RADIO "PONCHOSVERDES.FM"

viernes, 19 de junio de 2020

Evidencia de la “doble opresión”: Mujeres, cuidados y trabajo en tiempos de pandemia


Madres solas en tiempos de pandemia - La Tercera
Desde que comenzó la crisis sanitaria en España y en el mundo, ha quedado en evidencia una realidad que el movimiento feminista ha venido denunciando desde hace un siglo: la doble opresión de las mujeres.
Hasta la fecha, diversos organismos nacionales e internacionales, universidades y ONGs, han desarrollado investigaciones que demuestran estos hechos y que nos permiten identificar las dos variables del problema. La primera se relaciona con el tipo de trabajo y la precariedad laboral de las mujeres en el espacio público. Y la segunda variable, con el trabajo doméstico y de cuidados como extensión social y cultural de la identidad femenina.
Sin duda alguna, y más que ser la causa del problema, la propagación mundial del virus Covid-19, ha dejado en evidencia que el rol social y sexual asignado histórica y culturalmente a las mujeres dentro de la producción económica capitalista, tiene – y ha tenido- un impacto internacional tan grande y tan profundo como la pandemia. Con esto, queremos decir que la doble opresión de las mujeres que hemos visto en este contexto, es el resultado histórico del patriarcado que atraviesa las relaciones sociales de producción y somete la capacidad reproductiva de las mujeres, para el control de la vida y de la muerte de los individuos.
A razón de ello, podemos ver que la de las exigencias sociales y culturales en materia de cuidados que recaen sobre el cuerpo de las mujeres, han incidido directamente en realidad laboral actual. Hoy representamos el 46,52% de la fuerza de trabajo del país[1], pero continuamos ocupando puestos de trabajo feminizados en los que predominan aquellos relacionados con los cuidados[2]. Además, en nuestra realidad laboral predominan las jornadas parciales y mayor precariedad[3]. Junto con ello, cabe señalar que somos las primeras en dejar nuestro trabajo en caso de necesidad familiar, mientras que un 46,5% de las mujeres en edad laboral no tiene empleo ni lo busca, fundamentalmente por su mayor concentración en el empleo doméstico no remunerado[4]. Lo interesante es que pese a los avances culturales del feminismo a nivel global, el 90% de las personas que no trabajan para dedicarse a las labores domésticas, son mujeres[5].
De esta manera, y pese a la flexibilización de los discursos sobre el género y la sexualidad femenina, los Estados continúan perpetuando el modelo ideológico y sexual que acompaña el modelo de producción económica capitalista. Así, cuando la reproducción y el cuidado de la vida aparecen como un aspecto fundante de la identidad femenina, se pierden los derechos que protegen nuestra condición de ciudadanas y trabajadoras.
Además de ello, mientras los Estados defienden la vida con políticas de confinamiento masivo; las mujeres se han vuelto aún más vulnerables[6]. Las cifras indican que nuestra realidad laboral nos ha vuelto más propensas a contraer la enfermedad[7], pero también a perder el empleo[8]. Por otra parte, la vuelta masiva de hombres y mujeres al espacio privado/doméstico ha contribuido en que nosotras asumamos el trabajo y el cuidado de les hijes y personas dependientes en desmedro de nuestras propias responsabilidades profesionales[9]. Todo esto, nos ha llevado soportar la mayor parte del estrés del confinamiento y a ser las principales víctimas de la violencia de género[10].
Lo cierto es que la contradicción queda a la vista. Mientras que la protección y cuidado de la vida es relevante para el Estado y la economía en tiempos de pandemia, la cultura patriarcal perpetúa nuestro rol social y sexual en la esfera doméstica como si fuese parte de nuestra identidad femenina y nos vuelve funcionales al proyecto político, sin garantizar nuestros derechos como ciudadanas y trabajadoras.
Todo esto nos lleva a concluir que la lucha feminista debe, necesariamente, apuntar hacia la transformación de los fundamentos ideológicos del patriarcado neoliberal para garantizar los derechos laborales, sexuales y reproductivos de las mujeres. Consideramos que en la medida que nuestra condición de ciudadanas y trabajadoras, siga estando atravesada por los discursos hegemónicos sobre la naturaleza reproductiva de la hembra que sustentan nuestro rol social y sexual al interior de las relaciones sociales –y sexuales- de producción, seguirá prevaleciendo la doble opresión de las mujeres. En este sentido, consideramos que las transformaciones deben ser guiadas por políticas públicas que garanticen nuestros derechos, pero también debemos apuntar a construir un nuevo significado cultural sobre la maternidad, la reproducción y los cuidados que provengan desde nuestras experiencias y no desde el patriarcado y la economía capitalista.
Así pues, pese a que el Covid-19 nos ha vuelto más vulnerables, también nos demuestra que nuestra lucha está más viva que nunca y que no va a parar hasta que CAIGA EL PATRIARCADO.

Javiera Poblete Vargas es profesora, historiadora y feminista.

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jueves, 18 de junio de 2020

Chile. Carabineros se querella contra LasTesis por una performance

Infobae: “Un violador en tu camino” y los momentos más icónicos ...

