sábado, 18 de julio de 2015

Esto sí que no está bien, Mapu…

Por victoria aldunate

El Papa actual entre viajes, encíclicas y discursos papales, con un lenguaje algo más moderno, algo más moderado, sostiene un odio velado contra mujeres, niñas, homosexuales, transexuales, transgéneros y todo el que se resista a su moral. La envestida actual, bajo la sotana ecológica, social…
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Por Victoria Aldunate
Mapu, Pacha, Tierra: Tú nos alimentas, nos permites vivir en ti, nos das autonomía, nos ayudas a parir y a abortar. No nos matas, no nos niegas, no nos borras, nunca nos violas, torturas o persigues y contemplas nuestros deseos y amores en total armonía, por eso creo en ti y cada vez menos en quienes, a falta de revoluciones, proclaman nada menos que a Bergoglio como el nuevo héroe colonial de nuestros tiempos.
Resultan verdaderamente patéticas tantas alabanzas de loslatinoamericanistas a Jorge Bergoglio tomando en cuenta que la Iglesia Católica Apostólica Romana no ha renunciado ni a una coma de uno de los libros más colonialistas y violentos de la Historia Humana, la Biblia(1). El Papa actual entre viajes, encíclicas y discursos papales, con un lenguaje algo más moderno, algo más moderado, sostiene un odio velado contra mujeres, niñas, homosexuales, transexuales, transgéneros y todo el que se resista a su moral. La envestida actual, bajo la sotana ecológica, social – ¿izquierdista?-, de Bergoglio, es sutil, pero no menos cruenta, negocia nuestros úteros, nuestros cuerpos, nuestras sexualidades a cambio de venias y guiños a gobiernos, partidos y movimientos sociales.
Filósofos, humanistas, luchadores, están describiendo gozosos las hazañas de Bergoglio como una segunda Biblia que aplasta nuestras cabezas, y ninguno -¡tan letrados que son!-, reconoce que tras su lenguaje neutral se esconde la negación de las mujeres, no ven –no les importa- que no mencione la palabra “mujer” más de dos veces en su famosa Carta Encíclica “Laudato si” (2), que cuando habla de “los pobres” no reconoce que el 80 por ciento son mujeres, niñas y niños, y que cuando habla de “responsabilidad ambiental” no asume que la aplastante mayoría de quienes sostenemos la alimentación, la salud y la higiene en el planeta, somos las mujeres.
Historias edificantes de la Biblia
“7 Tal como el Señor se lo había ordenado a Moisés, los israelitas entraron en batalla y mataron a todos los madianitas… 9 Capturaron a las mujeres y a los niños de los madianitas… 10 A todas las ciudades y campamentos donde vivían los madianitas les prendieron fuego. 11 y se apoderaron de gente y de animales. Todos los despojos y el botín 12 se los llevaron a Moisés y al sacerdote Eleazar…”
Cuando los cristianos volvieron de su exterminio, “14 Moisés estaba furioso…”, pero no por la barbarie que habían cometido o por la contradicción a su propio mandamiento (“No matarás”), sino porque habían dejado con vida a las mujeres madianitas. Moisés las quería bien muertas, y también a los niños. ¿Por qué? Bueno porque eran madianitas y el héroe bíblico era racista. Como de costumbre su odio tenía origen en la ambición. Según el Génesis, Madián fue hijo de una concubina de Abrahán y ese “ejemplo de papá”, intentó alejar a su hijo de sus tierras para no darle su herencia, pero a pesar de esta miserable maniobra su hijo Madián y su descendencia no se fueron lejos, y aunque se transformaron en comerciantes nómadas, anduvieron en las tierras de Moab, cerca de Egipto. Eso amenazó a Moisés y entonces les mandó a matar. A las únicas mujeres madianitas que Moisés recomendó que dejaran vivas, fue a las niñas y jóvenes que no hubieran tenido relaciones sexuales y mandó a violarlas:
“15 «¿Cómo es que dejaron con vida a las mujeres? —les preguntó—… 17 Maten a todos los niños, y también a todas las mujeres que hayan tenido relaciones sexuales,18 pero quédense con todas las muchachas que jamás las hayan tenido…”…
Reparto del “sagrado” botín
