publicado Junio 01, 2015
Sonia Sánchez, activista feminista y escritora del libro “Ninguna Mujer Nace para Puta”, “La Puta Esquina: Campo de Concentración a cielo abierto” y “¿Qué te indigna? Trata de personas con fines de explotación sexual”, dialogó con La Kermés de los Sábados.
- Sonia, ¿cómo te presentas?
- Siempre digo que no tengo una presentación muy original. En principio, digo que soy una mujer rebelde y desobediente. Vivo de la venta de mis libros, de las charlas que doy, de los talleres de capacitación en escuelas, en las policías, etc., Y después, espero que cada uno y una me escuche y saque sus propias conclusiones.
- No parece fácil, ¿no?
- No es fácil. El próximo libro que voy a escribir deberá tratar sobre los colmos de una ex puta. Porque antes, cuando era puta, corría de la policía para que no me metan presa. Y ahora, se sientan los policías para escucharme y para que yo les enseñe, ¿no?
Particularmente he dado muchas capacitaciones en el sur del país dirigida a aquellos policías que intervienen los prostíbulos y tienen que saber qué es una puta, qué es un fiolo o prostituyente.
Particularmente he dado muchas capacitaciones en el sur del país dirigida a aquellos policías que intervienen los prostíbulos y tienen que saber qué es una puta, qué es un fiolo o prostituyente.
También dicto capacitaciones a los y las jueces. Porque me ha tocado recibir a mujeres que son “rescatadas” en el sur y me cuentan cómo han sido tratadas por estos funcionarios. Entonces yo quiero que comprendan qué es una puta, qué violencias ha sufrido, qué significa la prostitución y el tráfico. Y que no les pidan todo el tiempo sus relatos o historias de vida, sino que aprendan a ver por fuera y detrás de esa puta para comprender el delito y puedan meter presos a los fiolos y traficantes de esa mujer.
- ¿Y qué resulta más difícil: enseñar a las policías o a las personas que trabajan en el sistema judicial y ocupan lugares claves?
- Los dos me han costado. Porque son lugares de mucho poder. Las y los jueces, con sus firmas, te cagan la vida. Las primeras veces que he dado los talleres terminé con ampollas en la boca, de los nervios. Porque son funcionarios que no te ven como persona sino como un número, un expediente. Entonces yo brindo capacitaciones para que puedan correrse de ese lugar. Y a muchos les molesta cómo les doy los talleres y que sea yo quien se los dicta. Yo no veo jueces y juezas sino personas. Entonces, ¿sabes lo que hago? Los saco de sus escritorios y los hago caminar dos horas en Plaza Once. Tú tienes que mirar sus rostros.
Y además, después que yo les cuento de dónde vengo, muchos de ellos, desde sus preguntas quieren volverme a la puta esquina, ¿comprendes?
Y además, después que yo les cuento de dónde vengo, muchos de ellos, desde sus preguntas quieren volverme a la puta esquina, ¿comprendes?
Disfruto más los talleres en los barrios y en las escuelas. Entrar en las escuelas y hablar con las y los adolescentes me fascina. Porque yo trabajo desde la prevención y hubiera dado cualquier cosa cuando tenía 17 años y había caído en la prostitución, que en la escuela me hubiesen dado esa herramienta.
- ¿Estas capacitaciones son un quijoteada tuya o son varias las personas que hacen este tipo de laburo para tratar de que la gente tome conciencia?
- La mayoría de personas que dan este tipo de capacitaciones son profesionales. Yo no tengo profesión. Y es más, solo tengo hecho hasta el 2° año de la escuela secundaria. Pero si tengo mucha experiencia, y leo y me capacito mucho.
Y lo loco es que la gente que me contrata es de los gobiernos provinciales. Y cuando doy las capacitaciones yo critico todos los estamentos.
Y lo loco es que la gente que me contrata es de los gobiernos provinciales. Y cuando doy las capacitaciones yo critico todos los estamentos.
- Vos sos quirúrgica para usar el lenguaje. Cada palabra que usas tiene una conceptualización, muchas veces construida por vos misma, ¿a qué te estas refiriendo cuando hablas de “campos de concentración a cielo abierto”?
- La prostitución tiene todos los síntomas de un campo de concentración. Y de hecho, hoy las mujeres que desaparecen en la prostitución, y no hablo de desaparecidas simbólicas sino concretas, desaparecen con la trata de personas. Y son muy pocas las que son rescatadas.
Por otro lado, la tortura que se sufre es tremenda. Si hoy una niña es penetrada vaginal, bucal y anal hasta 30 veces por noche… dime si eso no es tortura, ¿cómo quedan las cabezas de esas adolescentes y mujeres? Y no estoy hablando de las enfermedades de transmisión sexual. La sífilis se ha vuelto muy fuerte en la prostitución. Las gonorreas… y ya ni hablo del HIV. Porque a las putas le dan un forro pero ella no tiene poder. El poder lo tienen los varones, y entonces si no quieren no lo usan.
