Por AUSAJ - Punto Crítico
Pero sobre todo estas diez mujeres se han conjurado para hacer Justicia, para que lo que a ellas les ha pasado, no vuelva a pasarle a nadie más. Quieren hacer Justicia por encima de todo. Por sus hijos, por su honestidad, por su futuro. Por todos.
Tras más de dos meses intentando su activación por parte de las distintas Administraciones españolas competentes para la ejecución de lo establecido en el articulo 59 bis LO 4/2000, así como en los distintos Tratados Internacionales vinculantes para España, que al margen de las Directivas comunitarias de aplicación, como la Directiva 2011/36/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 5 abril de 2011, relativa a la prevención y lucha contra la trata de seres humanos y a la protección de las víctimas y por la que se sustituye la Decisión marco 2002/629/JAI del Consejo (DO L 101 de 15.4.2011), han quedado expuestos en anteriores artículos de Punto Crítico , el Protocolo marco sigue sin activarse.El viernes día 1 de junio de 2018 el Juzgado competente por estar de guardia, el Juzgado de Instrucción num. 3 de La Palma del Condado (Huelva), se negó a recoger la denuncia, referida a más de cien mujeres marroquíes, temporeras de la fresa, a las que la empresa había encerrado para evitar que pudiesen denunciar los graves abusos laborales y sexuales, incluyendo violaciones, de los que habían venido siendo objeto, como habían relatado las periodistas alemanas de Corrective. Org semanas antes.Sobre todo, querían denunciar el hecho de haber sido forzadas -más que inducidas- a la prostitución mediante coacción, en la que jugaba un papel principal el hambre; todo ello con el chantaje en el fondo: “Este año nos han traído a los campos de Huelva a las putas de Marruecos. Las tocas y te denuncian“; “las casas de prostitución“; “los videos los vamos a mandar a vuestras familias a Marruecos“.El Juzgado se negó a recoger la denuncia, emplazándonos a ir a denunciar tres día después, el lunes día 4 de junio. El mismo viernes, día 1 de junio, tras sernos impedida la denuncia en el Juzgado, se denuncia en la Guardia Civil de Almonte. En ese momento se le entregan a la Guardia Civil el listado con los datos personales de las más de cien temporeras secuestradas por la empresa, que habían encargado a los abogados de AUSAJ comunicar a la Guardia Civil su intención de denunciar.El domingo día 3, con la colaboración activa y principal de la Guardia Civil de Almonte, todas las trabajadoras que se encontraban en dicho listado fueron, de una forma u otra, forzadas a subirse a autobuses, siendo trasladadas a Marruecos. Con la excepción de un pequeño grupo que escapó y a las que no pudo capturar la Guardia Civil y los empleadores.El lunes día 4 no quedaba ninguna de ellas en la finca, con la excepción, al parecer, de un grupo de ellas que habían sido engañadas por la empresa para que firmasen una contradenuncia falsa, como se evidencia con las pruebas que exponemos a continuación.El lunes día 4, nueve de las temporeras que habían conseguido escapar comparecen y presentan denuncia ante la Inspección de Trabajo en Huelva; lo hacen en nombre propio y en el de las trabajadoras que no han podido comparecer. Desde ese primer momento las jornaleras pusieron de manifiesto no solo que no les había sido entregada nunca copia de su contrato de trabajo, ni habían recibido sus salarios, ni siquiera habían podido conocer sus propias nóminas, que no sólo no se les había pagado, sino que las terribles condiciones en las que se les obligaba a vivir y los abusos sufridos, vulneraban su dignidad (y la de todos). El día 6 de junio, conforme información aparecida en prensa, tiene lugar la visita de inspección en la empresa denunciada cuyo resultado, igualmente se afirma, fue el de absoluta “normalidad” de la actividad de la empresa Denunciada.Por su parte, el Juzgado nos impidió el acceso a las actuaciones judiciales hasta hace escasos días; sin embargo, como se acredita más abajo, las alcahuetas de los empresarios ya conocían el contenido de las actuaciones judiciales, y lo aprovecharon para intentar engañar y coaccionar, comprar, a las trabajadoras hoy denunciantes, ofreciéndoles arreglarles los papeles, contratarlas los años sucesivos y pagarles el dinero adeudado por sus nóminas, con la finalidad de que retirasen la denuncia planteada contra la empresa y que acusasen en falso a todos aquellos que las habían ayudado a escapar de su cautiverio (“Habla con ellas a ver si las convences para que retiren aquello, fueron engañadas por parte de aquellos…“;”Tú no apareces en la denuncia. Las que aparecen son…“). Se aportan las transcripciones correspondientes más abajo.Tampoco hemos conseguido el propósito buscado, ni acudiendo a la Brigada Central de la Unidad de Redes de Inmigración y Falsedades Documentales, UCRIF, ni acudiendo ante la propia autoridad gubernativa. Así, se ha intentado repetidamente poner todos los hechos en conocimiento de la UCRIF, por considerarlo el cauce más adecuado a la situación, sobre todo teniendo en cuenta los mecanismos que prevén los Protocolos de actuación en prevención de la trata de personas.Todos nuestros intentos han resultado vanos, rechazándose nuestra petición de formular denuncia por parte de la UCRIF HUELVA, a la que se nos derivó desde la propia Brigada Central, rechazo que se produce, se dice, para evitar duplicidad de investigaciones (claro subterfugio pues sería tan sencillo como cualquier novedad en la investigación que se alcanzase remitirla al órgano jurisdiccional que se entienda competente; ello al margen de que no existen actuaciones judiciales incoadas por Trata de Personas, ni por delitos de Lesa Humanidad). De la misma forma, amén de los obstáculos burocráticos que ha conllevado varias semanas de gestiones, la Subdelegación tampoco ha tenido iniciativa hasta ahora para la aplicación del Protocolo, para la protección de las víctimas, viéndose en este sentido condicionado por la propia inactividad de los investigadores policiales, que no han puesto en marcha el mecanismo ordinario de activación -al margen de que la Subdelegación podría y puede, de hecho, estaba -y está- obligada a ejecutar efectivamente el Protocolo Marco.Pues bien, al contrario de lo que falsamente se afirma tanto por CGPJ, como por la Fiscalía General del Estado y por el mismo Ministerio del Interior, la ausencia de condenas por los gravísimos delitos de trata de personas y de lesa humanidad (por esclavitud y trabajo forzoso), no se debe a que las víctimas no quieran ir a juicio y abandonen voluntariamente el país antes de ir a juicio. Se debe a que las expulsan ilegal, violenta y delictivamente para que no vayan a juicio vulnerando con ello la legislación española y los Tratados Internacionales a los que hacíamos antes referencia; precisamente para impedir las condenas de los tratantes de esclavos, y proxenetas, que se quieren hacer pasar por empresarios agrícolas.Pareciera que el trabajo forzoso y esclavo constituya una verdadera cuestión de estado; todas las Administraciones Públicas competentes, el Poder Judicial, la Fiscalía, los Cuerpos policiales y los principales medios de comunicación, están participando activamente en destruir cualquier posibilidad de que estos hechos sean, ya no juzgados, sino ni siquiera investigados.Esta solicitud de residencia y permiso de trabajo, que reproducimos hoy, se realiza de conformidad con la Directiva comunitaria de aplicación y con la legislación nacional especial en la materia, y recordemos que quienes la solicitan son madres de hijos de corta edad cuyo máximo deseo y aspiración es volver a su país y reencontrarse con sus hijos y familias. Pero, como dicen todas ellas, “con la cabeza bien alta”. Y la cabeza bien alta, en los países musulmanes, significa sin mancha, significa acreditar que todos sus sufrimientos son ciertos y que ellas nunca han sido, ni deseado ser, prostitutas. Se han defendido de las agresiones hasta límites inauditos, pero el hecho mismo de haber sido abusadas, en el mundo rural musulmán, constituye causa de exclusión social; transforma a la mujer en algo “sucio”. Hay una responsabilidad ajena a cualquier culpabilidad. Y, sobre todo, necesitan llevar a sus familias el dinero por el que tan duro han trabajado y tanto han sufrido; para mantener a sus hijos menores, que lo necesitan de una manera vital.Pero sobre todo estas diez mujeres se han conjurado para hacer Justicia, para que lo que a ellas les ha pasado, no vuelva a pasarle a nadie más. Quieren hacer Justicia por encima de todo. Por sus hijos, por su honestidad, por su futuro. Por todos. Pues bien, para esto se han visto obligadas, tras ser derrotados todos nuestros anteriores esfuerzos por la inactividad de todas las Administraciones y órganos intervinientes, a solicitar lo que, de hecho le debería haber sido otorgado de oficio, sin necesidad de petición: el plazo de tres meses que marca el propio articulo 59 bis de la LO de Extranjería, el periodo de “restablecimiento y reflexión”, con el permiso de residencia y trabajo al mismo asociados. Porque quieren ir a juicio, porque quieren acusar, porque exigen Justicia. Y tienen derecho a ello.
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Sumario:
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[2] A LA SUBDELEGACION DEL GOBIERNO
DOÑA *************, mayor de edad, nacional de Marruecos, provista de pasaporte num. *******, con domicilio en *************************, *******************,***************, ante la Subdelegación del Gobierno comparezco y, como mejor proceda, DIGO:
Que por medio del presente escrito, encontrándome en situación regular de estancia, con visado en vigor en el momento que se ha intentado conseguir la cita fijada finalmente por esa Subdelegación para el día 7 de agosto de 2018, y considerando las circunstancias fácticas y jurídicas concurrentes en mi persona, efectuamos petición de concesión de autorización de residencia y trabajo conforme a las siguientes
ALEGACIONES
PRIMERA.- Que tal y como se expone en el escrito de denuncia ante Audiencia Nacional presentada por, entre otras, la solicitante, se han de reseñar, resumidamente, como circunstancias concurrentes en el caso que nos ocupa, lo siguiente:
SEGUNDA.- Que, en efecto, tal y como se desprende de lo anterior, remitiéndonos de la misma forma expresamente a las declaraciones personales que se integran en el ultimo hecho del escrito de denuncia ante AN y que se aportan como documentos independientes como documentos 2 a 11 de los aportados con la susodicha denuncia (que igualmente todo se aporta con la presente solicitud), nos encontramos con un supuesto que, a juicio de la solicitante, reviste caracteres de presuntos delitos de trata de seres humanos en concurso con delitos de lesa humanidad, tipificados respectivamente, en los artículos 177 bis y 607 bis del Codigo Penal.
Así, se trata de personas que son captadas en origen con engaño y cuando llegan a España se ven sometidas a una situacion de servidumbre y de necesidad extrema, aisladas y sin medios, viviendo en contenedores de barco, sin unas minimas condiciones de salubridad e higiene, sin conocer siquiera el idioma y sin comida; y en esas condiciones, en las que se las coloca, se les intenta incitar a la prostitución o se les agrede sexualmente y cuando pretenden denunciar, sin previo aviso, se les encierra e intenta expulsar del pais, subiendolas al autobús a la fuerza teniendo contrato de trabajo y visado en vigor y estando presente los agentes de la Guardia Civil, cuya intervención es favorecedora de esos ilícitos encierros y expulsión. Desde luego, cuando las denunciantes acuden horas después ante la Guardia Civil, su terror no puede ser mayor cuando el mismo agente que han visto en la finca por la mañana es quien les va a tomar declaración en esa noche, en la que muestra una parcialidad absoluta, no adoptando ninguna medida de protección hacia la víctima. En este sentido, la negativa que en los apartados anteriores de este escrito se relata por parte de la UCRIF, con el argumento de que existe una intervención anterior de la Guardia Civil o que ya está actuando un Juzgado, resulta especialmente sangrante, pues los hechos revelan la necesidad de una investigación y una actuación que no se están produciendo.
La cosificación de las trabajadoras ha sido máxima y en esas condiciones resulta extremadamente inaudito la resistencia de todas las autoridades o agentes tanto a recibir la denuncia como a activar el Protocolo de aplicación, en especial Protocolo Marco de Protección de las Víctimas de Trata de Seres Humanos, adoptado mediante acuerdo de 28 de octubre de 2011 por los Ministerios de Justicia, del Interior, de Empleo y Seguridad Social y de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la Fiscalía General del Estado y el Consejo General del Poder Judicial. El hecho mismo de separar en diferentes atestados las denuncias habidas entre los días 1 y 3 de junio de 2018 trasluce ese afán de minimizar los hechos, de relativizar su extrema gravedad, intentado separar lo que es inescindible: la explotación laboral y sexual van unidas, ésta es consecuencia de aquella; a las mujeres se las trae con la finalidad de explotación, también la sexual.
Incluso con la propia Subdelegación del Gobierno a la que nos dirigimos ha sido dificultoso la obtención de cita al efecto, siendo necesarios diferentes trámites y gestiones por varias semanas.
Desde luego, a pesar de que la primera denuncia se produjo el día 1 de junio de 2018 y todos los esfuerzos posteriores habidos, parece que todo el mundo, todas las Instituciones que deberían y podían haber actuado a favor de las víctimas han estado esperando que la inactividad propiciara la “disolución” del asunto judicial, la marcha de las trabajadoras sin ejercer sus derechos por cansancio, la puesta en situación irregular administrativa de las víctimas. En este orden de cosas, se ha de resaltar la actuación del Juzgado de Instrucción num. tres de La Palma, que no solo dilató sin causa la recepción de denuncia alguna sino que incluso en el seno del procedimiento judicial incoado se ha permitido realizar la afirmación de que las denunciantes estaban “desaparecidas”, y ello cuando han intentado comparecer desde un primer momento con abogado y procurador y de que la única vez que se intentó citar a las denunciantes se hizo con una antelación inferior a las 24 horas, quienes residen en otra provincia, y coincidiendo con un señalamiento anterior de la letrada designada (la cita se hizo por teléfono y cuando ni siquiera se habían podido personar las denunciantes, pues no se había informado del número de diligencias previas).
Con este discurrir de los acontecimientos, se está propiciando por demás que existan conductas por parte de los denunciados a través de sus alcahuetas por las que pretenden “comprar” el silencio de las denunciantes, eso sí con la condición de que acusen falsamente a quienes las ayudan; véase lo expuesto en la denuncia ante Audiencia Nacional y documentación atinente, en especialdocumentos 43 y siguientes. Esto evidencia lo mendaz de la contradenuncia instada por la empresa, contradenuncia que curiosamente fue admitida sin reticencias.
TERCERA.- Que, además de lo anterior, son circunstancias personales de la solicitante:
—trabajadora, con cargas familiares, traída por el Régimen del Contingente en abril de 2018.
— sin antecedentes penales ni policiales, ni aquí en el país de origen.
— victima de un presunto delito de trata de personas (articulo 177 bis CP) en concurso con un delito de lesa humanidad (607 bis CP) que ha supuesto la formulación de denuncia ante Audiencia Nacional, a cuyo contenido me remito expresamente y por entero.
— en tratamiento psicológico por los profesionales del Instituto Andaluz de la Mujer, estando pendiente de obtención de Informe.
— denunciante en varias acciones penales, estando pendiente su declaración en sede judicial.
— demandante en varios procedimientos ante la jurisdicción social, estando pendiente la celebración de los respectivos juicios.
— reclamante ante Inspección de Trabajo en Huelva.
— imposibilitada para volver a mi país de origen por el momento, en tanto no obtenga Justicia y pueda volver con la cabeza alta, ya que dada la repercusión mediática que ha existido del asunto y la publicación indebida de mi identidad en varios medios de comunicación, mis familiares y entorno han conocido de mi situación terrible en España, produciéndose, por razón cultural y religiosa, un rechazo claro hacia mi persona, que incluso ha conllevado diversas amenazas contra mi integridad por parte de parientes. En este sentido, téngase en cuenta a los efectos que nos ocupan que en el país de origen de la solicitante, Marruecos, se produce un condicionamiento sociocultural claro, por influencia de la religión musulmana, que genera que cualquier mujer ante una situación de agresión sexual extrema o un abuso o insinuación de la menor levedad, aun contando con toda la resistencia o rechazo de la victima que se pueda imaginar, supone una “mancha” para la mujer, a la que se le considera impura (impureza que insistimos se entiende existe al margen de cuál haya sido la voluntad y comportamiento de la mujer), sufriendo así el rechazo de su comunidad, entorno y familia, pudiendo incluso suponer perder el contacto con sus propios hijos, el repudio .
— que la solicitante está recibiendo clases de español.
—que se encuentra empadronada en la localidad del encabezamiento, contando con contrato de arrendamiento de vivienda en vigor.
— que cuenta con medios de subsistencia, siendo que tanto por parte del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) como por la Asociación de Usuarios de la Administración de Justicia (AUSAJ), asumen el coste de manutención y habitación hasta en tanto en cuanto no terminen los procedimientos judiciales en curso o los que se puedan incoar o se produzca una situación favorable que permita mi independencia económica.
CUARTO.- Que en acreditación de lo expuesto se aportan con este escrito, dejándose designados los archivos originales:
—DOCUMENTO NUM. 1, Escrito de denuncia ante Audiencia Nacional
—DOCUMENTO NUM. 2, soporte CD conteniendo la completa documental de la denuncia ante AN, documental que se detalla en:
Documento num. 2 a 11, declaraciones de cada una de mis representadas (reproducidas en el ultimo apartado del escrito de denuncia a AN).
Documento 12 – derrotaenderrotahastalavictoriafinal. 02 de junio de 2013
El oro rojo lleva el sudor, la explotación, los abusos…, las duras condiciones de trabajo y de vida de decenas de miles de trabajadoras y trabajadoras. Info, documentos….
https://derrotaenderrotahastalavictoriafinal.blogspot.com/2013/06/el-oro-rojo-lleva-el-sudor-la.html
Documento 13 – El País. 02 de diciembre de 2005
Los guardias civiles de baja en Almonte se niegan a declarar
Documento 14 – El País. 05 de mayo de 2001
Signos de esclavitud en Huelva
Documento 15 – El País. 10 de agosto de 2008
Un infierno para 600 mujeres
Documento 16 – El País. 13 de junio de 2010
Víctimas del oro rojo
Documento 17-la Voz de Galicia. 17 de mayo de 2001
La empresa denunciada por esclavitud en Huelva sigue explotando a los inmigrantes
Documento 18 – La Mar de Onuba – 17 de mayo de 2018
Cuando los sindicatos no meditan lo que firman
Documento 19 – La Mar de Onuba – 18 de mayo de 2018
La Junta admite tener conocimiento de prácticas abusivas en el campo onubense y promueve un decálogo de buenas prácticas en la contratación de jornaleros
Documento 20 – BuzzFeed News. 18-05-2018
Violadas en los campos de Europa
Documento 21 – La Mar de Onuba. 18 de mayo de 2018
Mueller y Prandi entrevistaron “a más de cien trabajadoras” en los campos onubenses, y “28 de ellas declararon haber sido acosadas sexualmente o violadas”
Documento 22 – El Mundo. 27 de mayo de 2009
Una TV francesa dice que las temporeras de la fresa sufren acoso sexual generalizado
Documento 23 – Mujeres.stemstes. 29 de junio de 2010
Temporeras extranjeras denuncian abusos de sus patronos en la recogida de fresa en Huelva
Documento 24 – Kaosenlared. 31 de marzo de 2015
Esclavitud moderna en Andalucía: Los campos de fresas en la Huelva del siglo XXI
Documento 25 – Periodismohumano
Las esclavas ocultas por los plásticos de los invernaderos
Documento 26 – Confidencial Andaluz. 14 de mayo de 2018
El viene por la tarde
Reportaje original (en alemán) correctiv.org 30 de abril de 2018:
Documento 27 – listado de nombres de personas que querían denunciar elaborado por las trabajadoras de la finca
Documento 28 a 32 bis- Declaraciones habidas ante la Guardia Civil entre los días 1 y 3 de junio de 2018 (en numero de 6)
Documento 33- Indicadores de victimas de trata de personas elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
Documento 34- Protocolo Marco de Protección de las Víctimas de Trata de Seres Humanos, adoptado mediante acuerdo de 28 de octubre de 2011 por los Ministerios de Justicia, del Interior, de Empleo y Seguridad Social y de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la Fiscalía General del Estado y el Consejo General del Poder Judicial
Documento 35 a 41 – videos grabados por mis patrocinadas en las que se observa el estado general de la finca, del perímetro vallado y del estado de los aseos y contenedores, así como alguno de los comportamientos de los denunciados.
Estado del exterior de los contenedores.
Goteras en el interior de uno de los contenedores.
Cuarto de baño.
Enrejado y exteriores de los contenedores.
Estado de los baños.
Aglomeración y vista exterior de los contenedores.
Habla el jefe: Las que quieren las casas para la prostitución.
Documento 42- Traducción de la entrevista en prensa de la trabajadora marroquí L
Documento 43 a 45- Conversaciones entre Samira (alcahueta) y X (denunciante), así como sus traducciones
Documento 46- Traducción de Wassap remitido por L a X
—DOCUMENTO NUM. 3, pasaporte en vigor
—DOCUMENTO NUM. 4, contrato de arrendamiento de vivienda
—DOCUMENTO NUM. 5, Certificado de asunción de obligación de manutención y alojamiento por parte del SAT.
—DOCUMENTO NUM. 6, hoja sellada demanda judicial ante jurisdicción social por tutela de derechos fundamentales.
—DOCUMENTO NUM. 7, hoja sellada demanda judicial ante jurisdicción social por despido
—DOCUMENTO NUM. 8, Denuncia ante Inspección de Trabajo de Huelva
—DOCUMENTO NUM. 9, Auto de incoación por JI1 de Palma del Condado, diligencias 467/2018, por delito contra los derechos de los trabajadores.
—DOCUMENTO NUM. 10, Diligencia de personamiento
—DOCUMENTO NUM. 11, Providencia de 25 de julio de 2018, JI3 de Palma del Condado, diligencias previas 553/2018.
—DOCUMENTO NUM. 12, Certificado psicológico Instituto Andaluz de la Mujer.
QUINTO.- Que en base a todo lo anterior, solicito:
1) Que se active de forma inmediata el Protocolo Marco de Protección de las Víctimas de Trata de Seres Humanos, adoptado mediante acuerdo de 28 de octubre de 2011 por los Ministerios de Justicia, del Interior, de Empleo y Seguridad Social y de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la Fiscalía General del Estado y el Consejo General del Poder Judicial.
2) Que se proceda a concederme un periodo de reparación y reflexión no inferior a noventa días, con todas las consecuencias legales previstas en la norma; procediéndose en su momento a la concesión de permiso de residencia definitivo pro circunstancias excepcionales y humanitarias, previa concesión de autorización provisional pro tiempo no inferior al año, siendo que concurren los requisitos tanto para que sea por la modalidad de colaboración como por la de circunstancias excepcionales personales.
3) Que en este orden de cosas, invoco especialmente lo contemplado en el articulo 59 bis de la LO 4/2000 y articulo 140 y siguientes del Reglamento de Extranjería, así como los textos internacionales de aplicación, entre otros, Convenio del Consejo de Europa sobre la lucha contra la trata de seres humanos, hecho en Varsovia, 16.V.2005 y Convención DE LAS NACIONES UNIDAS CONTRA LA DELINCUENCIA ORGANIZADA TRANSNACIONAL Y SUS PROTOCOLOS, así como Directivas comunitarias de aplicación, en especial Directiva 2011/36/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 5 abril de 2011, relativa a la prevención y lucha contra la trata de seres humanos y a la protección de las víctimas y por la que se sustituye la Decisión marco 2002/629/JAI del Consejo. (DO L 101 de 15.4.2011).
4) SUBSIDIARIAMENTE, cuya tramitación en todo caso ha de ser simultánea, se conceda a la solicitante al amparo del articulo 31 y concordantes de LO 4/2000 y su Reglamento, permiso de residencia por circunstancias excepcionales y/o por razones humanitarias.
Y por todo ello,
SOLICITO, Que teniendo por presentado este escrito, junto con sus documentos, se sirva admitirlo y, en su virtud, se tengan por hechas las manifestaciones contenidas y se acuerde de conformidad, procediéndose a concederse permiso de residencia y trabajo por cualquiera de las vías expuestas, con cuanto más sea menester y proceda.
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[3] DECLARACIÓN JORNALERA 9
E: entrevistadora
E: ¿podrías hablarme un poco de tu situación familiar?
-Mi situación familiar es normal, acomodada, gracias a Dios. E: ¿Tienes hijos?
-Sí, estoy casada y tengo dos hijos. Mi situación es muy normal, no tengo problemas, no tenía hasta que llegué a este “país feliz” (se ríe con ironía)
E: ¿Cómo se te ocurrió venir aquí?
