Según la Macroencuesta sobre Violencia sobre las Mujeres hecha pública este jueves 10 de Septiembre, un total de 11.688.411 mujeres españolas mayores de 16 años (un 57% del total) han sufrido a lo largo de su vida algún tipo de violencia por el hecho de ser mujeres.
Más de una de cada dos mujeres en nuestro país ha sufrido algún tipo de violencia por el hecho de ser mujer. Así lo afirma la Macroencuesta sobre Violencia contra la Mujer hecha pública este jueves por el Ministerio de Igualdad, cuyos datos fueron recogidos a lo largo del año pasado entre cerca de 10.000 mujeres mayores de 16 años residentes en nuestro país.
Según el estudio, considerado como la operación estadística más relevante sobre este tipo de violencias que se realiza en España, un total de 11.688.411 de mujeres han sufrido algún tipo de agresión, lo que supone un 57,3% del total.
La encuesta, realizada a un total de 9.568 mujeres, desvela que una de cada cinco mujeres (un 19,8%) la ha sufrido en los últimos 12 meses, lo que supone que sólo a lo largo del último años más de cuatro millones de mujeres mayores de 16 años se han visto sometidas a algún tipo de violencia machista.
Si bien la violencia se ejerce a lo largo de toda la vida de las mujeres, la encuesta revela que son las más jóvenes las que más violencia sufren o perciben. El 71,2% de las mujeres de 16 a 24 años y el 68,3% de las mujeres de 25 a 34 años han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de sus vidas frente al 42,1% de las que tienen 65 o más años. Aunque el dato sobre la prevalencia de la violencia hacia las jóvenes es muy llamativo, el estudio afirma que es necesario un análisis en más profundidad para determinar este alto índice. Es posible que la violencia hacia las jóvenes efectivamente se haya incrementado, pero también es posible que sean más proclives a detectar la violencia y a hablar sobre ella, afirman fuentes del Miniterio de Igualdad.
Si nos fijamos en la violencia que se ejerce dentro del ámbito de la pareja o expereja (es decir, aquella violencia que está amparada en la actualidad por la ley de violencia de género de 2004), la encuesta revela que la violencia física o sexual afecta al 14,2% de las mujeres, es decir, más de 2,9 millones de mujeres. Po lo que se refiere a la violencia de control y económica dentro de las relaciones afectivas, éstas alcanzan al 31,9% de las mujeres encuestadas.
En términos generales, la violencia de género, es decir aquella que tiene lugar en el ámbito de la pareja, afecta a una de cada tres mujeres, o al 32,4% (más de 6.600.000 mujeres).
El estudio no sólo se centra en la violencia dentro de la pareja, sino que amplía el ámbito a un amplio espectro de violencias fuera de las relaciones afectivas, con un especial interés hacia el acoso sexual el stalking (la violencia repetida), la violencia sexual fuera de la pareja, así como preguntas para medir la otros tipos de violencia como la psicológica y económica dentro de la pareja.
Se trata de la primera vez que unan encuesta analiza de forman amplia las violencias fuera de la pareja. En la anterior macroencuesta llevada a cabo en 2015, ya se preguntó sobre violencia sexual fuera de la pareja, pero ahora el cuestionario es mucho mas amplio. Esto, explican fuentes del Ministerio, cumple con los requisitos estadísticos del Convenio del Consejo de Europa, más conocido como Convenio de Estambul, que obliga a los Estados miembros a tener en cuenta todas las violencias que se ejercen contra las mujeres, así como cumplir con los mandatos del Pacto de Estado acordado en el Congreso en 2017.
Casi un 14% de mujeres sufre violencia sexual
La encuesta revela que del total de mujeres mayores de 16 años, casi tres millones (el 13,7%) han sufrido violencia sexual proveniente de cualquier hombre, no sólo de su pareja, sino fuera de sus relaciones afectivas estables y un 21.5% del total (casi 4,4 millones) han sufrido violencia física.
Para la delegada contra la violencia de género, Victoria Rosel, una de las principales conclusiones de esta macroencuesta es que la violencia contra las mujeres es un problema estructural y oculto. «Conocemos todos la punta del iceberg y hablamos de los 31 asesinatos por violencia machista que se han producido este año sólo teniendo en cuenta los cometidos por la pareja o expareja, así como el tremendo incremento de llamadas al 016», pero los datos demuestran que este tipo de violencia va más allá. «Se trata de una violencia estructural no sólo por su prevalencia, sino porque no se trata de episodios aislados, sino que son relaciones de violencia por su frecuencia y por la combinación de violencias, puesto que la mayoría de las víctimas la sufren más de una vez y forman parte de su vida cotidiana».
El estudio revela que la mitad de las mujeres que han sufrido violencia sexual fuera de la pareja (el 50,4%) afirma que esta violencia ha tenido lugar solo una vez frente y casi la misma cifra (un 49,6%) reconoce que ha sucedido en más de una ocasión. De las que responden que tuvo lugar más de una vez, el 41% dicen que la violencia sexual tenía lugar al menos una vez al mes.
Para la delegada del Gobierno, es clave que algunos de los datos desvelados en el estudio van en contra del imaginario colectivo y son sumamente útiles a la hora de legislar y de desarrollar políticas públicas. Este es el caso de las violaciones. Sólo un 18% de las encuestadas afirman haber sido violadas por desconocidos. «Esto implica que el 82% de las que fueron violadas conocían a su agresor», afirma Rosell. Otro caso significativo en el que la creencia popular y los datos de la encuesta son totalmente divergentes es en la proporción de agresores sexuales extranjeros, que Rosell califica como insignificante en las estadísticas, a pesar de que las fuerzas de ultraderecha se empeñen en decir lo contrario.
