RADIO "PONCHOSVERDES.FM"

martes, 24 de noviembre de 2015

Debemos utilizar el espacio público para trabajar por la deconstrucción de estereotipos"

Entrevista | Laura Pérez

La concejala Laura Pérez habla sobre la apuesta feminista del gobierno de Barcelona, pero recuerda que "podemos ser un gobierno feminista pero no me atrevería a decir que vivimos en una sociedad feminista"
"No es la mujer quien tiene que hacer algo, sino que es Barcelona la que rechaza las violencias machistas, queremos apelar a la responsabilidad de todas y todos"                                      Laura Pérez, regidora a l'Ajuntament de Barcelona del Cicle de Vida, Feminisme i LGTBI. Laura Pérez (Barcelona, 1982) es la primera concejala de Ciclo de Vida, Feminismos y LGTBI del Ayuntamiento de Barcelona. Se trata de una concejalía creada por el gobierno de Barcelona en Comú, que apostó por no hablar ni de "género" ni de "mujeres", sino de "feminismos". La alcaldesa Ada Colau no baja la bandera del feminismo, y lo reivindica desde su discurso de investidura a los pregones de las fiestas de barrio. Pérez es la encargada de trabajar las políticas del ámbito y esta semana, coincidiendo con la celebración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres, ambas han presentado  una serie de medidas contra las violencias machistas que pretenden abordarla desde la perspectiva más amplia posible. Hablamos con la concejala sobre sus proyectos y su visión al frente de las políticas de género.
¿Podemos decir que estamos ante un ayuntamiento feminista?
¡Estamos ante un ayuntamiento feminista convencido!
¿Y eso qué implica?
Que no sólo estaremos trabajando las políticas de género desde el departamento de género, o de feminismos en este caso, porque hemos querido reivindicar la palabra y creo que ha sido un acierto, sino que esto se debe trasladar absolutamente a todas las políticas de el Ayuntamiento. Para nosotros la estrategia de transversalidad de género no era un tema menor que aprobaríamos en el último mes como hizo CiU. Es una prioridad desde el primer día, y el departamento de transversalidad de género debía estar en una posición privilegiada para tener una visión general de toda la casa, de todo lo que hacemos, de las políticas de vivienda, de comercio o de migración. Tenía que llegar a todas partes. Esto no quiere decir que esto sea fácil ni que lo conseguiremos en cuatro días. Podemos ser un gobierno feminista pero no me atrevería a decir que vivimos en una sociedad feminista, y entonces tenemos que ser conscientes de las dificultades que ello supone, pero tenemos todo el compromiso.
Habéis puesto en marcha una Mesa Intersectorial contra la Feminización de la Pobreza. ¿Es este el modelo de trabajo interdisciplinar que plantean?
La mesa de feminización de la pobreza sí surge como un compromiso de esta concejalía en particular, pero participa Empleo, Servicios sociales, Migración, Diversidad funcional... la mesa sería además uno de los primeros ejemplos de coproducción de política pública donde intervienen muchos espacios y muchos departamentos del Ayuntamiento, pero también muchas entidades de la sociedad civil que trabajan el tema, también expertas, universitarias, teóricas feministas críticas.
A nivel de diagnósticos, ¿qué conclusiones estáis sacando?
Primero debemos ver que los indicadores de pobreza femenina o de riesgo de exclusión social femenino son muy diferentes a los de los hombres. Vemos como aumenta el riesgo de exclusión social en mujeres mayores de 65 años, en mujeres migrantes o familias monomarentales. Ya se había hecho un diagnóstico desde la sociedad civil, hay un montón de entidades que ya te están avisando de cuál es la situación. La novedad es que debemos tener toda una estrategia para evitarlo, no sólo apoyando a las entidades sino como gobierno que se responsabiliza de que está aumentando o hacia dónde va este tipo de pobreza, porque además es diferente.
Laura Pérez, regidora a l'Ajuntament de Barcelona del Cicle de Vida,Feminisme i LGTBI.
Laura Pérez, concejala de Ciclo de Vida, Feminismos y LGTBI SANDRA LÁZARO
¿En qué es diferente esta pobreza femenina? 
Es una pobreza que sobrecarga, que es mucho más invisible que la masculina, y que no sólo afecta a temas de empleo, sino que afecta también cómo se distribuyen las tareas de cuidado, quien se está encargando, o cómo utilizamos el tiempo las mujeres y como lo utilizan los hombres. Tenemos que trabajar todo el tema de sostenibilidad de la vida, políticas de vivienda y de salud, y lo que tenemos que tener en cuenta es que los sistemas de información, una vez más, no nos están diciendo la verdad. Tenemos un sistema de información con indicadores andocéntricos que lo que nos dicen, para explicarlo fácilmente, es que si tú y tu compañero lleváis a casa 1.000 euros son 500 por cada uno y sabemos que esto no es cierto. A esto nos referimos cuando hablamos de indicadores androcéntricos. Los datos que tenemos ahora de feminización de la pobreza no nos están contando la magnitud del problema.
¿Qué consecuencias tienen estas situaciones de pobreza en las violencias machistas?
Una mujer en riesgo de exclusión social, una mujer sin recursos, una mujer que ha perdido de trabajo, en una situación de violencia, tendrá mucho más difícil irse de casa, aumenta su capacidad de alargar un drama como la violencia machista. Si no puede irse de casa la estamos vertiendo al maltrato crónico, en la soledad más perversa, y el sistema no acaba de dar la salida a estas mujeres. Pero además tenemos ejemplos muy claros, y además recuerdo una carta de una mujer en El Mundo, que se acabó suicidándose, que explicaba que se separó de su compañero y él la denunció, la dejó sin casa... Hay una cara aún más perversa, que no sólo no podemos tomar las decisiones por falta de recursos económicos, por miedos, porque el ciclo de la violencia es perverso, sino que además tenemos casos de mujeres que cuando toman la decisión aún pueden ser perseguidas, acosadas... Esta mujer en particular recuerdo que explicaba cómo había perdido la casa, tenía que pagar una multa... entró en un proceso de empobrecimiento que al final decidió quitarse la vida
¿Y qué se puede hacer desde el ayuntamiento para hacer frente a estas situaciones?
Es necesaria una estrategia mucho más global, porque violencia no es sólo esta más visible de parejas o ex parejas, también hay otras violencias. Mujeres sin hogar están sufriendo violencias de manera muy diferenciada a hombres sin hogar. Creo que en todos los casos de la sociedad podemos ver estas violencias de manera diferenciada y por lo tanto tenemos que trabajar las violencias en el sentido más amplio.
Laura Pérez, regidora a l'Ajuntament de Barcelona del Cicle de Vida,Feminisme i LGTBI.
Laura Pérez, concejala de Ciclo de Vida, Feminismos y LGTBI SANDRA LÁZARO
Esta semana hablabais de violencias comunitarias, como las ablaciones o los matrimonios forzosos. 
La ley catalana nos habla de violencias comunitarias, la categoría que hace es diferente a la violencia de género, y ahí sí que está tratada la mutilación genital femenina y los matrimonios forzados, pero en Barcelona esto aún no ha sido trabajado.
Más allá de estos casos más flagrantes, hay muchas comunidades en la ciudad que seguramente abordan las relaciones de género de maneras diversas. Quizá algunas violencias deben abordarse de maneras también diferentes.
No sólo diferente. Es importante, y ya lo hacemos en la mesa de feminización de la pobreza, que vamos incorporando las voces de las mujeres. Este ayuntamiento no irá a decirle a nadie cómo hacer las cosas, como vivir, o como entender las relaciones, pero sí que podemos trabajar con estas comunidades lo que son violencias, reconocidas además por ley, desde la perspectiva de interculturalidad y con las mismas comunidades, y eso es importante. En la mesa poníamos mucho énfasis en que, más allá de las expertas o las entidades, debemos incorporar la voz de estas mujeres para saber qué están viviendo, y en estos casos con más razón.
¿Os ha costado encontrar mujeres organizadas en el seno de sus comunidades?