-La información sobre eso (el trabajo) se publicó y me llegó al móvil. Las chicas hablaban de ello, una se lo decía a otra. Le propuse la idea a mi marido, me dijo que eres tú la que lo tendría que pensar y si te gusta el trabajo, vete.
E: ¿De qué zona eres? De
E: ¿Anteriormente, llegaste a conocer alguna mujer que vino a trabajar y volvió a Marruecos después?
– Muchas
E: Es decir, ¿Te sentaste con ellas a hablar, les preguntaste, etc.?
– Sí, vinieron antes que nosotras, el día que llegamos nosotras nos comentaron que la situación está muy mal, no es un buen trabajo, que tendríamos que volver a nuestras casas, el jefe es mala persona, nosotras no pensábamos que esto sería así, que trabajaríamos poco.
E: No, no, antes de llegar aquí, en Marruecos ¿pudiste conocer a alguien allí, a alguna mujer que haya venido a España por lo mismo?
-No, no
E: ¿No sabías nada?
-No sabía nada ni pregunté a nadie.
E: En cuanto a la persona que publicaba los anuncios de ANAPEC, ¿es siempre la misma persona?, ¿pudiste conocerlo?
-No, no llegué a conocerlo.
E: ¿No viste el anuncio?
-No, yo no vi ningún anuncio, a mi me lo dijo la gente. Nos dijeron que el día tal hay que inscribirse, fuimos al lugar indicado, salió el comité del ANAPEC e inscribieron a todo el que quería.
E: ¿Quién os recibió en Tánger?
-en realidad no nos recibió nadie hasta que llegamos al lugar y allí encontramos a los de ANAPEC.
E: ¿Los de ANAPEC estaban en Tánger?
–Así es.
E: ¿Tú cuando les dejas tu pasaporte en ese momento, se lo quedan?
-Sí, se lo quedan hasta que entremos al puerto.
E: ¿Se quedan los pasaportes para haceros los visados?
-Sí
E: ¿Quién os pagó el visado?
-Nos lo pagamos nosotras
E: Cuando fuisteis a Tánger, concordaron con vosotras el día y la hora en Tánger para la próxima vez.
-Así es. Nos llamaban con un día o dos de antelación para comunicarnos que el día tal a las 5:00 o 6:00 de la mañana tendríamos que estar en Tánger, en el puerto. Allí nos llamaban a cada una con su nombre y nos entregaban los pasaportes.
E: ¿Alguno de los de ANAPEC os acompañaba a Tarifa?
No, cuando llegamos a Tarifa nos esperaba y las chicas que trabajan con él. Nos esperaba delante de los autobuses.
E: ¿Los de ANAPEC os comunicaron que os esperaría alguien en Tarifa?
Sí, nos dijeron que otros nos recibirían en Tarifa
E: ¿Cómo lo reconocisteis?
No lo reconocimos, él llevaba un megáfono y llamaba a la gente para que se acerque a él.
E: Vale, ¿tú sabías que cuando llegaríais a Tarifa habría autobuses que os llevarían a otro lugar? ¿sabías que os dividirían en grupos y os llevarían a distintos lugares?
No, no sabíamos nada hasta que llegamos y nos dijo (que trajésemos nuestras maletas y esperemos a que nos nombre. Seguimos sus indicaciones, empezó a nombrarnos y nos dijo que la que escuche su nombre que suba al autobús nº 1, después nombró a las del autobús nº 2 y así hasta nombrar todas las mujeres que tenía apuntadas en la hoja. Cuando terminó subió al autobús y la chica que lo acompañaba también empezaron a decirnos que iríamos a tal sitio, allí tendréis un jefe que os dará un suma de dinero para que hagáis vuestras compras. Os llevará a la tienda para hacer la compra y a donde podáis comprar una tarjeta para hablar con vuestras familias y comunicarles que habéis llegado.
E: ¿Quién os dijo esto?
y la chica que lo acompañaba
E: ¿La chica es marroquí?
Sí, marroquí. Una vez montadas todas en el autobús, subían ellos y con megáfono nos comunicaban todo lo eso.
E: ¿Todo lo que me has contado, os lo dijeron ellos?
Sí, todo nos lo dijeron ellos, palabra por palabra. Nos dijeron que iremos a Huelva y una vez allí nuestro jefe nos daría 10000 ryal a cada una
E: ¿Cuánto son 10000 ryal?
50 euros. Nos darían 50 euros y pondrían a nuestra disposición medios de transporte para ir a hacer las cosas que nos harían falta y las tarjetas SIM para hablar con nuestras familias. El autobús que nos llevaría también nos devolvería hasta el lugar donde nos instalaríamos. Pero nada de eso era verdad. Subimos a los autobuses, llegamos y nos recibieron en la puerta de la finca las mujeres marroquíes que trabajaban allí. Nada más bajar nos preguntaban por qué habíamos venido a ese lugar y nos decían que si fueran nosotras darían media vuelta y volverían a sus casas.
E: ¿Quién os dijo esto?
Las marroquíes que trabajaban allí, las antiguas.
E: ¿Las encontrasteis allí?
Sí, nos decían que solo sufriríamos por las malas condiciones. Nosotras no nos estábamos creyendo lo que veíamos.
E: ¿Qué veíais? Cuéntame lo que pasó cuando llegaste a la finca.
Ocurrió lo que te estoy diciendo, nos recibieron las antiguas empleadas marroquíes.
E: ¿No vino nadie a traduciros?
No, no vino nadie a recibirnos y traducirnos. Era un día de lluvia, el suelo estaba mojado y todo lleno de barro. El autobús paró en medio del barro, se ensuciaron nuestras ropas y las marroquíes que nos recibieron nos ayudaron a llevar nuestras maletas. Estuvimos esperando una hora o una hora y media delante de las caravanas hasta que vino una rumana y nos abrió las habitaciones. Metió a seis mujeres en cada habitación, se fue y nos sentamos. Estuvimos esperando unas dos horas hasta que regresó con algunos utensilios de cocina. Nos dio dos sartenes, dos ollas y una docena de vasos. Nos advirtió que si se rompe algo lo pagaríamos nosotras.
E: ¿Doce vasos de agua, para el té o para qué?
Vasos para el agua que nos servirían para todo. Una docena de vasos, otra de cucharas, otra de platos, dos sartenes y dos ollas. Esto es todo, para doce mujeres. ¡Ah! y una bombona de butano. Nos dio eso y se marchó. Nos mojamos con la lluvia y así pasamos esa noche. Cuando amaneció…
E: ¿Qué sucedió al día siguiente por la mañana?
la mañana siguiente, no vino nadie.
E: ¿Cuánto tiempo seguisteis así?
Ocho días
E: ¿Sin trabajar?
Sin trabajar ni nada. Preguntamos a las mujeres que trabajan allí, les preguntamos con quién podríamos hablar, les dijimos que necesitábamos números nuevos para hablar con nuestros hijos y hacer la compra, teníamos poca comida. Nos dijeron que si esperábamos que él (el jefe) nos llevara, estaríamos esperando en vano. Nos preguntaron si nos habían dicho que nos darían dinero y nos llevarían a hacer la compra, les respondimos que sí y nos dijeron que todo era mentira que no nos darán nada ni nos llevarán a ningún lugar.
E: ¿Las mujeres que trabajaban allí sabían todo?
Sí, ellas lo sabían. Nos dijeron que fuéramos a la carretera principal e hiciésemos autostop, por allí pasa gente que nos llevaría pagándoles entre 2 a 5 euros.
E: ¿Quiénes os llevarían?
Cualquiera que se dedica a llevar personas en su coche. Normalmente, son rumanos los que se paran para llevar a la gente y te cobran entre 2 y 5 euros. Pero esto en caso de encontrar. Fuimos a hablar con el jefe y nos dijo que todavía no podíamos trabajar y que nos fuéramos a dormir. Decidimos salir a la carretera y hacer autostop. Estuvimos esperando dos horas hasta que se paró un rumano y nos montamos a su coche. Una vez dentro nos dijo literalmente “wach diru m’aya friki-friki?” (¿queréis acostaros conmigo?). No entendimos nada, nos reíamos porque no sabíamos lo que estaba diciendo.
E: ¿Qué es friki-friki?
No sabíamos lo que era hasta que se bajó la cremallera del pantalón y sacó su pene.
E: ¿Se bajó la cremallera del pantalón?
Sí, te lo juro por Allah que lo hizo, como te lo estoy contando.
E: ¿Él os decía friki-friki y vosotras no entendíais nada?
Nosotras nos reíamos porque desconocíamos lo que nos decía hasta que abrió la cremallera del pantalón y sacó su pene. Nos pusimos a gritar, paró el coche y bajamos de él.
E: ¿Salisteis en medio de la carretera?
Así es, después se paró otro coche, el dueño era marroquí. Durante el trayecto nos hablaba y nos pedía nuestros números de teléfono. Cualquiera que pasaba por allí deseaba algo, te pedía algo a cambio. Era imposible encontrar a alguien que te llevaba sin pedirte algo a cambio.
E: ¿En realidad, los encargados de la finca son los que os tenían que llevar a hacer la compra y evitar exponeros a todo esto?
Sí, nos expusimos por el solo hecho de necesitar salir a buscar comida. Si no das tu número de teléfono o no le hablas, no vas a poder llegar al sitio al que quieres ir.
E: ¿Qué pasó después? Cuéntame todo, ¿cómo llegaste a esta situación?
Pasó esto que te estoy contando. Fuimos a hablar con él varias veces y nos decía que aún no podíamos trabajar y que nos fuéramos a dormir, así hasta que pasaron ocho días. Entonces, vino la rumana y nos entregó nuestros pasaportes.
E: ¿O sea que el primer día se llevó vuestros pasaportes?
Sí, el primer día se llevó nuestros pasaportes para apuntarnos y nos los devolvió. Fuimos varias veces a pedirle dinero para hacer nuestras compras y nos decía que no nos iba a dar nada hasta que trabajásemos. La mañana del día que íbamos a trabajar, ocho días después de nuestra llegada, le dimos otra vez los pasaportes y nos indicó donde trabajaría cada una. Nos dijo con qué encargada/o trabajaríamos cada una. Por la mañana temprano, subimos con las demás al autobús que nos llevaría al lugar de trabajo. No había sitio, hicimos el trayecto apretujados, fue muy incómodo. Hubo peleas a la hora de montar en los autobuses, primero subían los rumanos y después los marroquíes. El conductor insultaba a la gente.
E: ¿El conductor era marroquí o español?
Español. Cuando llegamos al lugar no entendíamos los que nos decían, los encargados eran rumanos. Nadie nos ensañaba lo que teníamos que hacer.
E: ¿Es decir, nadie os dio una formación previa?
No, nada.
E: ¿En qué trabajaste tú?
En la fresa.
E: ¿A qué hora empezabais a trabajar?
A las 07:30.
E: ¿Cuántas horas?
trabajábamos hasta las 14:30
E: ¿Teníais tiempo de descanso?
Media hora para comer y volver a trabajar hasta las 14:30. Luego descansábamos una hora y había quien hacía horas extra, trabajábamos hasta las 20:30. No nos pagaban las horas extra.
E: ¿Tú has trabajado alguna vez por la tarde?
Sí, trabajé tres veces por la tarde.
E: ¿A qué hora entras y sales por la tarde?
Empezamos a las 15:30 y terminamos a las 20:30.
E: En total trabajaste tres días por la tarde. ¿Y cuántos días has trabajado en total?
Llegamos el día 17
E: ¿17 o 27?
No, 17 y estuvimos 8 días paradas.
E: ¿Y cuántos días has trabajado en total?
Trabajé 9 días
E: ¿Sólo 9 días?
Sí, en abril trabajé 9 días pero solo me contaron 7. No me pagaron dos días de trabajo ni las horas extra.
E: ¿El resto te lo pagaron?
Sí
E: ¿Cuánto te dieron?
74000 ryal
E: ¿Cuánto es eso en euros?
No sabría decirte cuanto es en euro.
E: ¿Y en dírham?
Pregunta a
E: Perdona buenos días, ¿cuántos son 74000 ryal en dírham?
70000 ryal son 3500 dírham.
E: Unos 350 euros.
Sí, pero es son 70000 ryal solo. ¿Cuánto le has dicho, 74000 ryal
E: ¿Te pagaron a final de mes?
No, a los 5 días de empezar el siguiente mes.
