RADIO "PONCHOSVERDES.FM"

jueves, 29 de junio de 2017

La liberación homosexual y la política de izquierda

LGTBI & La manipulación liberal

Resultado de imagen de La liberación homosexual y la política de izquierda

Luis E. Aguilar
Rebelión

Reflexión sobre la actual manipulación de la lucha del movimiento LGTBi por parte de sectores liberales y el desclasamiento de la comunidad LGTBi.


Hoy más que nunca, y en la víspera de la celebración de los desfiles de Orgullo Mundial en Madrid, un momento especial y diferente pues se da por un lado en el alba del renacimiento politico del neo fascismo en el mundo angloparlante, y por otro tiene lugar en una capital europea épica y especial para el mundo gay, el tema de la diversidad sexual obtiene una visibilidad sin precedentes. Esta visibilidad sin embargo va de la mano de los sectores liberales que siempre han utilizado la aceptación homosexual para sus fines político-electorales.

De igual manera hoy más que nunca hay una mayor manipulación por parte de los que durante todo el siglo XX intentaron violentamente modificar a su antojo las formas identitarias de las comunidades LGTBQ a la vez que se empeña(ba)n en la construcción de una homophobia que, observamos, tampoco tiene precedentes. Los gays, y por lo tanto las formas de nuestras propias identidades individuales, nos expresamos como se nos ha permitido y no como hemos querido. Bajo esta premisa explicamos aquí las limitaciones de nuestras propias expresiones políticas como colectivo de masas con fuerza latente (y no potente) y las imposibilidades que ante nuestros ojos se exponen en un sin numero de caracteres institucionales que va desde los pasillos de las alcaldías de pueblo, hasta las grandes sesiones internacionales de las Naciones Unidas en Nueva York.

Todo el entramado institucional esta en nuestra contra. Peligran hoy en día incluso las conquistas que se han logrado en el occidente de Europa y en algunos puntos geográficos particulares de Norte América y Latino- América. El tema de la homosexualidad ha sido abordado hasta ahora con poco esmero desde el pensamiento de la izquierda. Es, claramente, un tema embarazoso y complicado que no se ha podido incrustar responsablemente en el discurso.

La transición que ha dado la identidad homosexual en las ultimas décadas, y que responde ciertamente a la evolución de la sociedad capitalista, en la actualidad bloquea cualquier intento de establecer conclusiones claras para el avance hacia un posicionamiento politico comprometido y genuino desde los sectores en resistencia y sobre todo los populares. Se nos ha dejado pues solos a merced de traficantes de votos, de oportunistas liberales que en realidad aceptándonos promueven un sin numero de problemas para nuestra propia comunidad. Por su parte los esfuerzos de los intelectuales no deben estar remontados en transferir la temática LGTBQ dentro de los circulos de la izquierda y establecer maneras de salir aerosos frente a ella - es decir sin ser vistos como bestias de discriminación, utilitaristas o integracionistas radicales - son en vano o erroneos.

Esta epoca ya paso y termino fracasando por varias razones, algunas de las cuales exponemos aquí. La más importante de ellas es que ha sido evidente que a través de la lucha por la aceptación homosexual se ha terminado por acelerar el aburguesamiento de los partidos socialistas y su alejamiento de las masas trabajadoras. Al fnal se ha impuesto la rama capitalista liberal, - y nos referimos a la burguesia más cosmopolita y urbana - pues es evidente ha ganado la batalla con creces y ha logrado modelar la misma identidad gay a su antojo, y en muchos casos al propio margen de las comunidades gay y queer. Desde la edad de oro del Reino de los Paises Bajos y aún antes existe evidencia ya de modelos de vida de la nueva identidad homosexual interactuando de manera natural entre las cupulas de poder y clases dirigentes capitalistas en occidente.

Es ahi donde nace el caracter de homosexualidad que conocemos hoy en día y que se masificó en el siglo XX provocando un choque moral entre conservadores y liberales. Esquemas de sus modelos predecesores los podemos ver hoy en día en el mundo arabe, las sociedades primitivas del viejo mundo y en algunas areas rurales de America Latina. Mientras tanto sabemos que existe una frontera interpretativa diferente de las formas y modos desde la política comunista y capitalista reaccionaria. La clase trabajadora, y cualquier intento de llevarse al poder a si misma, va a ver con mucho recelo la vida diversa que proponen los colectivos LGTBQ de casi todo el mundo, pues su misma identidad ha sido formada al antojo y bajo el escrutinio de la burguesía capitalista, su enemigo natural. No se le puede pedir a la sociedad socialista que acepte algo que es naturalmente contrario a ella.

En ese sentido Cuba, encontrándose en medio de un occidente ¨tolerante¨, ha decidido tomar el tema con soltura y desde la via publica propone un modelo integracionista lleno de prudencia pero con ciertas manipulaciones similares a las de los sectores capitalistas liberales (decisiones externas al colectivo y no internas y autenticas). Aunque las evidencias aun están por analizarse las fracturas cubanas duelen aun en la isla y a lo largo y ancho de la diaspora cubana. Pareciera que el Estado al verse imposibilitado de ejercer hegemonía intenta a toda costa canalizar sus propias fuerzas vivas para suavizar las influencias extranjeras en este colectivo. Aunque, claro esta, los esfuerzos de Cuba sean en muchos casos mucho más genuinos y sostenibles que los avances que se hayan visto hasta ahora en los países occidentales. La redención de Fidel Castro en los años anteriores a su muerte fue un evento importantisimo para el mundo LGTBQ y su relación con los herederos de la lucha de la clase trabajadora por su propia emancipación.

Por otro lado, son comunes los ensayos marxistas que exponen como, históricamente, también la burguesía capitalista conservadora va a rechazar, a través de la asimilación familiar de la mano de la iglesia y los sectores conservadores de la clase trabajadora, la identidad y liberación de la figura homosexual en la sociedad. Este fenómeno de unidad entre clases ocurre pues aunque en las esferas altas de la sociedad existe mayor tolerancia independientemente de la ideología política es en la cuna de la vision de las normas morales de la sociedad popular en donde mayor presión, y por tanto violencia, se ha de desencadenar en contra de los homosexuales que hayan decidido expresar su inhibición a nivel publico.