En estos dos casos de violencias comunitarias tenemos un reto porque no se ha trabajado hasta ahora. Pero en temas de migraciones hay entidades fortísimas en la ciudad de Barcelona, de mujeres latinoamericanas o de mujeres pakistaníes en Ciutat Vella, yo creo que hay un gran movimiento de mujeres migrantes organizadas, pero como no hemos entrado en estas problemáticas aún no están identificados los referentes. El tema de la mutilación genital femenina se debe trabajar también muy estrechamente con salud, e identificando referentes en salud en los CAPs de las zonas, debemos trabajar coordinadamente. Yo creo que tenemos un reto y cuando tengamos un diagnóstico habrá abordarlo.
Laura Pérez, regidora a l'Ajuntament de Barcelona del Cicle de Vida,Feminisme i LGTBI.
Laura Pérez, concejala de Ciclo de Vida, Feminismos y LGTBI SANDRA LÁZARO
¿Nuestras calles son agresivas para las mujeres?
Yo que vengo de trabajar en Latinoamérica te digo que estamos en una de las ciudades más seguras del mundo. Creo que partimos de un problema, que está naturalizado el maldad "piropo", esta manera de abordar a las mujeres en la calle, que es de las violencias más pequeñas que muchas personas incluso no lo identifican como violencia. Debemos empezar por desmontar la idea de que un hombre puede abordar una mujer por la calle para decirle algo. El acoso sexual en el espacio público comienza cuando un hombre se ve con el derecho de abordar y de decirte algo. Por eso para la campaña institucional del 25-N tomamos la frase de "esto es un culo", que es una frase que puedes escuchar de manera cotidiana o incluso naturalizar, pero esto es intimidación. Esto es lo que hace que una mujer no pase por ciertos espacios. Creo que por lo que hay que luchar es porque el espacio público sea de todas y sea para todos y sea seguro. Y aquí también hablamos del colectivo LGTB. Debemos vivir nuestra diversidad de forma libre en una calle, en un CAP o en una escuela. Tenemos que poder ser libres.
¿Podemos decir que el espacio público está masculinizado?
Obviamente. El espacio público tradicionalmente ha sido diseñado para hombres blancos, que no tienen problemas de movilizado, seguramente heterosexuales, que tienen un horario de oficina, o sea que de una cierta clase social, y por tanto los transportes, las plazas, los parques, han sido diseñados tradicionalmente por hombres. Yo vengo de trabajar en Latinoamérica en Safe Cities Program, que es un programa que trata temas de acoso sexual en el espacio público a niñas y mujeres.Cuando he llegado aquí me he sorprendido porque Barcelona también tenía conexión con este programa. Yo lo hacía en Ecuador, pero trabajaba con Nueva Delhi, con Kigali, Port Moresby,... Eran ciudades donde realmente los índices de violaciones son escandalosos, con menores de edad, embarazos adolescentes, el tema del aborto,... Haciendo la comparación creo que vivimos en una ciudad bastante segura. Lo que tenemos que empezar a hacer es desmontar ciertos relatos que permiten que el cuerpo de una mujer esté a disposición de comentarios o de acosos mucho más grave. Hay que trabajar para feminizar el espacio público.
¿Y cómo se feminiza el espacio público?
Para empezar lo que hemos recogido de este Safe Cities Program es una iniciativa muy interesante que viene de Colombia, que hacían exploraciones del espacio público. Por eso ponemos mucha esperanza en el plan de barrios, porque es en los espacios más cercanos a donde todas podemos participar, y donde podemos construir un espacio público más comprensivo con todas las realidades, más a disposición. En estas marchas de observación un grupo de mujeres por su barrio y va identificando aquellos espacios conflictivos. Es hacer y trabajar sobre el mapa cuáles son las realidades en casos muy específicos de acoso sexual. A veces es un tema de iluminación ya veces no, nos habla de muchas realidades de comodidad del espacio público.
¿Qué aprendiste de esta experiencia?
Te explicaré algo. Cuando nosotros lo hicimos en Quito hacíamos presupuestos participativos. El día que empezamos a hacer propuestas de cómo mejorar un parque que estaba muy oscuro, empezamos con un grupo de mujeres a hacer propuestas y hacían propuestas por los niños, por los abuelos, pero nunca por ellas. Todo esto es un indicador del desempoderamiento que hay por parte de las mujeres, en este caso hablando de Quito. Pero feminizar también significa tener en cuenta los niños, los ancianos, los cuidados por parte de todos, no sólo la cancha de baloncesto que querían los chicos.
Laura Pérez, regidora a l'Ajuntament de Barcelona del Cicle de Vida,Feminisme i LGTBI.
Laura Pérez, concejala de Ciclo de Vida, Feminismos y LGTBI SANDRA LÁZARO
Habéis puesto en marcha una campaña para este 25-N bajo el lema "Somos una ciudad que rechaza la violencia machista". ¿Haréis campañas como ésta de forma continuada? 
Este será uno de los tres grandes temas del ayuntamiento a nivel de comunicación.Trabajaremos campañas informativas para que se conozcan los servicios que hay en la ciudad, pero tenemos que trabajar por la deconstrucción de estereotipos y tenemos que utilizar el espacio público para hacerlo. Los autobuses, las banderolas de las calles, ... Nosotros cuando llegaron fue la primera campaña que dijimos que había que hacer, y que además tenía que lanzar un mensaje potente, un mensaje que no ponga en el centro las mujeres, no culpabilice a las mujeres, no las haga ver que "tienes que denunciar", "debes hacer" o "debes", sino que es Barcelona la que rechaza las violencias machistas. Por lo tanto un vecino que escucha también puede intervenir de alguna manera, puede ir a un PIAD y informarse, que está viviendo esta mujer. Cuando un chico escucha algo por la calle también puede decirle a otro "esto no le digas". Algo era apelar a la responsabilidad de todos, y yo creo que la campaña es sólo un primer paso de los mensajes que debe enviar la institución pública.
¿La concejalía tiene que trabajar en el terreno de lo simbólico?
Es importante cómo nos hacemos presentes de alguna manera con mensajes que rompan estereotipos. Yo creo que la misma alcaldesa rompe muchos estereotipos.Somos un gobierno que rompe muchos estereotipos, también de clase política, de manera de expresarse, de donde ir o donde no ir. Además, Ada tiene esta manera de liderar que hace que el feminismo se exprese sin hablar. No porque sea mujer, porque es feminista. En el modo de liderar, la manera de trabajar con todo el equipo. Yo creo que el feminismo es simbólico, práctico y también teórico, se debe trabajar desde muchos niveles.
¿También trabajaréis a nivel educativo?
Todavía no tenemos una estrategia específica en la educación 0-3, pero es una manera de empezar hacia donde tenemos que ir. Hay muchas iniciativas, especialmente en el norte de Europa, de cómo trabajar dentro del aula, no sólo las desigualdades de género, también de conocimiento de la diferencia, con niños migrantes. Por ejemplo, que cuando llega el Hanukkà por qué no hablamos en el aula del Hanukkà en vez de mirar ese niño como el raro porque no celebra la Navidad? Hay muchas experiencias que nos marcan que hay que trabajar desde la pequeña infancia en la lucha contra este "rosa o azul". Esto marca, y si ves la evolución, sólo en el campo educativo, llega la FP y de repente tienes a todas las niñas en unas ramas y todos los niños en otras.
¿El ayuntamiento lo centra en las guarderías?
A nivel de competencias públicas, las de cuna es el más fácil. También hemos tenido alguna reunión a nivel de Consorcio de Educación de Barcelona para expresar que este para nosotros es uno de los temas clave. No deben ser proyectos puntuales o talleres, debemos tener una estrategia para que no tenemos que llegar sólo a la juventud sino también a los padres. No será completa ninguna estrategia si no llegamos, si no logramos impregnar también los espacios de ocio o los comportamientos dentro del aula, y esto significa trabajar con el profesorado. Tú puedes tener un material elaborado no sexista pero castigar de manera diferente a los niños y niñas, o tener un nivel de permisividad diferente dentro del aula. Esto es el currículo oculto. Esto no lo haremos en cuatro años, pero sí podemos marcar y sí que podemos hacer cosas innovadoras en guarderías, que es donde tenemos más capacidad a nivel competencial, y tenemos ganas de hacer cosas diferentes.Que tú cuentes a la sociedad que de 0 a 3 estás haciendo esto hace pensar, también.Debemos hacer pensar en que los asesinatos son sólo un resultado terrible de una sociedad que está promoviendo las desigualdades de género.