El colectivo interdisciplinario LasTesis, creadoras del himno internacional del feminismo  «Un Violador en tu Camino» fueron acusadas a través de una acción judicial de «motivar reacciones de fuerza y agresión en contra de unidades policiales y su personal (…)» tras su video publicado el pasado 27 de mayo donde mencionan las frases: «Fuego a los pacos. Fuego a la yuta». Estas fueron recogidas desde los uniformados como una «evidente amenaza y motivación de violencia hacia Carabineros» por lo que presentaron una querella ante Fiscalía contra las integrantes del grupo.
«Nos persiguen, bloquean las salidas de nuestras casas, provocan, se infiltran como protestantes y comienzan a quemarlo todo. Desfilan armados por nuestras calles. Lanzan gases, golpean, torturan, violan, destruyen, nos ciegan. El gobierno no escucha y renueva las armas de la policía. Fuego a los pacos, fuego a la yuta» es parte del texto que causo repercusión y la querella en contra Las Tesis y que se encontraba en un video que fue grabado en las afueras de la comisaría de Valparaíso el 27 de mayo.
En esta misma línea, el grupo reconocido por su performance Un Violador en Tu camino, la cual se hizo famosa por evidenciar la violencia estructural y patriarcal perpetuada desde la institución policial, está siendo acusada directamente de tener responsabilidad sobre algunos hechos de violencia registrados en las manifestaciones del año pasado en el país.
En la denuncia presentada el 12 de junio y puesta de manera pública por el diario La Tercera se lee desde la declaración de parte de Carabineros:  «se hace evidente que el llamado en cuestión, pretende crear una animadversión intencionada hacia dicha institución, destacando y derechamente imputando, en primer término, conductas represivas y alentadoras contra la integridad física del público en general, en cuanto a supuestas víctimas de la acción policial, para luego, finalizar el mensaje del video, llamando con una clara intimidación hacia los integrantes de esta institución».
En tanto las reacciones en redes sociales de apoyo hacia el colectivo se han manifestado rápidamente con el hashtag #Lastesissomostodas donde miles de personas califican este hecho como «insólito» y que responde a una audacia de parte de la institución que más ha perpetrado una violencia desmedida hacia las mujeres, golpeando, disparando, torturando y violando a mujeres y niños en tiempos de crisis social.
Cabe recordar que los casos de represión policial por parte de Carabineros y militares en el estallido social estuvieron marcados por una fuerte suma de delitos de carácter sexual, donde uniformados realizaron desnudamientos forzosos, revisión de genitales, golpes, burlas, humillaciones y amenazas de violación dentro de las comisarías. A su vez, el 95% de denuncias contra Carabineros constó de desnudamientos forzados según cifras de la Red de Abogadas Defensoras de las mujeres.
Esta magnitud de torturas sexuales por parte de Carabineros todavía sigue siendo investigada y fue la que motivó uno de los pasos de la performance del colectivo donde se ejecutan sentadillas, siendo este acto el que muchas mujeres víctimas de uniformados tuvieron que hacer tras ser detenidas en protestas sociales.
resumen.cl/articulos/carabineros-se-querella-contra-lastesis-por-una-performance


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miércoles, 17 de junio de 2020

Colombia. «La policía nos dio bolillo, nos violó, nos manoseó»





Un grupo de mujeres que defendían a las vendedoras ambulantes del Parque Berrió en Medellín denunciaron los infames abusos de la fuerza pública
La policía todos los días, a las 2 de la tarde, llegaba al parque Berrío a sacar a bolillo ventiado a las cerca de 400 vendedores ambulantes apostadas allí. Sólo querían trabajar. Luz Adriana Upegui fue una de ellas. Madre soltera, trabajadora berraca. Había hecho su denuncia primero en redes sociales:
Luz Adriana Upegui ya no vende tintos en el Parque Berrio de Medellín, está muerta, se suicidó. Este es su testimonio para la Red de Apoyo Popular en donde denunciaba los atropellos de parte de las autoridades. Aquí encuentran la denuncia de @PutamenteP ->https://www.instagram.com/p/CBHPQYMpC7r/?igshid=ekurv5wdhui5 
707 personas están hablando de esto
La mujer no aguantó más y se suicidó. La denuncia se hizo gracias a la labor de las RAP, (Red de Apoyo Popular), y desde ese momento ellas fueron víctimas del acoso policial. Por eso empezaron a hacer estas terribles denuncias:
Las denuncias no quedaron ahí, la persecución sigue y arrecia:
Cada día son más mujeres las que están siendo asesinadas en toda Colombia, sobre todo en Medellín. No puede ser que a los ataques de hombres despiadados se sume la violencia de la fuerza pública.

www.las2orillas.co/la-policia-nos-dio-bolillo-nos-violo-nos-manoseo/

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La covid-19 afecta más a las mujeres en América Latina



Las mujeres en América Latina y el Caribe ya comen menos y reservan más alimentos para sus hijos, en medio de la pandemia que afecta la salud y los ingresos de millones de familias, empujándolas hacia la pobreza. Un informe de la coalición CARE pide atención preferente para los grupos más vulnerables, como las mujeres indígenas. Foto: FAO

Las mujeres en América Latina y el Caribe ya comen menos y reservan más alimentos para sus hijos, en medio de la pandemia que afecta la salud y los ingresos de millones de familias, empujándolas hacia la pobreza. Un informe de la coalición CARE pide atención preferente para los grupos más vulnerables, como las mujeres indígenas. Foto: FAO
ATLANTA, Estados Unidos, 2 jun 2020 (IPS) – El impacto de la covid-19 sobre la economía y la vida en América Latina y el Caribe afecta más a las mujeres, sobre todo por su exposición a mayor pobreza y violencia doméstica, señaló este martes 2 un informe de la coalición estadounidense contra la pobreza CARE.
Las mujeres “tienen más probabilidades de vivir en pobreza extrema y sus ingresos son más precarios”, señaló el informe, que recuerda que 126 millones de las que laboran en la región son trabajadoras informales, de las más expuestas a la crisis.
Destaca la situación de los 16,7 millones de trabajadoras domésticas, que enfrentan las opciones de quedar en cuarentena con sus empleadores o perder sus trabajos para quedarse en su casa y cuidar su familia, sin acceso a prestaciones por desempleo.
Las mujeres “ya comen menos, y menos comidas nutritivas para dejar más alimentos a sus hijos”, pues 85 millones de niños están aislados de los programas de alimentación escolar, y ya en el bienio 2016-2018 se reportó que 69 millones de mujeres y 55 millones de hombres experimentaban inseguridad alimentaria.
El trabajo de cuidado no remunerado “aumenta desproporcionadamente para las mujeres y el efecto es mayor en familias más pobres con hogares de mayor tamaño”.
La situación empeora cuando hay personas enfermas: en México, las mujeres pasan 29 horas a la semana cuidando a familiares enfermos, en comparación con 13 horas que dedican los hombres. En Perú, 40 horas las mujeres y 16 los hombres.
La participación en la fuerza laboral de las mujeres entre 25 y 54 años es de 67 por ciento, frente a 93 por ciento de los hombres, y ocupan más empleos informales o en los escalones bajos del empleo formal, lo que se traduce en menores ingresos y ausencia de beneficios previsionales y poder de decisión.
En 2018, recordó el informe, 26,9 por ciento de las mujeres vivía en la pobreza en comparación con 23,8 por ciento de los hombres, y 11,4 por ciento de mujeres en pobreza extrema en comparación con 9,7 por ciento de hombres.
El panorama apunta a que las mujeres pueden ser las más afectadas por el previsible aumento de la pobreza tras la crisis del covid-19, que empuja a 28,7 millones de personas a caer en la pobreza –para llegar a 214 millones en la región- y a casi 16 millones de personas hacia la pobreza crítica.
Entre los grupos más vulnerables están las mujeres indígenas, afrodescendientes y migrantes, con menores oportunidades de acceso a empleos y servicios, así como la comunidad LGBTIQ (lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, intersexuales, diferentes), que soportan situaciones de discriminación o estigma.
El informe registra que “la violencia de género está aumentando y la capacidad de las mujeres para acceder a los servicios está disminuyendo”.
Desde los países de la región se informa que las llamadas a líneas directas para atender casos de violencia doméstica aumentan entre 18 y 100 por ciento, mientras que muchas clínicas y servicios móviles que atienden violencia de género se han suspendido durante los meses de pandemia.
Por añadidura, como hay menos espectadores en las calles y negocios cerrados, las mujeres enfrentan condiciones cada vez más inseguras, porque hay menos lugares a donde ir por ayuda o refugio cuando la violencia de género ocurre en público.
Más allá del tema de violencia de género, disminuyen los servicios de salud estándar, a los que antes de la pandemia no accedía 30 por ciento de la población por razones de costo y 21 por ciento por limitaciones geográficas.
En sus recomendaciones para enfrentar la crisis, CARE pide recopilar datos desagregados por sexo y edad en relación con la pandemia y los requerimientos de la sociedad, y tejer redes que atiendan las necesidades de las mujeres.
Luego propone centrarse en las necesidades de los grupos más vulnerables y reconocer y abordar el trabajo de cuidado, remunerado y no remunerado, incluidas las actividades del hogar, así como de las trabajadoras del sector remunerado.
Se deben fortalecer los servicios de salud y facilitar el acceso de mujeres, niñas y los grupos de mayor riesgo, y eliminar los costos de prevención, tratamiento y atención de la covid-19.
Finalmente, junto con las medidas de atención en lo inmediato se deben tomar otras para mejorar los ingresos de las mujeres y de la comunidad LGBTIQ, y que apunten a su empoderamiento económico en el mediano y largo plazo.
A-E/HM




