jueves, 26 de enero de 2017

#MiPrimerAcoso: feminismo para todas y todos. ¡AHORA!




Hace pocos días las redes sociales se vieron invadidas por imágenes sobre #MiPrimerAcoso, a la par que se viralizaron cientos de historias sobre acoso sexual hacia mujeres con la premisa #NoCallamosMás, compañeras, amigas, hermanas, primas, nosotras mismas, todas contamos nuestras propias historias de acoso, algunas las hicieron públicas, otras todavía callamos; aunque a pequeños momentos soltamos el peso de esas historias que han sido secretas para muchas, en un espacio completamente amigable, que fue un grupo secreto dentro una red social. En este espacio, cada dos, cinco, diez minutos una mujer escribía su propia historia, llenas de dolor e indignación leímos, dos, tres, cinco, diez, una, la nuestra. Luego, pasamos a una fase de visibilización, todas con el mismo hashtag, todas con la misma imagen de perfil, todas con nuestra historia, todas nos abrazamos, nos sororizamos, nos sentimos fuertes; inmediatamente empezaron comentarios sobre la exageración de la campaña, sobre lo dramáticas e histéricas que somos las mujeres por quejarnos, sobre la aprobación de algunos (completamente innecesaria) para que continuemos con está campaña, y hubo también, si, las muestras de solidaridad de compañeros de lucha, los abrazos, la expresión de la necesidad de juntarnos todas y todas en una misma lucha contra el patriarcado, que se afirma en mecanismos misóginos de dominación, de violentarnos, de callarnos, y de explotarnos, pero estas lamentablemente fueron las menos; y eso que no hablo de las mujeres que creen que las otras también somos exageradas, que nos lo buscamos, que no ganamos nada haciendo quedar mal a los acosadores, que reducen esto a la lucha de mujeres amargadas contra hombres comunes. Y NO, señoras y señores, no somos unas pocas, no luchamos contra los hombres comunes, luchamos contra los violentadores, contra los que maltratan a sus compañeras, contra los que violan, contra los que acosan, los que nos cosifican, y luchamos contra el patriarcado y todas sus formas de violencia, contra las conductas diarias de violencia, contra nosotras mismas y los reflejos, por mínimos que sean, de machismo que se ha rezagado en nuestras relaciones, luchamos de la mano entre nosotras, como hermanas, luchamos por construir nuevas formas de organización social, libres de explotación en todas sus formas, y por supuesto libres de dejos machistas y patriarcales. Y en este camino de lucha, bienvenidos compañeros, los feminismos, este feminismo, también es con ustedes, no es una lucha de mujeres contra hombres, no es una cacería de hombres, pero bienvenidos todos codo a codo, sin querer protagonizar las luchas, sin querer ser nuestras voces, sin ejercer otras formas de violencia simbólica en espacios en común, sin creer que necesitamos su aprobación o su venia, bienvenidos todos a construir caminos violetas, y bienvenidas todas.
Feminismo para todas y todos, es un llamado a que construyamos está idea en la praxis diaria, a que en las relaciones más cercanas, construyamos relaciones basadas en el respeto, que no tapemos unas formas de violencia porque son cotidianas, porque es mi amigo, porque no quiero hacerme problema. No necesitamos abarrotarnos de teoría sin praxis, no necesitamos poner hashtags e imágenes cada dos por tres y normalizar el acoso callejero, o decir que unas se lo merecen y otras no.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario