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martes, 31 de julio de 2018

El movimiento feminista se potencia mientras la Iglesia Católica se desmorona

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Leopoldo Lavín Mujica
Rebelión


Signo cultural de los tiempos presentes. Uno de los bastiones de la opresión de la mujer durante siglos es atravesada por la ignominia y se cae con estrépito en Chile. Salpica a toda la derecha ultraconservadora chilena que la instrumentalizaba como baluarte y espolón de combate en la defensa de los privilegios masculinos y de clase dominante y reaccionaria.Las exitosas movilizaciones feministas lo confirman. Al mismo tiempo que la debacle de la Iglesia chilena se consuma, puesto que su jerarquía está por los suelos y ha perdido toda dignidad de la función por su implicancia directa en abusos o por encubrimiento de crímenes de carácter sexual, un potente movimiento social de mujeres se desarrolla contra las opresiones específicas por ellas vividas.
La onda de choque entró por la Via Ottaviano hasta el mismísimo poder sacro que representa el viejo Vaticano conocido por sus seculares intrigas en torno al poder, sus notables casos de corrupción mafiosa por el dinero y por los recurrentes escándalos en torno a la pulsión libidinosa reprimida por los votos de castidad de los vicarios de Dios. El Papa jesuita Bergoglio, obligado por algunos cardenales, después de hacer caso omiso de la amplitud del problema, debió enviar a Chile funcionarios de confianza para intentar resolver la crisis.
La vieja institución papal se resiente aún más en medio de un desencantamiento del mundo y del auge de la mercancía y del individualismo en un contexto de expresiones mórbidas de la crisis del capitalismo tardío. Desencantamiento aparente, porque Latinoamérica vive un avance arrollador del neo-evangelismo de las sectas religiosas en Brasil, México, Paraguay y Chile.
Y no hay santo por hacer ni procesión que vaya a salvar a la Católica y Romana de su propio infierno. Ya sucedió. En algunas ciudades del mundo occidental las iglesias católicas en desuso son convertidas en confortables departamentos por promotores de condominios. Pero los mormones siguen en expansión con sus lujosos templos. El de las afueras de París es impresionante. En Salt Lake City, el Vaticano, mormón, los fondos son cuantiosos y las redes financieras poderosas.
En Chile las iglesias neo-evangelistas que compiten con la Católica en el mercado de las religiones tienen representación política gracias a las fortunas amasadas con el consentimiento del Estado. Aquéllas defienden posiciones de discriminación de género, son conservadoras, anti derecho a decidir y homofóbicas; como el pechoño J.A. Kast.
En Chile, los resabios de la ideología patriarcal promovida por la Iglesia Católica, han sido persistentes en las ciencias sociales debido a los privilegios masculinos. Una cierta elite intelectual masculina de todos los pelajes y colores ha ignorado el feminismo como fenómeno social y también político. Por eso mismo se les vinieron encima las movilizaciones. La elite “pensadora” no tiene los marcos intelectuales y conceptuales para entenderlas.
Retraso del conocimiento ante la porfiada realidad de los hechos. Y sin embargo hacía tiempo ya que Axel Honneth, el sociólogo alemán continuador de J. Habermas, había teorizado la sociedad de la posguerra a partir de las luchas por el reconocimiento de sectores sociales dañados por el poder económico, cultural y social. Para qué hablar de las teóricas feministas que como Nancy Fraser polemizaron con éste. Y no sólo acerca del carácter cultural de las luchas sino también de la necesidad de que éstas sean antineoliberales y se proyecten hacia los cambios constitucionales. Carlos Peña, rector de la UDP, no se maneja en el tema. Habla de “lo femenino” como si se tratara “del eterno femenino” a lo Coco Chanel. Pontifica como siempre fuera del tiesto.
Dato aparte. Fue Honneth quien popularizó los conceptos de “integración social” e “inclusión” que hoy son parte del léxico piñerista, pero … para embolinar la perdiz.
En el caso de las mujeres, el feminismo es la puesta en ideas y en la acción de ese daño secular con miras a la transformación social. De la lucha por la emancipación contra las opresiones actuales. Por el derecho a decidir entre otras cosas.
Pero en el marco de este movimiento y dentro del feminismo vemos venir posturas oportunistas de la vieja política, que con la ayuda mediática quieren reposicionarse en el contexto de la causa. ¡Si hasta a Cecilia Morel, la esposa del magnate presidente Piñera, quieren presentarla como líder de mujeres!
Y para qué hablar de la socialista-concertacionista Bachelet, quien llama “chiquillas” al movimiento feminista. M. Bachelet, la misma que en julio del 2006 en Córdoba, Argentina, Presidenta en aquel entonces en el marco de la cumbre del Mercosur, mientras las trabajadoras chilenas de las salmoneras estaban en huelga para protestar contra sus sueldos miserables y las condiciones de trabajo, no se le ocurría hablar de explotación salarial. Bachelet, junto a su brazo derecho de Hacienda, el neoliberal concertacionista Andrés Velasco, sólo atinaba a hablar de “crecimiento económico”, sin dedicarle ni una sola palabra de solidaridad a las trabajadoras en lucha.
Era en los mismos instantes en que Carlos Vial Larraín (otro más) en una expresión típica de la mentalidad declaraba: “dejen de sacarle la madre a la industria (salmonera)”. Era a los cuestionamientos a la depredación empresarial sin límites que el esperpento reaccionaba. Hoy sabemos a dónde ha llevado esta ‘industria” de la depredación. A una devastación sin límites, con casi millón de salmones sueltos e infectados devorando especies en el litoral austral.
Y por lo mismo, las luchas están vinculadas y las problemáticas del capitalismo tardío y neoliberal también. Unir lo que la ideología neoliberal y el dispositivo mediático tradicional separan, fragmentan y ocultan permite comprender y actuar mejor en el mundo en que vivimos. 