Esto se refiere a la declaración personal de decidir tener una identidad homosexual, pues con respecto al sexo siempre desde que existe la humanidad se ha explotado a los homosexuales desde la niñez hasta la vida adulta en los barrios más populares. Reciben ellos toda la descarga de la testosterona masculina colectiva al verse imposibilitados a tener acceso a todas las mujeres que desearan en gran parte por esquemas impuestos por la iglesia. Es un fenómeno similar al de las mujeres de clase alta que gozan de mayores libertades que sus contrapartes de clase baja que son las que el patriarcado oprime a través del esclavismo y la sumisión ideological más férrea. Son estos jóvenes los que deberían constituir la fuente de inspiración para la construcción de la nueva sociedad y a la vez ser punto de atención para las alarmas de protección de derechos humanos que los colectivos pretenden defender para evitar una masacre que podría continuar creciendo en el tercer mundo y mantenerse activa en muchas parte del mundo ¨civilizado¨.

A este punto es imposible saber cuantos crímenes de odio contra la vida se están dando día a día en el mundo pues los reportes de este tipo vienen cargados de gran manipulación por parte de los medios de masas así como, incluso, por parte de las mismas personas que rodean a las víctimas por su nivel de desinformación del modus operandi de la política del odio homo-fobico que cada vez es más discreta e hipócrita. En este momento histórico, los sectores reaccionarios están manipulando toda la temática LGTBQ para crear relación inversa en la forma en que evoluciona la política contemporánea, y en particular la retórica de los partidos liberales, reformistas, socialistas y en algunos casos que cuentan con conexiones más o menos fuertes con sectores de la clase trabajadora. Estos partidos son principalmente representantes de la clase media y la pequeña burguesía comercial. En cambio los partidos que plantean el socialismo como una manera genuina para salvar a la humanidad, no pueden, y se ven imposibilitados en este momento histórico de asociarse a la comunidad LGTBQ de manera extraordinaria, sin embargo si pueden ser amigables a ella.

El socialismo debe mantenerse anclado en su principal pedestal de progreso, que son claro esta los trabajadores y las masas verdaderamente populares. En este sentido deben guardar silencio frente a las sirenas que pretenden obligarles a tomar partido y limitarse, como ya se ha dicho y solicitado por muchos colectivos, al respeto a la vida y la inclusion en todas las esferas sin discriminación por condición y preferencias sexuales. Un mecanismo similar de lo que hacen los reaccionarios al obligar tomar partido por sobre el derecho al aborto y al uso de la píldora del día siguiente para manipular resultados electorales sobre-simplificando la visión de todo el entramado moral que proponen los partidos politicos. No se puede caer en ese juego pero tampoco se puede caer en no hacer nada, es un tema que merece estudio y juicio politico mas allá de la simple interpretación casual y generalmente ideológica que se hace por parte de los politicos de turno. La izquierda debe construir su propia política de inclusion de las comunidades LGTB.

Es obvio que esta no se podrá plenamente aplicar sin eliminar la propiedad privada y las relaciones de explotación de clase en general pero si pueden haber grandes avances en el tiempo que sea merecido. Al menos en America Latina los partidos revolucionarios si pueden hacer muchas cosas por los derechos colectivos de los sectores LGTBQ pero deberán agarrar con pinzas a los representantes de los sectores con los que planean trabajar. Por desgracia nuestra comunidad es altamente manipulada por la institucionalidad privada y publica, nacional e internacional desde muchos puntos de vista.

Los colectivos genuinamente comprometidos con el socialismo deben dar un paso adelante en la lucha de clases sin dejar de lado sus propias luchas diarias por la obtención de derechos de los homosexuales, su principal razón de lucha. En Europa por su parte las nuevas agrupaciones de izquierda como Le Front de Gauche, o Unidos Podemos, que han aparecido con el descontento y desilusión creado por el socialismo reformista, si pueden entablar un dialogo distinto con los colectivos de base de los cuales en muchos casos emanan elementos considerable de la clase trabajadora y que comprenden simultáneamente la problemática del colectivo LGTBQ. No se debe perder de vista sin embargo que el proceso de alejamiento del socialismo con las masas paso y pasa en su momento por el acercamiento simultáneo a los actuales elementos de liberación gay desde fines de los años 60.

Esto es que los homosexuales, para poder liberarse han tenido que, como condición impuesta desde el mismo capitalismo opresor, despolitizarse y convertirse en una masa apolítica y sobre todo sin clase (somos un colectivo actualmente hiper desclazado). Esta y otras condiciones son las que ha impuesto el poder fáctico de la sociedades post industrials actuales a cambio del derecho a la vida para los colectivos LGTB. En ese contexto se asesino a Harvey Milk, y a muchos otros activistas politicos LGTB que intentaron, e intentan aun hoy en día, introducir la agenda del colectivo en la manera tradicional de hacer política. Para entender este proceso basta con comparar las imagines de los gay pride parades de los años 70 y 80 con los de la actualidad.

Se ha metido a demasiada gente en prisión, se han asesinado muchas personas en nombre de la moral colectiva. Se han introducido todos los vicios y males dentro de la comunidad para podrir desde adentro cualquier elemento que lleve realmente a hacernos sentir ORGULLO de nosotros mismos.

martes, 27 de junio de 2017

Ama de casa, femenina y fiel esposa

La Universitat de València y Ediciones Cátedra publican “La mística de la feminidad”, de Betty Friedan

