Cuando en el siglo XVI Marín Lutero definió una nueva forma de fe católica, en su doctrina afirmó que la mujer debía obedecer al marido por mandamiento de Dios. Convencido del papel sumiso de la esposa frente a su cónyuge, Lutero tuvo la suerte de encontrar a quien sería el ejemplo de su propia teoría. Katharina von Bona fue una monja católica que se convirtió al protestantismo y se ofreció a casarse con el reformador. Lutero se convirtió en el primer reformista en contraer matrimonio y Katharina en la primera mujer y modelo de esposa y madre de la nueva fe.
La juventud en un convento
Katharina von Bora nació el 29 de enero de 1499 en Lippendorf, Alemania. Su padre se llamaba Hans von Bora y su madre, que tenía el mismo nombre que Katharina, murió cuando ella tenía 5 años. Por aquel entonces su padre se volvió a casar y Katharina fue enviada a vivir a un convento benedictino en Brehna. Tiempo después, en 1508 volvió a trasladarse, esta vez al convento cisterciense de Marienthron del que varias familiares suyas formaban parte. En 1515 tomaba el hábito y se convertía en monja.
Cuando la reforma protestante empezó a extenderse por Alemania, los muros del convento donde vivía Katharina no fueron lo suficientemente gruesos como para frenar su eco. Puede que fuera por el hecho de haber sido obligada a entrar en religión pero lo cierto es que Katharina y otras monjas del convento empezaron a sentirse insatisfechas por la vida en el monasterio y atraídas a su vez por la nueva reforma religiosa.
Conocedores de este hecho, Marín Lutero instigó a las jóvenes a huir del convento, fuga que se materializó con la ayuda de un comerciante llamado Leonhard Köppe. Lutero se sentía responsable del destino de las nueve monjas a las que había incitado a huir por lo que decidió buscarles marido entre sus consejeros y amigos. Katharina sorprendió entonces a Lutero con una sencilla y sincera propuesta de matrimonio que éste no pudo negar.
La esposa del reformador
El 13 de junio de 1525 Martín Lutero se casaba con Katharina von Bora. La nueva pareja convirtió un monasterio agustino que habían cedido a Lutero en su hogar y en el refugio de muchos otros allegados. Además de los seis hijos que tuvieron, Katharina se hizo cargo de ocho sobrinos de Lutero y de multitud de huéspedes que llenaban las 40 habitaciones del monasterio. Además, gestionó con eficacia el ganado y la tierra que formaba parte de su propiedad.
Mujer luchadora incansable, que vio morir a dos de sus hijos, no desfalleció en todos los años de su matrimonio. Cumplió con el modelo de mujer sumisa que predicaba Lutero
La viuda luchadora
En 1546 moría Martín Lutero dejando a Katharina sola y con un grave problema financiero. A sus problemas económicos se sumó la amenaza de las tropas imperiales de Carlos V que obligaron a Katharina a huir en varias ocasiones. Katharina se arruinó y volvió a salir a flote, fue perseguida y siguió huyendo, siempre con fuerza y sentido de la obligación.
El 20 de diciembre de 1552, la incansable Katharina murió tras una terrible caída de su carruaje cuando tenía 53 años.
Katharina fue sin duda la esposa fiel de Lutero que ayudó a reafirmar la reforma protestante en media Europa y se convirtió en el modelo de esposa y madre que su esposo siempre defendió.
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