"La idea de empoderamiento de la mujer no viene de Occidente. Se puede encontrar en los mismos textos del Islam"

Entrevista con Sana Atabeh, feminista palestina

Directa

Traducción por Loles Oliván Hijós

La activista feminista palestina Sana Atabeh trabaja en la Casa de Acogida de mujeres en situación de maltrato en Nablús, uno de los dos únicos espacios de esta naturaleza que existen en Cisjordania. Atabeh milita en el FDLP. Entiende la ocupación israelí como un factor de fondo que determina episodios de violencia en el ámbito personal en su país.
  • ¿En qué organización trabajas y qué trabajo lleváis a cabo?
  • Trabajo en una casa de acogida con mujeres que han sufrido la violencia machista. Estamos en un centro en Nablús; en Cisjordania únicamente hay otro en Belén. El centro está abierto desde los años 90. Nuestra tarea gira en torno de dos aspectos: en primer lugar, hacemos de intermediarios entre las mujeres víctimas de violencia machista y los ministerios de Asuntos de la Mujer, el de Salud y el de Educación, además de con la UNRWA. Después las dirigimos a los centros adecuados y específicos según el tipo de violencia que hayan padecido. Cada caso es diferente pero por lo general, lo que ofrece la casa de acogida es protección, un espacio de seguridad para la mujer y para su familia hasta que su situación se resuelva.
  • ¿Podrías describirnos cuál es la situación en estos momentos?
  • La gente está harta. Muchas veces, el hecho de que como palestinos vivamos bajo ocupación constante y permanente es lo que determina las decisiones tanto en el ámbito político como en el privado. La chispa siempre está allí pero en este caso, la llama prendió cuando un grupo de colonos israelíes quemaron viva a una familia de la localidad de Duma. La familia estaba durmiendo por la noche en su casa; no había ni armas ni combatientes pero les prendieron fuego. Murió la madre, el padre y un bebé. Solo sobrevivió el hijo pequeño. Este fue el detonante que hizo que la gente saliese a la calle. Quiero aclarar que Occidente nos culpa y nos demoniza porque utilizamos cuchillos, porque disparamos o causamos la muerte a los israelíes, pero la resistencia es un derecho reconocido por el Derecho Internacional Humanitario, por Naciones Unidas, que estipula que un pueblo ocupado tiene derecho a todas las formas de resistencia, incluida la resistencia armada, a fin de conseguir la libertad de su tierra. De modo que me pregunto por qué se impide luchar contra la ocupación cuando es la ocupación la que ejerce la violencia. Isad Afuleh tenía un cuchillo en la mano y a su alrededor quince soldados israelíes armados con las armas más sofisticadas que le abatieron a tiros. Los episodios que están teniendo lugar estos días son el resultado directo de las políticas de ocupación militar y de las decisiones del Estado sionista. Incluso a los jóvenes adolescentes (entre 14 y 16 años) que tiran piedras les disparan con munición real. Podrían detenerlos o disparar a los pies o arrestarles, pero no matarlos. No, es el resultado de una decisión política para aplastar toda forma de resistencia. Y esta es la injusticia más extrema que padece la población palestina hoy en día.