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Justicia Patriarcal (II) Venganza judicial

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Lidia Falcón
www.publico.es

Sobre el machismo estructural que domina la vida interna de la jurisprudencia española ejemplificado en el caso de Juana Rivas.

La sentencia dictada por el juez  Manuel  Piñar contra Juana Rivas  ha mostrado, una vez más, cómo el poder patriarcal tiene su arma más eficaz en la judicatura. Esa sentencia no sólo se ha dictado porque, según relata, él no crea que Juana ha sufrido violencia de género, sino fundamentalmente para vengarse de la desobediencia de una mujer que se ha atrevido a enfrentarse a las sacrosantas resoluciones judiciales, y que llegó, en el colmo de su soberbia, a desaparecer durante el largo espacio de tiempo de un mes, en el que ni las fuerzas de seguridad pudieron dar con ella.
La venganza se ha cumplido, aunque el juez no lo expresa de tal manera. Redacta una sentencia en la que las pruebas aportadas por la defensa no tienen ninguna presencia. Ni la condena por violencia de género en 2009 que le acarreó a Francesco Arturi, el marido, perder la custodia del hijo mayor Gabriel, ni la nueva denuncia presentada en Granada hace dos años que no ha sido tramitada nunca, aparecen mencionadas en la sentencia. Simplemente el juez se limita a afirmar que los hechos alegados por Rivas “son inexistentes”, “no son creíbles” y “responden a una estrategia para conseguir la guardia y custodia de sus hijos “explotando el argumento del maltrato”.
El caso de Juana le ha servido a Piñar  para volver a aplicar su convicción de que las mujeres son mentirosas, astutas y abusan de los hombres. Como en el caso de una sentencia que dictó en 2011, por la que condena a una mujer por denuncia falsa. En ella Piñar se explaya contra la fiscalía y contra la propia ley integral contra la violencia de género. Mientras la fiscalía pedía la absolución, el juez acabó condenando a la mujer a año y medio de cárcel por denuncia falsa y presentación de falsos testigos. Afirmó que la mujer actuó de mala fe y sabiendo que lo que denunciaba no era cierto, con el propósito de “inferir un mal a su exmarido amparándose en el rigor tuitivo de la legislación de protección de violencia de género“. Esta frase puede leerse casi textualmente ahora en la sentencia de Rivas.
En la sentencia, Piñar llega incluso a relacionar lo que considera como “excesivo celo ideológico de proteger a la mujer” con “el principio de oportunidad que legislaciones autoritarias atribuían a fiscales” que estaban “al servicio de Hitler o Stalin”.
Obsesionado con lo que denomina el rigor tuitivo de la legislación de protección de violencia de género“, frase que repite en diversas sentencias desde 1999, Piñar no solo manifiesta su misoginia sino que tiene la satisfacción de poder cumplir su ansia vengativa con el poder que le concede nuestra Constitución.
Y ciertamente hay que defender y mantener la independencia del poder judicial, que ya hemos sufrido bastante cuando estaba sometido al poder político, pero la ciudadanía debería exigir también que hubiera un control eficaz sobre las personas que van a sentarse en el estrado de la magistratura y a disponer de la vida, la felicidad y los bienes de los justiciables.
He repetido que la Escuela del Poder Judicial es la Escuela del machismo. Allí, a los recién llegados de las oposiciones cuya dureza y exigencias corresponden únicamente a las que se celebraban en el Imperio Chino, y por tanto obsesionados con conocer todos los vericuetos de la ley y repetirlos como mecaninfos,  se les explica que las mujeres presentan denuncias falsas de maltrato y es preciso investigarlas antes de proceder a admitirlas.
El examen psicológico no es más que un test propio de un libro de autoayuda. Insertos en el sistema patriarcal para el que les ha preparado la escuela, la familia, la enseñanza religiosa, los medios de comunicación, la organización social, aquellos y aquellas que se preparan para jueces llevan a tan excelsa actividad el bagaje que señala a la mujer como la causante de todos los males del hombre y de la familia, a tenor de lo que predicaban los Padres de la Iglesia.
Si a ello agregamos, ¡y cómo no hacerlo!, la nefasta tradición de prepotencia, alejamiento e indiferencia por las necesidades humanas a que el sistema franquista les troqueló y nos acostumbró a los sufridos ciudadanos, la judicatura de nuestro país se está ganando la peor fama de las instituciones. En ella no entraron las reformas que incompletas pero definitivas se hicieron en el poder político y el militar.
Pero no podremos avanzar en construir una democracia creíble, no voy a decir feminista, mientras la judicatura no haga las reformas imprescindibles para estar al servicio de la ciudadanía a la que se debe.
Y mientras no aprenda que las mujeres también somos ciudadanas y no esclavas.




