RADIO "PONCHOSVERDES.FM"

sábado, 4 de febrero de 2017

“¡Aquellos que todavía defienden la supremacía masculina blanca heteropatriarcal: Tengan cuidado!”

Discurso completo de la Marcha de las Mujeres (incluye Vídeo)


Angela Davis
Tercera Información


Fue la oradora más clara y contundente en el acto de la Marcha de las Mujeres en Washington, EEUU. En su discurso anticapitalista, anti heteropatriarcal y anticolonial realizó un pantallazo de gran parte de los conflictos que padece y produce Estados Unidos. A su vez, incitó a la población a resistir y a luchar organizados durante los próximos años del gobierno de Donald Trump. Angela Davis arengó: “¡Aquellos que todavía defienden la supremacía masculina blanca hetero-patriarcal: Tengan cuidado!”.
“En un momento difícil de nuestra historia, recordemos que los cientos de miles, las millones de mujeres, las personas trans, los hombres y los jóvenes que estamos aquí en la Marcha de las Mujeres, representamos a las poderosas fuerzas del cambio que están determinadas para evitar que las culturas moribundas del racismo y el hetero-patriarcado se levante de nuevo.
Reconocemos que somos agentes colectivos de la historia y que la historia no se puede borrar como las páginas web. Sabemos que nos reunimos esta tarde en tierras indígenas y seguimos el camino de lucha de los primeros pueblos que, a pesar de la masiva violencia genocida, nunca han renunciado a la lucha por la tierra, el agua, la cultura y su pueblo. Un especial saludo hoy a los ¡Siux de Standing Rock!.
Las luchas por la libertad del pueblo negro, que ha moldeado la naturaleza misma de la historia de este país, no pueden ser borradas con la mano. No podemos olvidar que las vidas de lxs negrxs importan. Este es un país anclado en la esclavitud y el colonialismo. Esto significa que para bien o para mal, la historia misma de los Estados Unidos es una historia de inmigración y esclavitud. La propagación de la xenofobia, acusar de asesinato, de violación, y construir muros, no borrará la historia. ¡Ningún ser humano es ilegal!.
La lucha por salvar el planeta, detener el cambio climático, garantizar la accesibilidad del agua de las tierras de los Sioux de Standing Rock, en Flint, Michigan, en Cisjordania y en Gaza; la lucha por salvar la flora y la fauna y por salvar la atmósfera, son el punto cero de la lucha por la justicia social.
Esta es una marcha de mujeres que representa la promesa del feminismo en contra de los poderes perniciosos de la violencia estatal. Un feminismo inclusivo e interseccional que invita a todos a unirnos a la resistencia al racismo, a la islamofobia, al antisemitismo, a la misoginia y a la explotación capitalista. Sí. saludamos a “Fight for $15” (campaña por un mínimo salarial de $15 la hora).
Nos dedicamos a la resistencia colectiva. Resistencia a los multimillonarios,a los especuladores hipotecarios y gentrificadores. Resistencia a los corsarios de la salud. Resistencia a los ataques contra musulmanes e inmigrantes. Resistencia a los ataques contra las personas con discapacidad. Resistencia a la violencia estatal perpetrada por la policía y por la compleja industria penitenciaria. Resistencia a la violencia institucional e íntima de género, especialmente hacia las mujeres trans de color.
Los derechos de las mujeres son derechos humanos en todo el planeta. Es por eso que decimos ¡libertad y justicia para Palestina! Celebramos la inminente liberación de Chelsea Manning y Oscar López Rivera, pero también decimos ¡libertad para Leonard Peltier! ¡Libertad para Mumia Abu-Jamal! ¡Libertad para Assata Shakur!
En los próximos meses y años seremos llamados para intensificar nuestras demandas de justicia social, para que seamos más militantes en nuestra defensa hacia las poblaciones vulnerables. Aquellos que todavía defienden la supremacía masculina blanca hetero-patriarcal: ¡Tengan cuidado!
“Los siguientes 1.459 días de la administración del Trump serán 1.459 días de resistencia: ¡Resistencia en las calles! ¡Resistencia en las aulas! ¡Resistencia en el trabajo! ¡Resistencia en nuestro arte y en nuestra música!
¡Esto es solo el comienzo! y tomando las palabras de la inimitable Ella Baker: Nosotros, que creemos en la libertad, no podemos descansar hasta que llegue.
Gracias.”
Fuente: http://www.tercerainformacion.es/articulo/internacional/2017/01/26/eeuu-el-discurso-completo-de-angela-davis-en-la-marcha-de-las-mujeres

viernes, 3 de febrero de 2017

Una ingeniera en la NASA, Mary Jackson (1921-2005)


Mary Jackson tenía una mente privilegiada pero su condición de mujer y el color de su piel eran vergonzosos inconvenientes para ella. Lejos de rendirse, Mary Jackson estudió, trabajó duro y se enfrentó a las normas establecidas que le impedían avanzar en su carrera. Esfuerzos que dieron sus frutos cuando se convirtió en la primera mujer afroamericana en trabajar como ingeniera aeroespacial en la NASA. 