  • ¿Cuál es el papel y la contribución de las mujeres en la lucha por la liberación nacional palestina?
  • Nosotras afirmamos con orgullo que los movimientos de mujeres en Palestina no son de reciente creación sino que vienen de lejos. La primera asociación de mujeres se formó en 1922. Después, en 1926 surgieron otras que participaron de manera activa en el movimiento de liberación de Palestina. Participaban en las manifestaciones, incentivaban la movilización social ayudando a los combatientes... por tanto, el papel político que han adoptado las mujeres y la función que han desempeñado en la lucha nacional y de emancipación social ha sido muy relevante y es antiguo. Articulamos ya la lucha por la tierra contra el ocupante inglés, jordano e israelí, y por otro lado luchamos en la esfera social de manera auto-organizada en colectivos y movimientos de mujeres, lo que nos ha convertido desde hace tiempo en un objetivo de la ocupación.
    En los años ochenta no podías decir que militabas en organizaciones de mujeres porque podías ser detenida por las acciones que llevábamos a cabo. Por ejemplo, recuerdo que cuando tenía catorce años y barríamos las calles voluntariamente para mantener nuestras ciudades limpias, o poníamos sillas en las estaciones de autobús, venían los soldados y nos arrestaban. Nosotras cuando los veíamos huíamos. Considerábamos estas labores voluntarias como una tarea nacional que simbolizaba nuestra preocupación por la tierra y por la nación. Nos veían como una amenaza porque organizábamos grupos que crecían, nos formábamos, nos politizábamos y participábamos en acciones contra la ocupación. Actualmente, si os habéis fijado, las jóvenes se manifiestan codo a codo con los chicos para hacer frente a la ocupación, igual que lo han venido haciendo a lo largo de la historia.
  • ¿Cuáles son hoy en día los retos de las organizaciones y los movimientos feministas en cuanto a las violencias machistas?
  • Para nosotras es una prioridad aumentar la participación y la presencia de las mujeres palestinas en los espacios de toma de decisiones y en el ámbito político. Como hecho positivo, cabe destacar que la cuota de participación y representación de las mujeres en la vida política ha pasado del 15% al 30%. En algunos países europeos, creo que en Suecia, también han conseguido la cuota de 30% de representación. Las organizaciones y los movimientos de mujeres trabajan por la educación de las mujeres, para aumentar la sensibilización y el conocimiento de las causas que provocan la violencia machista y para crear espacios de confianza donde poder hablar de las diversas formas de violencia machista que afrontamos de manera cotidiana. Porque muchas de las mujeres piensan que la violencia machista es la física, los golpes, pero también hay violencia económica, emocional y psicológica. Los ataques verbales, los insultos, el desprecio, el no respetar la opinión, etc.; nosotras hacemos que las mujeres tomen conciencia de todas estas formas de violencia. El hecho de que el marido no quiera dormir con la esposa, por ejemplo, también es una forma de violencia que intentamos combatir. Normalmente, nos reunimos muchas mujeres en alguna casa y hablamos sobre violencia, leyes, derechos, justicia, derecho internacional, sobre la situación política actual o sobre temas relacionados con la salud. Se trata de empoderar a las mujeres y hacer que sean ellas quienes tomen sus propias decisiones. La violencia [machista] está presente en las sociedades árabes al igual que en las europeas. En Europa, las mujeres sois muy conscientes de vuestros derechos, las leyes os protegen pero os siguen asesinando. Hoy en día, la violencia machista está presente en todas las sociedades.
  • ¿Cuáles son los ejes de la opresión que identificas como mujer palestina?
  • Si quisiéramos hacer un estudio de caso, veríamos que muchas de las mujeres que han asistido a talleres y formaciones no han podido poner en práctica los conocimientos aprendidos porque el cambio social siempre es lento. La transformación social requiere tiempo. ¿Qué es lo que hace que las mujeres sean independientes? Las hay que tienen estudios, que tienen trabajo, y sin embargo no se separan aunque estén expuestas a la violencia machista del marido cada día. Muchas veces esto ocurre porque el marido es quien controla sus ingresos, su salario. A menudo, intervienen otros factores como el empleo, el incremento de la inseguridad y los abusos constantes a los derechos humanos. Pero los valores sociales también juegan un papel importante porque son los que impregnan las mentalidades de las mujeres y los hombres. Muchas veces, la misma familia de la mujer es quien no acepta o no concibe la idea del divorcio. “¿Qué quiere decir que vas a volver divorciada?, ¿qué dirá la gente?, ¿como mantendrás a tus hijos?” También incidimos sobre la Autoridad Nacional Palestina para que modifique la legislación, como el Código Civil jordano, extremadamente retrógrado hacia las mujeres. Asimismo, luchamos para facilitar el acceso de las mujeres a los juzgados, a la administración.
  • ¿Cómo os percibe la comunidad?, ¿consideran que traicionáis los valores tradicionales o que estáis occidentalizadas?
  • Sí, a veces, cuando hacemos conferencias sobre el empoderamiento de la mujer contra la violencia, nos dicen: “Este modo de pensar procede de Occidente”. Pero estos conceptos no vienen de Occidente, se pueden encontrar en los mismos textos del islam. El islam, entre otras cosas, habla del respeto entre los miembros de una familia o de una comunidad. Cuando nos atacan, nosotros aportamos pruebas y ejemplos de la realidad de nuestra comunidad, del Corán y del comportamiento del Profeta, de los dichos del Profeta y de la tradición. Hay gente que no está de acuerdo con que la situación de las mujeres evoluciones ni con que tengan un papel, un lugar, capacidad de decisión y de participación junto con los hombres en las decisiones políticas y en el trabajo; esta gente es la que dice que estas ideas vienen de Occidente. Si permitimos que los fanáticos y los opresores se interfieran, no avanzaremos. Precisamente, nosotras resistimos y luchamos contra la invasión de uno de los Estados más poderosos del planeta, Israel, y lo estamos combatiendo de la misma manera que luchamos contra las ideas opresoras y retrógradas de nuestra comunidad. Es difícil, pero seguimos trabajando.
  • ¿Crees que el sionismo instrumentaliza la violencia machista que identificas en Palestina para limpiar sus políticas de empleo, colonización y apartheid?
  • Lo cierto es que la mujer israelí sufre opresión, persecución, violencia y acoso sexual en grados muy elevados pero eso se desconoce porque no es la imagen que les gusta vender ante el mundo. Aún así, los medios de comunicación israelíes nos presentan a las mujeres palestinas como débiles y nos culpabilizan de instigar a nuestros hijos a luchar contra la ocupación, nos hacen responsables. Pero las mujeres palestinas no somos débiles. Cuando las mujeres tienen los maridos o los hijos en prisión ellas son el pilar fundamental de la familia, el sustento social alrededor del cual se articula toda la sociedad.
  • ¿Cuál es su relación con los movimientos feministas del 48 [del interior de Israel]?
  • Tenemos mucha relación con las compañeras del 48. Estamos en contacto con ellas por cuestiones relacionadas con la mujer en general y, en particular, por las mujeres palestinas que tienen que vivir bajo la legislación israelí. Porque las mujeres palestinas viven una doble opresión: por ser mujeres y por ser palestinas en territorio israelí. La situación de las palestinas del interior, la Palestina de 1948 [Israel], es muy difícil, no tienen derechos y sufren muchísimas discriminaciones por parte de los israelíes y, a pesar de tener un carné de identidad israelí están consideradas como ciudadanas de segunda clase.
  • ¿Existen organizaciones israelíes que colaboren con vosotras?
  • Como mujeres sólo trabajamos con aquellas israelíes que están en contra de la ocupación, del racismo y del régimen de apartheid. Pero no tenemos demasiada relación. A veces hemos hecho encuentros con madres que perdieron a sus hijos en algún atentado y con madres palestinas, pero nunca con madres de militares. La cuestión es: ¿si un militar viene a mi tierra a matarnos por qué deberíamos empatizar con su madre? Pero si son civiles asesinados, entonces sí. Apoyamos a las madres de los refusnik (jóvenes israelíes que rechazan servir en el ejército de Israel).
  • Desde los feminismos blancos hay mucha obsesión con el velo y con el islam, ¿qué opinas?
  • Se trata de la libertad de cada mujer y de su fe, lo que no impide que sea una luchadora ni evita que vaya a la cárcel. En mi caso, como feminista, tengo una amiga que viste velo integral y también tengo muchas parientes que llevan velo, pero somos amigas porque nuestras ideas nos unen. Ella no se ha metido nunca conmigo, yo no llevo velo ni visto de manera tradicional pero me respeta y yo la respeto. Esta debería ser una elección libre, del mismo modo que vestir un traje corto o llevar escote es una elección para las mujeres occidentales. ¿Por qué vosotras tenéis esa libertad y nosotras no podemos disfrutar de la nuestra? Es distinto en el caso de que se me presione para que me cubra sin que yo esté convencida de querer hacerlo. Pero en cuanto a los extremistas islamistas, nosotras, como mujeres, estamos en contra. Siempre que sea una decisión libre, el velo, al igual que una falda corta, no impide pensar; que cada una ejerza el papel que desee como desee en la lucha.
  • ¿Como se puede luchar contra la ocupación desde Occidente?
  • Las organizaciones feministas, políticas, progresistas y de cualquier ámbito que se opongan a todo tipo de ocupación deben presionar a sus gobiernos para crear conciencia. Con concentraciones o manifestaciones frente a las embajadas israelíes... y presionando a los parlamentos para que los gobiernos de la comunidad internacional simpaticen con la causa palestina. Y a través del boicot a Israel [BDS]; no olvidemos el importantísimo papel que desempeñó en Sudáfrica. El boicot hace que Israel se tambalee hasta el punto de que hoy en día, los fabricantes de productos manufacturados de los asentamientos se ven obligados a rotular como made in Israel y ocultar el nombre del asentamiento   de procedencia para desviar la atención de la gente y pasar los controles. Porque saben que sabe que se está haciendo boicot a la producción que exportan los asentamientos, ubicados en el territorio palestino de 1967, según los acuerdos de Oslo. La mitad de este territorio, por no decir un 80%, está ocupado por asentamientos ilegales y por el muro del apartheid que sigue en construcción. En definitiva, la comunidad internacional debe alzar la voz. No dejaremos de defender nuestra tierra y nuestras casas, nuestra dignidad y nuestra libertad. Porque liberar la tierra significa que yo pueda caminar libre, respirar cuando quiera y moverme donde quiera. Yo nunca he visto el mar; no me han permitido nunca ver el Mediterráneo; lo he visto por primera vez en el avión viniendo hacia aquí y me he dicho a mi misma: este es nuestro mar. Mi hijo tiene 28 años y nunca ha podido ir a Jerusalén.