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lunes, 30 de julio de 2018

"'La manada' va a significar un antes y un después en la conciencia crítica con respecto a la violencia sexual"

Violencia sexual & Feminismo


Ana Sánchez Borroy
www.eldiario.es

Entrevista a Rosa Cobo, profesora de Sociología del Género en la Universidad de La Coruña "La violencia contra las mujeres es, en realidad, el centro del relato pornográfico" "No es posible acabar con la violencia sexual si un 40% de la población masculina ve normal que los hombres accedan al cuerpo de las mujeres por dinero" "Lo único que ha hecho el feminismo es ensanchar la democracia


Rosa Cobo, profesora de Sociología del Género en la Universidad de La Coruña Juan Manzanara / Zaragoza
 
 El Instituto Aragonés de la Mujer celebró la primera semana de Julio su  XXV aniversario y ha impulsado la I Escuela de Pensamiento Feminista. Una de las ponentes fue la profesora de Sociología del Género en la Universidad de La Coruña Rosa Cobo (La Cavada, 1956). Su conferencia llevaba por título '¿Prácticas culturales o prácticas patriarcales? Respuestas desde el feminismo'.


¿Asumimos como culturales prácticas que son claramente patriarcales?
La cuestión clave es la discusión sobre las prácticas de las distintas comunidades culturales. Es decir, el debate es si las culturas son sagradas y si las prácticas culturales también. ¿Hasta qué punto son interpelables las prácticas culturales? ¿Hasta qué punto se pueden cuestionar las culturas? La respuesta sería que todas las culturas son respetables, pero no lo son todas las prácticas culturales. Aquellas prácticas culturales que no promueven la igualdad, que enfatizan y defienden la desigualdad, que no defienden los derechos humanos no son respetables, no son dignas de protección y se deben interpelar.


En la cultura occidental, ¿cuáles serían esas prácticas que deberíamos interpelar?
Todas aquellas que promueven la desigualdad de las mujeres deben ser puestas en cuestión. Hay prácticas que tienen que ver con la hipersexualización de las mujeres; tienen que ser necesariamente interpeladas porque esencializan a las mujeres, nos contemplan como si fuésemos meramente objetos, mercancías, cosas. Por ejemplo, todos aquellos valores relacionados con el canon de belleza. Todas aquellas prácticas que no nos fortalecen como individuos, como sujetos, deben ser cuestionadas.
¿Qué consecuencias tiene que estas prácticas sigan vigentes?
Que aquellas prácticas que, con el paso del tiempo, se hacen dominantes, hegemónicas, contribuyen a formar una imagen de lo que es la mujer. En esa imagen se miran nuestras chicas, nuestras adolescentes y se encuentran con que se está construyendo una identidad de lo femenino articulada en torno al atractivo sexual y físico. Ese espejo en el que se miran nuestras niñas y adolescentes las coloca en una posición de objetualización y de cosificación.


Hablamos mucho de auge del feminismo desde el pasado 8 de marzo, pero ¿cree que se están cuestionando esas prácticas realmente?
No se podría decir de una forma completamente homogénea. Hay sectores sociales que defienden esas prácticas dominantes, por ejemplo, esa imagen tradicional e hipersexualizada de lo que deben ser las mujeres. Después, hay otros sectores sociales que cuestionan esa imagen. ¿Quiénes? Pues yo creo que lo cuestionan, en primer lugar y fundamentalmente, el feminismo: el feminismo como marco teórico y conceptual, pero también como movimiento social. Los dos procesos que más atan a las mujeres son los que tienen que ver con su objetualización y con su mercantilización. Es decir, ese canon de belleza tan exagerado, al que ninguna mujer nos podemos casi ni acercar, que es prácticamente imposible. O todo lo que tiene que ver con la cirugía estética o con la imagen en la publicidad y la pornografía... Esa imagen, en primer lugar, nos objetualiza, nos convierte en cosas, en una imagen que erosiona nuestra subjetividad y nuestra individualidad. Pero, por otra parte, esa imagen y estos valores dominantes se utilizan como mercancías en el mercado capitalista neoliberal.


¿Se pueden aplicar medidas concretas contra estos dos procesos?
Se pueden hacer muchas cosas; otra cosa es que haya voluntad política y recursos para hacerlo. Lo primero que sería imprescindible es que en Primaria, Secundaria y en las Universidades, la igualdad entre niños y niñas, entre hombres y mujeres, forme parte del currículum. Eso es fundamental. El profesorado tiene que formarse para que los chicos y chicas reciban talleres sobre educación afectivo sexual y educación en igualdad. Introducir la igualdad dentro del currículum es fundamental para modificar esa identidad de lo femenino y de lo masculino, que están construidas jerárquicamente. La segunda cuestión que creo que es imprescindible es "meter mano" a la pornografía, que se comienza a ver a los once años y se ha convertido en la gran fórmula de educación sexual, sobre todo, para nuestros chicos; también para nuestras chicas, pero muchísimo menos. La pornografía, como una buenísima parte de la publicidad, ofrece imágenes hipersexualizadas de las mujeres y también la visión de que las mujeres, en realidad, obtienen gratificación y placer con un tipo de sexualidad en el que se ejerce violencia sobre ellas. No se puede dejar la pornografía en abierto. La publicidad también debe ser regulada de alguna forma. Además, no debería haber ninguna institución ni ningún espacio de poder que no sea paritario, porque cuando niños y niñas ven que sólo aparecen hombres en cualquier espacio valorado socialmente, parecerá que poder y masculino son sinónimos; esa idea se irá asentando en el imaginario de nuestros chicos y chicas. También es importantísimo, por ejemplo, que los chicos no se socialicen en la idea del ejercicio masculino de una sexualidad hegemónica que se traduce muchas veces en acoso o en violencia. En el último estudio importante que se ha hecho al respecto se explica cómo hay muchos chicos que no conceptualizan como violencia tener gestos de agresividad o de control hacia las chicas. Hay un campo enorme para hacer políticas públicas en las que se tienen que desactivar esas prácticas.