Mary Winston Jackson nació el 9 de abril de 1921 en Hampton, Virginia. Desde bien pequeña destacó como buena estudiante. Tras graduarse con honores en la escuela George P. Phenix, continuó sus estudios en el Hampton Institute donde se graduó en matemáticas y física. Tras finalizar sus estudios, Mary trabajó durante un tiempo como profesora en una escuela para niños negros en Maryland. En aquellos años, Mary también se ganó la vida como contable y secretaria, se casó y tuvo dos hijos. 





En 1951 consiguió entrar en el Centro de Investigación de Langley de la NACA (National Advisory Committee for Aeronautics) como matemática y computadora bajo la supervisión de Dorothy Vaughan, en una zona destinada para mujeres de color, la West Area Computers. Dos años después, el ingeniero de la NACA Kazimierz Czarnecki la requirió para que trabajaran juntos en el túnel de presión supersónico donde se estudiaba la aerondinámica de aviones y naves. Czarnecki pronto se dio cuenta de las capacidades de Mary Jackson y la animó a que siguiera estudiando matemáticas y física, algo que para una joven de color era poco menos que imposible en una Virginia defensora de la segregación racial. Pero Mary no se amedrentó y consiguió ser admitida en el Hampton High School, de la Universidad de Virginia, exclusiva para blancos.



Mary estudió en las clases nocturnas y consiguió su objetivo. En 1958 era nombrada ingeniera aeroespacial, convirtiéndose en la primera mujer de color ingeniera de la NASA donde trabajó hasta 1985. 




Consciente de las dificultades que tenían las mujeres de color y otras minorías para alcanzar la igualdad de derechos civiles, Mary Jackson dedicó parte de su tiempo a colaborar con instituciones y proyectos como la Federal Women's Program Manager de la Office of Equal Opportunity Programs

Mary Jackson falleció el 11 de febrero de 2005.

