Más de 200 asesinatos después del golpe de 2009 en Honduras
Rel-UITA
El asesinato de René Martínez, presidente de la comunidad LGBT de San Pedro Sula, es solamente el último de una serie infinita de ataques mortales contra este sector de la población hondureña, y se enmarca en un contexto de creciente violación a los derechos humanos y de criminalización de defensores y defensoras
René Martínez desapareció el pasado 1 de junio tras salir de su casa acompañado por una persona no identificada. El siguiente día, su cuerpo fue ingresado a la morgue de San Pedro Sula con signos evidentes de estrangulamiento y tortura.
Además de liderar el colectivo LGBT en la capital industrial hondureña, Martínez coordinaba un Centro de Alcance y era activista del oficialista Partido Nacional. Una de sus aspiraciones era alcanzar algún cargo político para luchar a favor de los derechos de la comunidad LGBT.
Esta enésima tragedia que ha enlutado a Honduras no es algo esporádico, sino parte de un patrón bien definido de violencia contra defensores y defensoras, especialmente cuando se trata de los derechos de la comunidad LGBT.
Organizaciones y movimientos globales que defienden los derechos humanos a nivel mundial han lanzado su grito de alerta, cada vez más preocupados por la situación que se ha generado en Honduras tras el golpe de Estado de 2009.
La escalada homicida. Homofobia en Honduras
En su reportaje para la revista Index on Censorship[1], el periodista Duncan Tucker revela que 215 personas de la comunidad LGBT fueron asesinadas en Honduras entre 2009 y 2015.
Los efectos del golpe cívico-militar sobre la escalada homicida son aún más evidentes cuando se hace una comparación con el periodo anterior.
Los datos de la ONG Cattrachas muestran que un promedio de 2 personas LGBT fueron asesinadas cada año entre 1994 y 2008. Según la Asociación Arcoíris, tras el golpe de 2009 esa cantidad subió vertiginosamente a una media de 31 asesinatos al año.
La persecución contra la comunidad LGBT hondureña se manifiesta también a través de ataques múltiples contra sus miembros.
“Arcoíris denunció 15 incidentes de seguridad contra sus miembros durante la segunda mitad de 2015, incluyendo vigilancia, acoso, detenciones arbitrarias, atracos, robos, amenazas, agresión sexual. Otros activistas LGBT han experimentado desahucios, cargos falsos, difamación, desapariciones forzadas y restricciones del derecho de reunión”, señala Tucker en su reportaje.
El 92 por ciento de los asesinatos permanecen impunes.
Vergonzosa impunidad. Reacción internacional
La total impunidad es lo que más preocupa tanto a las organizaciones nacionales e internacionales, como a la comunidad internacional.
En un comunicado, la Alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Federica Mogherini, pidió una “investigación exhaustiva” para hallar a los responsables del asesinato de René Martínez.
Asimismo, dijo que se deben garantizar “pasos urgentes y decisivos para proteger a los defensores de los derechos humanos en Honduras”, para así “poner fin a la impunidad y la violencia”.
El Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos[2], exigió a las autoridades hondureñas “una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial con el fin de identificar a los responsables del asesinato”, al tiempo que instó a “poner fin a todo tipo de amenazas y actos de hostigamiento” contra la comunidad LGBT.
También pidió “adoptar de manera inmediata las medidas más apropiadas para garantizar la vida, la integridad física y psicológica de todos los defensores de los derechos de las personas LGBT, y en general de todos los defensores y defensoras de derechos humanos en Honduras”.
A pesar de la difícil situación, Danny Reyes, coordinador de Arcoíris, dijo a Index on Censorship que la necesidad de un cambio drástico es lo que le da la fuerza para seguir luchando contra la discriminación.
“Necesitamos encontrar una Honduras libre de violencia y homofobia. Creemos que es nuestra responsabilidad luchar por eso, para que las próximas generaciones tengan un espacio donde vivir en un mundo mejor”, indicó.
Al menos 1.700 personas transexuales fueron asesinadas en el mundo de 2008 a 2014 en 62 países. La homosexualidad todavía está penada en 79 países[3] y se castiga con la muerte en 7 países: Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Irán, Mauritania, Somalia, Sudán y Yemen.
