La antropóloga mexicana Marcela Lagarde es la principal referencia actual a la hora de hablar de sororidad, que define como "Una dimensión ética, política y práctica del feminismo contemporáneo. Es una experiencia de las mujeres que conduce a la búsqueda de relaciones positivas y la alianza existencial y política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con otras mujeres, para contribuir con acciones específicas a la eliminación social de todas formas de opresión y al apoyo mutuo para lograr el poderío genérico de todas y el empoderamiento vital de cada mujer".
Un poco de historia de la sororidad
Ya en el siglo XV, Cristina de Pisán, la primera escritora profesional documentada, planteaba en 'La ciudad de las damas' un espacio social y político exclusivo para mujeres. El feminismo en sí mismo, como movimiento y ética, es pura sororidad. Las mujeres (así ha sido y es mayoritariamente) han sido las que le dieron sentido y se articularon en torno a una filosofía transformadora que no solo nos permite crecer como grupo y luchar contra las desigualdades por razón de género sino que también es una fuente inagotable de empoderamiento personal. No es extraño oir a compañeras que explican que el feminismo "les ha quitado la venda", "les ha abierto los ojos", les ha hecho más conocedoras de lo que son y más cercanas a otras mujeres.
La sororidad logró un enorme desarrollo gracias al feminismo radical de finales de los 60 y la década de los 70.
Siguiendo las teorías de Lagarde, la sororidad define este pacto dentro de un nuevo feminismo que tiene que como principales características la recuperación de la historia de las mujeres, ser una filosofía crítica con el androcentrismo y proponer una nueva visión y valores en las relaciones humanas en las que dejen de predominar roles asociados tradicionalmente a lo masculino, como la competitividad o la agresividad.
Precisamente, gracias a la sororidad, podemos preservar ese núcleo fundamental del feminismo, ahora que en el ámbito anglosajón y, por extensión también en el latino, se difunden proyectos para implicar a los hombres en la igualdad y trabajar en una nueva masculinidad.
Ejemplos de sororidad
Uno de los ejemplos más cercanos en el tiempo acerca de sororidad lo vivimos en 'El Tren de la Libertad'. Más de 1.500 mujeres españolas de diferentes generaciones y ámbitos profesionales partieron de Asturias el 1 de febrero para viajar hasta el Congreso de los Diputados, donde se manifestaron para mantener la actual Ley de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo.
También las mujeres egipcias, durante sus manifestaciones por el cambio político y social, o las firmantes del Manifiesto de las 343 'salopes' son ejemplos de sororidad y reivindicación, aunque basta con profundizar en nuestra historia cercana para descubrir historias que apelan a esa sintonía entre mujeres que tantas veces funciona como organización y red de apoyo.
Para saber más sobre sororidad:
1. 'De solidaridad a sororidad', artículo de La lente violeta.
2. 'Enemistad y sororidad. Hacia una nueva cultura feminista', de Marcela Lagarde (via e-Mujeres.net).
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