 Si quieres leer sobre ella 

Figuras ocultas
Margot Lee Shetterly







 Películas que hablan de ella

Figuras ocultas

Cartografía de la galaxia queer

Por Iñaki Urdanibia

Una amplia panorámica de los discursos y prácticas ( trans) feministas y de las luchas de liberación sexual.
Por Iñaki Urdanibia
« Entramos en un tiempo en el que las minorías del mundo comienzan a organizarse contra los poderes que les dominan y contra todas las ortodoxias »
                                                 ( Félix Guattari )
« …esta especie bizarra de criaturas que se llama el género humano »
                                                  ( Fontenelle )
Decía el otro que florezcan cien flores, cien escuelas de pensamiento…en esta ocasión no estamos ante ninguna escuela ni ante ningún pensamiento cerrado, sino que las diversas flores, en número de veintinueve que pueblan el libro del que hablo en estas líneas, son muestras de diferentes prácticas, y de diversas visiones con respecto a la sexualidad, al cuerpo, etc.
Estamos ante una apuesta por la multiplicidad, más allá del encasillado binarismo que distribuye de forma tajante los sexos , los géneros y las prácticas sexuales…estamos en el terreno del post, deltrans que intenta escapar de las unidades obligatorias, de las pretensiones acaparadoras del Uno ( y su correlato) que todo lo ordena y domestica. No son pagos para los sermones, no es espacio para las teorías-guías, ni de las lecciones acerca de lo que hemos de hacer o ser a modo de manual de instrucciones, sino que, como he indicado, estamos en un topos en el que rigen las prácticas, las experiencias; lares de la complejidad frente a las romas simplificaciones…nos movemos por los límites de lo queer , en un desplazamiento / ampliación del feminismo
El sentido del término viene a señalar el carácter a través de; término que originalmente, en inglés, poseía un carácter despectivo , siendo posteriormente adoptado y reivindicado por los gaysanglófonos…La palabra puede traducirse igualmente por bizarro, insólito, extraño, excéntrico, singular, loco, raro, singular, etc., etc., etc.; y del mismo modo que los gays airearon su reivindicación bao tal, orgulloso, rótulo, lo queer ha venido a ser reivindicado con orgullo por sus defensores y practicantes de uno u otro tipo. El insulto convertido en bandera de revuelta.
Pues bien, si líneas más arriba hablaba del número veintinueve, estas son las voces, algunas personales y otras colectivas, que se presentan en este libro editado por Txalaparta: «Transfeminismos. Epistemes, fricciones y flujos » , compilado por Miriam Solá y Elena Urko.
El prólogo, Decimos revolución, de Beatriz Preciado, marca el tono y el espíritu de las intervenciones que se presentan. La autora del pionero « Manifiesto contra-sexual», reivindica la lucha contra todas las cadenas, tanto físicas como ideológico-políticas, que intentan adueñarse de los diferentes movimientos reivindicativos, y, en este orden de cosas, la senda marcada es la del rizoma, la de la horizontalidad, la de lo nómada y plural / molecular, frente a las concepciones arbóreas, verticales, sedentarias, y unificadoras en torno a los monopolios que persiguen todos los comisarios que en el mundo son.
En las intervenciones se respiran ciertos aires deleuzianos , en busca de diferencias dentro de la diferencia , hallándonos así ante multitud de cuerpos, ante una multitud sexual como posible sujeto de las políticas queer .
En cinco bloques se presentan las diferentes intervenciones agrupadas en torno a ciertas unidades temáticas: el primero, « Memorias colectivas y anticuerpos teóricos», presenta las intervenciones de ORGIA, Sandra Fernández y Aitzole Araneta, Cristina Garaizabal, Medeak e Itziar Ziga, en las que las intervenciones nos conducen por asuntos conceptuales y de análisis crítico, sin obviar algunas pinceladas genealógicas sobre los deslizamientos desde el feminismo, subrayando aspectos relacionados con las prácticas artísticas ; señalando igualmente las luchas que se han alzado, y se alzan, contra las tendencias a diagnosticar patologías en las posturas trans. La última de las autoras nombradas subraya la necesidad de escapar de los cotos cerrados, que puedan hacer que las luchas, a pesar de la buena voluntad, queden reducidas a pequeñas capillas de amigas / hermanas.
El segundo bloque, « El capitalismo o la vida », está conformado por los ensayos de Amaia Orozco y Sara Lafuente, Sayak Valencia, Verónica Arauzo, Leticia Rojas & Alex Aguirre, mery sut, Brot Bord y Teo Pardo, que dejan clara constancia de que el movimiento trans no es ajeno a las luchas anticapitalistas, y que sus prácticas descolocan las prácticas canónicas reguladas por el orden dominante. Se mueven los textos en el espacio en el que los poderes tratan de domesticar los cuerpos y utilizar tecnologías para forjar subjetividades , lo que propicia nuevos frentes de lucha ya que sabido es que donde hay opresión hay resistencia y esta surge en nuevos espacios superando los límites geográficos.
El siguiente bloque, « Suenan los cuerpos: un llamado a las alianzas », reúne las propuestas de ORGIA, Post Op, Raquel (Lucas) Platero y Lucrecia Masson. En ellos planea la sombra de aquel dicho spinoziano: «nadie, hasta ahora, ha determinado lo que puede el cuerpo, es decir, a nadie ha enseñado la experiencia, hasta ahora, qué es lo que puede hacer el cuerpo en virtud de las solas leyes de su naturaleza » ; los cuerpos toman la página y los espacios de su representación entre afectos, perceptos y deseos , hurgando en las interpretaciones simbólicas en busca de nuevas formas de relación y sociabilidad, ajenas al entramado montado por el biopoder.
El cuarto bloque, « El amor siempre fue político » está integrado por los trabajos de Helen Torres, bengala&magnafrase y Diana J. Torres. Introduciéndonos en los terrenos que más reacios a ser politizados ya que , en principio, pertenecen al ámbito de lo privado; huyendo de los mojones que limitan las relaciones a la familia nuclear, a la pareja monogámica y la heteronomía con sus lógicas consumistas y otras. Las vías que abren es el de la comprensión de las redes del poder que atraviesan las relaciones entre individuos y los modos de escapar de dichas sujeciones .
El último bloque, « Ánados, cátodos, circuitos y filamentos» contiene textos de Quimera Rosa, Ana Burgos & Yendéh R. Martínez, Klau Kinki y Lucía Egaña, que centran su mirada en el terreno de la ciencia y la técnica , en un intento de rescatarlas del dominio masculino que hace que tales esferas del quehacer humano responsa al dictum protagórico de que el hombre ( masculino ) es la medida de todas las cosas ; al tiempo reivindican una democratización de la ciencia y la técnica que la situe al alcance de todos y no en manos de unos especialistas…las propuestas moviéndose siempre en una permanente búsqueda de dotar de conciencia a la ciencia, que diría Edgar Morin.