Notas
1 https://www.indexoncensorship. org/2016/04/magazine- homofobia-honduras-lgbt- espanol/
2 Programa conjunto de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) y de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH)
3 http://factoides.com.ar/post/ 11400150623/homosexualidad
Fuente: Rel-UITA
René Martínez desapareció el pasado 1 de junio tras salir de su casa acompañado por una persona no identificada. El siguiente día, su cuerpo fue ingresado a la morgue de San Pedro Sula con signos evidentes de estrangulamiento y tortura.
Además de liderar el colectivo LGBT en la capital industrial hondureña, Martínez coordinaba un Centro de Alcance y era activista del oficialista Partido Nacional. Una de sus aspiraciones era alcanzar algún cargo político para luchar a favor de los derechos de la comunidad LGBT.
Esta enésima tragedia que ha enlutado a Honduras no es algo esporádico, sino parte de un patrón bien definido de violencia contra defensores y defensoras, especialmente cuando se trata de los derechos de la comunidad LGBT.
Organizaciones y movimientos globales que defienden los derechos humanos a nivel mundial han lanzado su grito de alerta, cada vez más preocupados por la situación que se ha generado en Honduras tras el golpe de Estado de 2009.
La escalada homicida. Homofobia en Honduras
En su reportaje para la revista Index on Censorship[1], el periodista Duncan Tucker revela que 215 personas de la comunidad LGBT fueron asesinadas en Honduras entre 2009 y 2015.
Los efectos del golpe cívico-militar sobre la escalada homicida son aún más evidentes cuando se hace una comparación con el periodo anterior.
Los datos de la ONG Cattrachas muestran que un promedio de 2 personas LGBT fueron asesinadas cada año entre 1994 y 2008. Según la Asociación Arcoíris, tras el golpe de 2009 esa cantidad subió vertiginosamente a una media de 31 asesinatos al año.
La persecución contra la comunidad LGBT hondureña se manifiesta también a través de ataques múltiples contra sus miembros.
“Arcoíris denunció 15 incidentes de seguridad contra sus miembros durante la segunda mitad de 2015, incluyendo vigilancia, acoso, detenciones arbitrarias, atracos, robos, amenazas, agresión sexual. Otros activistas LGBT han experimentado desahucios, cargos falsos, difamación, desapariciones forzadas y restricciones del derecho de reunión”, señala Tucker en su reportaje.
El 92 por ciento de los asesinatos permanecen impunes.
Vergonzosa impunidad. Reacción internacional
La total impunidad es lo que más preocupa tanto a las organizaciones nacionales e internacionales, como a la comunidad internacional.
En un comunicado, la Alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Federica Mogherini, pidió una “investigación exhaustiva” para hallar a los responsables del asesinato de René Martínez.
Asimismo, dijo que se deben garantizar “pasos urgentes y decisivos para proteger a los defensores de los derechos humanos en Honduras”, para así “poner fin a la impunidad y la violencia”.
El Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos[2], exigió a las autoridades hondureñas “una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial con el fin de identificar a los responsables del asesinato”, al tiempo que instó a “poner fin a todo tipo de amenazas y actos de hostigamiento” contra la comunidad LGBT.
También pidió “adoptar de manera inmediata las medidas más apropiadas para garantizar la vida, la integridad física y psicológica de todos los defensores de los derechos de las personas LGBT, y en general de todos los defensores y defensoras de derechos humanos en Honduras”.
A pesar de la difícil situación, Danny Reyes, coordinador de Arcoíris, dijo a Index on Censorship que la necesidad de un cambio drástico es lo que le da la fuerza para seguir luchando contra la discriminación.
“Necesitamos encontrar una Honduras libre de violencia y homofobia. Creemos que es nuestra responsabilidad luchar por eso, para que las próximas generaciones tengan un espacio donde vivir en un mundo mejor”, indicó.
Al menos 1.700 personas transexuales fueron asesinadas en el mundo de 2008 a 2014 en 62 países. La homosexualidad todavía está penada en 79 países[3] y se castiga con la muerte en 7 países: Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Irán, Mauritania, Somalia, Sudán y Yemen.
Notas
1 https://www.indexoncensorship.
2 Programa conjunto de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) y de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH)
3 http://factoides.com.ar/post/
Fuente: Rel-UITA
Subido por M. Cecilia Méndez B.
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