Cuando hablo de campo de concentración es porque veo que los penes son picanas. Y cuando una mujer se mete en un hotel transitorio para ser penetrada bucal, anal y vaginalmente, se está jugando la vida.
La marca que se deja a la puta, como a los judíos con el número, es la vergüenza. Por eso las putas tienen otros nombres. No tienen verdadera identidad. Y al dolor lo maquillan con ese orgullo que implica el discurso de “con ese dinero yo les doy de comer a mis hijos” o “yo pongo el precio”, etc., pero cuando esa mujer puede correrse el velo, el dolor es tremendo.
La prostitución deja marcas profundas en las personas que han sido prostituidas y traficadas. Y creo que, ni en Argentina ni en el mundo, existe un estudio serio sobre las enfermedades mentales que hemos padecido las mujeres que pasamos por la prostitución y el tráfico. Tampoco relativo a cuántas veces aborta una mujer prostituida, cuántos hijos hemos parido, dónde están esos hijos, qué pasa con el futuro de esos niños o niñas que han nacido de mujeres prostituidas, ¿son prostituidas hoy? ¿Son mujeres con sus derechos económicos, sociales y culturales restablecidos?
Además, sostengo que los cuerpos prostituidos son cuerpos sacrificables.
- ¿Qué mirada tenés sobre los equipos de abordaje que, se supone, tienen que estar actuando en las distintas unidades de trata de personas que hay en Argentina? ¿Crees que están capacitados?
- Sí, claro que los conozco. Y me los he encontrado en charlas y talleres, y los critico en la cara. Porque muchos programas tienen bonitos nombres pero no se está haciendo nada. A ver: utilizan la palabra “rescatar” y dicen que rescataron 6922 personas prostituidas y traficadas. Y yo me pregunto ¿cuántas de ellas hoy son sujetas de derecho? Ninguna. Entonces, la palabra “rescate” está mal utilizada. Porque dejan de ser putas en el sur para ser putas en el norte. El gobierno y estos programas deben decir que hubo una intervención judicial y policial. Pero como a través de las palabras “victima” y “rescate” entra mucha plata… pero en la práctica eso no existe.
- No se les da un seguimiento para, como vos decís, puedan empoderarse…
- No. Te doy un ejemplo: hace un mes estuve en Entre Ríos con una organización que estaba trabajando con los programas de rescate y me contaron que debieron dejar de enviar a las mujeres porque no había seguimiento. La intervención, el “rescate” consiste en sacarlas de los prostíbulos, quitarles sus historias, enviarlas a sus pueblos y hasta ahí llegaron con la intervención de gobierno. En eso quiero ser clara: no hay un gobierno nacional ni provincial que restituya los derechos de las personas que han sido prostituidas.
- Sabemos de tu posición contraria a que se regule la prostitución como trabajo pero quisiéramos que nos contaras por qué piensas que está siendo tomada por los políticos
- En primer lugar, como país no deberíamos estar discutiendo si la prostitución es trabajo o no porque Argentina es un país abolicionista y ha firmado tratados internacionales, desde 1949, en los que se compromete a abolir la prostitución y erradicar todas violencias hacia la mujeres. Y la prostitución es violencia hacia las mujeres.
El tema es que, desde el año 98´, en Argentina están entrando muchos millones de dólares a través de la figura de “trabajadoras sexuales”. Y digo, no solo en Argentina sino en toda América Latina. En el año 2012 entraron 12 millones de dólares para trabajar en toda América Latina y el Caribe para sindicalizar la prostitución como trabajo. Esto significa que vienen por todas las mujeres pobres de América Latina y el Caribe, que las quieren sindicalizar para que se mueran como putas. Para que produzcan hasta el día de sus muertes como putas. Pero lo peligroso de este discurso que algunos partidos políticos y funcionarios, que en su mayoría son del Frente Para la Victoria, promueven es que nos dicen que vienen por nuestras niñas. Y digo esto porque hoy el sindicato sindicaliza a esas mujeres que están siendo prostituidas y les dice que van a morir como putas pero disfrazadas de trabajadoras sexuales. Pero, ¿de qué se sostiene el sindicato de trabajadoras sexuales que está dentro de la CTA? Se sostiene de otras putas que pagan la cuota sindical. Y, ¿Cuáles van a ser las putas que sostengan el sindicato cuando aquellas mueran? Van a ser nuestras niñas. Porque ellos vienen por nuestras hijas y nuestras hermanas.