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sábado, 13 de junio de 2020

Los riesgos de meter en el mismo saco prostitución, trata y explotación sexual

#NINGUNAMUJERDESPROTEGIDA


Entidades sociales que atienden a mujeres en estos contextos piden al Gobierno concreción en los criterios que permitirán el acceso a las medidas de emergencia
Fachada de un club de carretera. GOOGLE MAPS
Incertidumbre y cierta desconfianza acompañan a las medidas anunciadas el pasado 21 de abril por el Ministerio de Igualdad para responder al impacto del confinamiento sobre las mujeres “en contextos de prostitución” y aquellas víctimas de trata o de explotación sexual.
El que el Gobierno haya planteado, dentro del plan de contingencia contra la violencia de género ante la crisis de la covid-19, un único paquete de medidas excepcionales para situaciones muy diversas genera dudas tanto de fondo como operativas entre entidades especializadas y en los colectivos de prostitutas.
“Una trabajadora sexual se ve afectada por el confinamiento porque su trabajo disminuye y puede encontrarse en situaciones de vulnerabilidad, pero no tengo del todo claro que en el plan estén reconociendo estas situaciones, mientras que lo que sí veo es que mezclan colectivos que tienen marcos normativos de referencia diferenciados”, advierte Rosa Cendón, coordinadora de Relaciones Institucionales e Incidencia de Sicar.Cat, un proyecto de atención integral a mujeres víctimas de trata en Cataluña, ligado a Adoratrices, una congregación religiosa.
Adoratrices también es responsable del proyecto Esperanza, uno de los cuatro que el Ministerio de Igualdad estableció desde el 21 de abril como referentes para que aquellas mujeres que se encuentren en situación de trata, explotación sexual y en contextos de prostitución puedan obtener información sobre “derechos y alojamiento seguro”. Con ese fin difunden por redes sociales sus teléfonos de atención 24 horas y los de las unidades de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado especializados en trata. Esto responde a una de las medidas del plan: “Garantizar la información” para no dejar a “ninguna mujer desprotegida”. 
Si bien fuentes de Igualdad apuntan que lo “fundamental del Plan es que amplía la posibilidad de detección de las víctimas a través de las entidades especializadas”, son numerosas las organizaciones que trabajan con mujeres que ejercen la prostitución –y que, por lo tanto, pueden llegar a detectar casos con indicios de trata–  las que denuncian que no han sido tenidas en cuenta ni para proponer actuaciones ni para plantear cómo aterrizarlas. “Por parte de las mujeres hay muchas expectativas por lo que han leído en la prensa, pero las entidades no somos capaces ni de explicar los requisitos ni el recorrido que tendrán que hacer”, lamenta Clarisa Velocci, directora de Genera, entidad reconocida como recurso especializado por el Protocolo de Protección a las Víctimas de Trata de Seres Humanos de Cataluña. “Nos preocupa que la comunicación desde el 21 de abril haya sido más para un público general que para las entidades especializadas en trata y en prostitución, que no sabemos cómo va a coordinarse todo esto”, añade.
Pese a que la medida estrella, el acceso de las mujeres al ingreso mínimo vital incluso si se hallan en situación administrativa irregular, “se está terminando de ultimar en términos normativos por parte del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social”, fuentes de Igualdad afirman que “el Plan y la mayoría de recursos que recoge”, como la garantía de información, identificación y detección, así como la solución habitacional, “están ya en funcionamiento”.
“Valoramos la buena intención del documento pero también les trasladamos que ofrecer soluciones habitacionales pide que la medida se dote de recursos”, remarca el secretario de Igualdad, Migraciones y Ciudadanía de la Generalitat de Catalunya, Oriol Amorós. Que está previsto que el fondo presupuestario destinado al Pacto de Estado contra la Violencia de Género sea “igual que el año pasado” es de las pocas concreciones que han llegado a los gobiernos autonómicos tras el anuncio de las medidas excepcionales para las mujeres en situación de trata o prostitución, explica Amorós.
Ni criterios ni circuito definidos
El pasado 30 de abril se reunió el Foro Social contra la Trata, el órgano de coordinación entre entidades especializadas y administraciones con competencias en la materia para abordar la ampliación del plan de contingencia contra la violencia de género ante la crisis de la covid-19. El encuentro, sin embargo, no dejó certezas sobre el circuito para gestionar las ayudas excepcionales.
Las organizaciones denuncian que los ayuntamientos se niegan a empadronar o ponen trabas a quienes no pueden acreditar un domicilio fijo debido a la precariedad 
Entre las demandas “para que estas medidas no queden inaccesibles para la mayoría”, Amorós plantea que la puerta de acceso tiene que ser el ámbito local. “O se es muy capilar en la accesibilidad o no funcionará el plan para estas mujeres”, advierte. En este sentido, el gobierno autonómico pide que la puesta en marcha del plan ponga en el centro a los servicios especializados en violencia machista más próximos, así como a las entidades locales que trabajan directamente con mujeres en contextos de prostitución. Una necesidad que también remarca Sicar.cat para garantizar un circuito efectivo de  acompañamiento a las mujeres y que no se concreta en la primera propuesta del Ministerio. Tras el Foro Social contra la Trata, Igualdad ha recogido aportaciones de las entidades especializadas y organismos que forman parte del Foro Social contra la Trata para afinar la propuesta.
Para la Generalitat y las entidades consultadas, es fundamental garantizar el empadronamiento para que estas mujeres no vean cerradas las puertas de muchas ayudas. Las organizaciones denuncian que la mayoría de ayuntamientos se niegan a empadronar o ponen trabas a quienes no pueden acreditar un domicilio fijo debido a la precariedad económica y habitacional, pese a que incluso “las infraviviendas (chabolas, caravanas, cuevas, etc., e incluso ausencia total de techo) pueden y deben figurar como domicilios válidos en el padrón, según las instrucciones técnicas a los Ayuntamientos sobre gestión del padrón municipal, publicadas en el BOE el 25 de julio de 1997, durante la primera legislatura del PP. Las dificultades para empadronarse impactan en buena parte de las mujeres que ejercen trabajo sexual, mayoritariamente, migrantes.