Sana Atabeh trabaja en una casa de acogida de mujeres en situación de maltrato en Nablús, Palestina. Activista feminista, es militante del Frente Democrático para la Liberación de Palestina.
Fuente: https://directa.cat/idea-dapoderament-de-dona-no-ve-doccident-es-pot-trobar-als-mateixos-textos-de-lislam

lunes, 23 de noviembre de 2015

Diez tesis sobre la relación entre aborto y biopolítica

Aborto




Las siguientes reflexiones son producto de algunas observaciones realizadas en un foro sobre la “Ley de interrupción del embarazo” que se está discutiendo en Chile y sobre similares argumentos que se dan en otros lugares entre quienes se oponen a reconocer los derechos reproductivos de las mujeres.

Me refiero, en concreto, a la negativa de entrar a discutir los llamados argumentos “a favor de la vida” que generalmente sirven para oponerse a la despenalización del aborto en todos o en algunos de sus supuestos. Frente a la idea de que la vida comienza con la fecundación o con la gestación, quienes defendemos los derechos reproductivos de las mujeres tendemos bien a mirar para otro lado bien a esgrimir argumentos de tipo social (i.e. la penalización del aborto perjudica sobre todo a las mujeres pobres). Estas tesis son un intento de pensar en la dirección opuesta y entrar de lleno en la deconstrucción de los sustentos epistemológicos “pro-vida”, son asedios teóricos y filosóficos que en modo alguno pretender cerrar la discusión o agotar todas sus posibles aristas.