Enric Llopis
Rebelión


Una década después de escribir uno de los clásicos de la literatura feminista –“La mística de la feminidad” (1963)- la psicóloga y activista Betty Friedan (1921-2006) echaba la vista atrás. Cuando el libro vio la luz en Estados Unidos, tal vez la mitad de las mujeres hubieran salido del hogar para trabajar. “Un imperdonable pecado, por el que se sentían culpables”. De ese modo ayudaron a pagar la hipoteca o saldar la deuda con la tienda de ultramarinos, pero erosionaban el ideal de feminidad, desatendían a los vástagos y ponían en cuestión la masculinidad de los esposos, según la moral de la época.
El texto de 470 páginas reeditado en 2016 por Publicacions Universitat de València (PUV) y Ediciones Cátedra, con traducción de Magalí Martínez Solimán, tiene mucho de autobiográfico: “Toda mi vida me había preparado para escribir aquel libro”, confiesa Friedan. No se trata de una obra desconectada de la actualidad. El Informe Global de la Brecha de Género 2016 publicado por el Foro Económico Mundial (Davos) sitúa a Islandia, Finlandia, Noruega y Suecia como las sociedades más “igualitarias” entre hombres y mujeres en salud, educación, oportunidades y representación política. Estados Unidos ocupa la cuadragésimo quinta posición.
En 1957 Betty Friedan escribía artículos en revistas sobre asuntos de poco interés. Aburrida de esta labor, trasladó un cuestionario a sus antiguas compañeras de estudios, graduadas con ella en 1942. Le movía la inquietud por la separación tajante entre el sufrimiento cotidiano de las mujeres y la imagen que de ellas se proyectaba en las revistas y las televisiones. La autora lo definió como un “desgarro esquizofrénico”. El artículo con los resultados del trabajo se lo rechazaron o censuraron en varias revistas. Pero continuó conversando con psicólogos, sociólogos, asesoras matrimoniales, directores de revistas femeninas, expertos en educación familiar y principalmente mujeres, desde estudiantes hasta jóvenes amas de casa y madres. ¿Qué era aquello que inoculaba la culpa entre las mujeres en todo lo que no fuera ser una buena esposa y madre? La autora caminaba tras la pista de algo, que finalmente, después de numerosas entrevistas, llamó la mística de la feminidad.
Las investigaciones cobraron forma de libro, terminado en cinco años, aunque la previsión inicial era de uno. Para ello Friedan hizo uso de la Biblioteca Pública de Nueva York, que por aquella época abrió una sala para que los autores pudieran disponer de una mesa, gratis, por periodos de seis meses. “Mis métodos eran los de una reportera en busca de una historia”, apunta. Infatigable y entregada a la misión, puso nombre a ese malestar “que ha permanecido enterrado y acallado en las mentes de las mujeres estadounidenses”. Un malestar contra el que luchaban, en solitario, las mujeres de los barrios residenciales norteamericanos en las décadas centrales del siglo XX. Pero nada se decía en libros, revistas y artículos especializados, dedicados a enseñarles cómo se “caza” y conserva a un hombre, amamanta a un bebé, se sortean los enfrentamientos entre hermanos, compra una lavadora, se es femenina y vitaliza el matrimonio. Lo contrario del patrón dominante eran las mujeres poco femeninas y neuróticas, cuya infelicidad les movía a estudiar en la universidad, desarrollar una profesión o valorar la importancia de los derechos políticos.
También autora de “La segunda fase”, “La fuente de la edad” o “Mi vida hasta ahora”, Betty Friedan recuerda que en 1956 la revista Life se congratulaba por el hecho de que las mujeres estadounidenses volvieran al hogar. El modelo se propagaba mediante vívidas imágenes: la mujer que se despedía de su marido con un beso junto a un ventanal o que llevaba a los niños al colegio en una ranchera. Aspiraba a ser madre de cinco hijos y una casa maravillosa. Friedan también destaca que cuando la filósofa Simone de Beauvoir publicó “El segundo sexo”, en 1949, un crítico norteamericano realizó el siguiente comentario: “no tiene ni idea de lo que es la vida”, y además se refiere exclusivamente al caso de las mujeres francesas. Muchas asistieron al psicoanalista o al psiquiatra afrontar la situación de malestar. “Me siento tan avergonzada” o “debo de ser una neurótica sin remisión”, decían en la terapia.
La mística de la feminidad se somatizaba. Ampollas con hemorragia, malestar, nerviosismo y cansancio dieron lugar a fenómenos más graves, como infartos, úlceras, bronconeumonías e hipertensión. Según Betty Friedan, “la angustia emocional sin nombre se convirtió en crisis psicótica; en los años 50 se produjo entre las nuevas madres-amas de casa un incremento extraordinario de las ‘psicosis maternales’, las depresiones desde leves hasta con tendencias suicidas y las alucinaciones postparto”. En el texto de la Universitat de València y Ediciones Cátedra, la filósofa y feminista Amelia Valcárcel, autora de “Sexo y filosofía: sobre mujeres y poder” y “Feminismo en el mundo global”, entre otras publicaciones, insiste en las patologías generadas por el modelo: “Sus maridos no eran todos Rock Hudson, y las reuniones para practicar el ensamblado de ‘tuppers’ y la compra de cosméticos Avon acababan por deprimirlas. Cocina, niños y cepillado diario y prolijo de pelo llenaban los hospitales de enfermas, con un síndrome antes no conocido”. Valcárcel recuerda que la primera edición de “La mística de la feminidad” alcanzó los tres mil ejemplares, aunque después llegó a los tres millones. “Es el libro de cabecera de la Tercera Ola del feminismo”.
Una circunstancia excepcional era la de las actrices de éxito. Frecuentaban las páginas de las revistas femeninas, pero también en este caso el patrón había cambiado. De artistas con una psicología compleja y carácter fuerte, con un halo de misterio que mezclaba alma y sexualidad (Greta Garbo, Marlene Dietrich, Bette Davis o Katherine Hepburn), se pasó al objeto sexual de rostro aniñado (Marylin Monroe y Brigitte Bardot); o a las series de televisión – como “I love Lucy” (1951-1957)- protagonizadas por divertidas ama de casa. Las aspiraciones de la feminidad dominante se proyectaron en otras series como “Embrujada”.
Pero no sólo se trataba de los medios de comunicación de masas. La literatura psicoanalítica también difundía una imagen mutilada y patriarcal de la mujer. Betty Friedan recuerda alguna de las frases de Freud: “El descubrimiento de su castración marca un hito en la vida de la niña; se siente herida en su amor propio por la comparación desfavorable con el niño, que está mucho mejor dotado”. Al hilo de las ideas del mentor del psicoanálisis, autoras como Helene Deutsch escribió en 1944 que la pareja de identidades “femenina-pasiva” y “masculino-activo” se hallan en todas las culturas y razas. En muchas ocasiones la mujer “se resiste a esta característica que le dicta su naturaleza”, y adopta comportamientos “que sugieren que no está del todo satisfecha con su propia constitución”. Estas contradicciones darían lugar a un supuesto “complejo de masculinidad”.
¿Cuáles fueron las consecuencias de la publicación del libro para la investigadora? En el epílogo Betty Friedan recuerda que se convirtió en una “leprosa” en el barrio donde residía. La experiencia resultó muy dura: “Prácticamente tuve que huir de mi propio jardín, invadido por la maleza, para evitar que me quemaran en la hoguera”. En 1965 tenía redactado un tercio del libro que sería la segunda parte de “La mística de la feminidad”, con el fin de superarla. Nunca concluyó el texto, pero sí tenía clara la idea medular: “Necesitamos un movimiento político y social como el de los negros”. La activista fue una de las promotoras de la organización NOW (Organización Nacional para las Mujeres). Reivindicaban la inclusión en “la corriente principal de la sociedad norteamericana”, con los mismos derechos y responsabilidades que los hombres. Uno de los ejes era el acceso a la independencia económica, pero se trataba de ir más allá y cambiar las reglas del juego. Romper las barreras de género en el ámbito laboral, en categorías como enfermera-médico o secretaria-ejecutivo; la asignación de un valor en dólares al trabajo doméstico (pensión, seguridad social o prestaciones) y compartir con el hombre las tareas de crianza.
La psicóloga e investigadora no escatima una reflexión sobre el rol masculino. “¿Acaso no estaban los hombres muriendo demasiado jóvenes, al reprimir temores y lágrimas y su propia ternura? Tenía la sensación de que los hombres no eran realmente el enemigo; eran víctimas como nosotras, padecían una mística de la masculinidad anticuada que les hacía sentirse incompetentes cuando no había osos que matar”. En diciembre de 1966 tuvo que declarar ante un juez en medio de un conflicto con las compañías aéreas. Todo empezó porque las activistas denunciaron la discriminación de género que suponía prescindir de las azafatas al contraer matrimonio o cumplir 30 años. En el día de la madre de 1967 organizaron un piquete ante la Casa Blanca, movidas por la consigna “Derechos y No rosas”. Protestaban porque el gobierno no estaba haciendo cumplir la Ley de Derechos Civiles que prohibía las ofertas de empleo discriminatorio. Betty Friedan menciona asimismo la gran jornada de huelga nacional de mujeres, convocada el 26 de agosto de 1970. Piedra a piedra hacia la conquista de la igualdad.