“El reconocimiento de derechos es amplio en la norma y reconoce la diversidad de situaciones dentro de la prostitución, pero no sabemos cómo estos derechos se harán efectivos para las mujeres, cosa que depende de quiénes se encargarán y de los requisitos. De esto dependerá el impacto en las mujeres que acompañamos”, remarca Velocci. Genera, la organización para la que trabaja, atiende a alrededor de 600 mujeres al año en las provincias de Barcelona y Girona. Entre el 15 y el 20% muestran indicadores de estar en situación de trata. Velocci afirma que el resto ejerce de manera voluntaria.
La guía de actuación publicada por el Ministerio en el marco del plan #NingunaMujerDesprotegida indica que aquellas que ejercen la prostitución pueden gestionar el acceso a una ayuda económica «para salir de la situación» a través de los servicios sociales. Se les recomienda que antes contacten con una entidad especializada de apoyo a los procesos «de salida» de las mujeres de la prostitución.
La Delegación del Gobierno para la Violencia de Género cifra en 13.300 las mujeres con signos de trata o explotación sexual, según datos recogidos en 2018. Ahora bien, tan solo fueron reconocidas como víctimas 331, según la Fiscalía General del Estado (sección de Extranjería). Un infrarreconocimiento vinculado al hecho que la única vía de identificación oficial de víctimas de trata es la policial, con la que las mujeres afectadas por esta violencia machista a menudo no quieren tener contacto, ya que temen ser deportadas al encontrarse en situación administrativa irregular.
Entre las medidas excepcionales por la crisis de la covid-19  no se contempla el reconocimiento como víctima de trata ni ningún tipo de protección frente a la Ley de Extranjería pesa a que, al mismo tiempo, el acceso al ingreso mínimo vital se vincula a ser víctima de trata.
Diversidad de situaciones, un mismo marco
Si bien califica de “pequeñísimo logro que hayan sido capaces de diferenciar prostitución de trata”, Kenia García, activista del Colectivo de Prostitutas de Sevilla y una de las portavoces de la campaña #RegularizaciónYa, apoyada por al menos 900 colectivos de migrantes, antirracistas y proderechos de las personas migrantes, considera inadecuado que el apoyo a mujeres que ejercen trabajo sexual sin coacciones ni condiciones de explotación se enmarque en un plan contra la violencia de género. “Nosotras no somos víctimas y en ningún momento nos han preguntado qué necesitamos”, denuncia.
Alimentos, albergues, butano, medicación… García explica que su colectivo y otras organizaciones de trabajadoras sexuales se han pasado las últimas semanas buscando recursos para mujeres que, durante el confinamiento, se han quedado sin ingresos económicos o, incluso, se han endeudado. Es el caso de aquellas que viven de alquiler en habitaciones de clubes en los que normalmente también trabajan.
“¿Qué es contexto de prostitución en ‘máxima vulnerabilidad’? ¿Quién lo decide? Creo que esta ampliación de medidas ha sido un brindis al sol; que se han visto con la necesidad de decir algo al respecto de la situación de urgencia que las trabajadoras sexuales llevamos desde el principio del confinamiento denunciando”, plantea Belén, delegada territorial del sindicato OTRAS.
A finales de 2018, la Audiencia Nacional declaró la nulidad de los estatutos de este sindicato de trabajadoras sexuales. Sentenció que no resulta posible “un contrato en virtud del cual el trabajador asuma la obligación de mantener relaciones sexuales que le indique el empresario”. Una de las demandantes fue la Comisión de Investigación de Malos Tratos a Mujeres, una de las cuatro entidades de referencia para la atención de casos de trata o prostitución en el plan del Ministerio de Igualdad, junto al Proyecto Esperanza de Adoratrices; Diaconía, vinculado a la Iglesia evangélica, y APRAM, que considera la prostitución una expresión de violencia machista.
Estigma e irregularidad, grandes barreras
A los colectivos de trabajadoras sexuales y las ONG consultadas les preocupan las múltiples trabas a las que tendrían que enfrentarse las mujeres que ejercen la prostitución para lograr acceder a las ayudas. A la falta de empadronamiento de muchas se le añade el temor a recurrir a los servicios sociales por el estigma. “¿Se van a hacer listados de putas? ¿En manos de quién? Muchas no quieren que su nombre aparezca asociado al ejercicio de trabajo sexual y tienen miedo de que siendo madres solas les quiten a sus peques”, pone sobre la mesa Belén. Confidencialidad de los datos personales y garantías de que la información de quienes están en situación administrativa irregular no llegará al Ministerio del Interior ni a los cuerpos policiales son demandas básicas de los colectivos de trabajadoras sexuales al Gobierno.
Sin ingresos, algunas de ellas también pueden llevar mucho tiempo sin comunicarse con su familia en sus países de origen
Sin acceso a contratos de alquiler formal, muchas además no han podido acogerse a las medidas excepcionales del Gobierno en materia de vivienda y suministros. Tampoco a otros apoyos para trabajadores, porque la economía sumergida es una fuente de subsistencia, pero también de desamparo. Además, para muchas de ellas, sin los papeles en regla, salir a la calle, con mayor presencia policial, genera mucho miedo. Sin ingresos, algunas de ellas también pueden llevar mucho tiempo sin comunicarse con su familia en sus países de origen. A ello, se le suma lo más básico que hay resolver cada día que pasan sin trabajar y sin acceso a renta: el hambre. “Muchas compañeras viven en la angustia mientras se deciden los criterios de una medidas que van tarde y dirigidas a víctimas”, remacha García.
Uno de los temores de las organizaciones de trabajadoras sexuales es que el acceso a las ayudas sociales vaya aparejado a la exigencia de cambiar la prostitución por alternativas laborales altamente precarizadas e, igualmente, altamente feminizadas y racializadas, como la limpieza y el cuidado de personas ancianas. “Tendremos que ver si el Gobierno hace diferencia respecto a otros colectivos, a los que se ayuda sin pedir contraprestación”, plantea Cendón, que reivindica “igualdad de condiciones” para responder a necesidades urgentes.