1. Lo contrario de pro-vida no es pro-muerte.

El término “pro-vida” introduce en el debate una antinomia falsa que sitúa el debate en un dilema ético y moral engañoso: ni las personas que están a favor del aborto son pro-muerte –por más que las etiqueten de “asesinas”—ni las personas que están en contra del aborto son pro-vida. El término vida no es ni ahistórico ni neutro. La obra de Michel Foucault, Giorgio Agamben o Roberto Esposito ha mostrado convincentemente que en la modernidad colonial el objetivo de la dominación se centra sobre toda una serie de tecnologías que tienen por objeto producir, administrar y dominar la vida. Esto implica, por un lado, que la “defensa de la vida” no es natural como se pretende, sino que está inscrita, por un lado, en una racionalidad epistemólogica que la hace legible al margen de la historia y, por otro, la sujeta a un poder que se articula cada vez más como biopoder: poder de producir vida (biopolítica) y su reverso, la muerte (tanatopolítica). La cruzada por la vida así, como objeto arrojadizo, aparece como un tótem que oculta otros crímenes inconfesables, acaso más truculentos. Por eso, lo contrario de ser pro- vida no es ser pro-muerte sino estar dispuesto desnaturalizar la naturalidad con que se invoca la vida como un valor moral en sí mismo.

2. La defensa absoluta de la vida nos condenaría a muerte por inanición.

Los defensores de la vida generalmente centran su defensa en el hecho de que la fecundación y la gestación ya presuponen una vida, un “otro” al que no se puede privar ni de la vida ni de sus inalienables derechos. Pero más allá de discutir si la vida empieza a las 2 o las 4 semanas de la fecundación, la pregunta que tenemos que hacernos es de qué tipo de vida estamos hablando cuando nos referimos a un embrión o a un óvulo fecundado. ¿Se trata de la vida como hecho biológico, como mínimo común denominador del sujeto humano? Aristóteles, en este sentido, distinguía entre “Zoe” la vida como dato biológico y “bios” la vida en su sentido político. Los detractores del aborto, en general, reducen la vida a su sentido animal biológico, convierten al ser humano a una bestia muriente, sin ninguna capacidad afirmativa, deseante o de autopoiesis. Sea como fuere, de aceptar está definición de la vida como mero dato biológico es bien poco lo que podemos afirmar, puesto que esa “Zoe” haría indistinguible al ser humano de cualquier otra especie animal o vegetal. Llevado a hasta sus últimas consecuencias, “el respeto absoluto por la vida”, en su sentido biológico, nos llevaría a conclusiones absurdas. Si toda vida (“Zoe”) es sagrada sólo podríamos comer piedras. Incluso teniendo en cuenta que la frontera entre el hombre y el animal es difusa y filosóficamente complicada, la autopreservación exige de algún corte entre los atributos de la especie humana –el deseo, el lenguaje, la conciencia, etc.”—y las otras formas de vida, sin que de ello se deduzca –como afirman ecologistas y animalistas—el derecho a la destrucción infinita de ecosistemas y otras formas de vida no humanas.

3. La negativa a despenalizar el aborto está indisociablemente unida a la decisión soberana.

La progresiva confusión entre Zoe y Bios es de todo menos inocente; está en la base del concepto moderno de soberanía. El soberano es aquel que puede decidir quién tiene derecho a morir y a vivir. Por tanto, lo que está en juego en la defensa abstracta y biológica de la vida no son los derechos de los embriones o de los fetos, sino la preservación de la decisión soberana. El soberano, cuya autoridad proviene de Dios y luego es transferida al Estado Moderno, es el único con capacidad de “hacer vivir” y “dejar morir”, razón que explica también, dicho sea de paso, la negativa a legalizar la eutanasia. Ambas prohibiciones –la del aborto y la de la eutanasia—tienen por objeto la preservación de la decisión soberana por sobre cualquier declaración en favor de la vida.

4. La cruzada por la vida hace de las mujeres cuerpos dóciles para la muerte.

Esta lógica soberana, lejos de ser neutra, está inscrita en una topografía masculina de poder que transforma a las mujeres en súbditas de un poder patriarcal soberano, extirpándolas su autonomía y su capacidad de decidir sobre su cuerpo. Al decidir abortar “ilegalmente” las mujeres son situadas en un umbral de indistinción entre “zoe” y “bios” , reducidas a su substrato animal y, por lo tanto, sujetas a un “estado de excepción” que hace que sus vidas sean políticamente irrelevantes. Lo abortos en condiciones insalubres y precarias importan muy poco a los cruzados de la “vida”, porque implícitamente, consciente o inconscientemente, han decidido que las vidas de esas madres, generalmente pobres, pueden extinguirse sin consecuencias legales. Este paradójico desprecio por la vida de los “pro –vida” puede llegar a al paroxismo en casos como el de la niña de Angol de 13 años violada repetidamente o el de la mujer criminalizada en Temuco por tratar de abortar con misoprol. El imperativo categórico pro-vida es “parid, parid, aunque os cueste la vida”, otra aporía.

5. La víctima de los abortos es dios, no el feto.

El filósofo alemán Walter Benjamin relaciona en su “Critica de la violencia” la defensa de la vida con el derecho natural. De acuerdo con este cuerpo de leyes, la vida en sí misma es sagrada y debería constituir por lo tanto la base de un conjunto de derechos que anteceden a la ley. Esta idea está arraigada en el mandamiento judeo-cristiano “No matarás” y en la doctrina de la ley natural que otorga derechos al ser humano por el mero hecho de haber nacido. De este modo, el derecho natural introduce en la política un elemento teológico distorsionador, a saber, que la ofensa (la muerte) no tiene nada que ver con la víctima, sino más bien con el Otro absoluto (dios, el soberano) que es a quién realmente se ofende cuando se incumple el quinto mandamiento. De manera que la cruzada por la vida que tiende a unir a muchas religiones y en particular a la cristiandad, no tiene por objeto proteger ninguna sustancia biológica mínima, feto o embrión, sino no más bien no ofender a dios. Ciertamente tienen derecho a sus creencias, pero no imponérnoslas a los demás desplazando su fe sobre argumentos de apariencia científica, legal o ética. Los cursos de bioética son otra manera de nombrar esta confusión interesada.