¿Está esperanzada con el nuevo gobierno de Pedro Sánchez?
Pues sí, la verdad es que sí que estoy esperanzada. No sé exactamente cuál va a ser el recorrido del nuevo gobierno, tampoco si va a tener mucho o poco margen de maniobra, pero la primera esperanza tiene que ver con que no debe ocupar el gobierno un partido en el que no sólo varios de sus miembros han sido acusados de corrupción, sino también la propia financiación del partido. También me alegra muchísimo que haya un gobierno que tiene un compromiso explícito con la igualdad, que tiene una posición crítica hacia la prostitución, la pornografía y los vientres de alquiler.


En Aragón, el Instituto Aragonés de la Mujer se ha decidido a organizar una I Escuela de Pensamiento Feminista, en la que usted ha participado esta semana. ¿Le parecen buena idea las iniciativas para difundir el pensamiento feminista?
A mí me parece que es imprescindible, fundamental, indispensable. El feminismo en una tradición intelectual y un movimiento social con tres siglos de historia que lo único que ha hecho es proporcionar calidad democrática, ensanchar la democracia de las sociedades en las que se desarrolla. Pese a eso, el feminismo, tanto en la tradición intelectual, en el movimiento social, como en las políticas públicas dentro del poder político, muchas veces es fuertemente cuestionado. Entonces, que haya espacios de formación en los que se trate de explicar que el feminismo ha civilizado las sociedades en las que se desarrolla, ha ensanchado la democracia y proporciona contenido a la ciudadanía, a mí me parece una tarea indispensable. Y creo que todas las instituciones democráticas tienen que ponerse al servicio de cuáles son los objetivos del feminismo. Y los objetivos son que la igualdad se convierta en una realidad para niños, niñas, hombres y mujeres.


¿Qué debates del feminismo actual le parecen más interesantes?
A mí particularmente el debate que más me interesa es el debate en torno a la pornografía, la prostitución y los vientres de alquiler. Por una razón: porque se inscribe en un debate más amplio, que es la violencia sexual, que es quizá la preocupación fundamental de las chicas y de las mujeres, no sólo en el territorio español. Están apareciendo como un problema real las diversas formas de violencia sexual contra las mujeres en Chile, Argentina, Irán, en muchísimos sitios... Hacer políticas para poder neutralizar, desactivar, la violencia sexual me parece fundamental. Para acabar con la violencia contra las mujeres, es necesario acabar con la prostitución, con la pornografía y no dejar que crezca el mercado de los vientres de alquiler. Cuatro hombres de cada diez en España acuden a la prostitución. ¿Puede conseguirse una sociedad igualitaria en la que existen realidades sociales como la prostitución, en la que los varones pueden desarrollar hasta extremos inimaginables la masculinidad hegemónica, la hiper masculinidad? Pensamos que no, que no es posible que desaparezca la violencia si ese 40% de la población masculina española no deja de ver como normal que los hombres puedan acceder sexualmente al cuerpo de las mujeres por dinero. Tampoco es posible alcanzar la igualdad ni que desaparezca la violencia sexual si la pornografía se convierte en la gran instancia de educación sexual de nuestros chicos y chicas, donde la violencia contra las mujeres es, en realidad, el centro del relato pornográfico.


¿Cree que el caso de "la manada" está consiguiendo despertar conciencia feminista?
El caso de 'la manada' ha sido muy doloroso, muy amargo y muy desdichado. Hubiese sido infinitamente mejor que no hubiese ocurrido. Pero, ciertamente, ha sucedido en medio de esta cuarta ola feminista que estamos viviendo, en medio de toda esta ola de aumento de la conciencia crítica feminista y de aumento de las movilizaciones sociales. Desde esta perspectiva sí tengo la impresión de que lo que ha sucedido con 'la manada' va a significar un antes y un después en la conciencia crítica con respecto a la violencia sexual. El de 'la manada' ha sido un caso fundamental, pero ha habido otros con quizá menos cobertura mediática, como la violencia sexual contra las temporeras de la fresa en Huelva. Ambos son paradigmáticos de lo que no debe ocurrir: que a mayor vulnerabilidad, siempre haya más violencia sexual. En 'la manada', una chica sola, a las tantas de la mañana, que había bebido: eso es vulnerabilidad. En las temporeras de la fresa, son mujeres que vienen a trabajar doce horas diarias, que se les paga poco, que están desarraigadas, que están a merced del capataz…. Tenemos que darle visibilidad para obligar a que esos que yo llamo 'bárbaros del patriarcado' detengan esa violencia contra algunas de estas mujeres. Y ambos casos son paradigmáticos también de cómo se está articulando una nueva conciencia crítica contra la violencia sexual.