E: ¿Y después que pasó?
No nos dieron las nóminas y cuando preguntábamos nos decían que no había.
E: ¿Y esos tres días que trabajaste por la tarde, te pagaron por las horas extra?
No, no me pagaron
E: ¿Qué pasó después de trabajar y cobrar?
El primer día que fuimos a trabajar nos dijeron que nos daban un día para la formación, aunque en las hojas que nos llegaron ponía que tendríamos 15 días de prácticas y si no nos gustaba nos devolverían a casa. Nada de eso era verdad, trabajamos el primer día, el segundo y al tercero nos dijo la encargada que no hemos conseguido recolectar lo mismo que las antiguas trabajadoras, tenéis que trabajar tanto como cualquiera que ha venido antes que vosotras. Es decir, que tienes que trabajar al mismo ritmo que al de una que lleva 6, 7 o 8 años. Todas las nuevas de mi grupo, que éramos 6 o 7, fuimos devueltas al lugar donde residíamos por no trabajar como las antiguas. Nos dijo que nos fuéramos a dormir.
E: ¿Cuánto tiempo estuvisteis sin trabajar?
Dos días. Cualquiera que iba a trabajar le decía que se volviera a dormir.
E: ¿Cómo comenzaron los problemas?
Desde un principio, no estábamos conformes con el estado de vida que estábamos llevando. Teníamos solo una bombona de gas para todas. Solo para preparar una taza de té tenías que coger turno y siempre surgían peleas y discusiones por todo. Cuando volvíamos de trabajar, todas queríamos preparar nuestras comidas y siempre había que coger turnos.
E: ¿Pagábais el alquiler y las facturas de la luz y el agua?
No, nos dijo que nos lo descontarían de nuestros sueldos.
E: ¿Cuánto os descontarían?
600 ryal que son 3 euros
E: 3 euros cada mes.
No, 3 euros al día.
E: ¿3 euros al día para pagar el alquiler y las facturas de la luz y el agua?
Sí, esto afectaba tanto a la que trabaja como a la que no.
E: ¿Qué más?
Hacíamos turnos para entrar a la ducha, a veces se formaban filas de 15 o 20 mujeres y cuando te tocaba el turno tenías que duchar con agua fría.
E: ¿Cuántas duchas teníais?
Unas 10 duchas
E: ¿Cuántas mujeres se encontraban en ese pabellón?
Muchas, unas 100 o un poco más, sin contar las que estaban en otros sitios. Lo que te contaba que a veces se armaban peleas en la fila para entrar a la ducha o a la cocina. Muchas veces te tocaba renunciar a la ducha y a la comida y volver a tu habitación para dormir. Siempre igual y cuando se lo decíamos a ella (la rumana), nos decía que no podía hacer nada por nosotras y que si se vaciaba la bombona tenías que esperar un día entero. Asimismo, si enfermas, nadie se preocupa por tu estado.
E: ¿Enfermaste alguna vez en la finca?
Sí, un día me retorcía del dolor y cuando fui a decírselo para que me lleve al hospital, me dijo que no tenía coche y no podía hacer nada por mí. Le pedí que me devolviera mi pasaporte porque lo tenía en ese momento, no quiso, me dijo que la oficina se encontraba cerrada en ese momento. Me había acompañado una chica marroquí para traducir. Después se metió a su habitación, al rato regresó con una pastilla, me la dio y me dijo que me la tomara.
E: ¿No sabías de qué era la pastilla?
No, no sabía de qué era. Volví a mi habitación, me la tomé, pero me siguió doliendo. Las chicas llamaron a un señor para que me llevara al hospital, vino y le preguntamos si podíamos ir sin el pasaporte. Pero, nos dijo que no, el pasaporte era necesario. Así que lo que hice fue coger el pasaporte de otra chica para poder ir al hospital.
E: ¿Cogiste el pasaporte de otra chica?
Sí, no aguantaba el dolor.
E: ¿Quién te acompañó?
Fueron dos chicas que habían estado conmigo en la habitación. Cuando salimos, nos la encontramos (a la rumana) y en ningún momento nos preguntó a dónde íbamos. Ella no llevaba a nadie. Había otra mujer que llevaba tres días en un estado pésimo y por mucho que se lo decíamos, no quería saber nada. Incluso se la llevamos a su puerta inconsciente, le daba igual. Personas de fuera fueron los que llamaron a la ambulancia.
E: ¿Tuviste algún accidente de trabajo?
No
E: Vale, cuéntame cómo tuvisteis el valor de contar todo lo que os estaba pasando, de exigir vuestros derechos.
La situación fue la misma durante muchos días, siempre había peleas, discusiones, etc. hasta que un día, por casualidad, vinieron otras personas.
E: ¿Hablas de ….?
Sí
E: Fue porque lo llamó…
Sí, pero vino con más personas que no conocía, no sé si eran del consulado, no sé de dónde. Vinieron a hablar con nosotras y yo tuve la valentía de contarles lo que estaba pasando. Les conté absolutamente todo, se sorprendieron mucho, no se lo esperaban. Les hablé de la mujer que se cayó y estuvo gritando de dolor desde las 00:00 a.m hasta las 12:00 p.m. E: ¿Hablas de que tuvo una rotura? Sí, ese día yo estaba dormida en mi habitación y ella dormía en la habitación de al lado, la escuché gritar por la noche y me levanté. Le pregunté a las chicas quién era la que no paraba de alborotar y no nos dejaba dormir porque pensé que estaba bromeando. Decidí ir a buscarla, salí de mi habitación y me dirigí a la suya. Eran las 00:00, a esa hora no tenemos luz, nos lo apagan. Entre a su habitación y le pregunté cabreada por qué no nos dejaba descansar, ya que al día siguiente teníamos que madrugar. La encontré tirada en el suelo, en un estado lamentable, estaba blanca y no cesaba de pegar gritos de dolor. Pregunté a las chicas presentes sobre lo que le había ocurrido y me dijeron que estaba durmiendo y se había caído de la cama de arriba. Es una mujer mayor, le pregunté si le dolía…
E: ¿De dónde se había roto?
De aquí, de la pierna.
E: ¿Por la mitad?
Sí, le pregunté qué era lo que le había pasado y me contestó que se había caído desde arriba. Pregunté a las chicas que estaban con ella si la habían informado (a la rumana) y me dijeron que no. Entonces, volví a mi habitación, me vestí y fui a buscarla junto con otra chica. Le toqué la puerta, le conté lo que estaba sucediendo y me dijo fríamente que ella no podía hacer nada, ni se molestó en ir a verla como estaba. No pudimos hacer nada, la levanté del suelo con la ayuda de otra chica y ella seguía gritando. Por la mañana, nosotras tuvimos que marcharnos al trabajo y se quedó con ella una chica. Cuando volvimos nos comentó que la ambulancia no se la llevó hasta las 12:00 p.m.
E: ¿Y qué pasó cuando vinieron los miembros de la asociación cultural musulmana?
Cuando vinieron, la gente empezó a contar sus problemas, cada uno por un lado. Les preguntaron si tenían el mismo problema y dijeron que sí. Entonces, les dijeron que encarguen a una o dos para que sean las portavoces del grupo. Así que, como vieron que fui yo la que empezó a hablar, me encargaron ser la portavoz y así lo hice. Pero, los jefes me llamaron la atención pro haber hablado con los de la asociación sobre…
E: ¿Es decir que hablaste del jefe, de…?
Sí, del jefe, de los problemas de la gente y todo.
E: Pero, ¿quién te llamó la atención?
El jefe y la encargada de la que te hablé, la rumana. Les conté a los de la asociación todo lo que nos estaba perjudicando y, por eso, me llamó la atención. Cuando se fueron, la tomó conmigo, no me dejaba tranquila, cualquier cosa que hacía le parecía mal, no me dejaba trabajar. Me reprochaba continuamente el haberles contado lo que estaba sucediendo allí y me decía que el jefe era buena persona y que la mala era yo. Le dije que yo solo defendí nuestros derechos, la gente me pidió que hablara y yo lo hice.
E: ¿Cuánto tiempo seguiste en esta situación?
Yo solo conté lo que estaba pasando. La situación se prolongó durante una semana y como siempre que iba a trabajar me echaban, dejé de ir. Le di mi pasaporte y le dije que es mejor que vuelva a mi país, porque ya no aguantaba la situación y el tener que trabajar un sí y un día no. Cuando iba a preguntarle cuando me podía ir, me decía que todavía no, como que me intentaba castigar. Le pedí que me diera mi dinero y yo me iría sola. Incluso vendría Jalid a por mí, en esa semana él iba a bajar a Marruecos, estaba en Francia, pero ella se negaba a darme el dinero y me decía que no me iba a ir. Un día de esos, cuando me desperté por la mañana encontré fuera a las mujeres que habían vuelto del trabajo y se había armado un escándalo delante de las oficinas. ¿Por qué? Porque les dijo que ya no les iba a pagar por día, sino por caja.
E: ¿Ese día fue el miercoles, verdad?
Sí
E: ¿El día que hicieron la manifestación, verdad?
Sí, les dijo que ahora en adelante les pagará 150 ryal por caja, 300 ryal dos cajas. La fresa no estaba… Nadie aceptó la nueva medida, ni los marroquíes ni los rumanos.
E: Es decir, según me han dicho las chicas, dos cajas por 1.50 euros.
Así es
E: ¿Cómo son de grandes las cajas? ¿Cuántos kilos pueden tener?
5 kilos, son cajas de plástico
E: Algunos me han dicho 7 kilos y otros 5, no sé…
No, 5 kilos. Lo que te decía, yo me desperté debido al alboroto que se había armado delante de las oficinas, todo el mundo gritaba y protestaba. Incluso, había mujeres que se desmayaron y otras pegaban pataletas en el suelo. El jefe les decía que ellos no trabajan, ya no quedaba trabajo para ellos, él no ganaría nada pagándoles por día y ya no tenía interés en hacer eso. ¿Cómo que ya no tenía interés en pagarles por día? ¿Para qué los trajo si no tiene con qué pagarles? Yo también me uní a la manifestación y protesté. Le decía que no tenía derecho a hacer eso, que era injusto y me contestaba diciéndome que yo ni siquiera tenía derecho a hablar. La marroquí que estaba con ellos también me decía que era mejor que guarde silencio y me callé. Los marroquíes y los rumanos seguían protestando, algunos grababan vídeos y les decían que no lo hicieran. El jefe se reía, le daba igual todo, no le importaba que hubiera gente desmayada y tirada por el suelo. Finalmente, nos separamos y se disolvió la manifestación. Los rumanos no estaban de acuerdo con lo que estaba sucediendo, algunas rumanas cobraron por la noche y se marcharon. Sin embargo, a las marroquíes no quisieron darles su dinero. Al día siguiente, vino un comité de rumanos y habló con el jefe, consiguieron llegar a un acuerdo y los rumanos que se quedaron siguieron cobrando lo mismo que antes. Las antiguas empleadas marroquíes que no protestaron siguieron trabajando igual. En cuanto al resto, les dijo que si querían trabajar cobrando por cada caja que trabajen y el que no quiera aceptar esto no tenía trabajo para él.
E: ¿Y qué pasó después?
Después como habían echado fotos a lo sucedido en la manifestación, por la tarde vino lajna (comité)
E: ¿Cuando dices lajna te refieres a los de AUSAJ?
Sí, efectivamente
E: ¿Te refieres a Jesús, Belén,…? Nuevamente, les contamos lo que había sucedido y nos dijeron que si no estábamos conformes con eso que hiciésemos fotocopias a nuestros pasaportes y apuntásemos nombres en un papel. Les dijimos que los pasaportes los tenían ellos, por lo que nos dieron otra opción que es la de apuntar el nombre y el número de nuestro documento nacional de identidad. Viendo esto, por la tarde nos dieron nuestros pasaportes, les pedimos las nóminas y también nos las dieron.
E: ¿Os dieron vuestras nóminas?
Sí, como vieron que habíamos hablado con la asociación nos las dieron, pero no a todos. Sin embargo, en las nóminas no ponía todo lo que habíamos trabajado. Habían puesto más dinero del que nos habían dado en realidad.
E: O sea que en la nómina ponía más dinero. Por ejemplo, ¿a ti cuánto te habían puesto que has cobrado?
No sé lo que ponía en la nómina, pero lo que me dieron era menos de lo que habían puesto.
E: ¿Tienes la nómina?
No, se la dí a Jesús.