6. El movimiento pro-vida tiende a producir estructuras psicóticas, paranoicas y sádicas.

Sé que, puesto así, puede parecer exagerado y que estás tres características pueden no aparecer, o no ser tan pronunciadas en algunos opositores al aborto, por eso digo que “tienden” hacia esas estructuras psicológicas. Pero vayamos por partes: Si alguien dice que habla con Napoleón y recibe un mandato suficientemente fuerte como para mentir, tergiversar o agredir sin ningún criterio ético diríamos que esa persona ha perdido el marco de la realidad, “oye voces” y por lo tanto está psicótica. ¿Qué cambiaría si en vez de Napoleón fuera la voz de dios? En mi opinión, con todo el respeto que me merecen los creyentes, nada. Al “cruzado por la vida” le ha sido encomendada una misión que tiende, al no poder develarse, a producir aislamiento, manía persecutoria y paranoia. El defensor de la vida es como los primeros cristianos, vive perseguido, es víctima de la incomprensión con todos aquellos que no son los suyos. Esa misión especial que le ha sido encomendada está por encima de las leyes de los hombres, es una Verdad superior sólo develada a unos cuantos mártires (¡el masoquismo siempre tan buen vecino del sadismo!). Al haber pecado contra el quinto mandamiento, las vidas de las mujeres y de los médicos que las asisten en su interrupción del embarazo no valen nada, son menos que humanas. Esta es la estructura sádica. Si cupiera alguna duda al respecto sólo hay que recordar los múltiples atentados contra clínicas abortistas o la campaña de difamación contra Planned Parenhood en Estados Unidos. La humillación que sufren muchas mujeres al tener que entrar en una clínica rodeadas de fotos de imágenes sensacionalistas de fetos sangrientos, el acompañamiento obligado de las menores, la obligación de ver videos gráficos antes de abortar, son todos expresiones del mismo impulso sádico en nombre de… ¡la vida!

7. La vida desnuda es el combustible ideal de la explotación capitalista.

La ontologización de la vida presupone la negación de la justicia y la dignidad. Ahora bien, una vida desprovista de dignidad condena al sujeto a una existencia infrahumana, implica sobrevivir más que vivir, quedar reducido a una existencia animal (comer, dormir, trabajar). No es casualidad que quienes defienden apasionadamente la vida defiendan con el mismo vigor el libremercado, la propiedad privada, la pena de muerte o las guerras en Oriente Medio, pues el único derecho que están interesados en defender es el derecho a nacer. No les interesan, más allá de la caridad o el abajismo, las reformas estructurales que pudieran hacer de la educación o la salud derechos en lugar de mercancías, lo que pasa después del nacimiento ya no es objeto de la protección y del cuidado o sólo lo es de manera subsidiaria a la vida. No es casualidad. La reducción del ser humano a una bestia de carga, a un ser indigno, a fuerza de trabajo abstracta y desincardinada, es una necesidad histórica del Capital, de lo cual no se desprende que haya que extinguir la vida indigna, sino más bien que hay que luchar por una vida que nos permita el libre desarrollo de todas nuestras potencias creativas y deseantes. Este es el absurdo: usted tiene derecho a nacer por encima de cualquier cosa, pero de ahí en más el valor de su vida se lo asigna la mano invisible del mercado, igual que si fuera una lata de sardinas o una televisión.

8. Derechos Reproductivos y Derechos Humanos son incómodos compañeros de viaje.

No pueden dejar de ser aberrantes las frecuentes comparaciones que se hacen entre el holocausto o las violaciones de Derechos Humanos durante la dictadura de Pinochet y el aborto. Algunas propagandas hablan incluso de un segundo genocidio si se aprobara la ley de aborto en sus tres causales en Chile (como si los abortos se detuvieran por estar ilegalizados). Sin embargo, hay que reconocer que, tanto el aborto como la defensa de los derechos humanos, sobre todo en su versión occidental, comparten una misma positividad discursiva, forman parte del mismo sistema de producción de sentido. La declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) se basa en una misma defensa de la vida como dato biológico y es sólo en 1976 que entran en vigor los otros derechos sociales: derecho al trabajo, la vivienda digna, la salud etc. Derechos que, en todo caso, son subsidiarios del derecho a la vida. El filósofo francés Alain Badiou relaciona este renacimiento –valga la redundancia—de la doctrina de los derechos del hombre con el colapso del marxismo revolucionario tras la caída del muro de Berlín y el inicio de las Guerras neocoloniales en “defensa de los derechos humanos” (recuérdese la defensa que hizo Donald Rumsfeld de la invasión de Irak en nombre de los derechos humanos y la democracia). En este sentido, la politóloga norteamericana Wendy Brown, afirma que los derechos humanos son derechos negativos –el derecho a no ser torturado o no morir– que además contienen una normatividad política, es esta normatividad, fundada en el derecho natural, la que justificó que Amnistía Internacional no reconociera a Nelson Mandela como un preso político, porque estaba a favor de la lucha armada. Doble rechazo, entonces, al discurso anti-abortista y al discurso de los Derechos Humanos Occidental que, en modo alguno, impugna el trabajo de las organizaciones de Derechos Humanos en el Cono Sur, sino que afirma su voluntad de reivindicar las vidas y los atributos políticos de las y los desaparecidos. Poder separar de una vez por todas, la violencia del Frente Patriótico Manuel Rodríguez de la tortura en Villa Grimaldi acudiendo no sólo a la vida, sino también a la política.