En fin, si don Antonio decía que se desprecia cuanto ( se) ignora, aquí tenemos la magnífica ocasión de conocer lo desconocido, y habitualmente despreciado por muchos , desprecio provocado por el odio a lo diferentes, a lo que se sale del orden, al otro….Una verdadera caja de herramientas llena de saberes subversivos y de caminos de lucha…

Llaman desde Estados Unidos a unirse al Paro Internacional de Mujeres

Inspiradas en el movimiento Ni Una Menos de Argentina, un grupo de profesoras y activistas de Estados Unidos llaman a construir un feminismo de base y anticapitalista y convocan al paro internacional de mujeres.


Fotografía: Viewpoint Magazine.
Nancy Fraser, Cinzia Arruzza, Keeanga-Yamahtta Taylor, entre otras, son las primeras firmantes de un llamado a poner en pie un movimiento de mujeres que se sume a la movilización que se extiende en varios países del mundo. Con una dura crítica al“feminismo neoliberal”, llaman a construir un “feminismo para el 99 %, un feminismo de base, anticapitalista, en solidaridad con las mujeres trabajadoras, sus familias y sus aliados alrededor del mundo”.
Publicamos a continuación la traducción del llamado que puede leerse aquí en inglés.
Por un feminismo del 99% y un paro internacional de mujeres activo el 8 de marzo
Las marchas masivas del 21 de enero (en Estados Unidos) marcan el comienzo de una nueva ola de lucha feminista activa. ¿Pero cuál será su eje? Desde nuestro punto de vista, no es suficiente oponerse a Trump y sus políticas agresivamente misóginas, homofóbicas, transfóbicas y racistas; también debemos apuntar contra el ataque neoliberal a los programas sociales y los derechos laborales. Aunque el disparador inmediato de la respuesta masiva del 21 de enero fue la misoginia explícita de Trump, el ataque contra las mujeres (y toda la población trabajadora) antecede por mucho a esta administración. Las condiciones de vida de las mujeres, especialmente de las mujeres de color, las trabajadoras, desempleadas y migrantes, se han deteriorado fuertemente durante los últimos 30 años, gracias a la financiarización y la globalización corporativa. El feminismo lean-in y otras variantes del feminismo corporativo nos ha fallado a la inmensa mayoría de nosotras, que no tiene acceso a la autopromoción y el progreso, y cuyas condiciones de vida solo pueden mejorar a través de políticas que defiendan condiciones de vida dignas, aseguren los derechos reproductivos y garanticen los derechos de las y los trabajadores. Desde nuestro punto de vista, la nueva ola de movilización de las mujeres debe ocuparse de todos estos problemas de una manera frontal. Debe ser un feminismo para el 99 %.
El tipo de feminismo que buscamos ya está emergiendo internacionalmente, en luchas alrededor del mundo: desde la huelga de mujeres en Polonia contra la prohibición del aborto a las huelgas y marchas de mujeres en América latina contra la violencia machista; de la manifestación masiva de mujeres en Italia en noviembre pasado a las protestas y huelgas de mujeres en defensa de los derechos reproductivos en Corea del Sur e Irlanda. Lo que es llamativo de estas movilizaciones es que varias de ellas combinaron las luchas contra la violencia machista con la oposición a la precarización del trabajo y la desigualdad salarial, mientras se oponen también a la homofobia, la transfobia y las políticas migratorias xenófobas. Juntas, proclaman un nuevo movimiento feminista internacional con una agenda amplia, antirracista, antiimperialista, antiheterosexista y antineoliberal a la vez. Queremos colaborar con el desarrollo de este nuevo y más expansivo movimiento feminista.
Como primer paso, proponemos ayudar a construir un paro internacional contra la violencia machista y en defensa de los derechos reproductivos el 8 de marzo. En esta perspectiva, nos unimos a los grupos feministas alrededor de treinta países que han llamado al paro. La idea es movilizar a las mujeres, mujeres trans y todos aquellos que las apoyan en un día de lucha internacional, un día de paros, marchas, bloqueos de caminos, puentes y plazas, un día de no realizar trabajo doméstico, de cuidados ni sexual, boicotear y denunciar a empresas y políticos misóginos, huelgas en las instituciones educativas. Estas acciones apuntan a hacer visibles las necesidades y las aspiraciones de aquellas mujeres ignoradas por el feminismo liberal y corporativo (lean-in): las mujeres en el mercado laboral formal, las que trabajan en el ámbito de la reproducción social y los cuidados, las desempleadas y las precarias.
Al plantear un feminismo para el 99 %, nos inspiramos en la coalición argentina Ni Una Menos. La violencia contra las mujeres, como ellas la definen, tiene muchas facetas: es doméstica, pero también del mercado, de las relaciones de propiedad capitalista, y del Estado; la violencia de las políticas discriminatorias contra las lesbianas, las trans y las queer, la violencia de la criminalización estatal de los movimientos de migrantes, la violencia de la encarcelación masiva, y la violencia institucional contra los cuerpos de las mujeres a través de la prohibición del aborto y la falta de acceso a la salud y el aborto libre. Su perspectiva alienta nuestra determinación a oponernos a los ataques políticos, culturales y económicos a las mujeres musulmanas y migrantes, a las mujeres de color, a las trabajadoras y a las desempleadas, a las lesbianas, a las mujeres trans.
Las marchas de mujeres del 21 de enero han mostrado que en Estados Unidos también puede estar surgiendo un nuevo movimiento feminista. Es importante no perder el impulso. Unámonos el 8 de marzo para hacer paro, abandonar los lugares de trabajo y estudio, marchar y manifestarnos. Aprovechemos la ocasión de esta jornada internacional de acción para transformarla en el fin del feminismo corporativo y construir en un feminismo para el 99 %, un feminismo de base, anticapitalista, en solidaridad con las mujeres trabajadoras, sus familias y sus aliados alrededor del mundo.
Linda Martin Alcoff es profesora de Filosofía del Hunter College y el CUNY Graduate Center. Autora de Visible Identities: Race, Gender, and the Self. Actualmente trabaja en nuevo libro sobre violencia sexual, y otro sobre epistemología decolonial.
Cinzia Arruzza es profesora asistente de Filosofía de la New School for Social Research de New York y una activista feminista y socialista. Autora del libro Dangerous Liaisons: The Marriages and Divorces of Marxism and Feminism.
Tithi Bhattacharya enseña historia en la Purdue University. Su primer libro, The Sentinels of Culture: Class, Education, and the Colonial Intellectual in Bengal (Oxford, 2005), trata la obsesion con la cultura y la educación en la clase media. Su trabajo ha sido publicado en diarios como Journal of Asian Studies, South Asia Research y New Left Review. Actualmente trabaja en un libro llamado Uncanny Histories: Fear, Superstition and Reason in Colonial Bengal.
Nancy Fraser es profesora de Filosofía y Política de la New School for Social Research. Sus libros incluyen Redistribution or Recognition y Fortunes of Feminism.
Keeanga-Yamahtta Taylor es profesora asistente en el Princeton University’s Center for African American Studies y autora de From #BlackLivesMatter to Black Liberation.
Rasmea Yousef Odeh directora asociada de la Arab American Action Network, dirigente del Comité de Mujeres Árabes, y exmiembro del Frente Popular por la Liberación de Palestina.

