Virgen con el Niño y dos ángeles (1445) Fra Filippo Lippi |
Existen muchos personajes que han marcado nuestra fe, nuestra cultura y nuestra vida en general a pesar de no saber a ciencia cierta si fueron personas que existieron o de las cuales sabemos muy poco de su vida. La figura de la Virgen María ha influenciado sin lugar a dudas a muchos pueblos a lo largo de estos dos milenios.
¿Quién nos habla de María?
La principal fuente es la Biblia en la que se narran distintos pasajes de la vida de Jesús y por tanto aparece la figura de su madre. Pero en los evangelios bíblicos la mayor parte de sus referencias son respecto a la vida de su hijo por lo que se centran en el periodo que va desde la Anunciación hasta la Crucifixión de Jesús.
Para encontrar los orígenes de María hemos de acercarnos a los Evangelios Apócrifos, entre ellos el conocido como el Evangelio de la Natividad de María. Según este texto, atribuido en la Edad Media a San Jerónimo, María habría nacido en Nazaret de Joaquín y Ana quienes habrían entregado a María al templo de Dios para ser educada junto con otras vírgenes.
Cuando a los 14 años se decidió que María debía casarse ella se negó a contraer matrimonio si tenía que renunciar a su voto virginal. Fue esta la razón por la cual se casaría con José pero no tendría una vida marital con él.
La historia sagrada
Las referencias a María en la Biblia se inician después de esta unión con José. A partir de ese momento se relatan los momentos principales de su vida y de la de Jesús. El primero, la Anunciación del Arcángel San Gabriel a María. Según este relato, María recibió la noticia del Ángel de que concebiría a un hijo a pesar de no haber conocido varón. El siguiente gran momento es la visita a su prima Isabel quien también había quedado milagrosamente encinta del que sería San Juan el Bautista.
El nacimiento de Jesús marca el punto culminante de la presencia de María en los textos sagrados, relatando su viaje de Nazaret a Belén, la llegada del niño en un pesebre, la adoración de los magos y su posterior huida a Egipto.
A partir de entonces se hace un silencio importante hasta la pasión de Jesús pues María aparece citada en pocas ocasiones en la vida pública de su hijo, entre ellos las conocidas bodas de Canán.
El dogma de su muerte
Desde 1950 se considera como dogma de fe por el credo cristiano católico la Asunción de la Virgen. Este dogma no deja claro si María murió como el resto de seres humanos o ascendió directamente a los Cielos.
Un símbolo de amor y generosidad
La historia de María esta llena de incertidumbres en las que se mezcla la fe y la tradición. Pero la figura de María destaca por encima de muchas otras si la consideramos como un símbolo de amor maternal supremo y generosidad absoluta.
Por Sandra Ferrer
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