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jueves, 26 de julio de 2018

Flotilla de la Libertad: Doce países, cuatro continentes para romper el bloqueo de Gaza

Por Palestinalibre.org
El pasaje del barco Al Awda (El Retorno), que navega en estos momentos hasta la Franja de Gaza,se compone de activistas de una docena de países de cuatro de los cinco continentes.
El pasaje del barco Al Awda (El Retorno), que navega en estos momentos hasta la Franja de Gaza,se compone de activistas de una docena de países de cuatro de los cinco continentes. El pesquero, bautizado en árabe con el significativo nombre de El Retorno, fue fletado en Noruega. Su capitán, Herman Reksten, es noruego como una parte importante de la tripulación. Pero la Flotilla de la Libertad tiene más pasaje en sus tres naves y lleva una importante carga de activistas por los derechos humanos en general y por la libertad de Palestina en particular. Este es el retrato de algunos de los hombres y mujeres que desafiarán las amenazas de Israel y tratarán de llegar hasta las costas de Gaza para romper el bloqueo con su cargamento de solidaridad, suministros médicos solicitados desde Gaza y deseos de justicia.
Zohar Chamberlain Regev es una de las personas embarcadas en la Flotilla. Ella es israelí, pero lleva 14 años residiendo en España. Zohar es la propietaria del barco Zaytouna, Oliva en árabe, que en 2016, trato de burlar el bloqueo a Gaza tripulado por mujeres. Su barco fue incautado por las autoridades israelíes, además de que detuvieron y deportaron a toda la tripulación. Aún pendiente de juicio, Zohar ha decidido volver a participar en la Flotilla como responsable y líder de la Flotilla de la Libertad a bordo de Al Awda (El Retorno). Como parte de las tripulaciones podemos encontrar también a Francisco Canales García, a bordo del velero Freedom, concejal en el Ayuntamiento cordobés de Alajar, en la sierra de Aracena, donde vive desde hace años por sus convicciones ecologistas y su interés por vivir en un entorno rural. Francisco llevará la solidaridad andaluza a Gaza tras el paso de la Flotilla por Cádiz donde recibieron una muy calurosa bienvenida. Navega como tripulantes también Emilia Nacher, enfermera y navegante experta en socorrismo, miembro de la Asamblea del Pueblo Palestino en Valencia. Emilia ha cooperado con los refugiados sirios en Grecia los últimos dos años.
Una defensora de los derechos de las mujeres y la sanidad pública
Lucía Mazarrasa es la representante de Rumbo a Gaza en esta navegación por Un futuro digno para Palestina, enfermera jubilada, tiene tras de sí toda la vida de solidaridad como cooperante en Nicaragua, Mozambique, Irak, Uruguay, Cuba y Perú, a través de la ONG Sur que ayudó a fundar en los años 90. Miembro del Foro de Política Feminista también representa a las mujeres del mundo en la Flotilla de la Libertad. Además es experta y defensora de la sanidad pública.
Tanto Lucía, como el resto de los activistas que viajan a Gaza esperan poder arribar a las costas gazatíes para regalar las embarcaciones en las que viajan a los pescadores de la franja. Las autoridades israelíes atacan sus pesqueros, dañándolos e, incluso, hundiéndolos, y cada vez tienen menos medios para ganarse la vida. A esto se une que, ni siquiera, pueden faenar en el litoral legalmente reconocido en los Acuerdos de Oslo, las 20 millas que rodean el castigado territorio palestino.
Tripulación nórdica
Entre quienes tienen más esperanza de conservar la embarcación se encuentra Jan Petter Hammervold. Es un ingeniero de edificios en su Noruega natal, pero ha estado en la reconstrucción del pesquero que han rebautizado como Al Awda (El Retorno). Hammervold no navega por primera vez a Gaza. Ya lo hizo en 2012 a bordo del Estelle y lo volvió a intentar en 2015 en el Juliano, un barco que fue saboteado y tuvo que quedarse en la isla de Corfú. Junto a él estaban el capitán Reksten, un marinero profesional que ha declarado “su intención de llevar la solidaridad a otros marineros, los pescadores de Gaza” y Charlie Andreasson, sueco, que ejerce como primer oficial a bordo del Al Awda (El Retorno). Andreasson ha sido, además, escudo humano en los ataques israelíes a Gaza de 2014, una experiencia que relató en su libro Diario de Gaza publicado en 2015. También la aventura en el Estelle le inspiró un libro a Hammervold. La tercera autora de una obra literaria que viaja en la Flotilla es la doctora Swee Ang. Estuvo entre los refugiados palestinos que viven desde 1948 en los campos de refugiados de Sabra y de Shatila y la experiencia le dicto el libro De Beirut a Jerusalen. Ella se encargará de la salud de los tripulantes durante la travesía. Sarah Katz, es otra tripulante, francesa, que ha dejado atrás a sus tres hijos y cinco nietos para honrar la memoria de sus padres, miembros de la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. Ella es autora de dos libros titulados Crónica de Gaza y Gentes de Gaza tras su experiencia coordinando campañas educativas entre los años 2016 y 2018.
