lunes, 30 de abril de 2018

Declaración conjunta 2018 de las víctimas de las vacunas contra el VPH

Por Miguel Jara
En nombre de las víctimas afectadas por las vacunas contra el VPH en el Reino Unido, España, Irlanda, Colombia y Japón, el 24 de marzo de 2018 se celebró en Tokio el simposio internacional “Estado actual del daño causado en todo el mundo por la vacuna contra el VPH”.
La reunión se convocó para clarificar el estado real del daño por la vacuna contra el VPH, investigar formas de aliviar los síntomas y promover la recuperación y discutir medidas para mantener la actividad diaria de las víctimas.
En un principio, al observarse la sintomatología del daño por la vacuna VPH, se describió variablemente como síndrome de dolor regional complejo (SDRC), síndrome de fatiga crónica (SFC) y síndrome de taquicardia postural ortostática (STPO), pero pronto se descubrió que los síntomas clínicos y el daño eran más complejos. Una de las principales características clínicas de los eventos adversos (EA) notificados después de la vacunación contra el VPH, es la diversidad de síntomas y el desarrollo de los mismos de forma solapada durante un período prolongado. Los EA incluyen síntomas multisistémicos complejos, como:
Dolor sistémico, incluyendo dolor de cabeza, mialgia y artralgia
Disfunción motora, como parálisis, debilidad muscular, movimientos involuntarios y convulsiones
Entumecimiento y alteración sensorial
Síntomas autonómicos, que incluyen mareos, hipotensión, taquicardia y diarrea
Disfunción respiratoria
Trastornos endocrinos, como alteraciones menstruales e hipermenorrea
Hipersensibilidad a la luz y al sonido
Síntomas psicológicos, como ansiedad, alucinaciones, y tendencias suicidas
Trastornos del sueño, incluyendo hipersomnia y narcolepsia
En muchos casos, estos síntomas afectan el aprendizaje y resultan en fatiga extrema y disminución de la motivación, lo que tiene un impacto negativo en la vida diaria y las rutinas.
Las características clínicas de estos EA son comunes a las víctimas de los cinco países participantes y también muy similares a las de víctimas de otros países.
El número de EA ​notificados por las vacunas del VPH en cada país es abrumadoramente más alto que el de otras vacunas.
Muchos estudios muestran ahora el modo en que los componentes y el diseño de las vacunas VPH causan los síntomas de las víctimas afectadas.
Sin embargo, las autoridades sanitarias nacionales y los profesionales sanitarios  continúan negando cualquier relación causal entre las vacunas VPH y los eventos adversos.
Los partidarios de la vacuna no han mostrado ningún interés en correlacionar la sintomatología de las víctimas con los EA inducidos por la vacuna.
Los estudios de SDRC, SFC y STPO que cuestionan la seguridad de las vacunas VPH han sido excluidos basándose en que el diagnóstico es difícil y carece de especificidad. Por otro lado, las autoridades argumentan que la seguridad de las vacunas se ha establecido completamente mediante análisis epidemiológicos.
Sin embargo, su argumento epidemiológico es fundamentalmente erróneo. Su enfoque epidemiológico no está diseñado adecuadamente para detectar las señales del daño de la vacuna VPH, que se caracteriza por diversos síntomas solapados durante un largo período de tiempo. Ignoran el inusual mecanismo de acción de esta vacuna, que mantiene un título de anticuerpos muy alto durante una década.
Con estas vacunas de acción prolongada, no es de extrañar que las víctimas sufran  diferentes EA de aparición tardía. Sin embargo, de acuerdo con su lógica, a los EA reportados con un largo período de incubación se les niega cualquier relación con la vacuna, y los casos que muestran diversos síntomas se diagnostican como enfermedades conocidas independientes.
En general, es probable que los EA causados ​​por vacunas ocurran en personas vulnerables, susceptibles a las intervenciones inmunológicas, y este grupo es muy pequeño en comparación con la población general. Por tanto, una simple comparación de la incidencia de enfermedad autoinmune en el grupo vacunado versus un grupo control (no vacunado), o en la población general, no mostrará diferencias significativas.