lunes, 26 de junio de 2017

PERÚ Cifras de embarazo adolescente no se han reducido en 25 años



Magali Zevallos Ríos


Falta de educación sexual integral e inexistentes campañas de prevención están llevando a una mayor incidencia de embarazos en niñas entre 11 y 15 años.
Hay una persistente prevalencia del embarazo adolescente en el Perú. Desde hace 25 años los indicadores no se han reducido, y por el contrario ha habido un incremento de 2.1%, pasando de 12.5% en el 2011 a 14.6% en el 2014, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Se estima que actualmente existen 207,800 adolescentes de 15 a 19 años de edad que son madres o están embarazadas por primera vez.

“No hay un enfoque integral de políticas públicas para poder revertir los indicadores, el presupuesto asignado es a todas luces insuficiente. Para empezar, no existe un presupuesto específico para disminución del embarazo adolescente, se está empeñando el desarrollo de miles de peruanas en el país”, afirma a Noticias Aliadas Rossina Guerrero, directora de Incidencia Política del Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex).

El estudio realizado por el doctor Luis Távara “Impacto del embarazo en la salud de las adolescentes en el Perú”, publicado en el 2015, advierte que esta prevalencia se da con grandes diferencias por niveles educativos, por ámbito geográfico (urbano y rural) y por quintiles de pobreza, pese a que se han aplicado diversas estrategias para enfrentar este problema —desde el 2013 el Estado peruano cuenta con un Plan Multisectorial para la prevención del embarazo adolescente (2013-2021), y desde el año pasado el Ministerio de Salud cuenta con una Norma Técnica de Planificación Familiar que determina que ya no hay edad mínima para tener acceso a los métodos anticonceptivos— y todos los establecimientos están obligados a prestar servicios integrales de planificación familiar cuando la adolescente lo solicite.

Guerrero sostiene que lamentablemente este plan no se ha traducido en la mejora y protección de las adolescentes. El embarazo precoz es la segunda causa de deserción escolar en el país: 25%, es decir, más de un millón de adolescentes se quedan fuera del sistema educativo;  y posteriormente las madres adolescentes deben salir a trabajar en labores poco remuneradas para poder mantener a sus hijos, lo que las condena a la pobreza.

Uno de los principales problemas identificados por los expertos es que desde el Estado sólo se está atendiendo la problemática desde un enfoque de salud. Távara remarca que el manejo desde el Estado ha sido unisectorial y no multisectorial, mientras que Irene Del Mastro, magister en estudios de género de la University of Wisconsin, Madison, señala a Noticias Aliadas que el problema no se reduce sólo a tener acceso a la salud y a los métodos anticonceptivos.
“El enfoque del Estado no ha solucionado nada”, dice Del Mastro. “Desde hace 25 años las cifras siguen siendo las mismas, en 25 años ha oscilado entre 12% y 14%, es decir, no hay ningún cambio”.

Conservadurismo al ataque

La maternidad en el país está empezando cada vez más temprano. Cada día 15 niñas de entre 11 y 15 años se convierten en madres, según el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC), teniendo una mayor incidencia en la selva peruana: 40% promedio.

Távara, en su estudio advierte que desde el Ministerio de Educación hay poca voluntad para implementar la educación sexual en todos los niveles educativos.

Para Del Mastro, “el problema de fondo es que no hay educación sexual integral en el país. La educación es uno de los principales pilares para revertir este problema estructural, si se implementa el enfoque de educación sexual en la currícula educativa los resultados no los vamos a ver de acá a 20 años”, añadiendo que hay un control de la sexualidad desde las escuelas y las casas. “No se le habla a los jóvenes de sexo, no vemos el sexo en los adolescentes como algo natural por un tema de conservadurismo”.

“Hay una necesidad de brindar educación sexual”, dice Guerrero. “Más allá de conocer métodos anticonceptivos, es necesario una educación desde el colegio, que alumnos y alumnas puedan conversar con los profesores sobre estos temas, puedan conversarlos también con sus padres. Los adolescentes están iniciando su actividad sexual sin prevenir un embarazo no deseado o una infección de transmisión sexual, que también es un problema grave”.

A la falta de la educación sexual integral, los expertos añaden que actualmente hay una gran presión por parte de grupos religiosos que quieren imponer una política no laica de la sexualidad y reproducción, que no es respetuosa de los derechos.

Organizaciones como Promsex, Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer (DEMUS), y el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán han denunciado en diversas oportunidades que hay fuerzas políticas en el Congreso de la República con una fuerte influencia de la Iglesia Católica y Evangélica, que vienen imponiendo una agenda que podría influir en las políticas públicas, como el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, a la educación sexual integral y prevención de la violencia sexual.

“Hay constante ataques por parte de los grupos antiderechos en el país respecto a implementar políticas públicas que tendrían un impacto favorable para prevenir y disminuir el embarazo adolescente. El Congreso no puede tener injerencias en las políticas públicas. Si no tomamos conciencia del impacto que pueda tener la presión de estos grupos religiosos, vamos a tener indicadores muchos más graves de los que tenemos ahora”, advierte Guerrero.

Violencia sexual

Otra cifra alarmante es que el Perú ocupa el primer lugar entre los países de América Latina donde se registran más denuncias por violencia sexual. Cada año el Ministerio Público recibe aproximadamente 1,500 denuncias de mujeres peruanas. De acuerdo a estadísticas de DEMUS el 75% de las mujeres violadas eran menores de edad.