E: Vale, ¿y empezasteis a hacer la lista?
Sí
E: ¿La lista la hiciste tú y
Sí, y yo
E: ¿Después se la disteis a
No, se la dimos a Óscar que cuando vino encontró que las mujeres habían podido coger sus pasaportes, así que hizo una foto a cada uno, tanto a los de las antiguas como a los de las nuevas. Las antiguas trabajadoras venían a vernos por la noche porque tenían miedo y nos daban sus documentos de identidad para apuntarlas en la lista, pero nos decían que no digamos nada. Nos dijeron también que ellas querían que se hiciera justicia, pero tenían miedo de ellos (de la empresa).
E: ¿Después del viernes que pasó? ¿Qué sucedió el sábado y el domingo?
El sábado no pasó nada. Nos habían dicho que el lunes vendrían algunos periodistas y una asociación (o un comité). El domingo por la mañana, me levanté temprano, salí y no encontré a nadie y volví a dormir, eran las 07:00 a.m. Pero cuando volví a la habitación empecé a escuchar un ruido fuera, así que volví a salir y vi que estaban limpiando.
E: ¿Encontraste personal de limpieza?
Sí
E: ¿Era la primera vez que venían?
Sí, la primera vez que los vi allí. Habían traído un camión de basura, charyu, etc. y se pusieron a limpiar y recoger todo. Después, volví a dormir y nada más poner la cabeza sobre la almohada, escuché a alguien tocarnos la puerta. Abrí y me encontré con el jefe, sus dos hijas y Me preguntó si yo era y cuando le dije que sí, me pidió darle el pasaporte. Le pregunté por qué y me contestó que iba a volver a Marruecos ese mismo momento. Le pregunté por qué iba a volver a Marruecos, qué había hecho para regresar. Entonces me dijo: “porque eres la que sabe hablar”. Le contesté diciéndole que yo solo hablé de mis derechos, todo lo que nos habías contado no era cierto y nunca preguntaste por nosotras ni te preocupaste por nuestra situación.
E: ¿O sea que lo viste en Tarifa y volviste a verlo ese día cuando vino a decirte que recogieras tus cosas?
Lo vi en Tarifa y lo vi otro día cuando me llamaron para preguntarme por qué la gente discutía por la bombona de gas y por qué los aseos estaban tan sucios y descuidados. Vino ese día para echarnos la bronca, nos decía: “no os merecéis nada, los marroquíes sois unos cerdos (sucios) y habéis traído vuestra porquería de Marruecos…”. Cuando le escuché decir eso, le contesté: “El único cerdo eres tú, nosotros no, y tú también has venido de Marruecos”. Me dirigí al resto y les dije que se dispersaran, que no lo escuchen porque no dice nada que… Lo que tendría que haber hecho al venir es preguntar a la gente cuáles son sus quejas y problemas.
E: ¡Claro! Tenía que ver cuál era el problema…
Sí, pero él no preguntó nada
E: Él no vino para solucionar el problema, vino para…
Cuando vino encontró una mujer embarazada gritando de dolor y sangrando que le dijo que llevaba tres días enferma y cuando les pedí que me llevaran a un hospital, me dijeron que tenía que pagar. Lo único que le dijo fue que no podía hacer nada por ella, no quiso ver la situación en la que estaba esa mujer, solo tuvo en consideración lo que le contaron ellos y vino a decírnoslo.
E: ¿Qué pasó cuando te dijo que te ibas a marchar?
Le dije que no, que me diera mi dinero y, después de verificar yo misma si está todo, me iré. Me dijo que no me pagarán hasta llegar a Tarifa, le pregunté por el porqué, pero lo único que me dijo fue que recoja mis cosas porque me esperaba el autobús. Me negué, le dije que traiga la guardia civil y que me dé mi dinero si quería que me fuera. Me contestó diciéndome que la policía estaba fuera esperando y que le dé mi pasaporte. Me seguí negando, le dije que mi pasaporte no estaba allí y no pensaba dárselo. Él, por su parte, me siguió afirmando que iba a marchar y me decía que lo que le estaba diciendo no le asustaba. Yo, por mi parte, también le aseguré que no me estaba asustando porque no hice nada, no pensaba irme sino me daba mi dinero y me iba a mover hasta que viniese mi abogado. En realidad, en ese momento no tenía ningún abogado, le dije eso para que me diese mi dinero porque había visto que devolvían a muchas personas sin darles nada y les tiraban sus pertenencias en la calle. Se quedaron en la puerta él, el jefe y sus hijas y me siguió diciendo que recogiese mis cosas y le diese el pasaporte. Le dije que no mi pasaporte no estaba allí, que me traiga a la guardia civil para que me saque si quiere. No paraba de afirmar que la policía se encontraba esperando fuera.
E: ¿Te intentaban meter miedo?
Sí
E: Sigue
Habló el jefe y me dijo que tenía un vídeo mío y que como no salga en ese momento se lo enviaría a mi familia para manchar mi imagen.
E: ¿Ese vídeo diciéndote eso lo tienes?.
Sí, lo tengo. Luego, nos empujaron a mi y a la chicas y cerraron la puerta de la habitación. me amenazaba diciéndome que no grabe vídeos, que como lo haga me denunciaría. Le contesté: ¿ por qué vosotros nos atacáis, entrando a la habitación a la fuerza y nos grabáis?, ¿quieres que nosotras no grabemos? ¿por qué vosotros sí y nosotras no? Todo está en el vídeo, lo has visto. Después el se fue a buscar a otras personas, yo aproveché el momento y fui a esconderme en otra habitación. La chica cerró la puerta y vino él y nos encerró a las dos, la chica era Luego, vinieron las chicas y nos abrieron la puerta y yo fui a otra habitación, a la de donde me quedé.
E: Es decir, dos habitaciones…
Me escapé de dos habitaciones y fui a otra hasta que se fueron. Cuando estuve en esa habitación, él se fue a llamar a otras personas para decirles que recojan sus cosas porque se iban a marchar, tenía una lista de nombres. La gente en ese momento estaba durmiendo, no entendían qué estaba sucediendo…
E: ¿Él llamaba a las mujeres que estaban en la lista, las que querían poner una denuncia?
Así es, él nombraba a las mujeres que querían denunciar, les decía que recogiesen sus cosas y que el autobús les esperaba fuera. En realidad, no había ningún autobús, había traído un medio de transporte más pequeño. Lo que quería es que se fueran todas ese día porque les llegó la información de que el lunes iba a venir la asociación y periodistas. Por eso, el lunes no tendrían que estar. ¿por qué precisamente domingo por la mañana? Porque ese día no trabaja nadie, habrá dicho para sí: “ me las llevo domingo y nadie se dará cuenta”.
E: Sigue, ¿qué pasó después de escaparte a esa habitación?
Llamé a y me dijo que intente grabar vídeos. Pero le dije que no podía y él estaba amenazando a las mujeres diciéndoles que la que coja un móvil, la castigará. Decía esto delante de todo el mundo. A la que nombraba le decía que recogiera sus cosas para montar en el autobús. La gente intentó grabar lo que estaba sucediendo fuera cuando tiraban las cosas de las que no cedían. Las mujeres gritaban, algunas no cobraron y a otras les faltaban 50000 ryal, 60000 ryal, etc. les cogían las cosas y se las tiraban fuera, algunas mujeres se desmayaron. Mientras tanto, les repetía una y otra vez: “¿por qué os estáis comportando así sinvergüenzas?”. Les hablaba de una manera que no te la puedes imaginar…
E: ¿Qué pasó después?
Después, me abrió la puerta la chica con la que estaba y me dijo que estaba a otro lado. Habían traído a hombres rumanos para impedir a los marroquíes que se asomen por la puerta. La chica me dijo que estaba junto con el jefe y sus hijas en la puerta sacando a unas mujeres. En ese momento, fui a mi habitación, me vestí y cogí la carte (DNI) y mi pasaporte. hizo lo mismo porque a ella le dijo que por qué había llamado ayer a la ambulancia.
E: ¿Hablas de la de…?
Sí, a le reprochó eso, ella había llamado a la ambulancia para que se llevaran a la mujer que estaba embarazada y se desmayó. Este fue el problema de
E: O sea, a ti por hablar y por llamar a la ambulancia.
Así es. Recogimos nuestras cosas y las dejamos en la habitación. Después cogimos nuestros DNIs y pasaportes y salimos a buscar algún lugar por el que escapar. La policía estaba rodeando toda la finca, no se podía salir. E: ¿Habían cerrado la finca? Sí, las dos puertas estaban cerradas. Mandé a una chica para que me informara de la situación de fuera. Me dijo que las puertas se encontraban cerradas y los rumanos no les dejaban salir.
E: ¿Hablas de la chica que os grabó de espaldas?
Sí, Fátima. Me dijo que las puertas estaban cerradas, la policía rodeaba la finca y los rumanos no dejaban a los marroquíes que se acercaran a las puertas. Me dijo que no podía salir, que no había manera.
E: Es decir que la chica que os grabó… ¿cómo me dijiste que se llama?
Fátima
E: Vale, ¿Fátima, la chica que os grabó, ella no se quería escapar?
Al principio sí, pero no podía…
E: ¿Le daba miedo?
Sí
E: ¿A ella la han devuelto a Marruecos?
Sí. No sabíamos qué hacer, cómo íbamos a salir, la finca estaba vallada. Nos ayudó Fátima y otras chicas que estaban con nosotras en la habitación para saltar la valla.
E: ¿Saltasteis la valla?
Sí, cruzamos varios campos de fresa y nos adentramos en el bosque, pero allí nos vieron y nos persiguió la policía, el jefe y sus hijas.
E: ¿La policía también?
Sí, nos adentramos en el bosque y nos escondimos entre los matorrales. Conseguimos despistarlos y llamamos a Le contamos que habíamos escapado y que nos habían perseguido, todo.
E: Los audios que tengo son de ese momento, de cuando estabais en el bosque huyendo de ellos y les contabais a lo que estaba pasando.
Así es. También llamamos a que nos dijo que no nos moviésemos de ese sitio e intentásemos no hacer ruido. Estuvimos allí alrededor de una hora o una hora y media en medio de los matorrales con espinas hasta que dejamos de escuchar sus voces. Salimos del escondite, se nos había roto la ropa, nos pusimos a correr, mientras llamábamos a los de la asociación. Nos decían que intentásemos salir del bosque y que busquemos alguna carretera. Cuando salíamos veíamos que el jefe seguía dando vueltas con su coche y volvíamos a escondernos. Hasta que por fin conseguimos salir a una carretera, volvimos a llamarlos y nos dijeron que intentásemos buscar a alguien que nos lleve a Almonte que es donde estaban o que les esperemos y ellos vendrían a por nosotras. Encontramos a un señor que nos llevó hasta donde se encontraban. Cuando llegamos me encontré con las chicas, nos pusimos a llorar. En ese momento, nos montamos en los coches y ya no me acuerdo que pasó. Después, me levanté en un hospital.
E: ¿Después de ir hospital, volvisteis al bosque y allí hablasteis con los periodistas?
Sí
E: ¿Y les dijisteis que no os graben, pero ellos lo hicieron? Yo no me acuerdo, no era consciente de lo que estaba sucediendo. Después encontré fotos mías y… sinceramente, nosotras no queríamos eso.
E: ¿Vosotras no queríais que los periodistas os echen fotos para que vuestras familias…?
No queríamos, no. No queriamos tener problemas con nuestras familias. Sin embargo, nuestras fotos llegaron a Marruecos y nuestros familiares empezaron a llamarnos para preguntarnos qué estaba pasando y cómo habíamos permitido que nos saquen fotos. Ya no podíamos hacer nada.
E: ¿Y tú has visto o has sufrido abusos sexual? ¿Alguien te ha tocado o ha intentado abusar de ti?
El acoso es inevitable. Cualquiera que ha estado dentro de la finca lo ha vivido. El viernes por la mañana, cuando pasó eso, yo estaba delante de la puerta, se me acercó el jefe y me preguntó: “¿Mañana quieres hacer conmigo friqui friqui?”
E: ¿Eso lo dijo tu jefe?
Sí
E: ¿Cómo se llama tu jefe?
E: ¿ te dijo que vayas con él para hacer friqui friqui?
Sí, me lo dijo y yo me fui y lo dejé.
E: ¿Te lo dijo de ese modo? ¿friqui friqui es acuéstate conmigo?