Dice el Antiguo Testamento que el Botín que sacaron los cristianos de esa Guerra fue inmenso: 675 mil ovejas, 72 mil cabezas de ganado, 61 mil asnos y 32 mil mujeres que no habían tenido relaciones sexuales… con hombres… bueno esto último no lo específica el Antiguo Testamento, lo digo yo porque sé que los cristianos borran y niegan las relaciones sexuales entre nosotras.
Siguiendo con “la Santa y Justa Guerra de Dios contra Madián”, parece que 18 mil de esas mujeres quedaron para los soldados, y 16 mil se las entregó Moisés al sacerdote Eleazar porque “Dios así lo había ordenado”. También el resto del Botín, ovejas, asnos y cabezas de ganado se repartió entre los héroes de la “Sagrada” Biblia. (Capítulo 31 del Libro de los Números).
Violadores, pedófilos, incestuosos
Otro cuentito edificante de la Sagrada Biblia es el de Lot y su familia que vivían a la entrada de Sodoma. Cuando Dios -que ya sabemos solía destruir a pueblos que no le gustaban- destruyó Sodoma, Lot se salvó de la destrucción porque unos ángeles le avisaron a tiempo para escapar a la ciudad Zoar.  Parece que Dios le tenía simpatía a Lot. (Interesante, porque fue un abusador sexual de sus hijas).
Lot no se quiso quedar en Zoar, tal vez planeando abusar de sus hijas en un lugar más apartado –eso no lo dice la Biblia, lo deduzco yo- y se fue con sus hijas a vivir al monte, en una cueva.
La madre de las hijas de Lot ya había sido convenientemente borrada de la vida de las jóvenes por el mismo Dios que la había convertido en estatua de sal por no obedecerle. Es decir: obedeces o desapareces. El capricho de Dios era que no había que mirar atrás, y ella miró. Entonces sin madre que dijera nada, Lot en el monte, borracho, abusó de sus hijas. De este incesto la “Santa” Biblia culpa a las hijas, o sea a las víctimas, y en vez de llamarlo abuso le llama “fornicar” liberando de toda culpa al agresor: “…sin que aquel se diese cuenta…”…( Génesis (19:31).
Incitan a torturar mujeres y niñas
Como Abraham o Moisés, Lot es otro héroe bíblico. Y a ninguno de ellos les importamos ni un pito las mujeres y las niñas, es más, incitan a los demás hombres a agredirnos y abusarnos.
Cuando Lot vivía con su esposa, en otro pasaje del Génesis (19, 4-8), recibió la visita de unos hombres y/o ángeles, que deben haber sido los mismos que le avisaron que arrancara antes de que Dios exterminara a los sodomitas. Mientras estaban los hombres-ángeles allí, en la noche, llegaron hordas de hombres a asaltar la casa para -según la Biblia- “acostarse con los ángeles”:
“Jóvenes y viejos de Sodoma, toda la población hasta el último, gritaban a Lot: -¿Dónde están los hombres [= ángeles] que han entrado en tu casa esta noche? Sácalos para que nos acostemos con ellos”.
Entonces Lot encontró la solución perfecta:
“Hermanos míos, no seáis malvados. Mirad, tengo dos hijas que no han tenido que ver con hombres; os las sacaré para que las tratéis como queráis, pero no hagáis nada a estos hombres que se han cobijado bajo mi techo”.
En Jueces 19 (4-7, 15-21, 24-29) y 20 (5), sucede algo similar, se trata de otra ciudad que luego será aniquilada por Dios, la ciudad israelita de Gabaa.
Llegan dos viajeros, un hombre y una mujer a la ciudad y un viejo los acoge en su casa. En la noche se produce un asalto y el anfitrión para salvar al hombre de la turba, como ya es costumbre, les entrega a su hija, a su “concubina” o tal vez a la viajera:
”El dueño de la casa donde se hospedaban salió y les rogó de este modo: “-Mirad, tengo una hija soltera: os la voy a sacar, y abusáis de ella y hacéis con ella lo que queráis, pero a este hombre no se os ocurra hacerle tal infamia. Como no querían hacerle caso, el levita tomó a su mujer y se la sacó afuera. Ellos se aprovecharon de ella y la maltrataron toda la noche hasta la madrugada…”…( Jueces 19: 4-7, 15-21, 24-29).
“Y levantándose contra mí los de Gabaa, rodearon contra mí la casa por la noche, con idea de matarme, y a mi concubina la humillaron de tal manera que murió”… (Jueces 20: 5).
Dirán que Dios hizo todo esto porque los hombres se acostaban con otros hombres, porque las mujeres desobedecían a los maridos, porque era gente que se lo merecía… Es que los agresores, los racistas, los torturadores siempre encuentran “razones” idiotas y moralistas para justificar lo injustificable.
