martes, 11 de junio de 2019

Casi 1.000 mujeres asesinadas


Por Alba Mareca

Según la última encuesta del INE en materia de violencia de género, en 2018 se contabilizaron 31.286 víctimas de violencia de género, un 7,9% más que en el año anterior.
A menudo, hace falta un dato redondo, categórico, para que empiecen a agolparse los balances sobre una determinada realidad. Desde el 1 de enero de 2003 –momento en que comienzan a elaborarse estadísticas oficiales– y hasta hoy, 998 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en casos de violencia machista, a la espera de confirmar un caso que se encuentra todavía en investigación. Este fin de semana, un hombre y una mujer fueron encontrados muertos, con signos de violencia, en su domicilio, en un caso que se investiga como violencia de género. De confirmarse los hechos, serían 1000 las mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas.
Si tenemos en cuenta a las y los menores asesinados por sus progenitores –28 desde 2013–, la cifra de víctimas mortales por violencia machista asciende a 1.025. Sobrepasar el umbral de los 1.000 asesinatos –según datos del Gobierno– no confiere al asunto mayor gravedad de la que ya de por sí tiene. Sin embargo, sí supone un punto de inflexión para analizar los cambios que se han producido desde que en 2004 entrase en vigor la Ley Orgánica contra la Violencia de Género, así como los objetivos que todavía quedan pendientes.
En aquel año, fueron asesinadas por sus parejas y exparejas –dicha ley solo reconoce como violencia de género las agresiones que tienen lugar en el marco de una relación sentimental– 72 mujeres. Una cifra que llegó a su pico en 2008, cuando 76 hombres mataron a sus compañeras. En los últimos años, y según las estadísticas que elabora la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, las víctimas mortales se han ido reduciendo: hubo 60 en 2015, 49 en 2016, 51 en 2017 y 47 el año pasado, la cifra más baja desde que se tienen datos.
Desde 2013, además, se comienza a considerar que aquellas hijas e hijos asesinados por sus progenitores con el fin de hacer daño a sus madres son también víctimas de violencia machista. En ese año, 6 menores fueron asesinados en casos así. Una cifra que también se ha reducido tras alcanzar su máximo en 2017, con 8 niños asesinados. En 2018 hubo tres.
Según la última encuesta del INE en materia de violencia de género, en 2018 se contabilizaron 31.286 víctimas de violencia de género, un 7,9% más que en el año anterior.

Más allá de la pareja
Reconocer la violencia machista fuera del ámbito de la pareja es una de las reivindicaciones del movimiento feminista desde que se puso en marcha la actual Ley. El Convenio de Estambul, que España ratificó en 2014, contempla la recogida de datos estadísticos y de investigación sobre todas las formas de violencia contra la mujer, una reflexión que han avivado casos de violencia sexual y asesinato como el de Diana Quer y Laura Luelmo, cuyos agresores son desconocidos con los que no mantenían ningún tipo de relación.
Esta medida, de hecho, también queda contemplada en el Pacto de Estado contra la violencia de género que se aprobó en septiembre de 2017 en el Congreso, aunque todavía no se ha materializado en las estadísticas oficiales, en las que de momento solo aparecen las mujeres asesinadas por parejas o exparejas. Algunas leyes autonómicas, como la que se aprobó en Andalucía con el último gobierno socialista, también fueron en esa dirección.
La ampliación del concepto de víctima de una violencia atravesada por un componente de género nos llevaría a hablar de feminicidios. El Consejo General del Poder Judicial lo hace desde 2009 –feminicidios íntimos, en este caso– en los informes que elabora anualmente sobre víctimas mortales de la violencia de género. En ellos explican que «si bien este concepto no es un término que aparece recogido en nuestra legislación, se viene utilizando en los documentos elaborados por Organismos Internacionales». La palabra feminicidio contiene una implicación directa del Estado en los asesinatos de mujeres y utilizarla evidencia que no se cumplió su deber de investigar y garantizar la integridad y libertad personal de esas mujeres.
Desde 2016, además, publican un análisis de aquellos casos con agravante por razón de género, es decir, casos de violencia contra mujeres que no mantenían una relación con su agresor, aplicando así el citado Convenio de Estambul e incluyendo situaciones más amplias que las que recoge la legislación española.

Aumentan las denuncias pero son pocas las mujeres asesinadas que habían denunciado
Desde 2009 cada vez más mujeres, familiares y personas del entorno han dado el paso de denunciar situaciones de maltrato. En ese año se registraron 135.539, según las estadísticas del Gobierno. En 2017, el número llegó hasta las 166.260 y en 2018 fueron 166.961.
A pesar de este aumento, que pone de relieve que cada vez más mujeres han identificado su situación como una relación de maltrato y han decidido recurrir a la policía, el número de denuncias entre las mujeres que han sido asesinadas es bajo. En 2004, primer año de la Ley, ninguna de las 72 mujeres asesinadas denunció. Durante 2018, solo denunciaron 14 de las 47 mujeres que fueron asesinadas. De los 23 casos ocurridos hasta hoy durante este año, solo constaba denuncia en tres de ellos.
Aun así, es significativo el número de llamadas que se realizan al 016, el teléfono de atención y asesoramiento a víctimas de violencia de género. En un año, de 2007 a 2008, se pasó de recibir 15.715 llamadas a alcanzar las casi 75.000. En 2007, precisamente, surgió la primera campaña institucional, difundida por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, que daba a conocer este teléfono bajo el lema A la primera señal de malos tratos, llama. No esperes a que la violencia de género deje esta señal. En 2016 se superaron las 85.000 llamadas y el año pasado se atendieron 73.454. Durante 2019, ya se han registrado más de 21.000.
Algo similar ha ocurrido con el Servicio Telefónico de Atención y Protección a las Víctimas de la Violencia de Género (ATENPRO), que ha pasado de atender a 8.830 usuarias en 2010 a 13.600 este año.
A pesar del aumento de las denuncias, apenas ha variado, eso sí, el número de órdenes de protección concedidas: 39.176 en 2018, algunas menos que en 2009 –primer año del que se tienen registros-, cuando se registraron 41.081. La protección que reciben las mujeres que denuncian sigue siendo un aspecto mejorable. De las tres mujeres que habían interpuesto denuncia y finalmente han sido asesinadas durante 2019, dos contaban con medidas de protección.




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