Según datos de la Policía Nacional del Perú, diariamente cinco niñas entre 10 y 14 años se convierten en madres producto de una violación sexual.

“Aunque no hay estadísticas de cuántas jóvenes hayan querido abortar, en el Perú hay un tema de falta de justicia reproductiva. Nuestro país es clasista, elitista, porque no hay acceso al aborto seguro, eso es una forma de condenar a las mujeres pobres a consecuencias reproductivas que no tienen posibilidad de revertir”, dice Del Mastro.

El estudio “Impacto del embarazo en la salud de las adolescentes en el Perú” afirma que el embarazo de las adolescentes es considerado uno de los problemas de salud pública más prevalentes e importantes que afectan a las mujeres peruanas en tres dimensiones: física, mental y social.

Para Guerrero el país tiene un enorme desafío, que debe ser asumido de manera multisectorial, y de manera articulada con los ministerios de la Mujer, Educación, Salud y Trabajo.

“Debemos realmente fortalecer los sistemas públicos y fortalecer el Estado como garantes de los derechos, eso implica una mejor educación, mejores servicios de salud. Los operadores de salud tienen muchos prejuicios en torno a los derechos que tienen los adolescentes en acceder a métodos de planificación familiar. Para hacer valer el cumplimiento de los derechos se necesitan recursos, se necesita presupuesto”, finaliza. —Noticias Aliadas.

COLOMBIA Logro a medias en disminución de embarazos en adolescentes


Susan Abad



Aunque hay menos embarazos en mujeres entre 15 y 19 años, se observa un aumento en niñas menores de 14 años.
Las estadísticas oficiales que revelan que, aunque levemente, por primera vez en 20 años disminuyó el número de embarazos adolescentes en Colombia, prenden a la vez las alarmas sobre el aumento de embarazos en niñas menores de 15 años, llegando inclusive a algunas que conciben a los 13 años.
En Colombia la encuesta que mide cada cinco años el fenómeno del embarazo adolescente es la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS), desarrollada por el Ministerio de Salud. Para la más reciente del 2015, se entrevistaron 38,718 mujeres en edad reproductiva, de 13 a 49 años, y 35,783 hombres de 13 a 59 años de edad.

Cuando se inició la encuesta en 1990, el 12.8% de las adolescentes en el país, entre 15 y 19 años, o eran madres o estaban embarazadas. En 1995 la cifra, en el mismo rango de edades, se elevó a 17.4%, llegando en el 2000 a 19.1% y en el 2005 a 20.5%. Sin embargo, para el 2010 se reportó una pequeña disminución del 1%, alcanzando el 19.5% y en el 2015 es cuando se dio la baja más importante a 17.4%, es decir una reducción de 2.1%.

El Ministerio de Educación estima que en el país ocurren 150,000 nacimientos anuales en madres entre 15 y 19 años; 6,500 nacimientos en niñas menores de 14 y sitúa entre los 14 y 15 años la edad promedio en la que los jóvenes tienen su primera relación sexual.

Sin embargo, pese a los alentadores resultados de la ENDS 2015, sigue siendo preocupante las diferencias que se ven a nivel educativo. Al momento de la última encuesta, el 5.4% de las niñas embarazadas tenían solo educación primaria, mientras que 3.9% tenían educación secundaria y 2.6% cursaba estudios superiores. Cabe destacar que el embarazo es la segunda razón, después de la falta de dinero, por la que las mujeres entre 13 y 24 años abandonan los estudios.
Igualmente, el ingreso económico es determinante en el fenómeno de embarazo temprano. Mientras que en nivel más bajo de riqueza se embarazaron por primera vez  un 5.3% de las niñas, en el nivel alto lo hicieron 2.4% y en el más alto 1.2%. La ubicación geográfica también marca una diferencia: el 14.6% de las jóvenes entre 13 y 19 años que viven en áreas rurales estaban embarazadas, en cambio en las áreas urbanas lo estaba el 8.4%.

“Yo creo en mi futuro”

Pero ¿cómo se llegó a estos resultados? La información fue determinante. El 95.9% de las encuestadas de entre 13 y 14 años en el ENDS 2015, reconoció haber recibido información sobre sexualidad, al igual que el 97.2% de las jóvenes entre 15 y 19 años.

Diva Moreno, de la Dirección de Promoción y Prevención de Salud Reproductiva en Adolescentes del Ministerio de Salud, explica a Noticias Aliadas que “desde el 2005, cuando se reveló que una de cada cinco jóvenes menores de 19 años estaba embarazada, empezamos a trabajar con nuevas estrategias. Lo primero fue reconocer que el problema no es individual de la adolescente sino que tiene múltiples determinantes: determinantes próximos, factores individuales, factores intermedios y factores distales. Se adecuaron progresivamente en los 33 departamentos del país los servicios con atención diferente para adolescentes, en la que no se exhibía ni se juzgaba. Esto ha contribuido primero a que se visibilice el tema y que el Consejo Nacional de Política Económica y Social (COMPES), en su mandato 147 del 2012, obligara a 14 sectores del país a cumplir con los “lineamientos para el desarrollo de una estrategia para la prevención del embarazo en la adolescencia y la promoción de proyectos de vida para los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en edades entre 6 y 19 años”.

Sin embargo, “las campañas en un principio no daban resultados porque principalmente eran una serie de charlas por adultos y desde los adultos para los jóvenes, informándoles sobre los riesgos de tener relaciones sexuales como los embarazos y enfermedades de transmisión sexual”, dice a Noticias Aliadas el doctor Juan Carlos Vargas, asesor científico de Profamilia, institución privada sin fines de lucro, especializada en derechos sexuales y reproductivos.

“Una vez que las campañas cambian y empiezan a incluir a los jóvenes como generadores del conocimiento entre ellos mismos, cambia el panorama”, señala.

La campaña más representativa fue la que se hizo, en el 2015 y 2016 entre el Estado a través del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y Profamilia llamada “Yo creo en mi Futuro”, que tuvo como lema “En vez de un embarazo, mis sueños”; un trabajo para que los jóvenes se visualicen a los 20, a los 25, a los 30 años, pensando cómo un embarazo puede interrumpir sus sueños y proyecto de vida.

Embarazos en menores de 14 años

En el 2013 el Ministerio de Educación concibió una herramienta para combatir la violencia en las aulas, trazar una ruta para la prevención de embarazos y fortalecer la educación sexual. El presidente Juan Manuel Santos sancionó una ley que dio más cobertura al plan de derechos reproductivos: el Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para el Ejercicio de los Derechos Humanos, Sexuales y Reproductivos y la Prevención.