FUENTE http://www.laizquierdadiario.com/Llaman-desde-Estados-Unidos-a-unirse-al-Paro-Internacional-de-Mujeres

Elizabeth Blackwell, la primera médica titulada en EEUU

Quienes hoy acudan a tratarse al Lower Manhattan Hospital en Nueva York, también conocido como New York-Presbyterian o simplemente como el hospital del Downtown, posiblemente sepan que es el único gran centro clínico al sur de la calle 14. Y tal vez aprendan que su servicio de Urgencias fue el centro de atención de referencia el 11 de septiembre de 2001, por el que pasaron más de 1.000 heridos en los atentados. Pero tal vez ignoren que sus orígenes se remontan a 1853 y que se deben al empeño infatigable de una mujer, la primera titulada en medicina en EEUU, y una de las primeras del mundo.
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La primera titulada de Medicina en EE UU, Elizabeth Blackwell. Crédito: Wikimedia Commons
El escenario para que Elizabeth Blackwell (3 de febrero de 1821 – 31 de mayo de 1910) tomara un rumbo pionero en su vida estaba preparado desde su nacimiento, en una familia numerosa de Bristol (Reino Unido) donde se favorecía el desarrollo personal, se fomentaba la igualdad de oportunidades y se adoptaban opciones morales avanzadas para su época. Sus padres rechazaban el castigo físico. Y cuando la refinería de azúcar que sostenía la economía familiar se quemó y los Blackwell tuvieron que emigrar a Estados Unidos en busca de una nueva vida, el padre acabó dedicándose al azúcar de remolacha por la repugnancia que le inspiraban las prácticas esclavistas del cultivo de caña.
Sin embargo, la medicina estaba muy lejos de los intereses de Elizabeth. En su libro Pioneer Work in Opening the Medical Profession to Women (1895) escribiría que por entonces “odiaba todo lo relacionado con el cuerpo y no podía soportar la visión de un libro médico”. Cuando su padre murió y la familia debió procurarse un sustento, la opción elegida fue la enseñanza. Pero un día, una amiga que sufría una dolorosa enfermedad la animó a estudiar medicina, asegurándole que sus sufrimientos habrían sido menores si la hubiera tratado una mujer.