Ellos y ellas están diciendo que la prostitución es un trabajo digno como ser maestra o periodista. Tan digno como ser diputada y al hacerlo están sacando al proxeneta de Argentina del delito de proxenetismo y lo ponen como marido. Ahí sí que van a poder, estos fiolos, ponerse de novio con una niña de nuestras casas, hacerlas putas y no van a ir preso. Si total elle va a estar sindicalizada como trabajadora sexual.
Pero también van a sacar a los y las traficantes de personas y los y las van a poner en la parte legal como representantes. Y quiero dejar en claro que el discurso fálico de trabajo sexual es partícipe necesario en el crimen organizado de la trata de personas con fines de explotación sexual. La señora Claudia Brizuela, ex secretaría general de AMMAr – CTA, que sostiene la prostitución como trabajo sexual fue procesada hace dos meses por el juez Lijo porque hace 2 años hicieron varios allanamientos en la provincia de Buenos Aires y encontraron mujeres traficadas que además estaban sindicalizadas por esta señora. Y no solo les daban el carnet de trabajadoras sexuales con sus nombres, sino que también les enseñaban a que cuando entraba la policía o clientes, dijeran que eran trabajadoras sexuales. Y encontraron el carnet y escuchas de Claudia Brizuela con los y las dueñas de esos prostíbulos. ¿Y saben cómo está imputada Claudia Brizuela? Como partícipe necesaria en el crimen organizado de trata de personas.
Entonces queda claro que eso no es un trabajo y que la trata de personas con fines de explotación sexual y el proxenetismo, necesitan y son socios de este discurso de trabajo sexual.
El discurso de trabajo sexual lo necesita el tráfico de persona para no ir preso más ninguno, ¿te das cuenta? Si todas las putas son trabajadoras sexuales, ¿qué fiolo va a ir preso?¿qué traficante va a ir preso? Si el traficante va a decir que gestiona el prostíbulo para que la puta tenga trabajo.
- ¿De dónde vienen esos millones a los que te referís para instalar el discurso y los proyectos de ley de regulación de la prostitución como trabajo sexual?
- Vienen de las agencias internacionales. AMMar – CTA recibe de muchas organizaciones internacionales. Te hablo solo de los 12 millones que recibió la Red de Trabajadoras Sexuales de América Latina y el Caribe (ReTraSex), de la cual la representante es también la que preside AMMar – CTA, Elena Reynaga.
En el año 1998 el Banco Mundial bajó 1 millón de dólares, yo lo sé porque estaba organizada, para trabajar en la prevención del VIH y malaria y es allí cuando se utiliza por primera vez la identidad de “trabajadora sexual”.
- ¿Y te ha tocado estar con putas que entienden que son trabajadoras?
- Sí, claro. Porque en realidad la mujer prostituida se tiene que mentir. Mentir para sostener esa mentira de trabajo. Pero a esas personas yo las respeto. No respeto a las fiolas sindicalistas. Tampoco a las y los diputados que sostienen y promueven estos proyectos. Pero a la mujer que está siendo prostituida y que es penetrada vaginal, bucal y analmente en los prostíbulos y en las putas esquinas, yo la respeto. Yo con ella no discuto. A mí me interesa discutir con la sociedad.
- Esas mujeres a las que describís, ¿son mayoría?
- Por mi experiencia de estar mucho tiempo en la calle, con ellas, puedo decir que lo que tú ves en primer momento es una máscara de mujer fatal que sostiene que es su trabajo. Pero cuando ellas ven que tú no les vas a hacer daño, que eres una mujer como ellas y solo quieres charlar y ellas pierden el miedo y se pueden relajar, sale la verdad, la vergüenza que se siente. Porque ¿cómo maquillas la vergüenza y el dolor cuando sos prostituida? Con un falso orgullo, que es el que te sostiene como un corsét parada en una esquina soportando la vergüenza de que todo el mundo te señale y vea. O en un prostíbulo soportar el dolor de ser humillada, violentada, etc.,
- ¿Sabés cuál es la edad promedio en que las niñas comienzan a ser prostituidas?
- En realidad, ahora, las traficadas son adolescentes. Muy chiquitas,16 o 17 años. Acá en Buenos Aires, todos los papelitos que encontrás… esto sí que es un prostíbulo a cielo abierto… que te muestran y dicen “paraguayitas nuevecitas”, “plantel nuevecito”, etc., Eso significa que son cada vez más niñas a las mujeres que prostituyen. Y en la prostitución las categorías vienen así: los niños y niñas más pequeños, de 6 – 8 años, que son prostituidos, son los más caros. Luego vienen las chicas travestis. Después siguen las mujeres y luego, los varones. Y las adolescentes que no pueden ser traficadas, son paradas en la puta esquina. Si no pueden ser traficadas, porque a los 22 años ya eres vieja, igual producirás dinero.
Foto de Supercholita
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