Sí, me lo dijo así. Él siempre cogía su coche y venía a donde vivíamos. Vimos que se llevaba a chicas de la finca en su coche, las alejaba y se besaba con ellas. Lo vimos todo
E: ¿Lo visteis?
Sí, lo vimos todo. El primer día que conseguimos hablar con ellos sobre el trabajo y delante de nosotras agarró a una chica, se la llevó al coche y se ponía a darle besos. Algunas mujeres que vieron eso, se fueron sin haber trabajado ni un día. E: ¿Se marcharon? Sí, te juro que se fueron sin haber trabajado ni un día.
E: ¿Y esa chica?
Esa chica trabajaba allí mucho antes que nosotras. Muchas veces le decía a la encargada a fulanita dile que hoy no trabajará, para que él se la lleve. Antes de pasar eso, le pregunté a la chica por qué no estaba trabajando, me dijo que el jefe no quería que trabajase ese día y justo vino y se la llevó
E: ¿es verdad que las mujeres antiguas que trabajaban en la finca se dedican a buscar mujeres para mantener relaciones sexuales con los jefes, ya sean marroquíes, españoles o rumanos?
Sí que hay. De hecho, a mí me ha llevado a un rumano, pero no sabía lo que decía exactamente.
E: ¿cómo pasó?
vino una mujer que se llama hay tres chicas y Samira, son las que se encargan de llevar a las mujeres nuevas a las habitaciones de los hombres. Cuando llegué me llevó a su cuarto, y llamó a alguien para decirle que vaya, porque hay novedades, si quieres alguna ven. Me pensaba que estaba de broma. Después de una semana, me dijo si la podía acompañar a comprar, y yo me fui con ella y compramos. Me dijo que cogiera cosas, pero yo me negaba, porque no tenía dinero. Pero, ella me decía no te preocupes tú coge que este hombre va a apagar. Como acaba de llegar no entendía nada, nos fuimos cogimos compramos lo que nos hacía falta, pero yo no compre nada, solo ella y después volvimos a casa. Cuando llegamos ella bajo del coche con la compra, pero me dijo que me quedara en el coche, porque el hombre quería hablar conmigo.
E: ¿El hombre es marroquí o español?
Rumano, le dije que no sabía que me iba a decir, porque no entendía nada. Me dijo que iba a darme cincuenta euros. Y le dije que yo no había venido a España por eso. Pero, aún así seguía viniendo a mi habitación como si no hubiera hecho nada. Otro día me dijo que un marroquí te conoce y quiere verte, y yo me fui con ella a fuera. Cuando llegamos el hombre me dijo que le había enviado mi foto, y que le había gustado y quería salir conmigo. Le dije al hombre que no le hiciera caso, que no sabía lo que decía. No paró de insistirme y decirme que cualquiera cosa que quisiera me traería Yo me fui y los dejé, pero no dejaba de llamarme e intentaba seducirme diciéndome que me iba a comprar cosas. Aunque me negaba, no paraba de insistir, me decía que saliera porque nos había traído deportivas para las dos. Pero yo le decía que no quería, que me había traído desde Marruecos. Como veía que no podía conmigo, decidió convencer a otra mujer que estaba conmigo en la habitación, que estaba casada.
E: ¿Esa mujer salió con él?
Sí salía con él y no regresaba hasta el día siguiente.
E: ¿Se iban con los hombres porque no tienen dinero?
Sí, casi todas se van, porque necesitan cosas. Una vez vino una mujer a las 00:00 de la noche para pedirme algo de comer, porque no tenía nada. Muchas de ellas no tienen otra opción, se dedican a eso, porque tienen hambre.
E: Te voy a preguntar sobre un video, aparece un hombre alto que se acercó a vosotras y empezó hablar ¿sabes quién es ese hombre? N
o, si veo el vídeo puede que lo reconozca, pero si no lo veo no.
E: ¿El domingo viste algún coche de color naranja?
Yo ese día no llegué a la puerta.
E: El domingo por la tarde saliste para siempre
Sí, el domingo me escape.
E: Cuéntame de nuevo cómo fue que se dirigieron a tí para mantener relaciones con hombres.
Acababa de llegar de marruecos, vino una mujer que conozco a mi habitación y me invito a el té en su habitación, en la habitación estaba la alcahueta, le escuche hablar por teléfono diciendo “vente que acaba de llegar la novedad (se refiere a mujeres nuevas) acaban de llegar hoy, aunque no son guapas, a ver si te gusta alguna”, pero no le di mucha importancia a lo que escuche, pensaba que hablaba de sus cosas. Paso una semana de aquello vino a mi habitación y pidió que vaya con ella a hacer la compra, yo le conteste, que no tengo dinero para hacer la compra, y me dijo no pasa, solo quiero que me ayudes con la compra. Sale con ella, subimos en un coche, ella iba a delante y yo atrás con otra chica, hicimos la compra, lo pago el tío, ella compra y el paga , me dice coge cosas, yo no quise coger nada.
De vuelta a la finca, bajo del coche y me dice quédate allí, esta puerta no se abre, cogió su compra y le dijo al tío, “que te aproveche”. Le dije al tio, donde va a ir, el me dijo, espera un momento que quiero hablar contigo, vente conmigo, que me gustas, le dije soy una mujer casada, me dijo, da igual te voy a dar dinero, le pegué con la mano y salí del coche.
Otro día volvió, me llamó ( ella le dio mi teléfono) me dijo que quiere verme para disculparse y que tiene un regalo para mí, unas playeras .
Ella hacia eso con muchas mujeres, ella trabaja con la encargada y está siempre con los jefes, especialmente con uno.
Siempre que me veía , me decía tú no tienes dinero y este tío te va hacer la compra, si no te gusta este, puedes ir con otro, hay muchos, muchas mujeres lo hacen y los llevo yo. Al final le dejo que yo no voy a salir con nadie, si quiero salir con alguien no voy a salir con los que me vas a traer tu.
Otro día me acerco su amiga alcahueta también, se llama me dijo, porque no quieres salir con aquel tío, es bueno, te va hacer la compra, yo le dije que no
Al final convenció a otra muchacha que vivía al frente de mí, se llama Asmae , salió con el la pobre
Otro día volvió, me llamó ( ella le dio mi teléfono) me dijo que quiere verme para disculparse y que tiene un regalo para mí, unas playeras .
Ella hacia eso con muchas mujeres, ella trabaja con la encargada y está siempre con los jefes, especialmente con uno.
Siempre que me veía , me decía tú no tienes dinero y este tío te va hacer la compra, si no te gusta este, puedes ir con otro, hay muchos, muchas mujeres lo hacen y los llevo yo. Al final le dejo que yo no voy a salir con nadie, si quiero salir con alguien no voy a salir con los que me vas a traer tu.
Otro día me acerco su amiga alcahueta también, se llama me dijo, porque no quieres salir con aquel tío, es bueno, te va hacer la compra, yo le dije que no
Al final convenció a otra muchacha que vivía al frente de mí, se llama Asmae , salió con el la pobre
E: ¿Viste a estas alcahuetas haciendo lo mismo con otra mujer?
Si, una mujer que vivía cerca de mi habitación, me contó que me trajo un hombre para que salga con el, pero no tengo pastillas anticonceptivos, estoy casada y tengo miedo de quedar embarazada
A mí me trajo dos marroquíes y un rumano, pero no salí con ninguno
A mí me trajo dos marroquíes y un rumano, pero no salí con ninguno
E:¿ te ha pedido sexo por dinero?
Si, cuando nos comunicaron que vamos a trabajar por cajas (se refiere al precio por “destajo”), el día siguiente no fuí a trabajar, pedí volver a marruecos, es el día que enfermó estaba yo en la puerta, se acercó a mí y me dijo “no trabajo” le conteste “no trabajo marroc” y el me dijo “ no, marroc, no dinero, mañana friki frik, dinero” y me enseñó el dinero, le escupí y me fuí, y él me hizo un gesto de que ya verás.
Su hermano una vez, estaba yo grabando, me vio y empezó a correr detrás de mí para quitarme el teléfono, estaba diciendo a las mujeres que vosotras solo sabéis friki friki.
Dice friki friki a cada mujer que encuentra. A mí me quito el pañuelo delante de la gente y dice a que me diga que me quite el pañuelo que estoy más guapa sin el. Estaban en la puerta de la finca. Para mí fue una ofensa muy grave. Soy de las que llevan pañuelo toda la vida; si salgo fuera de casa, me pongo pañuelo.
De todo lo que nos han dicho en Marruecos no se ha cumplido. Alojamiento una mierda. Jefe abusa a las mujeres. Todo el tiempo nos dicen que friki-friki por 50 euros, nos lo dicen todos, incluido Una decepción enorme.
Los jefes lo saben todo. Ven a las chicas como van y vienen todo el tiempo, llevadas y traídas por las tres marroquíes que hemos hablado antes a los coches y no hacen nada. Hay coches en la finca todo el tiempo. En vez de pararlo, se aprovechan. Hablan con ellas todo el rato.
Fijate, para que veas lo que hacen los jefes. Un día, antes de las 6 de la mañana, no nos habíamos levantado, un hombre apareció en la finca buscando a una tal “ (no que está aquí, si no otra) y el jefe, le deja entrar por toda la finca para que busque a esa mujer. Incluso a los dormitorios.
[4] DECLARACIÓN JORNALERA 3
¿Me podrías hablar un poco de tu situación familiar?
Estoy casada y tengo dos hijos.
¿Y de dónde eres? ¿Del este de Marruecos?
Sí, soy del este. Provengo de una familia pobre. Mi marido está enfermo. Mi hijo tiene una rotura en el brazo y no tenía dinero para llevarlo al Centro de Salud. Este es el motivo por el que he pensado emigrar a España para trabajar en la finca de Huelva. Mi objetivo es trabajar para ayudar a mi familia y poder llevar a mi hijo al médico. Pero, por desgracia, al llegar aquí nos hemos encontrado con esto.
Cuando viste la oferta de trabajo del ANAPEC, ¿cuántos meses llevabas de embarazo? ¿Y no te dijeron nada sobre el embarazo?
No, no me dijeron nada.
¿No te rechazaron?
No.
¿Y sabían que estabas embarazada?
Una señora estaba con nosotros en el barco. Cuando llegamos, al día siguiente, me llamó una amiga informándome de que esa señora había dado a luz. Fue aquí en Huelva.
Entonces, ¿ya sabían que estabas embarazada?
Ni siquiera nos preguntaron. Hicimos los análisis. Por lo tanto, sí que sabían que estaba embarazada.
Ah, ¿os hicieron los análisis?
Sí.
Cuando fuiste a su oficina para entregarles tu pasaporte, ¿te miraron las manos?
No. Solo tenía que entregarles el pasaporte y firmar.
Ni siquiera sabíamos lo que contenían esas hojas que firmábamos.
Ah, vale. Entonces, solo firmabais y salíais.
Sí, así es. Solo nos avisaban de que teníamos que empezar a recoger las maletas. No nos ofrecían ninguna
información acerca del lugar donde íbamos a trabajar.
¿Antes de venir a los campos de fresas de España, conocías o tenías contacto con alguna mujer que había venido antes que tú?
Sí. Cuando fui a la oficina del ANAPEC, encontré a mujeres que ya habían trabajado en la finca. Aproveché ese momento para preguntarles sobre las condiciones de trabajo en la finca, y me dijeron comentarios positivos al respecto. Eran trabajadoras que ya llevaban mucho tiempo trabajando en la finca.
¿Conoces a la persona que publicó el anuncio de ANAPEC en tu pueblo?
No, no lo conozco. Nosotras solo conocemos a quien vimos por primera vez en Tánger.
¿Quién te recibió en Tánger?
Fue ….
¿Fue él quien os recibió de nuevo en Tarifa?
Sí, fue No nos ayudó en nada, ni siquiera nos informó del lugar donde nos iban a llevar. Nos llamaban por nuestros nombres para subir a los autobuses. Nosotras solo íbamos subiendo a los autobuses sin conocer nuestro destino. Ni siquiera nos dieron de comer.
¿Conoces a otras mujeres que hayan viajado desde Tánger a otros lugares de España a parte de Huelva?
Sí, la prima de mi marido…La llevaron a “ ”. También conozco a otras mujeres que han ido a otras fincas.
Cuando os visitó la gente de AUSAJ (Jesús, Belén, los que acompañaron a …) Después de su visita, ¿en qué habéis pensado y qué habéis sentido después de ver a esta Asociación? ¿Y qué sucedió aquel día?