A Dios rezando y…
Los líderes e izquierdistas que glorifican hoy a Bergoglio no ignoran que en el paquete religioso viene la memoria criminal de guerras, hogueras, cepos y torturas, y tampoco la negociación de nuestros cuerpos, autonomía y sexualidades y es claro que no les importa. Se quieren ganar e cielo aunque el resto de la humanidad, nosotras: mujeres, lesbianas, homosexuales y trans, ardamos en las hogueras de esta nueva y solapada Inquisición. Ellos están tranquilos porque la “fraternidad universal” (3) de Bergoglio alcanza a los hombres y con eso basta ya que son la viva imagen de Dios en la tierra. A nosotras, ya sabemos qué nos espera: someternos o perecer en la ira de Dios.
En todo caso, necesitan revisar camaradas, “hermanos” -otrora tabarichi*-, que la dichosa Carta ni siquiera cuestiona realmente la pobreza, ni la esclavitud, ni la existencia de pobres y enriquecidos, y más bien vuelve a legitimar y normalizar aquello de “para que reposen tu buey y tu asno y puedan respirar el hijo de tu esclava y el emigrante» (Ex 23, 12),(4) y que: «Cuando coseches la tierra, no llegues hasta la última orilla de tu campo, ni trates de aprovechar los restos de tu mies. No rebusques en la viña ni recojas los frutos caídos del huerto. Los dejarás para el pobre y el forastero» (Lv 19, 9-10)(5).
Nosotras ya sabemos quiénes son las pobres, las emigrantes, las forasteras y las esclavas a las que debe bastarnos con el chorreo del Paraíso cristiano. ¡Vayan, reciban la hostia porque “…La Eucaristía une el cielo y la tierra, abraza y penetra todo lo creado”! (6), especialmente eso, penetra con su falo lo que encuentra a su paso.
Nada de este carnaval católico de izquierdas en América Latina puede estar bien Mapu, Pacha, Tierra y tú lo entiendes. Tú nos alimentas, nos permites vivir en ti, nos das autonomía, nos ayudas a parir y a abortar. No nos matas, no nos niegas, no nos borras, nunca nos violas, torturas o persigues y contemplas nuestros deseos y amores en total armonía, por eso creo en ti y no en los católicos que justifican sus violaciones, su tortura, sus incestos, sus abusos, sus exterminios, ya sea con una cruz, una espada y una Biblia, o bien con la hoz y el martillo.
victoria aldunate, lesbiana feminista, ex pp de la Dictadura, escritora y terapeuta, (he abortado dos veces, he parido una)
Referencias:
  1. Tanto en la Santa Biblia, Antiguo y Nuevo Testamento, Versión de Casiodoro de Reina de 1569 como en la “Nueva Versión Internacional” (NVI) de la Biblia en Internet, que tiene Copyright © 1999, los contenidos son los mismos.
  1. Bergolio, Jorge Mario (papa Francisco). Carta Encíclica “Laudato si’, sobre el cuidado de la casa común” o su exhortación apostólica Evangelii Gaudium. Vaticano, Mayo 2015.
  1. 228. Carta Encíclica “Laudato si’, sobre el cuidado de la casa común” o su exhortación apostólica Evangelii Gaudium. Capítulo Sexto. Educación y Espiritualidad Ecológica. V. Amor civil y político.
  1. 237. Carta Encíclica “Laudato si’, sobre el cuidado de la casa común” o su exhortación apostólica Evangelii Gaudium. Capítulo Sexto. Educación y Espiritualidad Ecológica. VI. Signos sacramentales y descanso celebrativo.
  1. 71. Carta Encíclica “Laudato si’, sobre el cuidado de la casa común” o su exhortación apostólica Evangelii Gaudium. Capitulo Segundo. El Evangelio de la Creación. II. La sabiduría de los relatos bíblicos.
  1. 236. Carta Encíclica “Laudato si’, sobre el cuidado de la casa común” o su exhortación apostólica Evangelii Gaudium. Capítulo Sexto. Educación y Espiritualidad Ecológica. VI. Signos sacramentales y descanso celebrativo.
* Tabarichi, fonética latina de la palabra rusa usada a menudo por los soviéticos como “Compañeros”.
Otras Fuentes:
Lings, Renato. “Las traducciones bíblicas y la homofobia”, Bruselas 1996.

Rich, Adrienne. “Nacemos de Mujer. La maternidad como experiencia e institución”. Ed. Catédra, Universitat de València, Instituto de la Mujer, Valencia.

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