También es llamativo el lugar donde se cometen este tipo de agresiones. Entre las mujeres que han sufrido una violación, un 59,1% afirma que ésta se cometió en una casa.
El 99,6% de los agresores sexuales son hombres
Casi la totalidad de las agresiones sexuales sufridas por mujeres mayores de 16 años en nuestro país la han realizado hombres. Según la encuesta, el 99,6% de esta violencia la ejercen varones y conocidos de la víctima. El 21,6% de la mujeres que afirman haber sufrido este tipo de violencia, revelan que el agresor era un hombre de la familia, el 49% un amigo o conocido y un 39,1% afirma que el agresor era un hombre desconocido. El 49% de las agresiones sexuales las realizaron personas conocidas de la víctima: familiares, amigos, vecinos, profesores….
Uno de los datos más llamativos en relación a la violencia sexual es su bajo índice de denuncia, que mantiene este tipo de violencia en la oscuridad. Según los datos el estudio tan sólo un 8% de la mujeres que viven este tipo de violencias las denuncian ante la Policía o los juzgados, lo que supone que más del 80% de estas agresiones permanecen ocultas y no perseguidas, porque tal como afirmó Rosell durante la presentación de la encuesta, la única forma de perseguir estos delitos es mediante al denuncia.
Entre los principales motivos citados por las encuestadas para no denunciar este tipo de violencia, figura en primer lugar el hecho de que «era menor o era una niña», motivo que menciona el 34,5% de las mujeres. Otro de los motivos es no conceder importancia a los sucedido (30,5%), la vergüenza (25,9%), que los hechos ocurrieron «en otros tiempos en los que no se hablaba de estas cosas” (22,1%) y el temor a no ser creída (20,8%).
Más de 1,6 millones de menores viven la violencia
Tal como resalta el estudio, la violencia de género no afecta únicamente a la mujer, sino que también tiene repercusiones importantes sobre sus hijos e hijas, o sobre otros menores que vivan en el hogar. Según las respuestas a la encuesta, el 89,6% de las mujeres que han sufrido la violencia de género por parte de su pareja o expareja tenían hijos menores en el momento en el que se produjeron los episodios de violencia y afirman que éstos presenciaron o escucharon la violencia contra la madre y que sufrieron la misma violencia que ellas.
En total, el estudio revela que 1.678.959 menores viven en hogares en los que la mujer está sufriendo en la actualidad algún tipo de violencia (física, sexual, control, emocional, económica o miedo) en la pareja.
Otra de las claves del estudio es la que se refiere a las consecuencias que tiene la violencia que se ejerce contra mujeres y sus hijos. Según el estudio este tipo de violencia constituye un problema de salud pública y afecta a la integridad física y psíquica de mujeres y menores. Las secuelas físicas, es decir lesiones, afectan al 46.6% y más del 70% sufre secuelas psicológicas. Sufrir una violación multiplica por 6 el riesgo de cometer suicidio y un 26,6% han consumido alcohol o drogas debido a esta violencia.
Faltan indicadores sobre violencia institucional
Entre las distintas preguntas, que según la memoria de la encuesta fue exhaustiva y muy amplia, no se encuentra ninguna que aborde específicamente la violencia institucional que sufren las mujeres. Esta ya había sido una reclamación de sectores del feminismo en la anterior encuesta de 2015. Fuentes del ministerio reconocen que la amplitud y la profundidad de la encuesta diseñada en la anterior legislatura obligó a reducir el número de temáticas y que la violencia institucional que sufren o perciben las mujeres, especialmente en el recorrido judicial, no formó parte de la encuesta. Fuentes del Ministerio de Igualdad reconocen que sería importante conocer esta percepción a la hora de implementar cambios y políticas públicas en el sistema judicial.
Cabe recordar que las grandes protestas y movilizaciones de los últimos años se han producido precisamente por decisiones judiciales o por falta de acción de la justicia. Recientemente el caso de María Salmerón volvió a poner sobre la mesa el hecho del maltrato institucional a las víctimas de la violencia machista y de sus hijos e hijas. Salmerón, indultada parcialmente en tres ocasiones por el Gobierno para no entrar en la cárcel, tiene sobre ella una nueva condena y la ministra de Igualdad ya apuntó que podría volver a ser indultada si esta se lleva a cabo.
Una guía para implementar políticas públicas
La macroencuesta (la sexta que se elabora hasta la fecha) tiene como objetivo tener una radiografía sobre el estado de la violencia sobre las mujeres en nuestro país, con el fin de poder elaborar políticas públicas que las prevengan y la eliminen.
En este sentido, la ministra de Igualdad, Irene Montero, anunció durante la presentación de los datos de la macroencuesta, que el Gobierno pondrá en marcha una Estrategia Nacional contra la Violencia Machista que se implementará entre el 2021 y el 2025 y que viene a sustituir la que acabó en 2016, que estaba centrada principalmente en la violencia que se ejerce dentro de la pareja. Aunque no especificó el momento de inicio de este plan, afirmó que estaría listo par ser presentado en el primer semestre del año próximo.
«Los datos de la macroencuesta nos dicen que debemos seguir reforzando aún más todas las medidas encaminadas a actuar no solamente cuando ya se ha ejercido la violencia, sino a fortalecer todos los mecanismos de prevención», afirmó Montero en la presentación de los datos.
«Es urgente que las mujeres crean en las instituciones publicas que tienen el deber de acompañarlas en el proceso de reparación, por lo que es imprescindible contar con una guía, con una hoja de ruta, de una políticas pública y una estrategia que de una respuesta eficaz e integrada frente a las violencias que se ejercen contra las mujeres», dijo la ministra. Para esto, la estrategia irá de la mano del pacto de Estado y lo reforzará, añadió.
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