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miércoles, 13 de marzo de 2013

Del arte a la diplomacia, Guillermina de Prusia (1709-1758)


En el siglo XVIII, vivió una mujer en el Sacro Imperio Romano Germánico que fue embajadora de todas las artes y ejerció un papel determinante como diplomática al servicio de su amado hermano el rey Federico II el Grande. Guillermina de Prusia fue una apasionada de la música, la literatura y las artes en general. Compuso varias obras musicales, impulsó la creación de una universidad y fomentó la construcción de grandes obras arquitectónicas en su ciudad. Reina consorte de Prusia y margravina de Bayreuth, Guillermina intentó siempre encontrar tiempo entre sus dedicaciones dinásticas a cultivar sus verdaderas pasiones artísticas, aficiones que tuvo que abandonar al final de su vida en pos de su propia familia. 

Princesa de Prusia
Friederike Sophie Wilhelmine nació el 3 de julio de 1709 en Berlín. Guillermina era hija del rey Federico Guillermo I de Prusia y de Sophia Dorotea de Hannover. De los catorce hijos de la pareja, diez llegaron a la edad adulta, entre ellos, el que sería rey de Prusia como Federico II “El Grande” y con el que mantuvo un relación especial.

Guillermina pasó su infancia al lado de sus hermanos y mostrando un prematuro interés por el arte y la literatura. Aprendió a tocar el laúd con gran virtuosismo de la mano de Sylvius Leopold Weiss.

Margravina de Bayreuth
Con 22 años, Guillermina se casó en una boda concertada por sus padres con Federico III de Brandeburgo-Bayreuth. El matrimonio empezó con buen pie pero pronto empezaron a aparecer diferencias entre la pareja que se convirtieron en insalvables cuando su marido instaló en la corte de Bayreuth a su amante Dorotea von Marwitz. Guillermina y Federico solamente tuvieron una hija, Elisabeth Fredericka Sophia de Brandenburg-Bayreuth.

La margravina soportó su fracaso matrimonial volcándose en el mundo artístico y literario. Convirtió Bayreuth en un importante centro intelectual y referente del arte rococó gracias a la fundación de la Universidad de Erlange, la construcción de un teatro de la ópera y la restauración de otros centros artísticos y teatrales. 

Guillermina se rodeó de intelectuales y artistas, como Voltaire, Bernhard Joachim Hagen, Hasse y Bernasconi. Ella misma compuso música de cámara y una ópera, Argenore, estrenada en 1740 para celebrar el cumpleaños de su marido.

Al servicio del rey, su hermano
La Guerra de los Siete Años, iniciada en 1756, supuso el fin de la vida artística e intelectual de Guillermina. Su sentido de la responsabilidad para con su familia, la Dinastía de los Hohenzollern, la llevó a abandonar la música y el arte para dedicarse a la diplomacia. Desde entonces hasta su muerte, acaecida el 14 de octubre de 1758, Guillermina ejerció de embajadora de su hermano el entonces rey de Prusia, en el Sur de Alemania.





 Si quieres leer sobre ella 


Creadoras de música, VVAA
Género: Ensayo




Por Sandra Ferrer

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