Un chef a bordo
El noruego Jorgen Pederson será el cocinero de Al Awda (El Retorno). Para ello ha dejado temporalmente su trabajo como chef profesional en un restaurante de Oslo. Ha dedicado su esfuerzo en la Flotilla a un amigo palestino recientemente fallecido.
La tripulación del pesquero la completan, Arne Birger Heli, mecánico de “a bordo”, que es también el líder del Comité de Palestina de Drammen, la novena ciudad de Noruega, con 67.000 habitantes y Mikkel Grüner, marinero durante la travesía y concejal de la Izquierda Socialista en el Ayuntamiento de Bergen, la turística y portuaria segunda ciudad de Noruega
El Al Awda (El Retorno) cuenta con veteranos de la solidaridad con Palestina como el norteamericano Joe Meadors, superviviente de un ataque al USS Liberty durante la guerra de los seis días en 1967 entre árabes e israelíes. Joe ya estuvo en la Flotilla de la Libertad en 2010 y fue parte del equipo de apoyo en tierra durante 2011 y 2015. También hay jóvenes militantes, como la sueca Divina Levrini que se define como activista de los derechos humanos y considera “posible poner fin a muchas injusticias si actuamos, aunque sea arriesgado”.
Una atleta avanzada a su tiempo
Gerd von der Lippe es una destacada deportista noruega, ya retirada, que logró en 1975 que las corredoras de su país pudieran participar en las carreras de relevos que les estaban vedadas, a las mujeres, hasta ese momento. Con ese mismo entusiasmo ha trabajado en defensa de los derechos de los palestinos desde su puesto como vicepresidenta de la campaña Ship to Gaza Norway
La navegación podrá ser relatada en primera persona por el periodista australiano Chris Graham, editor, especializado en periodismo de investigación, lo que le ha valido importantes galardones en su país vinculados con los derechos humanos por el tratamiento de sus informaciones sobre la población aborigen. Tras su primera visita a Cisjordania en 2016 no ha dudado en seguir luchando por los derechos del pueblo palestino. La Flotilla cuenta también con un sindicalista de Nueva Zelanda, Mike Treen, del sindicato Unite Union y destacado defensor de los derechos humanos. Por su parte, John Turnbull, de Canadá, ha repetido en la Flotilla tras su participación en el barco canadiense a Gaza en 2011.
Dada la grave situación en los hospitales palestinos, la Flotilla transporta algunos suministros médicos que se necesitan con urgencia por valor de 10.000€ que han sido donados por gentes de todo el mundo. Esta necesidad es, aún más crítica, por las miles de personas gravemente heridas por los francotiradores israelíes y el gas lacrimógeno en los últimos meses durante las protestas de La gran marcha del retorno. También formarán parte de la donación los barcos Al Awda (El Retorno), Freedom y Falestine, que se han ofrecido a las cofradías de pescadores de Gaza para ampliar su flota pesquera y como apoyo a un sector vital para la franja de Gaza.
La Coalición Internacional de la Flotilla de la Libertad (FFC) es un movimiento solidario de la sociedad civil y está compuesto por campañas e iniciativas de todo el mundo que trabajan juntas para poner fin al asedio de Gaza. En la campaña Un futuro digno para Palestina nuestros socios son: Canadian Boat to Gaza, Freedom Flotilla Italia, MyCARE Malasia, Kia Ora Gaza (Nueva Zelanda / Aotearoa) , Ship to Gaza Norway, IHH (Turkey), Palestine Solidarity Alliance (Sudáfrica), Rumbo a Gaza (en el estado español y en América Latina), Ship to Gaza Sweden, US Boat to Gaza, International Committee for Breaking the Siege of Gaza, Gaza Freedom Flotilla Australia, “Colectivo Nacional para Palestina” y “Plataforma de ONG para Palestina” (los dos últimos de Francia).
Experiencia de los participantes y sus historias: jfp.freedomflotilla.org/participants
Más información sobre la flotilla ‘Un futuro digno para Palestina’: jfp.freedomflotilla.org
Información de contacto de portavoces de prensa: jfp.freedomflotilla.org/media-room-2
Fuente: Rumbo a Gaza




