ingesta de veneno o la mordedura de serpiente.

Lo cierto es que a la muerte de Cleopatra Egipto quedó como propiedad privada de Octavio. Cesarión, quien había conseguido huir de Egipto, fue finalmente asesinado por Octavio. Los otros dos hijos varones debieron morir muy jóvenes. Quien tuvo más suerte fue Cleopatra Selene a quien Octavio casó con el rey de Numidia Juba II. El asesinato de su hijo a manos de Calígula terminaría con una larga dinastía de la cual Cleopatra VII fue sin duda una de sus más destacadas monarcas.

 Si quieres leer sobre ella 
Cleopatra. La última reina de Egipto, Joyce Tyldesley
Género: Biografías







Por Sandra Ferrer

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