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“Con el coronavirus Bill Gates lleva a cabo sus planes respecto a la sanidad”

Entrevista a Vandana Shiva


Fuentes: Basta !
Foto: Vandana Shiva © Romain Guédé
Entrevista a la ecologista india Vandana Shiva, figura de la lucha contra los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y muy crítica con el “filantrocapitalismo” que encarnan sobre todo Bill Gates y su Fundación.
En su última obra publicada el pasado otoño 1 %, reprendre le pouvoir face à la toute-puissance des riches [1 %, retomar el poder frente a omnipotencia de los ricos] (editado por Rue de l’échiquier, 2019) Vandana Shiva define de la siguiente manera el “filantrocapitalismo”: “El filantrocapitalismo […] tiene poco que ver con la caridad o con hacer donaciones, más bien tiene que ver con el beneficio, el control y el acaparamiento. Se trata de un modelo económico de inversión y de un modelo político de control que asfixian la diversidad, la democracia y las soluciones alternativas, y que atribuyendo ayudas financieras ejercen una dominación y proporcionan nuevos mercados y monopolios a los multimillonarios”. Bill Gates, la segunda fortuna mundial, simboliza este “filantrocapitalismo”. Su Fundación Bill y Melinda Gates, su principal instrumento para las donaciones, está muy activa en India. Su visibilidad mediática frente a la crisis actual y los millones que ha invertido en la investigación de una vacuna la convierten en un objetivo privilegiado de las teorías de la conspiración. No obstante, conviene preguntarse (y criticarlo) por este nuevo poder que ha adquirido el fundador de Microsoft junto a otros multimillonarios como Jeff Bezos (Amazon, primero fortuna mundial), Mark Zuckerberg (Facebook, séptima fortuna mundial) o, en Francia, Bernard Arnault (LVMH, tercera fortuna mundial). Un nuevo poder que está lejos de ser muestra de una generosidad desinteresada.
Esta entrevista, que se realizó antes de que apareciera esta pandemia, se ha actualizado con dos preguntas al principio a las que Vandana Shiva respondió por correo electrónico el 7 de mayo.
Basta ! : ¿Cómo analiza la crisis del COVID-19? ¿Se puede hablar de crisis ecológica?
Vandana Shiva : No estamos ante una sola crisis, hay tres que intervienen simultáneamente: la del COVID-19, la de los medios de subsistencia y, de rebote, la del hambre. Son las consecuencias de un modelo económico neoliberal basado en el beneficio, la avidez y una globalización que llevan a cabo las multinacionales. Esta situación tiene un fundamento ecológico: por ejemplo, la destrucción de los bosques y de sus ecosistemas favorece la aparición de nuevas enfermedades. Estas tres crisis llevan a la creación de una nueva clase, la de las personas a las que denomino “las dejadas a su suerte”, explotadas por el neoliberalismo y la emergencia de dictaduras digitales. Hay que tomar conciencia de que la economía dominada por el 1 % no está al servicio del pueblo y de la naturaleza.
¿Puede la crisis del coronavirus reforzar, precisamente, el poder de este “1 %” y de los “filantrocapitalistas” como Bill Gates, figura central de su libro?
Esta crisis confirma mi tesis. Bill Gates lleva a cabo sus planes de salud, agricultura, educación e incluso de vigilancia. Durante 25 años de neoliberalismo el Estado se ha transformado en Estado-empresa y ahora se observa una transformación en un Estado de vigilancia apoyado por el filatrocapitalism. Este 1 % considerá inútiles al 99 %: su futuro es una agricultura digital sin campesinos, unas fábricas completamente automatizadas sin trabajadores. En estos tiempos de crisis del coronavirus tenemos que oponernos, e imaginar nuevas economías y democracias basadas en la protección de la tierra y de la humanidad.
Usted equipara este control con una nueva forma de colonización e incluso califica a Bill Gates de “Cristóbal Colón de los tiempos modernos”, ¿a qué se debe esa comparación?
A que Bill Gates no hace otra cosa que conquistar nuevos territorios. No es simplemente filantropía, en el sentido de un don a la colectividad, como siempre ha existido en la historia. En realidad son inversiones que le permiten crear unos mercados en los que Gates adquiere unas posiciones dominantes. En el capitalismo hay unos interlocutores que hacen beneficios, pero con la filantropía Bill Gates dona algunos millones ¡pero acaba por tomar el control de instituciones o sectores que valen varios miles de millones! Esto se ve claramente en la sanidad o la educación, que él contribuye a privatizar y a transformar en verdaderas empresas.
También es el caso de la agricultura en la que Bill Gates utiliza las tecnologías digitales como nuevo medio para hacer entrar las patentes. La primera generación de OGM, que se suponía iba a controlar los parásitos y las malas hierbas, no ha cumplido sus promesas, pero Bill Gates continúa poniendo dinero para financiar la edición del genoma, como si la vida no fuera más que un copiar y pegar, como en Word. Impulsa esta técnica e incluso ha creado una empresa especialmente para ello, Editas. Bill Gates quiere jugar a ser el amo del universo imponiendo una sola y única forma de hacer las cosas: una sola agricultura, una sola ciencia, un solo monocultivo, un solo monopolio. Es también lo que trata de hacer ala abordar el problema del cambio climático.
¿Cómo?
Promueve su solución: la geoingeniería, que es la modificación a propósito de las condiciones meteorológicas y del clima. Es una idea estúpida, no es ecológica y es completamente irresponsable porque ataca la luz solar para hacer mecánicamente un “enfriamiento planetario”. El problema no es el sol, que nos es indispensable, sino los combustibles fósiles y nuestro sistema industrial y agrícola. Habla a todos los jefes de Estado de la geoingeniería. Recuerdo sobre todo la COP 21 (Conferencia sobre el Cambio Climático) en París en 2015, en la que estaba por todas partes. Era increíble, estaba en el escenario con los jefes de Estado, se comportaba como si fuera el cabeza de cada gobierno. Nunca había visto algo parecido en 40 años de carrera en las instituciones de la ONU, es una auténtica transformación.
¿Diría usted que ahora es más poderoso que algunos Estados o instituciones internacionales como el FMI o el Banco Mundial?