Rechazada en 29 facultades

Otro elemento influyó en Blackwell para decantarse por la carrera médica: buscar una ocupación absorbente para evitar la “perturbadora influencia ejercida por el otro sexo”, escribió. Y sobre todo, el deseo de practicar la medicina se convirtió para ella en una lucha moral, avivada aún más por el hecho de que en su época el término “mujer médica” se aplicara en exclusiva a las practicantes de abortos, algo que Blackwell consideraba una “ocupación vil”.
Pero este camino no se le abrió de inmediato. Mientras comenzaba a estudiar por su cuenta gracias a los libros de un amigo médico, hasta 29 facultades rechazaron su solicitud de ingreso por su condición de mujer. Y cuando fue aceptada en la que hacía la número 30, la Facultad de Geneva (Nueva York, hoy perteneciente a la Universidad Estatal de Nueva York SUNY), fue por una especie de malentendido: los profesores sometieron su solicitud de matrícula al voto de los alumnos, quienes creyeron que aquello era tan sólo una broma de una universidad rival.
El resultado fue que una mujer entró por primera vez en una Facultad de Medicina en EEUU. La revista Boston Medical and Surgical Journal, hoy una de las más prestigiosas publicaciones médicas del mundo bajo su nombre actual, The New England Journal of Medicine, daba cuenta de que “un pequeño y bonito espécimen del género femenino” estudiaba medicina en Geneva. Los redactores de la prensa afilaban sus plumas: el Baltimore Sun confiaba en que Blackwell limitara su práctica “a enfermedades del corazón”.
Carta de admisión de Elizabeth Blackwell en la facultad de Medicina y anuncio del primer hospital para mujeres. Crédito: Wikimedia Commons
Carta de admisión de Elizabeth Blackwell en la facultad de Medicina y anuncio del primer hospital para mujeres. Crédito: Wikimedia Commons

Primer hospital para mujeres

Por si fueran pocos obstáculos, al término de su carrera se encontraba adquiriendo experiencia en un hospital de París cuando el fluido infeccioso de un niño al que trataba le saltó al ojo. A raíz de aquel accidente terminaría perdiendo el ojo izquierdo, lo que frustró su propósito de dedicarse a la cirugía. Pero nunca se rindió: en 1853, a su regreso a EEUU, fundó en Nueva York un pequeño dispensario para mujeres y niños sin recursos. Con la ayuda de su hermana Emily y de su alumna Marie Zakrzewska, cuatro años después aquella semilla germinaría en un hospital, hoy el Lower Manhattan, entonces llamado New York Infirmary for Indigent Women and ChildrenEn 1868 al centro se añadió una facultad de medicina, dirigida por mujeres para mujeres.
Un año más tarde, ya en plena madurez, Blackwell decidió establecerse definitivamente en su Inglaterra natal. La escuela de Nueva York continuó abierta hasta 1899, cuando todas sus alumnas fueron transferidas a la Facultad de Medicina de Cornell. Pero su regreso a Gran Bretaña no fue para descansar: poco después fundaría la London School of Medicine for Women, hoy integrada en el University College. “Es mi naturaleza comenzar de nuevo”, escribió. Nunca dejó de hacerlo, hasta que un derrame cerebral se la llevó en 1910, después de haber abierto las aulas de las escuelas médicas a millones de mujeres de todo el mundo.
Por Javier Yanes para Ventana al Conocimiento

FUENTE: https://www.bbvaopenmind.com/elizabeth-blackwell-la-primera-medica-titulada-en-eeuu/

miércoles, 1 de febrero de 2017

El papel de los hombres en la lucha feminista

Hombres & Lucha feminista
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Macarena Neva Delgado
TribunaFeminista

“Debemos evitar apropiarnos de la lucha relativa a las cuestiones de género. Siempre debemos ser conscientes de ello. La tentación existe debido a la tendencia dominante de los hombres. Debemos mantenernos vigilantes y recordar que ésta es una lucha que tienen que liderar las mujeres” Mbuyiselo Botha, Foro de hombres sudafricanos

Aunque el movimiento de hombres por la igualdad surgió en los años 70 en los países nórdicos, en España no es hasta los años 80 que se empieza a visibilizar este movimiento, cuya entrada en escena ha provocado diferentes reacciones. Según señala Luis Bonino: “son acusados por otros hombres de promover la cultura del hombre “blando”, emprender cruzadas junto al feminismo contra la masculinidad, promover el culto a la emoción e impulsar el fracaso masculino”.