Pero la preocupación más grande, y de la cual no se habla en los medios es el embarazo en menores de 14 años.

Las estadísticas dan cuenta que el 11.8% de las mujeres de 19 años o menos encuestadas en el 2005 habían tenido su primera relación sexual antes de los 15 años. En el 2010 la cifra fue de 13.8% y en el 2015 se elevó a 15.5%. En los varones esta última medición está en el 30%.

Esto es muy grave, teniendo en cuenta que un embarazo en una niña menor de 14 años es un delito cuando el padre es mayor de edad, que es lo común.

“Si bien se percibe este grave tema, es difícil determinar su magnitud con exactitud porque se ha venido incluyendo población más joven en las últimas versiones de la encuesta, pero no tenemos cómo compararlas con años anteriores”, reflexiona Vargas.

Mientras tanto, Lina Herrera profesional en prevención de embarazo adolescente del ICBF indica a Noticias Aliadas que, sin descuidar las estrategias de embarazo temprano, hay que reforzar la prevención de concepciones subsiguientes.

“La evidencia nos dice que tres de cada cinco casos de niñas que han tenido un hijo antes de los 18 años tiene otro en un lapso de 2 años”, afirma. “Por ello trabajamos fortaleciendo sus proyectos de vida, tratando de que vuelvan a estudiar”. —Noticias Aliadas.

HONDURAS Madres adolescentes sufren violencia, abandono y desinformación

Honduras es el segundo país, después de Bolivia, con mayor tasa de embarazos adolescentes en América Latina. / UNAH




Jennifer Ávila


Falta de educación sexual y reproductiva en las escuelas lleva a una notable incidencia del embarazo adolescente.
Suyapa es una joven de 20 años y dos hijas. Con apenas 15 años tuvo su primer embarazo. “Ese año, muchas amigas mías, compañeras del colegio salieron embarazadas. A muchas les toca duro porque están solas y es bien difícil tener hijos”, cuenta Suyapa a quien le tocó nacer en Honduras, uno de los peores países para ser mujer, según la organización internacional defensora de los derechos de la niñez Save the Children.
Honduras es actualmente el segundo país, después de Bolivia, con mayor tasa de embarazos adolescentes en América Latina. En este pequeño país centroamericano, 28% del total de embarazos son de madres adolescentes, sin embargo, en la zona norte la tasa está por encima de la media nacional, de 30% a 35%. Mientras que en el Hospital Escuela Universitario, en Tegucigalpa, cada día 19 adolescentes dan a luz.

El doctor Luis Sánchez, ginecólogo del Hospital Leonardo Martínez —ubicado en San Pedro Sula y considerado el centro de salud más importante en atención a mujeres y niños de la zona noroccidental del país— asegura que este es un problema de salud pública y que las condiciones en que llegan las niñas embarazadas son cada vez más precarias por enfermedades de trasmisión sexual, desinformación y abandono de quien las embarazó.

“El riesgo para una mujer que sea soltera es mayor y ser adolescente tiene riesgo social, personal, y de salud ya que por el hecho de estar joven el parto puede ser de forma quirúrgica. Además muchas llegan con patologías como condilomatosis o virus de papiloma humano, que la persistencia puede someter a la mujer a un cáncer cérvico uterino. Hemos tenido pacientes adolescentes que sufren de preeclampsia, infecciones genitales de trasmisión sexual como la gonorrea, clamidia, tricomoniasis”, afirmó Sánchez.

“Normalmente son pacientes que se hacen acompañar por su madre o tías, si son menores de 14 años. Las personas que las traen son un familiar cercano; la pareja normalmente está ausente porque, en muchos casos, no llega por el miedo a ser denunciado ante la Fiscalía por estupro”, agregó el especialista.

Según el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), la mortalidad materna en América Latina y el Caribe se ubica entre las tres primeras causas de muerte en las adolescentes entre 15 y 19 años. En las adolescentes menores de 15 años, el riesgo de morir por causas relacionadas con el embarazo es hasta tres veces más que en mujeres entre 20 y 29 años.

Suyapa cuenta entre lágrimas que ella no se imagina salir adelante con sus hijas sin el apoyo de sus padres, ya que los hombres que la embarazaron la abandonaron.
“El padre de la primera hija primero iba conmigo al hospital y todo era bien bonito, pero a mí no me gustaba vivir en casa de su familia y las cosas cambiaron. Luego él se fue para Estados Unidos y no me volvió a hablar ni a ayudar con la niña. Después conocí a otro muchacho, salí embarazada aunque estaba planificando con inyección, y él también se fue para Estados Unidos y tampoco se hace cargo. No sé qué habría sido de nosotras sin el apoyo de mis papás, muchas amigas mías están solas en esto y es muy duro”, cuenta.

Sin oportunidades

En Honduras, el fenómeno llamado ni-ni (ni estudia, ni trabaja) es alarmante. De acuerdo con el UNFPA, alrededor de 600,000 jóvenes no tienen las oportunidades para estudiar ni trabajar, lo cual constituye otro factor de riesgo para las adolescentes.

A esto se suma el clima general de violencia que en los últimos años ha obligado a miles de personas a huir de Honduras. En su informe anual 2016-2017, Amnistía Internacional señaló que “las mujeres, las personas migrantes, la población internamente desplazada y los defensores y defensoras de los derechos humanos —especialmente las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI)— estaban particularmente expuestas a sufrir violencia. La debilidad del sistema de justicia penal contribuía al clima de impunidad”.

La organización OYE (Organization for Youth Empowerment), en El Progreso, Yoro, ciudad en la zona norte de Honduras donde vive Suyapa, implementa un proyecto llamado CREA (Creando Espacios Amigables) en el que priorizan la formación en temas de educación sexual y reproductiva con jóvenes por ser el embarazo precoz un problema que va en incremento en el país.

Claudia Pavón, coordinadora del proyecto asegura que uno de los graves problemas es la desinformación y la falta de implementación de un plan educativo en las escuelas y colegios de las ciudades para prevenir el embarazo adolescente, las infecciones de trasmisión sexual y la violencia de género.
“En Honduras existe una política, un decreto que consiste en que en las escuelas se debe implementar la guía de salud reproductiva ‘Cuidando mi salud y mi vida’,  pero no son utilizados. Nosotros hemos trabajado con docentes, ellos no la conocían y no saben cómo utilizarla”, dice. “Los temas que más interesa son: embarazo, métodos, infecciones de transmisión sexual, y se nota la desinformación en estos temas, por eso vemos los altos índices de embarazos, por la falta de información”.