Es mucho más poderoso. Cuando el Banco Mundial quiso financiar la presa de Sardar Sarovar en India a finales de la década de 1980 hubo protestas y el BM acabó por recular [Narendra Modi inauguró la presa en 2017 gracias a otros circuitos de financiación y se convirtió en la segunda presa más grande del mundo, ndlr]. La impunidad del Banco Mundial tiene sus límites, no se puede librar de sus responsabilidades, mientras que Bill Gates, por su parte, sigue evitando los obstáculos, siempre. Aunque fracase en un lugar, tratará de desregularizar en otro.
Me he dado cuenta de que lo que logramos detener en India Bill Gates lo financió para implantarlo en otro lugares, como los OGM: por ejemplo, en 2010 Monsanto trató de introducir una berenjena OGM. India ha sido un terreno de experimentación para desarrollar nuevas tecnologías destructoras. El ministro de Medioambiente organizó audiciones públicas para saber qué opinaban de ello los campesinos, los consumidores y los científicos. Siempre digo que es la primera vez que una verdura era objeto de un debate democrático profundo…
La berenjena OGM se prohibió a raíz de estas consultas, pero Bill Gates encontró después un medio de financiarla y promoverla en Bangladesh. Ahora bien, si se aprueba en Bangladesh, inunda obligatoriamente India puesto que se trata de una frontera no controlada. Ahora Bill Gates la emprende con África, donde mete miles de millones de dolares para promover una nueva revolución verde, con productos químicos y OGM, y obligando a los países africanos a cambiar sus leyes para autorizar estas semillas.
¿Cómo explica semejante poder hoy en día?
Gates ha creado e invertido 12 millones de dólares en la Cornell Alliance for Science, que se presenta como una institución científica, pero que no es sino un órgano de comunicación. Cada vez que hay un debate, trae a esta “institución” que elabora una propaganda engañosa a favor de la biotecnología. Como es Bill Gates, el New York Times y CNN hablarán de ello y le dedicarán la portada… Para él la filantropía es solo un pretexto, a través de ella favorece sus propios intereses e influye en las políticas gubernamentales. Es una forma muy inteligente de entrar en el juego sin plegarse a sus normas, porque si una empresa dijera a un gobierno “aquí está mi dinero, haz esto”, no funcionaría, con toda seguridad se echaría a la empresa. Bill Gates, en cambio, juega con su imagen. La gente todavía lo ve a través de Microsoft, como un genio y un gigante de la informática. Sin embargo, hay ingenieros brillantes que lo han hecho mucho mejor y han luchado para mantener softwares de libre acceso y un Internet abierto, al contrario que él. Bill Gates no es un inventor, ha introducido las patentes y así es como ha levantado su imperio.
En su libro insiste también en la utilización de la tecnología y de los algoritmos…
Se ha elevado la tecnología al rango de religión. Se ha convertido en la religión del 1 %, del mismo modo que en Estados Unidos la cristiandad dio legitimidad al 1 % de la época para exterminar al 99 % de las personas amerindias en nombre de la “misión civilizadora”. Actualmente hay millones de personas a las que se quiere “civilizar” con estas nuevas herramientas de comunicación o de pago. Por otra parte, la tecnología es algo más que una herramienta. Es un instrumento de poder muy poderoso para reunir información que después se puede manipular para diferentes propósitos. Estas tecnologías se utilizan a diario, pero son sobre todo otra forma más de controlar.
También detrás de esta revolución digital encontramos a Bill Gates. Por ejemplo, ¡desempeñó un papel fundamental en la desmonetización de India! Obviamente, hacer desaparecer el dinero en efectivo para desarrollar las transacciones digitales es una forma de acelerar la revolución digital de la que él se beneficia. Ahora bien, de la misma manera que las patentes de las semillas son un intento deshonesto cuyo objetivo es poner a los agricultores “fuera de la ley” al declarar ilegal el guardar las semillas, la “desmonetización” perturba directamente las prácticas económicas de la mayoría, que representa el 80 % de la economía real de India. Es una forma de dictadura tecnológica. En ninguno de los dos casos el resultado de ello es una elección soberana del pueblo indio.
Y al mismo tiempo la gente acaba votando en las urnas a los representantes de esta política del 1 %, como, por ejemplo, en India donde Narendra Modi fue reelegido por un amplio margen el año pasado. ¿Es como si hubiera una nueva forma de “servidumbre voluntaria”?
¡Ya no estamos realmente en una democracia electoral honesta, donde la gente vota con pleno conocimiento y conciencia de lo que está en juego! Hoy en día los algoritmos conforman en gran medida al sistema electoral. En las últimas elecciones en India se autorizó a las empresas y a los particulares a hacer donaciones anónimas a los partidos políticos, lo que significa que las mayores empresas del mundo pudieron financiar las elecciones, algo que hasta entonces era ilegal. El resultado de ello es que la gran mayoría de estas donaciones llegaron a las arcas de un solo partido [el BJP, la derecha nacionalista, actualmente en el poder, ndlr]. Las elecciones indias costaron más caras que las estadounidenses, a pesar de que India está lejos de ser un país rico. Por consiguiente, podemos preguntarnos de dónde viene ese dinero… Es imposible tener una democracia honesta y funcional si el pueblo ya no vota de forma soberana. Todo el reto político para el 1 % es esta pérdida de autonomía, en todos los ámbitos.
La elección del término “1 %” puede parecer un tanto simplista, ¿por qué le parece un término apropiado hoy en día?
El 1 % es en sí un valor aproximativo, yo hablo sobre todo de unos pocos multimillonarios que controlan la mitad de los recursos del planeta. Estos miles de millones van directamente a unos fondos de inversión. Antes las entidades más grandes eran algunas empresas: Monsanto, Coca-Cola… Hoy son enanas. Son propiedad de los mismos fondos de inversión: BlackRock, Vanguard, etc. En realidad hay una sola economía, la del 1 %. Ellos son quienes destruyen, los demás, el 99 %, está excluido. Son los parados de hoy y de mañana, los campesinos desarraigados, las mujeres a las que se deja de lado, los pueblos indígenas a los que se asesina. Las personas que conforman el 99 % no son las responsables, son las víctimas. El 1 % es el responsable de los daños. Y nombrar a este “1 %” es formar un “nosotros” que, juntos, puede pedirles cuentas. Tenemos el derecho, el deber y el poder de hacerlo. Es una invitación a la solidaridad y a la acción. Es necesario que el 99 % se alce.
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a los autores, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.