Los argumentos que no tienen en cuenta este uso incorrecto del análisis estadístico epidemiológico posiblemente no pueden garantizar la seguridad de las vacunas VPH.  Este tipo de consideración no imparcial es totalmente contraria a los principios fundamentales de la investigación científica y debilita el papel de los profesionales sanitarios en la salud pública.
Quizás aún más sorprendente, y profundamente inquietante, es el maltrato social sufrido por las víctimas. En todos los países representados en el Simposio, el tratamiento de las víctimas ha sido muy similar. Tanto las Autoridades Sanitarias como los profesionales sanitarios de todos los países participantes niegan cualquier relación causal con la vacuna y consideran que los EA postvacunación son bien de naturaleza psicógena, o una forma de discapacidad funcional, o trastornos de simulación. Como consecuencia, las víctimas de las vacunas VPH deben soportar no solo el sufrimiento físico sino también angustia emocional, al ser frecuentemente abandonadas sin poder recurrir a un tratamiento médico adecuado.
Las organizaciones internacionales, OMS y EMA, así como las autoridades sanitarias nacionales y los legisladores, insisten en que la seguridad de las vacunas VPH se ha establecido adecuadamente mediante análisis epidemiológicos, y por tanto, se desestiman las quejas de las víctimas por carecer, según ellos, de base científica. La misma negligencia y discriminación son sorprendentemente similares en todos los países donde se han notificado eventos adversos.
Sabemos que las víctimas de otros países, no representadas en este Simposio Internacional, también han sido tratadas de la misma manera por las Autoridades sanitarias de sus respectivos países. Además, pese a que las víctimas y sus padres dieron su consentimiento para la vacunación VPH confiando en las autoridades sanitarias, ahora son acusados ​​de ser un “grupo anti-vacunas”.
La historia de las tragedias inducidas por fármacos presenta demasiados ejemplos de la negación de la causalidad entre un medicamento y sus EA, al mismo tiempo que se ignora e incluso se discrimina a las víctimas, hasta que finalmente se establece la causa sin lugar a dudas.
¿No hemos aprendido nada de estas tragedias históricas?
¿Debemos repetir nuevamente los mismos tremendos errores?
Ante esta tragedia médica, que está ocurriendo ahora a escala mundial, apelamos a los medios para crear conciencia sobre las nefastas consecuencias de este crítico problema social y sanitario, e instamos a los gobiernos, a los fabricantes de vacunas y a los expertos en salud a:
Llevar a cabo un estudio de seguimiento prolongado, por un tercero neutral, del estado de salud de todas las personas que han recibido las vacunas contra el VPH.
Promover investigaciones para el desarrollo de terapias efectivas para el tratamiento de los efectos secundarios de las vacunas del VPH.
Proporcionar tratamiento y apoyo a las víctimas de la vacuna del VPH en sus actividades diarias, educación y empleo.
Difundir información sobre TODOS los posibles efectos secundarios, mediante un folleto informativo para el paciente que se entregará a niños, adolescentes y padres para que puedan tomar una decisión informada respecto a la vacunación contra el VPH, basada en los derechos humanos fundamentales del consentimiento informado.
Cesar todas las campañas publicitarias que promueven la vacunación contra el VPH sin resaltar completamente los riesgos.
Suspender la recomendación de las vacunas contra el VPH para la inmunización rutinaria, hasta que se establezca un sistema de seguridad que garantice la prevención de los efectos secundarios graves.
Abstenerse de acciones que discriminen o calumnien a las víctimas de la vacuna contra el VPH.
27 de Abril 2018
Medwatcher Japón.
Asociación Reconstruyendo Esperanza. Asociación de víctimas de la vacuna del VPH en Colombia.
AAVP. Asociación de Afectadas por la Vacuna del VPH en España.
AHVID. Asociación de Hijas Dañadas por la Vacuna del VPH en Reino Unido.
REGRET. Reacciones y Efectos de Gardasil con Daño Extremo. Asociación en Irlanda.
Red Nacional de Víctimas de la Vacuna contra el Cáncer Cervical en Japón.
Asociación Nacional de Demandantes para los litigios contra las vacunas del VPH en Japón.


Para tener más información sobre la página y nosotrxs, nos puedes escribir al mail: ecofeminismo.bolivia@gmail.com

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