Tampoco gozan de la confianza de algunas mujeres feministas que lo ven como unos “infiltrados” dentro del movimiento, dudando de sus intenciones al creer que en realidad les motiva un deseo de seguir manteniendo cuotas de poder, ahora dentro de un marco más igualitario. Todo esto genera un debate que podría definirse en los siguientes términos: Parece obvio y evidente que las mujeres por sí solas no pueden conseguir todos los profundos cambios sociales que requiere la construcción de un mundo igualitario, se precisa para ello de manera inevitable la participación activa de los hombres pero… 

¿Cuál es el papel de los hombres en la lucha feminista? ¿Deben hacerlo integrados dentro de los movimientos feministas liderados por mujeres o deben hacerlo desde fuera?.

Quizás para ayudar a responder a la pregunta, sería bueno recordar QUÉ es el patriarcado, a QUIÉN (o quienes) afecta, y CÓMO combatirlo.

Gerda Lerner (1986) define el patriarcado como: “la manifestación e institucionalización del dominio masculino sobre las mujeres y niños/as de la familia y la ampliación de ese dominio sobre las mujeres en la sociedad en general”. Se trata de un orden culturalmente establecido que otorga poder y privilegios a los hombres discriminando de esta forma a las mujeres. Las maneras en que el patriarcado se manifiesta son distintas para distintas sociedades y van cambiando a lo largo de la historia.

Estas podrían ser algunas de las características con las que se presentan en la actualidad y que nos podrían ayudar a definirlo. En el Patriarcado, las mujeres:

1- Carecen de autonomía económica debido a que sus ingresos, o no existen, o son bajos al realizar trabajos precarios, inestables o a tiempo parcial. Para las mujeres se reservan los puestos de «bajo perfil» o de «perfil asistencial» .

2- Cargan con todo o a la mayor parte del trabajo no remunerado (trabajo doméstico y cuidado de personas).

3- Tienen expectativas más bajas en el mundo laboral al entenderse que son ellas las que deben asumir el cuidado de hijos e hijas y del hogar.

4- Quedan fuera (o son minoría) de los altos cargos y de toma de decisiones, tanto en empresas privadas como en instituciones públicas.

5- Sufren violencia tanto dentro como fuera del espacio doméstico (violaciones, ablaciones, asesinatos, trata, acoso…).

6- Son moldeadas bajo un patrón cultural impregnado de valores tales como: sensibilidad, ternura, belleza, debilidad, pasividad… lo que les lleva a crear relaciones de dependencia y sumisión hacia el hombre.

El sistema patriarcal asegura la transmisión de este orden desigual de generación en generación a través de usos, costumbres, tradiciones, normas familiares, prejuicios y hábitos sociales que aprendemos a través de un sutil pero eficaz proceso de socialización. Esta situación hace nacer entre las mujeres un sentimiento de pertenencia a un grupo social discriminado que las lleva a movilizarse para luchar contra este gran gigante opresor que es el patriarcado, una lucha en la que asumen de manera responsable un papel protagonista, como protagonistas han sido y lo son todos los colectivos oprimidos, humillados, vejados y sometidos.

Del mismo modo que son los homosexuales los que lideran la lucha contra la homofobia o la raza negra contra el racismo, puesto que es dentro del mismo seno de cualquier colectivo discriminado de donde nacen sus protagonistas, quienes tienen la autoridad moral para liderar su lucha y decidir la forma y el modo en que quieren ser liberadas. En este contexto reivindicativo se reconoce el papel primordial y necesario del hombre como compañero de lucha.
Sin embargo, debe ser entendido que se trata de un papel de acompañamiento, solidaridad, apoyo y complicidad que le permita reconocer siempre el papel protagonista de las mujeres y cuyo papel activo consiste en asumir y propagar un discurso que llegue al corazón de otros hombres. Dice Rubén Sánchez, psicólogo, formador y activista feminista: “La lucha feminista debe estar dirigida por las mujeres, y yo sólo me empecé a denominar feminista cuando mis compañeras me reconocían de este modo”.

O como diría Alexander Ceciliasson cuando hace referencia al papel de los hombres en la lucha feminista: “…Uno, retroceder y callarnos y, dos, hablar con otros hombres”.