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“La situación de las mujeres afganas necesita una revolución”




Fuentes: El Salto
Foto: Lida Mahmooda, con pañuelo azul, imparte una formación a jóvenes afganas
Fundada en 1977, la organización RAWA ha sobrevivido a la invasión rusa, a los gobiernos talibanes y a la invasión estadounidense. Su integrante, Lida Mahmooda, trabaja por los derechos de las mujeres desde la clandestinidad, en un Afganistán atravesado por el auge del Estado Islámico.
Lida Mahmooda, activista y feminista afgana, perseguida por los talibanes en su país, se encuentra actualmente en la clandestinidad. Es miembro de RAWA, la organización defensora de derechos humanos más antigua de Afganistán. Una organización que trabaja por la justicia social, la paz y en contra de las violaciones de los derechos humanos, particularmente de los derechos de las mujeres afganas. Fundada en 1977, ha sobrevivido a la invasión rusa, a los gobiernos talibanes y a la invasión estadounidense. Actualmente sigue en activo.
Afganistán es un país roto desde que a comienzos de siglo y tras los atentados del 11 de septiembre, se fijara en él toda la atención internacional en la llamada guerra contra el terrorismo. Tras la invasión estadounidense en la que miles de personas inocentes perdieron la vida, la guerra se asentó en el país, aunque ya fuera de los focos mediáticos. EEUU ha mantenido su presencia en Afganistán, mientras el enfrentamiento entre talibanes y nuevos grupos yihadistas ha seguido cobrándose vidas entre la población civil. El pasado mes de marzo, con la participación de Estados Unidos, se firmó un acuerdo de paz que ya ha sido violado varias veces por los talibanes.
¿Cuáles son los intereses que los estadounidenses han tenido durante esta guerra interna?
Los intereses estadounidenses en Afganistán son varios. Por un lado, el país tiene una posición estratégica en Asia, ya que está situado en el centro del continente. A día de hoy EEUU tiene nueve bases militares en Afganistán que por su posición permitirían alcanzar países como China, Rusia, India, Siria o Pakistán. Por otro lado, están los intereses económicos. Hasta la fecha, Afganistán es el mayor productor de opio del mundo, el noventa por ciento del opio que se produce en el mundo es afgano. Aparte de opio, el país cuenta con un recurso natural muy valioso, el litio.
EEUU tiene nueve bases militares en Afganistán que por su posición permitirían alcanzar países como China, Rusia, India, Siria o Pakistán. Además, Afganistán es el mayor productor de opio del mundo
El papel de EE.UU. en la reconstrucción del país después de la invasión y la guerra ha sido determinante en Afganistán.
Han utilizado su poder para colocar gobiernos títeres que favorezcan sus intereses. Además han generado mucha división entre la población y numerosos conflictos religiosos que antes no existían. De este modo pudieron justificar la necesidad de una intervención supuestamente democrática en la política de Afganistán.
¿Podríamos decir que esto responde a una estrategia del divide y vencerás?
Sí, por supuesto, uno de los objetivos de EEUU era crear división. Afganistán es un país multiétnico, provocaron el conflicto religioso entre diferentes corrientes del Islam que antes podían convivir sin problemas. Esto tenía un objetivo concreto, que la gente de Afganistán viese como su enemigo a otra etnia, a otro grupo religioso y no se diera cuenta de que el verdadero enemigo del país son los EE.UU.
Otro tema de conflicto ha sido la creación de grupos paramilitares. Se trata de yihadistas que antes lucharon contra la presencia de la Unión Soviética y ahora luchan contra los talibanes. Combaten con armamento estadounidense, lo que lleva a pensar que cumplen un papel claro para los intereses de EEUU. Este conflicto ha provocado que muchas personas inocentes que no tenían nada que ver con los talibanes y que tampoco participaron en el conflicto, hayan muerto a manos de estos grupos paramilitares.Además dichos grupos paramilitares pensamos que siguen el modelo establecido en otros paises por parte de EEUU, como es el caso de Colombia, armando grupos criminales al margén de la ley con el fin de proteger sus intereses.
Actualmente ¿qué control real tienen sobre el país el gobierno afgano por un lado y los talibanes por otro?
Se puede decir que el control de los talibanes está en las áreas más remotas del país. Aunque la cifra oficial es que están controlando el 10% del territorio, es evidente que la cifra real es mucho más alta, por otro lado el gobierno afgano a penas tiene control sobre el país.
El pasado mes de marzo se presentó ante la opinión internacional un acuerdo de paz para Afganistán ¿qué opinión te merece este acuerdo y hasta qué punto puede suponer un reparto del control del país entre el gobierno proestadounidense y los talibanes?
En realidad no es un acuerdo de paz, sino efectivamente, un alto al fuego entre los paramilitares yihadistas y los talibanes. El interés principal de EEUU con este acuerdo ha sido rebajar el conflicto con los talibanes y permitir así promocionar la formación del Estado Islámico que está creciendo a una velocidad increíble dentro del país. Parece claro que ya van a superar en número a los talibanes y cómo este hecho forma parte del juego que interesa a los EE.UU y a sus propios intereses económicos y geostratégicos en la región.
¿Cómo se ha dado este auge del Estado Islámico en detrimento de los talibanes dentro de Afganistán?
El Estado Islámico está atrayendo a los islamistas más conservadores del país. Por su parte los talibanes, a pesar de tener ahora su puesto en la política oficial de Afganistán, creo que van a perder poco a poco su poder, ya no son tan importantes como el Estado Islámico. Esta nueva situación se produjo a raíz de que un grupo de comandantes de los más conservadores entre los talibanes, se pasaron a las filas del Estado Islámico donde fueron muy bien recibidos. Se creó fama de que los talibanes eran “blanditos”, incapaces de confrontar a los EE.UU. Hay que decir que, dentro del marco internacional, los talibanes son propensos a colaborar con China y Rusia, mientras que el Estado Islámico es más cercano a los EE.UU.
Dentro del marco internacional, los talibanes son propensos a colaborar con China y Rusia, mientras que el Estado Islámico es más cercano a los EE.UU
Retomando el Acuerdo de Paz, ¿existe alguna alusión a algún tipo de tribunal penal por crímenes de guerra o respecto a las vulneraciones de derechos humanos durante el conflicto?