9. La prohibición del aborto es una prohibición del deseo femenino.

Lo que la defensa de la vida prohíbe no es sólo la posibilidad de interrumpir el embarazo, sino la posibilidad del deseo femenino mismo al margen de la reproducción. La reproducción –eso deberíamos tenerlo presente todos los marxistas—es tan importante como la producción, por eso el deseo femenino ha sido perseguido, controlado, disciplinado… su ejercicio incontrolado, al margen de las estructuras heteropatriarcales de la familia siempre fue (y es) una amenaza. En el “Inconveniente de haber nacido” –un libro que recomiendo encarecidamente al movimiento pro-vida—queda claro que la decisión de nacer siempre es de Otro, no del naciente. Nacer siempre es el producto del deseo del Otro, uno no puede ser origen de su propio deseo, ni de su vida. En la maternidad y en la paternidad están expresados el deseo de la mujer y del hombre, pero es el cuerpo de la mujer el que recibe la impronta de ese deseo y, por lo tanto, le corresponde sobre todo a ella llevar o no ese deseo hasta la procreación. El embrión o el feto carecen completamente de autonomía en este sentido, dependen en todo de la voluntad y el cuerpo de la madre y no de ninguna otra fuerza externa. De hecho, como ha explicado el psicoanálisis, en los primeros años de vida el bebé ni siquiera sabe que es una entidad separada de la madre y, durante mucho tiempo, ni siquiera será capaz de distinguir su deseo del deseo de la madre. Independientemente de donde empiece la vida humana, lo que sí sabemos es que la formación de la subjetividad es un proceso lento y que el deseo en general y el deseo maternal en particular no es algo sobre lo que se pueda legislar. No se entiende, con esto en mente, la obstinación en seguir forzando a dar a luz a mujeres violadas, impregnadas contra su deseo, a no ser que la prohibición del aborto tenga por objeto castrar el deseo femenino.

10. La mejor política anti-aborto es descolonizar, despatriarcalizar y acabar con el capitalismo.

El aborto es una catástrofe, nadie aborta por deporte ni por gusto, en eso hay acuerdo. Por eso, además de los programas de educación sexual y de la prevención del embarazo adolescente, creo que la Revolución –cabe decir la destrucción estructural del capitalismo, el colonialismo y el patriarcado—serían las mejores armas contra el aborto. Si todos pudiéramos optar a una existencia digna al margen de la dominación y la explotación , quizá todos fuéramos pro-familia y ya sólo nos quedaría preocuparnos de que no se nos desatara (demasiado) la pulsión de muerte, podríamos permitirnos que Eros ligara todo lo que hoy aparece amenazado por la destrucción, podríamos hasta volver al significado etimológico de la religión, religarnos más allá del absurdo reduccionismo de la ideología biologicista y su sombra mortal.



http://www.eldesconcierto.cl/debates-y-combates/2015/11/23/10-tesis-sobre-la-relacion-entre-aborto-y-biopolitica/

sábado, 21 de noviembre de 2015

35 Libros Gratis En PDF De Mujeres Filósofas

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Seguimos explorando nuevos aportes educativos que contribuyan a realzar el rol que cumple la mujer en nuestra sociedad a lo largo de la historia. Con el propósito de fomentar la igualdad de género, hoy sacamos a relucir una biblioteca digital de grandes mujeres del mundo de la filosofía.

En esta lista podemos destacar a reconocidas representantes de la filosofía griega, medieval y contemporánea. Hablamos de pensadoras de la talla de Christine de Pisan, Hipatia de Alejandría, Cristina de Lorena, Simone de Beauvoir, Susan Haack, Carla Lonzi, Amelia Valcárcel, entre otras.

Para acceder a la biblioteca de escritos electrónicos basta con ingresar a los enlaces que compartimos más abajo después de cada título. Inmediatamente se abrirá el archivo para leer en línea o descargar de forma gratuita.


#01. Hannah Arendt - La condición humana (leer aquí)
#02. Hipatia de Alejandría - El ocaso del paganismo (leer aquí)
#03. María Paz López Martínez - Hipatia de Alejandría, mujer y mito (leer aquí)
#04. Hildegarda de Bingen - Libros de las obras divinas (leer aquí)
#05. Christine de Pisan - La ciudad de las damas (leer aquí)
#06. Carta a la señora Cristina de Lorena, gran duquesa de Toscana (Cristina de Lorena) (leer aquí)
#07. Obras y escrito de Santa Teresa de Jesús (leer aquí)
#08. Santa Teresa de Jesús - Camino de Perfección (leer aquí)
#09. Una carta inédita y autográfa de Santa Teresa (leer aquí)
#10. Santa Teresa de Jesús - Las moradas (leer aquí)
#11. Simone de Beauvoir - El segundo sexo (leer aquí)
#12. El pensamiento político de Madame de Staël (leer aquí)
#13. Simone de Beauvoir - Los mandarines (leer aquí)
#14. Simone de Beauvoir - Memorias de una joven formal (leer aquí)
#15. Simone de Beauvoir - La Mujer Rota (leer aquí)
#16. Las ideas políticas de Simone Weil sobre la barbarie y la crisis de la cultura occidental (leer aquí)
#17. Jeanne Hersch y la fiesta como obra de arte (leer aquí)
#18. Sobre la filosofía del Informe Warnock (leer aquí)
#19. Feminismo, educación y cuerpo: conversación con Graciela Hierro  (leer aquí)
#20. Carla Lonzi - Escupamos sobre Hegel (leer aquí)
#21. Reflexión sobre 'La razón poética' en María Zambrano (leer aquí)
#22. Mary Wollstonecraft: referente feminista (leer aquí)
#23. Diotima de Mantinea - Eros demónico y mujer demónica (leer aquí)
#24. Victoria Camps - Paternalismo y bien común (leer aquí)
#25. Victoria Camps - Sigamos discutiendo (leer aquí)
#26. Victoria Camps -  Pragmática del lenguaje y filosofía analítica (leer aquí)
#27. Elisabeth Badinter (Entrevista) - El hombre no es un enemigo a abatir (leer aquí)
#28. Celia Amorós - Feminismo y Filosofía (leer aquí)
#29. Susan Haack - Toda la verdad y nada más que la verdad (leer aquí)
#30. Adela Cortina - Ciudadanos del mundo (leer aquí)
#31. Amelia Valcárcel - Feminismo, género e igualdad (leer aquí)
#32. Alicia Puleo - Libertad, igualdad, sostenibilidad. Por un ecofeminismo ilustrado (leer aquí)
#33.  Luisa Posada - De la diferencia como identidad: génesis y postulados contemporáneos del pensamiento de la diferencia sexual (leer aquí)
#34. Alicia Gianella - La relación de la epistemología en la ciencia (leer aquí)
#35. Sobre la imaginación ética de Victoria Camps (leer aquí)


¡Enhorabuena! Disfruta de esta magnífica colección digital de libros PDF de mujeres filósofas. 


Para tener más información sobre la página y nosotrxs, nos puedes escribir al mail: ecofeminismo.bolivia@gmail.com