En este sentido se podría esperar de ellos que:

–Rechacen todo tipo de violencia que sufren las mujeres y solidarizarse con sus víctimas. “La alianza de los hombres con los grupos que se oponen a la violencia contra la mujer reviste una importancia crucial y constituye una demostración patente y práctica del interés común entre hombres y mujeres por detener la violencia”. Michael Flood.

-Se posicionen públicamente contra la discriminación histórica que han ejercido los hombres sobre las mujeres. “… nuestra liberación como hombres sudafricanos negros es inseparable de la liberación total de las mujeres en este país. Resultaría hipócrita hablar de la liberación cuando sabemos que una gran parte de la sociedad sigue estando sometida” Mbuyiselo Botha, del Foro de hombres Sudafricanos

–Apoyen las reivindicaciones de las mujeres a favor de sus derechos personales, laborales, sociales y políticos. “Compañeras, no habrá revolución verdadera hasta que no se libere a la mujer”.Thomas Sankara. Presidente de Burkina Faso (1983-1987)

–Reconozcan al sistema patriarcal como un sistema opresor que discrimina a las mujeres y favorece a los hombres. “Lo que los hombres necesitamos hacer no es centrarnos en el hecho de que las mujeres tienen menos posibilidades, sino en el hecho de que nosotros tenemos más. Tenemos tantas posibilidades que tenemos extraposibilidades. Hemos conseguido demasiadas posibilidades a través de robárselas a otras personas.” (Alexander Ceciliasson).

El sistema patriarcal, no sólo afecta a las mujeres, sino que, aunque de distinta manera, y en menor intensidad, afecta también a los hombres, en tanto que son muchos los que no se identifican con el modelo estereotipado, cerrado y encorsetado que propaga el patriarcado respecto a cómo deben comportarse dentro de este sistema opresor o las expectativas que de ellos se espera en el ejercicio de su masculinidad, basado en los valores de poder, fuerza, valentía, atrevimiento, exigencia, competencia, rivalidad e imposición. Un modelo este de persona en el que lo afectivo-emocional está devaluado y donde lo político-social sobredimensionado.

Nos encontramos pues con un colectivo de hombres que reaccionan ante el efecto pernicioso que el patriarcado ejerce también sobre ellos, y la discriminación que sufren al no reconocerse en el modelo de hombre tradicional establecido. Hombres unidos por una causa común: La construcción de nuevas masculinidades, lucha en la que ellos, y ahora sí, son sus primeros y únicos protagonistas, dado que es en ellos donde radica la voluntad de transformación.
El papel responsable que se espera de los hombres en este sentido es el de comprometerse de manera activa, rompiendo con el modelo tradicional masculino y construyendo nuevos valores y referentes de masculinidad, positivos, respetuosos, solidarios, igualitarios y más libres, asumiendo esta tarea de manera individual y colectiva.

Es prioritario tomar conciencia de que el modelo masculino basado en la superioridad, el desafecto, la represión de las emociones, la imposición de la fuerza, la competencia y la violencia, deshumaniza y empobrece a los hombres al tiempo que subordina y discrimina a las mujeres. Un compromiso que les lleve a no reproducir el sexismo en sus vidas, que pase por la de-construcción del hombre patriarcal dominante y la transformación en otro modelo social más justo e igualitario.

De manera que, respondiendo a la pregunta de la que partíamos, y a modo de conclusión podríamos decir que el papel de los hombres en la lucha feminista es vital y primordial, sin su colaboración es del todo imposible alcanzar la meta de un mundo igualitario. Esta contribución a la causa feminista vendría definida, de un lado, por el trabajo cómplice codo a codo en el seno de organizaciones lideradas por mujeres dando muestras de apoyo, dando aliento, acompañando, secundando y denunciando al sistema patriarcal como origen de todos las formas de discriminación que viven las mujeres, y colaborar, implicándose, en la tarea de su visibilización y empoderamiento.

Al mismo tiempo, y de manera simultánea, se precisa de un trabajo activo en el seno de organizaciones de hombres donde protagonizar y liderar un compromiso individual y colectivo encaminado a la construcción de nuevas masculinidades definidas por los valores universales de justicia, solidaridad, diálogo, colaboración, tolerancia, comprensión, ternura, cariño y todos aquellos que permitan a mujeres y hombres disfrutar de los mismos derechos y ejercer las mismas obligaciones.

Crear un espacio de debate y reflexión interna encaminada a encontrar las maneras y modos de contribuir a la tarea igualitaria tal y como llevan haciendo las mujeres desde tiempo inmemorial.

Si (y solo si) esto es así, COMPAÑERO, NO NOS MIRES, ÚNETE
Fuente:http://www.tribunafeminista.org/2017/01/el-papel-de-los-hombres-en-la-lucha-feminista/