No, en realidad no hay nada de esto, no se menciona ningún tipo de justicia o reparación de ninguna clase. Menos aún se habla de crímenes de guerra o de un tribunal penal. Tampoco se mencionan los derechos humanos. Lo único que se menciona es el cese del fuego entre los paramilitares y los talibanes y la liberación de los presos talibanes de las cárceles de Afganistán y Guantánamo.
Antes has hablado del opio como uno de los principales intereses que puede tener Estados Unidos en Afganistán. Cuando hablamos del cultivo del opio generalmente se piensa en el narcotráfico de heroína, pero el opio también puede destinarse al comercio con multinacionales y farmacéuticas que fabrican morfina u otro tipo de medicamentos.
En este sentido se han hecho varias intentos de llegar a acuerdos de este tipo pero resulta más beneficioso la venta ilegal de este producto. Actualmente, ésta es la principal fuente de riqueza del país, lo que convierte a la economía de Afganistán, la oficial, la del Estado, en una economía mafiosa.
¿Cómo afecta a la población del país este negocio de tráfico y producción a nivel de adicciones?
Destruye muchas vidas, hay un millón de afganos que consumen opio o heroína, hablamos de un porcentaje muy alto, un 10% de la población del país. Este negocio también genera desigualdad. El 54% de la población está en una situación de profunda pobreza. El dinero del opio sale del país, no se queda en la población. Ahora es muy notable, ya que con la situación de pandemia y la cuarentena, nadie puede recibir ningún tipo de apoyo económico estatal porque oficialmente el gobierno no dispone del dinero. Todas las ganancias que el Estado obtiene de este negocio van directamente a las mafias, no llegan nunca a la población.
Por lo que has contado, se puede entender que los EE.UU obtiene beneficios con este comercio internacional de heroína.
Después de la invasión, EEUU fomentó la creación de un ministerio contra la producción del opio pero en realidad este ministerio se convirtió en la principal mafia de control para la producción de este producto. Se han hecho campañas en las que se televisaban quemas de granjas ilegales de opio para hacer propaganda de una supuesta lucha contra el narcotráfico. Pero se demostró que en realidad se destruían cultivos particulares de personas que no querían colaborar con la mafia. Nunca han tocado ninguno de los cultivos de las mafias.
Una de las banderas que se esgrimieron para justificar la invasión de Afganistán en el año 2001 fue la de la liberación de sus mujeres, ¿cuál es la situación las mujeres afganas casi veinte años después?
Las mujeres han sufrido más violencia que el resto de la población durante el conflicto armado. Pero independientemente del conflicto, existe la violencia de género en general; violencia sexual, doméstica, psicológica… Cabe destacar el negocio de trata que hay en el país, las mujeres cuestan muy baratas, la vida de una mujer no vale nada.
Las mujeres han sufrido más violencia que el resto de la población durante el conflicto armado.  Cabe destacar el negocio de trata que hay en el país, las mujeres cuestan muy baratas
Por otro lado también podemos decir que las mujeres son víctimas del silencio, no pueden tomar ninguna decisión, siempre depende de los hombres, su voz no cuenta. Las mujeres en Afganistán a través de la cultura y de la presión de la familia aprenden a callarse y no pueden compartir sus experiencias y sus problemas con los demás porque esto resulta inaceptable para mayoría de la población, que, en general, tampoco está interesada en los derechos de las mujeres.
En este sentido, ¿puedes explicar cómo funciona RAWA, la organización a la que perteneces?
RAWA es la Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán, fue fundada en 1977 por Meena Keshwar Kamal, que fue asesinada por sus ideas políticas en 1987. RAWA es una asociación política y clandestina, que lucha por los derechos de las mujeres con estrategias políticas y sociales. Nosotras pensamos que los culpables de esta situación son por un lado los ocupantes extranjeros y por otro lado los fundamentalistas afganos. Mejorar la situación de las mujeres en mi país no pasa por reformas, se necesita una revolución.
Trabajamos en las áreas más remotas del país realizando apoyo económico a las mujeres que cultivan la tierra y no tienen recursos. Generalmente son mujeres analfabetas, por eso las organizamos para que se alfabeticen y darles una herramienta para poder conocer sus derechos y luchar por ellos. Al trabajar de forma clandestina, presentamos como proyectos de otras asociaciones de mujeres, los que en realidad provienen de RAWA . A veces ni siquiera las mujeres que trabajan en estos proyectos, saben que dependen de RAWA, se trata de una estrategia de infiltración en otras organizaciones sociales u ONG.
Por lo que estás contando, estáis realizando un trabajo de infiltración.
Parte de nuestro trabajo es en diferentes partidos políticos promoviendo nuestras ideas. Tratamos de influir en los partidos más democráticos, dentro de lo que se pueden ver en Afganistán, como por ejemplo el Partido de Solidaridad y otros partidos. A veces saben que colaboran con nosotras, otras veces no. Es muy importante trabajar con ellos, aunque a veces no estemos de acuerdo con sus discursos políticos, porque por lo menos tenemos el derecho de tener voz ahí.
Tratamos de influir en los partidos más democráticos, dentro de lo que se pueden ver en Afganistán. A veces saben que colaboran con nosotras, otras veces no
Hay una gran cantidad de mujeres que a pesar de todo siguen luchando y levantando su voz, hablando en los medios de comunicación cuando tienen la posibilidad o incluso creando los medios de comunicación si no existen. Nosotras trabajamos con muchos medios, en redes sociales, tenemos nuestra página en facebook, donde recibimos mensajes y propuestas. También realizamos nuestra propia revista, “Mensaje de Mujeres”, que imprimimos y repartimos entre las mujeres en todo el país para que sepan que la lucha de las mujeres existe, conozcan en qué consiste y qué pueden aportar.
Como has explicado RAWA trabaja desde la paz pero dada la situación de violencia en el país, ¿os habéis llegado a plantear otros escenarios en un futuro?
Nuestra resistencia es no violenta, pero nunca descartamos la posibilidad de, en un futuro, si hubiese la necesidad, pasar a las armas. A veces pensamos que todo nos empuja a ello, que no nos queda otra. Cuando tu enemigo son los EEUU que tienen armas y las utilizan contra ti y los talibanes, que también tienen y emplean armas. No tenemos miedo y llegado el caso, acudiríamos a las armas si fuera necesario.

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