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El imposible empate

Por Jon Iurrebaso Atutxa, ex-preso político de ETA
Una vez más tenemos que situar el objetivo de la amnistia como única salida política posible
Por Jon Iurrebaso Atutxa
Leemos que representantes del Foro Social se han entrevistado con dos miembros de la interlocución del EPPK. Nos dicen que los miembros de este colectivo muestran su disposición a recorrer un camino dentro de la legalidad de los Estados español y francés. Están esperanzados, añaden. Dispuestos a pedir perdón por su actividad política.

Primera cuestión ¿quienes son los del Foro Social por la paz? ¿No es cierto que reivindican un concepto (paz a secas) que únicamente beneficia a los Estados capitalistas que ocupan EH y a sus obligados aliados reformistas y pequeños burgueses?

¿No es cierto que Sortu y EHBildu reclaman una solución para las consecuencias de un conflicto que, de hecho, está más vivo que nunca? ¿Por qué sus dinámicas que pretenden monopolizar el uso de la violencia para los Estados que nos ocupan, llegan hasta Colombia y pretenden hacernos ver que también allí hay un proceso de paz-resolución cuando es totalmente incierto?

Doscientos exguerrilleros y militantes campesinos, obreros… han sido asesinados en los primeros 6 meses de 2018. Y Paúl Ríos y otros hablan de procesos de paz. En Colombia les quitan la vida a los que piden lo básico para vivir. En Euskal Herria, estando situada en uno de los centros capitalistas del planeta, se pide a los presos que se arrepientan para obtener la salida de la cárcel. Es decir, no estuvo bien luchar por Euskal Herria ante la barbarie de los Estados que nos ocupan. Así que, monopolio de la violencia para el capital y banderas amarillas para acoger las consecuencias del desastre, que han provocado con el dinero de todos, en Oriente Medio, África o Asia.

¿Por que la representación del EPPK muestra su disposición a recorrer el camino penitenciario de nuestros enemigos cuando para salir en libertad exigen el arrepentimiento y la delación de compañeras/os entre otros muchos peajes políticos?

Tenemos mucho respeto a cualquier luchador o luchadora que actúe contra el ocupante y ante el capital. La cuestión es que, de momento, el EPPK no ha resuelto la contradicción que suponen las líneas rojas de no arrepentirse y no delatar cuando nuestros enemigos nos piden eso mismo como condición sine qua non para salir en libertad. Una vez más tenemos que situar el objetivo de la amnistía como única salida política posible.

Mientras tanto, dicen los portavoces del Foro Social que los presos políticos vascos están esperanzados ante el panorama actual. A estas alturas tenemos que decir que mienten y faltan al sentido común de los de a pie que tienen que oír con machacona insistencia sandeces de este calado.

A día de hoy, la Izquierda Abertzale Oficial y reformista no ha informado (naiz-gara) que el preso más anciano (75 años) del EPPK ha pedido el tercer grado para poder disfrutar de permisos penitenciarios (siguiendo la vía Sortu) y le han denegado el mismo así como la libertad condicional a pesar de tener cumplida la mayor parte de su condena y tener el beneplácito de la junta de tratamiento de la cárcel y el consentimiento del juzgado central de vigilancia penitenciaria.

Asimismo, anuncian la llegada a Euskal Herria de numerosas huidas políticas vascas y vascos y silencian la condena de 46 años de prisión a uno de ellos por sucedidos hace casi 40 años. De igual manera, reafirman su entrega al sistema español y francés glorificando un simple traslado a Mont-de-Marsan cuando los dos últimos presos políticos entregados de Francia a España son encarcelados en Murcia y Algeciras

Parece mentira que los voceros de Sortu y EHBildu enfrenten la represión con la argumentación de que España no se entera de que estamos en otro ciclo político. ¿Qué trampa tiene esta gente para tanta complacencia ante tamaña represión y desprecio? Además de aceptar la partición de Euskal Herria con la renovación del Estatuto de la Moncloa del 78 ¿piensan darnos alguna sorpresa más?

En todo caso, o miente el Foro Social o miente la delegación del EPPK cuando habla del sentir de su colectivo. No hay ningún horizonte positivo a corto o medio plazo para los presos políticos vascos y menos para los que tienen largas condenas. El último detenido acusado de pertenecer a ETA saldrá en el 2058, teniendo muchísima suerte. Y es importante saber qué es lo que está ocurriendo en las cárceles pues, sin ir más lejos y aunque aun no es número muy importante, cada vez son más los presos y presas políticas vascas que abandonan el EPPK y son sistemáticamente excluidos de las listas de presos y presas políticas que maneja el complejo Sortu. Así están las cosas.

Nos hablan de paz y de resolución del conflicto. ¿Qué es la paz para el Pueblo Trabajador vasco? ¿Cuál es la paz de la burguesía vasco-española, es decir de las fuerzas vivas del PNV? Su paz, la del PNV, la del PP, la del PSOE, la de Podemos… es la paz de la sacrosanta unidad española o francesa y nadie de todos esos y esas se plantea cambiar el curso de la explotación y la ocupación sobre Euskal Herria. De la misma manera hablan de resolución y de consecuencias de un conflicto, repetimos, más evidente que nunca.

¿Qué es llegar a un marco democrático que perpetúa la ocupación y la explotación de nuestro pueblo? ¿Qué es eso de vencedores y vencidos y que hay que buscar un intermedio para que nadie pierda? No hay intermedio ante la ocupación y ante la explotación de una clase sobre el Pueblo Trabajador Vasco.

La lucha de clases no es un partido en el que se pueda empatar. Mienten los que así venden y pretenden para el pueblo vasco un futuro libre, colectivo y solidario sin mojarse hasta las entrañas. No hay soluciones parciales y coyunturales pues el sistema se encargará de disolverlas, condenarlas u olvidarlas.