Pavón se refiere a la Política de Reducción Acelerada de la Mortalidad Materna y de la Niñez (RAMNI). A inicios del 2017, varios sectores, incluidas las iglesias Católica y Evangélica, señalaron que las guías no son adecuadas y que en lugar de prevenir, impulsan a que los niños y jóvenes experimenten de manera anticipada las prácticas sexuales. Esta política, así como la implementación de las guías, está en constante controversia desde que fue aprobada.

Los materiales no están diseñados para ser manejados por los estudiantes, sino para ser impartidos por los docentes únicamente sobre cómo desarrollar la clase mediante juegos, exposiciones y grupos de estudiantes. Según el Ministerio de Educación, 23,000 maestros ya fueron capacitados para el manejo de las mismas.
Actualmente esta organización junto con autoridades de Salud, Educación y otras organizaciones juveniles busca construir una política municipal para prevención de embarazos en adolescentes en la que se obligue a las escuelas a implementar el uso de las guías de educación sexual. Además están fortaleciendo la formación en masculinidades porque un problema grave son también las relaciones de violencia en que estos embarazos se dan.

Suyapa asegura que ella no fue víctima de violencia por sus parejas, sin embargo el abandono la ha confinado a dedicar su tiempo al cuidado de las niñas y a buscar trabajos temporales que le ayuden con la economía del hogar. Con 20 años, Suyapa no pasa del octavo grado de escuela.
“Las pacientes que están solas, vienen con limitaciones económicas, tienden a abandonar sus estudios, limitan su capacidad para encontrar un trabajo, incurren en frustraciones por no cumplir sus sueños a corto y largo plazo. En esas condiciones recibimos a las pacientes, con miedos, frustraciones, patologías; con eso tenemos que lidiar. Nos toca manejarlas nosotros, los médicos especialistas, ya no sólo como pacientes de mediano riesgo, sino de alto riesgo. Algunas pasan al psicólogo que está en trabajo social, ellos les dan seguimiento a esas pacientes hasta que culminan el embarazo o hasta el puerperio”, explica el doctor Sánchez.
A pesar de que en Honduras se penaliza el abandono de hogar con seis a ocho años de prisión o medidas preventivas a la prisión, Suyapa no ha denunciado a los padres de sus hijas.

Abortos inseguros

El UNFPA calcula que el número anual de abortos inseguros entre las adolescentes de 15 a 19 años en América Latina, alcanza a 670,000. En Honduras el aborto está penalizado totalmente.
Recientemente, con la discusión de un nuevo Código Penal, organizaciones feministas y de mujeres abrieron el debate para la despenalización del aborto por tres causales: violación sexual, enfermedad de la madre e inviabilidad del feto. Sin embargo, no se aprobó esta reforma.
Según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), cada año se presentan alrededor de 3,000 denuncias de violencia sexual.
En el Hospital Leonardo Martínez, personal de la Fiscalía está pendiente de que las adolescentes que llegan embarazadas puedan denunciar por violación sexual u otro tipo de delito sexual a quienes las embarazaron. Sin embargo, el doctor Sánchez asegura que no hay muchas denuncias, a pesar de que todo embarazo de una niña de menos de 14 años se considera violación especial o estupro.
“La niña más pequeña que hemos tenido aquí ha sido de 12 años. Automáticamente consideramos eso una violación especial si es menor de 14 años; si es mayor muchas veces nos damos cuenta que es por violación por algún pariente o quien sea y se hace saber a las autoridades del país”, explica.
Sánchez agrega que este año han comenzado a llegar adolescentes con abortos incompletos.
“Desde abril hemos tenido adolescentes con abortos diferidos e incompletos,  expuestas a tenerlo espontáneamente o desconocemos si han sido provocados, pero sí recibimos pacientes en estas condiciones”, explica, enfatizando que este es un problema de salud que se debe atender, especialmente en la zona norte de Honduras que es donde se están dando más casos.—Noticias Aliadas.

La colina de las viudas de Kabul, un mundo aparte


AFP / Rebecca Conway. La viuda Nawzi Fakiri (C), durante una entrevista con la AFP el 20 de marzo de 2017 en la colina de Zanabad, a 15 kilómetros al sudeste de Kabul
La primera se instaló a finales de los años 90. Para huir del oprobio y de la violencia contra las mujeres de su condición, las viudas afganas han creado una comunidad aparte en una colina pelada de Kabul.
Con el tiempo los tentáculos de la ciudad han alcanzado esta cima pedregosa a 15 kilómetros al sudeste de la capital convirtiéndola en un suburbio lejano. Pero para los vecinos sigue siendo "Zanabad", la ciudad de las mujeres.
La jefa de Zanabad, Bibi ul Zuqia (alias "Bibikoh"), falleció en marzo de 2016. Su hija mayor, Anisa Azimi, de 38 años, ha tomado el testigo. Vive con su marido en la casa materna, una de las primeras a las que se llega por una pista llena de baches.
"Mi madre llegó aquí con nosotros (cinco hijos) en 2002", dice Anisa, sentada sobre unas alfombras y rodeada por una nube de niños. Por aquel entonces Anisa era una veinteañera soltera y sin perspectiva de futuro.
Su padre murió como consecuencia de las heridas causadas por un cohete y su madre se casó en segundas nupcias con un cuñado, fallecido a su vez de una enfermedad.
Para sobrevivir, su madre "lavaba la ropa de los demás, pero alquilar una casa era demasiado caro. Aquí la tierra era libre", un lugar desierto.
Las viudas llegaron con sus maletas y sus penas, nadie se acuerda de cuándo.
- "Seguro y barato" -
"Animaban a otras viudas a venir", cuenta Anisa. "La idea era reagruparse en un sitio seguro y barato". Y a su alcance, porque en Afganistán muchos se niegan a alquilar viviendas a viudas, con fama de no tener dinero y algunas de darse a la 'mala vida'.
Un puesto militar vigila la colina. "Está bien para protegernos", estima Anisa. Los talibanes no se encuentran muy lejos.
Por la noche, las mujeres construían a escondidas sus casas de adobe ayudándose las unas a las otras. Por el día, los policías ordenaban destruirlas.