Aquel día (viernes) no hubo trabajo. Antes de la llegada de la Asociación, empezaron a decirnos que teníamos que hablar muy bien del “Baba” y que había cámaras que lo iban a grabar todo. Esa mañana su comportamiento con nosotras había cambiado, nos empezaron a tratar muy bien. Y nos decían que no hablásemos hasta que nos lo indiquen ellos. Llegó y nos dijo que no teníamos que tener miedo de nadie, que les contemos todo a la Asociación porque nos iba a apoyar.
Cuando llegó la Asociación, le prohibieron entrar a la finca. La Asociación, desde fuera, nos decía que no teníamos que tener miedo y que nos iba a sacar de esa situación.
Cuando viste a la asociación, ¿qué hiciste?
Con el apoyo de la Asociación y de mis compañeras, me animé a contarlo todo, todo lo que me estaba sucediendo en esa finca.
¿Qué les contásteis?
le dijo, señalándome: “Es ella de la que te he hablado, está enferma y sufre acoso”. Entonces, me preguntó él sobre mi situación. Le dije que vivimos en unas condiciones muy precarias. Después de trabajar en las fresas, sufrí alergia porque se me inflamaban las manos.
No me daban ningún medicamento ni me llevaron al Centrode Salud, sabiendo que estaba embarazada. Muchas veces me cansaba de trabajar tanto y les pedía una pequeña pausa para descansar, pero no aceptaban.
Le conté a la Asociación que estaba sufriendo acoso por parte del jefe, y me dijeron si era capaz de denunciarlo. Les dije que sí, con la condición de que me protejan. Aceptaron mi petición. Entonces, le señalé, les dije que ese era quien me acosa.
Cuando se llevaron a … ¿Qué pasó aquel día?
Aquel día todas lloramos, porque era ella la que nos animaba a hablar y a protestar. Nos sentimos solas después de su partida.
¿Cómo se preparó la lista de las mujeres que querían quejarse? ¿Y quién la preparó?
La preparó …. y ….
¿Quién le entregó la lista a …?
Entonces, ¿ya sabían que estabas embarazada?
Ni siquiera nos preguntaron. Hicimos los análisis. Por lo tanto, sí que sabían que estaba embarazada.
Ah, ¿os hicieron los análisis?
Sí.
Cuando fuiste a su oficina para entregarles tu pasaporte, ¿te miraron las manos?
No. Solo tenía que entregarles el pasaporte y firmar.
Ni siquiera sabíamos lo que contenían esas hojas que firmábamos.
Ah, vale. Entonces, solo firmabais y salíais.
Sí, así es. Solo nos avisaban de que teníamos que empezar a recoger las maletas. No nos ofrecían ninguna
información acerca del lugar donde íbamos a trabajar.
¿Antes de venir a los campos de fresas de España, conocías o tenías contacto con alguna mujer que había venido antes que tú?
Sí. Cuando fui a la oficina del ANAPEC, encontré a mujeres que ya habían trabajado en la finca. Aproveché ese momento para preguntarles sobre las condiciones de trabajo en la finca, y me dijeron comentarios positivos al respecto. Eran trabajadoras que ya llevaban mucho tiempo trabajando en la finca.
¿Conoces a la persona que publicó el anuncio de ANAPEC en tu pueblo?
No, no lo conozco. Nosotras solo conocemos a quien vimos por primera vez en Tánger.
¿Quién te recibió en Tánger?
Fue ….
¿Fue él quien os recibió de nuevo en Tarifa?
Sí, fue No nos ayudó en nada, ni siquiera nos informó del lugar donde nos iban a llevar. Nos llamaban por nuestros nombres para subir a los autobuses. Nosotras solo íbamos subiendo a los autobuses sin conocer nuestro destino. Ni siquiera nos dieron de comer.
¿Conoces a otras mujeres que hayan viajado desde Tánger a otros lugares de España a parte de Huelva?
Sí, la prima de mi marido…La llevaron a “ ”. También conozco a otras mujeres que han ido a otras fincas.
Cuando os visitó la gente de AUSAJ (Jesús, Belén, los que acompañaron a …) Después de su visita, ¿en qué habéis pensado y qué habéis sentido después de ver a esta Asociación? ¿Y qué sucedió aquel día?
Aquel día (viernes) no hubo trabajo. Antes de la llegada de la Asociación, empezaron a decirnos que teníamos que hablar muy bien del “Baba” y que había cámaras que lo iban a grabar todo. Esa mañana su comportamiento con nosotras había cambiado, nos empezaron a tratar muy bien. Y nos decían que no hablásemos hasta que nos lo indiquen ellos. Llegó y nos dijo que no teníamos que tener miedo de nadie, que les contemos todo a la Asociación porque nos iba a apoyar.
Cuando llegó la Asociación, le prohibieron entrar a la finca. La Asociación, desde fuera, nos decía que no teníamos que tener miedo y que nos iba a sacar de esa situación.
Cuando viste a la asociación, ¿qué hiciste?
Con el apoyo de la Asociación y de mis compañeras, me animé a contarlo todo, todo lo que me estaba sucediendo en esa finca.
¿Qué les contásteis?
le dijo, señalándome: “Es ella de la que te he hablado, está enferma y sufre acoso”. Entonces, me preguntó él sobre mi situación. Le dije que vivimos en unas condiciones muy precarias. Después de trabajar en las fresas, sufrí alergia porque se me inflamaban las manos.
No me daban ningún medicamento ni me llevaron al Centrode Salud, sabiendo que estaba embarazada. Muchas veces me cansaba de trabajar tanto y les pedía una pequeña pausa para descansar, pero no aceptaban.
Le conté a la Asociación que estaba sufriendo acoso por parte del jefe, y me dijeron si era capaz de denunciarlo. Les dije que sí, con la condición de que me protejan. Aceptaron mi petición. Entonces, le señalé, les dije que ese era quien me acosa.
Cuando se llevaron a … ¿Qué pasó aquel día?
Aquel día todas lloramos, porque era ella la que nos animaba a hablar y a protestar. Nos sentimos solas después de su partida.
¿Cómo se preparó la lista de las mujeres que querían quejarse? ¿Y quién la preparó?
La preparó …. y ….
¿Quién le entregó la lista a …?
Ellas, y…
¿Conoces a ….? ¿ el de la asociación musulmana?
Sí, ese. …. y yo hablábamos con él. Fue ella la que le contó mi caso.
¿Y cómo se enteró de la enfermedad de…? ¿Y de…?
No sé.
¿Y sabes por qué cambió el comportamiento de ….? ¿Quién es….?
La que tenía una fractura.
Ah, vale.
¿Sabes por qué ha cambiado su comportamiento?
No, no lo sé.
Vale. ¿Has tenido algún accidente en el trabajo?
Me enfermé porque el jefe me acosaba siempre.
¿Y fuiste al médico?
Sí, fui por mi cuenta y pagué por la visita.
¿Antes de ir les has pedido permiso?
Sí.
¿Qué pasó desde que se fue de la finca hasta que volvió Jesús? Cuéntame lo que pasó.
Nos encerraban y no nos dejaban salir. Teníamos mucho miedo porque no sabíamos qué hacer. Nos decían que no nos iban a pagar.
¿No has visto un pequeño coche de color naranja o una caravana?
No.
¿Qué pasó cuando Jesús y Óscar se fueron?
Cuando Jesús y Óscar se fueron, nos dejaron salir.
¿Que pasó el sábado y el domingo? ¿Qué pasó después de la manifestación?
El domingo por la mañana me avisó de que el jefe estaba tocando en la puerta de todos para mandarlos a Marruecos. Nos dijo a todas que teníamos que ir a hablar con la Asociación. Ninguna estaba dispuesta a volver a su país, porque todavía no nos habían pagado. Conforme se iban subiendo al autobús, les decían que los iban a llevar a otra finca, pero los llevaban directamente al puerto. Cuando vieron que había gente que no se quería ir, los sacaban de sus habitaciones por la fuerza. Las mujeres que se oponían a subirse al bus, fueron tiradas al suelo y violentadas.
Entonces, a unas las obligaron a subir al bus y otras huyeron.
Sí. Las que han huido, han tenido que saltar las vallas. Todas sufrieron heridas.
¿Tú no has huido?
Yo no porque me fui escondiendo y se olvidaron de nosotras. Aguantamos hasta que llegaron por la tarde y volvieron los de la asociación (SAT) y denuncié. Estabatemblando y muy nerviosa, pero señalé a Antonio delante de todos. Venían conmigo y estaban los de la asociación (SAT) y la Guardia Civil. De todas formas, ese día cambian el comportamiento hacía mí, intentan
convencerme para que no denuncie, me intentan comprar.
Ah vale. De acuerdo.
Cuando venían los periodistas para preguntarme sobre mi situación, no me dejaban salir. Ah, debo contarte lo siguiente: cuando todavía seguía en la finca, un día se me acercó para que la acompañase a otra casa.
¿Qué día fue? ¿Fue antes de que pasara todo esto y antes de que abandonase la finca?
Sí, fue antes de que abandonase la finca. me llevó a su casa para que no pudiera salir a hablar con los periodistas, pero no me di cuenta de la presencia de los periodistas hasta que me avisaron mis amigas. Los periodistas sabían que estaba embarazada y querían ver si recibía un buen trato en la finca o no. Pero cuando me avisaron mis amigas, los periodistas ya se habían ido. Me dijeron mis amigas que me ocultaron para que los periodistas no me pregunten por nuestra situación allí.
El domingo, ¿has visto cómo trataban a esas mujeres que subieron a los buses por la fuerza?
Sí. Todas estaban gritando, llorando, y fueron maltratadas en presencia de la Guardia Civil. Muchas se mareaban. Lo único que estaban solicitando era su sueldo.
¿Y cómo os sentís aquí? ¿Os sentís como si estuvieseis en la cárcel?
Sí, nos sentimos como si estuviésemos en una cárcel porque ni siquiera podemos salir, ya que hay guardias en la puerta principal.
¿Conoces a ….? ¿ el de la asociación musulmana?
Sí, ese. …. y yo hablábamos con él. Fue ella la que le contó mi caso.
¿Y cómo se enteró de la enfermedad de…? ¿Y de…?
No sé.
¿Y sabes por qué cambió el comportamiento de ….? ¿Quién es….?
La que tenía una fractura.
Ah, vale.
¿Sabes por qué ha cambiado su comportamiento?
No, no lo sé.
Vale. ¿Has tenido algún accidente en el trabajo?
Me enfermé porque el jefe me acosaba siempre.
¿Y fuiste al médico?
Sí, fui por mi cuenta y pagué por la visita.
¿Antes de ir les has pedido permiso?
Sí.
¿Qué pasó desde que se fue de la finca hasta que volvió Jesús? Cuéntame lo que pasó.
Nos encerraban y no nos dejaban salir. Teníamos mucho miedo porque no sabíamos qué hacer. Nos decían que no nos iban a pagar.
¿No has visto un pequeño coche de color naranja o una caravana?
No.
¿Qué pasó cuando Jesús y Óscar se fueron?
Cuando Jesús y Óscar se fueron, nos dejaron salir.
¿Que pasó el sábado y el domingo? ¿Qué pasó después de la manifestación?
El domingo por la mañana me avisó de que el jefe estaba tocando en la puerta de todos para mandarlos a Marruecos. Nos dijo a todas que teníamos que ir a hablar con la Asociación. Ninguna estaba dispuesta a volver a su país, porque todavía no nos habían pagado. Conforme se iban subiendo al autobús, les decían que los iban a llevar a otra finca, pero los llevaban directamente al puerto. Cuando vieron que había gente que no se quería ir, los sacaban de sus habitaciones por la fuerza. Las mujeres que se oponían a subirse al bus, fueron tiradas al suelo y violentadas.
Entonces, a unas las obligaron a subir al bus y otras huyeron.
Sí. Las que han huido, han tenido que saltar las vallas. Todas sufrieron heridas.
¿Tú no has huido?
Yo no porque me fui escondiendo y se olvidaron de nosotras. Aguantamos hasta que llegaron por la tarde y volvieron los de la asociación (SAT) y denuncié. Estabatemblando y muy nerviosa, pero señalé a Antonio delante de todos. Venían conmigo y estaban los de la asociación (SAT) y la Guardia Civil. De todas formas, ese día cambian el comportamiento hacía mí, intentan
convencerme para que no denuncie, me intentan comprar.
