miércoles, 30 de agosto de 2017

Argentina y la falta de perspectiva de género




En Argentina, cada 10 días asesinan a una adolescente a causa de violencia de género. Las cifras son claras. La violencia de género se está cobrando vidas en el país y cada vez son más los femicidios que angustian a una sociedad que lucha por los derechos de las mujeres.
Anahí Benítez tenía 16 años. Un sábado, salió de su casa con intención de llegar a un parque, pero nunca más volvió. Apareció muerta el viernes, en una reserva ecológica en la reserva de Santa Catalina de Llavallol, partido de Lomas de Zamora, Argentina. Esos son los únicos datos que importan. Una adolescente, aparece muerta, tras días eternos y angustiantes para su familia y amigos, que la buscaban con la esperanza de que Anahí no fuera una de las tantas chicas que mueren en el país a causa de la violencia de género.
Según los últimos datos presentados por el Observatorio de Femicidios en Argentina, Adriana Marisel Zambrano de la asociación civil La Casa del Encuentro, en el país cada 10 días asesinan a una adolescente a causa de la violencia de género. Un total de 329 adolescentes de entre 16 y 21 años, perdieron la vida en los últimos nueve años en Argentina.
Las cifras son claras. La violencia de género se está cobrando vidas en el país y cada vez son más los femicidios que angustian a una sociedad que lucha por los derechos de las mujeres. Al grito de ‘Ni Una Menos’ y ‘Vivas nos queremos’, el pueblo argentino salió a las calles en reiteradas ocasiones para reclamar políticas que se ajusten a la realidad de un país donde el sexo determina el futuro de una persona.
Las movilizaciones no pasaron desapercibidas. Gracias a la primera marcha convocada en junio del 2015, la Corte Suprema de Justicia de la Nación se dispuso a crear un registro oficial de femicidios. Hasta ese momento, las cifras que se conocían, eran las difundidas por La Casa del Encuentro que presentaba sus propias estimaciones en base a un exhaustivo relevo de las noticias que salían en medios de comunicación. Además, luego de la primera marcha, se presentó un proyecto de ley que fue finalmente sancionado en noviembre de ese año, para la creación del Cuerpo de Abogadas y Abogados para Víctimas de Violencia de Género.
Esos fueron los dos grandes logros de la movilización, aunque sin dudas, el mayor fue la visibilización de una problemática que está instaurada en la sociedad argentina. Pasaron dos años ya desde esa primera convocatoria frente al Congreso de la Nación Argentina y aún queda un largo camino por recorrer.
Las cifras que siguen apareciendo son alarmantes. Según los datos presentados por el Instituto de Políticas de Género “Wanda Taddei”, una mujer muere cada 18 horas en Argentina. Además, según lo informó La Casa del Encuentro, cada 18 horas, un chico se queda sin madre a causa de los femicidios. Lo que demuestra las diferentes caras que tiene esta problemática. En lo que va del 2016, 239 chicos perdieron a su madre. De esos 239 chicos, 153 son menores de edad. Las cifras sirven para representar la magnitud de una realidad que afecta a todo un país e incluso a toda la región ya que según las últimas estimaciones, se calcula que cada dos horas muere una mujer en América Latina por violencia de género.
La falta de políticas que amparen a la mujer, es sólo uno de los problemas que rodean a los femicidios, pero no el único. Si bien en el último tiempo, hubo una gran concientización sobre la violencia de género en la sociedad argentina, algunos hechos demuestran que todavía se necesita una perspectiva de género en todos los ámbitos.
Durante mucho tiempo, las cifras conocidas, se obtenían a partir del relevo de las noticias a través de los medios de comunicación. Lo que demuestra la importancia de la difusión de este tipo de noticias. Pero además, demuestra el poder de los medios sobre esta problemática. La falta de perspectiva de género en este ámbito es evidente. Cada vez que se produce un femicidio, no tardan en aparecer notas en las que se pone foco en la víctima. En algunos casos, pareciera que los medios intentan justificar al asesino. Algo que es, sin dudas, injustificable.
Crímenes pasionales, les decían antes a los femicidios. En las notas se leía “la mató por amor”. Hoy, los titulares cambiaron pero los problemas siguen estando. Los datos sobre la vida personal de las mujeres no inciden en su muerte. Si estudiaba o no, si trabajaba o no, si le gustaba salir o no, nada de eso justifica la muerte.
El caso de Anahí Benítez, es uno de los más recientes en Argentina. Días después de que apareciera su cuerpo, algunos medios difundieron información sobre la vida privada de la jóven e incluso aseguraron que la adolescente “estaba obsesionada” con uno de los sospechosos que podría haber sido el autor del crimen. Un hombre mayor de edad, que había sido su profesor. Otro medio también tituló: ‘¿Quién era realmente Anahí Benítez? Conocé datos muy íntimos de su personalidad’.
La violencia de género es una realidad. Las cifras están y deben ser esos datos los que se difundan. No debe ponerse el foco en la víctima. El problema central es que hay cada vez más mujeres que mueren por el simple hecho de ser mujeres, y eso es lo que debería destacarse.

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