AFP / Rebecca Conway. Fareeza, una residente de la colina de Zanabad, cerca de Kabul, el 22 de marzo de 2017 frente a su casa
"Mi madre reconstruyó la suya ocho o nueve veces", recuerda Anisa, policía de profesión. "Acabó por dar un poco de dinero para que la dejaran tranquila".
Bibikoh organizó cursos de alfabetización, talleres de costura y distribución de víveres con el apoyo de una ONG, informa la investigadora Naheed Esar, experta en Zanabad.
- 2,5 millones de viudas -
Esta comunidad femenina es excepcional en Afganistán, donde las mujeres son propiedad del padre y más tarde del marido.
Las viudas quedan expuestas a violencia, expulsión, destierro y a veces a una boda forzada con un cuñado, afirma la Misión de la ONU en Afganistán en un estudio publicado en 2014.
En 2006 la ONU estimó que tres décadas de guerras dejaron dos millones de viudas en Afganistán. Actualmente hay unas 2,5 millones.
Las consecuencias socioeconómicas de la viudez son terribles. Como suelen vivir enclaustradas en casa y su nivel educativo es bajo o nulo, el panorama para ellas es sombrío. Como mucho las que perdieron al marido en combate cobran 150 dólares anuales del Ministerio de los Mártires.
Sobreviven haciendo horas de limpieza, costura, o enviando a sus hijos a mendigar o a vender bolsas de plástico al bazar.
"En Afganistán es el hombre el que acostumbra a mantener económicamente a las mujeres, por eso para ellas es muy difícil perder este apoyo", recalca la portavoz del Ministerio de las Mujeres, Kobra Rezai. En 2008 se aprobó un texto que prevé ayudas para las mujeres pobres, pero nunca se ratificó, lamenta.
Algunos programas no gubernamentales luchan por dar autonomía a estas mujeres.
- Miseria y solidaridad -
Delante del antiguo palacio real de Kabul, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) creó una pequeña cooperativa en la que un centenar de mujeres muy pobres han aprendido a labrar la tierra. El 80% son viudas.


AFP / Rebecca Conway. Dos residentes de la colina de Zanabad, cerca de Kabul, el 22 de marzo de 2017
Comparten un destino cruel. Marghooba Jafary se quedó viuda con 35 años y cuatro hijos, tuvo que casar a su hija de 13 años con un cuadragenario (que luego la abandonó) para no tener que alimentarla.
Contando su historia se echa a llorar. Las demás también. Todas están deprimidas y sin nadie con quien desahogarse.
Dieciséis años después de la caída del régimen de los talibanes, la guerra enluta cada día a más familias.
Zanabad ha llegado a tener hasta 500 viudas. Anisa trata de tener la lista al día, pero ve llegar familias de desplazados en busca de refugios en los alrededores de Kabul. "Hay guerra por todas partes, la gente llega".
Nawzi Fakiri, "viuda desde Baba Karmal", el expresidente prosoviético en el poder de 1979 a 1986, acoge a una madre, Nuria, y sus cinco hijos, uno de ellos discapacitado. Huyeron de Kunduz (norte) el pasado verano.
Las dos mujeres comparten un cuarto con ventanas tapadas con plástico. A cambio Nuria se ocupa de Nawzi, casi ciega por cataratas.
Fuente: AFP

domingo, 25 de junio de 2017

Argentina. Documental: “La cena blanca de Romina” (Audio)


Por RNMA
El trabajo de los directores, con guión de Olga Viglieca, es fruto de diez años de trabajo
El 15 de junio en el Cine Gaumont se estrenó “La cena blanca de Romina”, un documental dirigido por Francisco Rizzi y Hernán Martín que recupera la historia de Romina Tejerina, la joven condenada por matar a su beba producto de una violación en Jujuy, que quedó impune. La “cena blanca” hace referencia a la noche en la cual las jóvenes jujeñas celebran el fin de su escuela secundaria. Una instancia vital que Romina no pudo atravesar por encontrarse privada de su libertad. Desde el Enredando las Mañanas conversamos con Hernán Martín, uno de los realizadores.
Reproductor de audio
Hernán nos manifestaba que “nos impactó de entrada el caso, y nos impactó también cómo se comenzaron a organizar las mujeres y los hombres para luchar por su libertad. Nos pareció interesante partir del caso de Romina, que es una situación extrema a la que llevan todos los estadíos de la violencia hacia la mujer”.
El director señala que lo característico de la situación atravesada por Romina es que “incluye todas las etapas de la violencia hacia la mujer y cuando nos fuimos a meter en Jujuy vimos que se podía desentramar todos los condicionamientos sociales, culturales, políticos, que llevan a una chica de 17 o 18 años a esta situación extrema. De alguna manera nos enfocamos en el caso de Romina para poder desentramar todo lo que hay alrededor de esto y no extraer solo en el caso de romina, sino mostrar que estos mecanismos funcionan a nivel general no solo en San Pedro de Jujuy”.
La gacetilla que difundió el estreno refleja esta perspectiva: “Romina parió en un baño, sola, una beba prematura, y la mató. Dijo que vio en ella la cara de su violador. Había ocultado el embarazo. En el hospital negaron la autopsia que hubiera confirmado el tiempo de gestación, si era aborto o infanticidio. Del hospital fue a la cárcel. La secretaria de Derechos Humanos provincial pidió perpetua para esa chica pobre y rebelde que, como decía la fiscal, bailaba con polleras cortísimas. El cura organizó misas callejeras para que se resignara y no apelara la condena. El intendente opinó que a nadie la violan si no quiere”.
El trabajo de los directores, con guión de Olga Viglieca, es fruto de diez años de trabajo. Martín señala que el proyecto fue originalmente escrito en 2007, apenas un año después de que el Encuentro Nacional de Mujeres se realizara en Jujuy y miles fueran a rodear el penal para exigir la libertad de Romina. Luego de que el INCAA aprobara el proyecto en 2009, Martín y Rizzi viajaron dos veces a San Pedro y a San Salvador de Jujuy, en el año 2012 y 2014. Entre medio, luego de cumplir 9 años privada de su libertad, Romina fue liberada, cuando ya tenía 29 años. Los años que rodearon este trabajo, explica el director, hicieron que fuera empalmando “también con el movimiento de mujeres que se nacionalizó e incluso se internacionalizó con el #NiUnaMenos, los paros de mujeres. Nosotros concebimos la película desde un principio como un aporte a la lucha por su libertad (…) la vemos como un aporte a la lucha por todas las Rominas que lamentablemente sigue habiendo”.
Al respecto, explica Martín, “esta película puede aportar porque da cuenta cómo el problema de la violencia hacia la mujer no es un problema individual, ni de Romina ni de ninguna de las mujeres en particular, ni incluso de los hombres, sino que es una estructura construida socialmente en la cual está involucrado, por supuesto, el estado, en todas sus formas”.
En relación a la difusión, la idea de los realizadores es que el documental se proyecte durante dos semanas en el cine Gaumont y luego circule por cines del resto del país y, explica Martín, “también no sólo en cines, sino en las organizaciones de mujeres que quieran utilizarla como un disparador de un debate”.
.