Ah vale. De acuerdo.
Cuando venían los periodistas para preguntarme sobre mi situación, no me dejaban salir. Ah, debo contarte lo siguiente: cuando todavía seguía en la finca, un día se me acercó para que la acompañase a otra casa.
¿Qué día fue? ¿Fue antes de que pasara todo esto y antes de que abandonase la finca?
Sí, fue antes de que abandonase la finca. me llevó a su casa para que no pudiera salir a hablar con los periodistas, pero no me di cuenta de la presencia de los periodistas hasta que me avisaron mis amigas. Los periodistas sabían que estaba embarazada y querían ver si recibía un buen trato en la finca o no. Pero cuando me avisaron mis amigas, los periodistas ya se habían ido. Me dijeron mis amigas que me ocultaron para que los periodistas no me pregunten por nuestra situación allí.
El domingo, ¿has visto cómo trataban a esas mujeres que subieron a los buses por la fuerza?
Sí. Todas estaban gritando, llorando, y fueron maltratadas en presencia de la Guardia Civil. Muchas se mareaban. Lo único que estaban solicitando era su sueldo.
¿Y cómo os sentís aquí? ¿Os sentís como si estuvieseis en la cárcel?
Sí, nos sentimos como si estuviésemos en una cárcel porque ni siquiera podemos salir, ya que hay guardias en la puerta principal.
Antes de los acontecimientos del domingo, ¿podíais salir y entrar con libertad?
Sí, antes sí, pero ahora no.
Me tienes que contar todo aquello que le has contado a los periodistas, porque esto es muy importante, ya que lo va a escuchar el Juzgado.
A mí lo único que me importa es mi hijo. Quiero proporcionarle todo aquello que necesite.
Ahora cuéntame todo lo que te sucedió con Antonio y la empresa.
Cuando llegamos a Doñana nadie nos recibió. Después de tres días, decidimos ir a ver cómo trabajaban las demás. Nos acompañaba una mujer que lleva mucho tiempo trabajando allí. Cuando nos vio empezó a preguntarle por mí. Ella le iba traduciendo todo aquello que le iba diciendo. Le dije que era una novata y que estaba casada, tenía dos hijos, y que estaba embarazada. A partir de entonces, no dejó de mirarme. Más tarde, la misma mujer volvió para comentarme que quería acostarse conmigo a cambio de 50€. Al escucharlo me quedé sorprendida y se lo comenté a mis compañeras. Siempre me acosaba y me decía que solo quería sexo anal. Había mujeres que se dedicaban a la prostitución y me animaban para que me acostara con el jefe.
Un día entró el jefe a mi habitación. Las demás se estaban duchando. Primero entró a la cocina y empezó a llamar por mi nombre. Cuando escuché su voz me mareé. Me buscó por toda la casa hasta que me encontró en mi habitación. Entró a la habitación, le saludé y se acercó. Empezó a tocarme. Me tocó la barriga y le dije que estaba embarazada, y me empezó a tocar por otras zonas del cuerpo. Fue cuando llamé a … y a… Aunque llegaron las dos, él me siguió tocando. Lo empujamos fuera de la habitación. Y le dije que tenía que ir a ducharme y me dijo que me vaya a duchar en su habitación, donde tiene un baño y una cama mejores que las nuestras. También me dijo que ni siquiera hacia falta que vaya al trabajo, ya que me iba a dar todos los días 50€. Cuando le dije que estaba embarazada, me dijo: “No te preocupes, hay otras zonas, como el sexo anal”. El me hacía el gesto. Cuando escuché todo aquello me mareé. Llamaron a y nos dijo que primero le teníamos que dar dinero para que me llevara al médico. Fui al médico y me dio medicamentos.
Sí, antes sí, pero ahora no.
Me tienes que contar todo aquello que le has contado a los periodistas, porque esto es muy importante, ya que lo va a escuchar el Juzgado.
A mí lo único que me importa es mi hijo. Quiero proporcionarle todo aquello que necesite.
Ahora cuéntame todo lo que te sucedió con Antonio y la empresa.
Cuando llegamos a Doñana nadie nos recibió. Después de tres días, decidimos ir a ver cómo trabajaban las demás. Nos acompañaba una mujer que lleva mucho tiempo trabajando allí. Cuando nos vio empezó a preguntarle por mí. Ella le iba traduciendo todo aquello que le iba diciendo. Le dije que era una novata y que estaba casada, tenía dos hijos, y que estaba embarazada. A partir de entonces, no dejó de mirarme. Más tarde, la misma mujer volvió para comentarme que quería acostarse conmigo a cambio de 50€. Al escucharlo me quedé sorprendida y se lo comenté a mis compañeras. Siempre me acosaba y me decía que solo quería sexo anal. Había mujeres que se dedicaban a la prostitución y me animaban para que me acostara con el jefe.
Un día entró el jefe a mi habitación. Las demás se estaban duchando. Primero entró a la cocina y empezó a llamar por mi nombre. Cuando escuché su voz me mareé. Me buscó por toda la casa hasta que me encontró en mi habitación. Entró a la habitación, le saludé y se acercó. Empezó a tocarme. Me tocó la barriga y le dije que estaba embarazada, y me empezó a tocar por otras zonas del cuerpo. Fue cuando llamé a … y a… Aunque llegaron las dos, él me siguió tocando. Lo empujamos fuera de la habitación. Y le dije que tenía que ir a ducharme y me dijo que me vaya a duchar en su habitación, donde tiene un baño y una cama mejores que las nuestras. También me dijo que ni siquiera hacia falta que vaya al trabajo, ya que me iba a dar todos los días 50€. Cuando le dije que estaba embarazada, me dijo: “No te preocupes, hay otras zonas, como el sexo anal”. El me hacía el gesto. Cuando escuché todo aquello me mareé. Llamaron a y nos dijo que primero le teníamos que dar dinero para que me llevara al médico. Fui al médico y me dio medicamentos.
Cuando volví al trabajo y lo veía delante de mí, me daban ganas de matarlo. No podía quedarme sola por miedo a que me volviera a acosar, siempre estaba en compañía.
¿Te ha vuelto a acosar?
Sí. Estaba trabajando, se acercó, me cogió del brazo con fuerza y me quiso besar. Aparté mi cara. Tiré lo que tenia en mis manos y me fui corriendo. Fui a la zona donde trabajan mis amigas, y les conté lo que me había pasado.
Cuando no consigue nada por cuenta manda a las alcahuetas. A mí me mandó a Me ofrecía 50 euros al día si me acostaba con el jefe. Que era mejor que trabajar en el campo. Esto pasó muchas veces. Yo nunca accedí ni con el jefe ni con nadie.
Una vez incluso intentaron ( meterme a la fuerza) en el coche de a la fuerza. Lo ví que estaba allí. Siempre tiene una navaja pequeña. Desde que pasó lo de la cocina, cuando me veía por la finca, me hacía el gesto de que iba a cortarme el cuello. Yo me cagaba de miedo.
¿Dónde sucedió esto?
Sí. Estaba trabajando, se acercó, me cogió del brazo con fuerza y me quiso besar. Aparté mi cara. Tiré lo que tenia en mis manos y me fui corriendo. Fui a la zona donde trabajan mis amigas, y les conté lo que me había pasado.
Cuando no consigue nada por cuenta manda a las alcahuetas. A mí me mandó a Me ofrecía 50 euros al día si me acostaba con el jefe. Que era mejor que trabajar en el campo. Esto pasó muchas veces. Yo nunca accedí ni con el jefe ni con nadie.
Una vez incluso intentaron ( meterme a la fuerza) en el coche de a la fuerza. Lo ví que estaba allí. Siempre tiene una navaja pequeña. Desde que pasó lo de la cocina, cuando me veía por la finca, me hacía el gesto de que iba a cortarme el cuello. Yo me cagaba de miedo.
¿Dónde sucedió esto?
Fue en Arandana. Me mareé otra vez. En ese momento pensé en la muerte porque me sentí súper débil, sin fuerzas. No quería morir lejos de mi hijo.
¿Has cobrado o no?
No, solo me dieron los 50€.
¿Cuántos días has trabajado?
He trabajado solo 24 días.
Ah, vale.
Antes no me hacían trabajar mucho, pero al rechazar todo aquello que me pedía el jefe, me empezaron a dar mucho trabajo; coger 12 cajas yo sola, estando embarazada.
¿Cómo se llaman las mujeres que son partidarias de este acoso?
Son tres: Hafida, Samira y Hayat.
¿Cuántas horas en total trabajabais?
Empezábamos a las 07.30h y terminábamos a las 02.30h. Teníamos descanso a las 12.30h. Antes de las 12.30h estaba prohibido, incluso beber agua.
El señor que estuvo recogiendo nuestros datos el día de la manifestación volvió a venir el miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo. Cuando los periodistas vienen a la finca, el jefe siempre avisa a la Guardia Civil para que esté presente. También para que nos encierren en nuestras habitaciones.
¿El señor que os ha registrado es el mismo que os obligaba a quedaros en vuestras habitaciones?
Sí, es el mismo. Controlaba la puerta principal, no nos dejaba atravesarla.
¿Desde el miércoles hasta el domingo no os dejaron salir de la finca?
No, no nos dejaron.
La Guardia civil comenzó a venir los días miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo.
¿Iban todos los días?
Sí, iban todos los días. La Guardia Civil llegaba a la finca antes que los periodistas y la gente de AUSAJ y SAT.
Cuando hiciste la declaración, ¿estaba allí el mismo Guardia Civil que estaba en la finca cuando denunciaste el acoso que sufres por parte del jefe?
Si, estaba allí. Pero cuando volví a denunciar al jefe por acoso sexual, me preguntó el Guardia Civil por el jefe. Le dije que era el jefe de la finca. Me dijo que no lo conoce, o sea, lo negó todo y dijo que nunca lo había visto. Me puse muy nerviosa. Tuve mucho miedo. Sobre todo cuando se puso a gritar a la abogada. Hay cosas que no pude contar. No sabía que hacer.
¿Te acuerdas en qué día trajeron el bus para llevaros a la playa?
Fue el viernes.
Fue el viernes.
♦♦♦♦♦♦♦
[5] DECLARACION JORNALERA 1
¿Puedes hablarme un poco de tu situación familiar y los motivos que te empujaron a venir a trabajar en Huelva?
Nuestra situación económica es precaria, tenemos pocos medios para vivir, somos pobres. No tenemos ni dinero ni negocios, llevamos una vida modesta. Yo estuve casada durante 4 años, no hubo buen rollo con mi marido y nos divorciamos. Y tengo un hijo pequeño.
Al divorciarme, volví a casa de mis padres; me quedé con ellos cosa de un año y algo. Me propusieron dos de mis hermanos, que me fuera a vivir con ellos y aprendiera un oficio en una fábrica con vistas a trabajar. Efectivamente, estuve trabajando un tiempo en Tánger, en condiciones precarias. No teníamos derechos como trabajadores, el sueldo no superaba los 200 o 250 euros mensuales, y con eso pagábamos el alquiler, los suministros de agua y electricidad, la comida, la ropa. No me sobraba nada.
Cuando salió la oportunidad de venir a trabajar aquí en la agricultura, y al oír que tanto el sueldo como el trato eran buenos me animé. Nos explicaron que se cobraban 40 euros al día, que teníamos gratis la comida, la luz, el agua, y el alojamiento. Teníamos entendido que España era un país donde se respetaban los derechos humanos y las leyes. Así que me puse manos a la obra y me inscribí en la oferta como mucha gente como yo. Me inscribí, me aceptaron, me puse muy contenta. Enseguida dejé el trabajo que ejercía en Tánger después de haber cobrado mi último sueldo.
Estuvimos un tiempo preparando los papeles: el pasaporte y demás papeles que nos pedían los de ANAPEC. Cada vez que nos llamaban de ANAPEC acudíamos. Les llevábamos todo, el pasaporte, el certificado de antecedentes penales, las fotos. Había documentos que aceptaban y otros que teníamos que traer de nuevo como las fotos…las tuve que hacer dos veces. Una vez tuvimos que ir hasta Mequinez, de Chefchaouen hasta Mequinez. Hubo dos días de sufrimiento que yo pasé ahí. Gastamos mucho dinero en ese viaje entre transporte, comida y lo demás. Yo personalmente…
Para tener más información sobre la página y nosotrxs, nos puedes escribir al mail: ecofeminismo.bolivia@gmail.com
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