Los ejemplos que nos muestra el sistema capitalista e imperialista son lo suficientemente claros sobre este aspecto. Los tamiles no se rindieron y su pueblo sufrió el mayor genocidio de los tiempos modernos. Los palestinos que aprobaron los acuerdos de Oslo han mostrado sumisión ante un sionismo que no repara en nada en su creciente y constante fascismo genocida. Que nos cuenten cómo quedaron El Salvador y Guatemala después de sus respectivos procesos de paz. Que nos expliquen que cuando estaba a punto de estallar una revolución social en Sudáfrica, se inventó un dique para la misma, salvando la explotación blanca y salvando al capital extranjero con el “fin” de la segregación racial y la creación de una fracción de clase pequeño burguesa negra. Que nos cuenten cómo está el Norte de Irlanda y el número de presos y presas políticas irlandesas.

Bien es cierto que sabiendo lo que no queremos, todavía nos cuesta articular las estructuras y dinámicas necesarias para poder seguir luchando por la revolución socialista vasca.

Lo que es evidente es que no vamos a pedir permiso para decidir sobre nuestras cuestiones como colectividad nacional. Tampoco el derecho a decidir lo que queremos, ni cómo ni cuando, ni el derecho a revelarnos ante la ocupación de Euskal Herria y ante la explotación que sufrimos.

Hace tiempo que dijimos que lo nos une a los trabajadores vascos con el resto de nacionalidades que habitan en la península o en el continente, es la pertenencia a la misma clase y no a la misma nación.

No hay futuro para los que venden su fuerza de trabajo en Euskal Herria bajo la sumisión. Jamás seremos soberanos en toda su dimensión nacional y social si seguimos pegados a las suelas de las botas españolas y francesas. Por eso continuaremos peleando por una Euskal Herria libre y socialista.

Jon Iurrebaso Atutxa, expreso político de ETA. (26/07/2018)
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David Graeber: Siria, anarquismo y visita a Rojava


Por Anarquismo en pdf
Controlan las ciudades. Es un país de economía real; es pobre y están bajo embargo. Pero hay gente conduciendo coches, hay normas de tráfico, hay talleres y fábricas que producen cosas, hay granjas. Hacen las mismas cosas que una sociedad normal.    —La entrevista que sigue fue realizada por Real Media. —Transcripción: http://www.kurdishquestion.com/article/3959-david-graeber-syria-anarchism-and-visiting-rojava (05/07/2017) —Traducido por Anarquismo en […]
Controlan las ciudades. Es un país de economía real; es pobre y están bajo embargo. Pero hay gente conduciendo coches, hay normas de tráfico, hay talleres y fábricas que producen cosas, hay granjas. Hacen las mismas cosas que una sociedad normal. 

—La entrevista que sigue fue realizada por Real Media.
—Traducido por Anarquismo en PDF

DAVID GRAEBER: Fui a Siria en una ocasión. Estuve en el sur de Turquía. Estuve en Irak. Fui a diferentes áreas dentro de los territorios kurdos que están experimentando con la democracia directa.
Entrevistador: ¿Puedes decirme por qué fuiste, y desde los mismos inicios?
DAVID GRAEBER: Más bien ellos me encontraron a mí, y no yo a ellos. Hay gente involucrada en el Movimiento de Liberación Kurdo que lo iniciaron, surgió del PKK, que es un grupo guerrillero marxista-leninista bastante convencional en sus orígenes. Pero algo los llevó por este camino radicalmente nuevo, y muchos de esos cambios fueron procesos internos de guerrillas de mujeres que se afirmaban a sí mismas, y presentaban el feminismo como un tema importante. Parte de eso tuvo que ver con la evolución intelectual particular de su líder, Öcalan, que desde su detención y encarcelamiento en esta prisión isleña en Turquía, ha estado leyendo mucho a Murray Bookchin y abundante teoría feminista, y, básicamente, adquirió una posición mucho más anarquista.
Decidieron que, en lugar de exigir un estado propio, simplemente deseaban que las fronteras fueran irrelevantes y que se disolvieran por completo los estados. Y eso tiene sentido para la gente en esa parte del mundo. Recuerda que los kurdos son una población dividida entre Irán, Irak, Siria y Turquía.
La idea de que de algún modo estén creando un gobierno al margen de eso, parece poco probable. Es una cuestión que se escucha mucho, la gente dirá: «Bueno, ya sabes, nos hemos dado cuenta de que en esta parte del mundo, exigir un país propio es básicamente lo mismo que “pedir el derecho a ser torturado por policía secreta que habla mi mismo idioma”». No hay mucha demanda de esto. Así que han llegado a esta idea de la democracia directa de abajo hacia arriba, y a la de eliminar fronteras, como la mejor manera en la que pueden acercarse a algo parecido a un Kurdistán que tenga sentido.
Entrevistador: Así que ¿el lugar está allí? ¿Puedo incluso decir que el lugar está allí? Insinúa que existe un lugar físico.
DAVID GRAEBER: Kurdistán. Fui a Rojava. Rojava —o el este de Kurdistán— es la parte siria del Kurdistán. Es una gran parte del norte de Siria a lo largo de la frontera con Turquía, y alrededor de dos millones de personas participaron en lo que yo considero como uno de los grandes experimentos históricos. Mi padre luchó en la guerra civil española, así que yo crecí en un lugar donde eran muy vivos los recuerdos de lo que sucedió en España en 1936-37-38. Así que una razón por la que me hice anarquista es porque, como siempre digo, la mayoría de la gente no piensa que el anarquismo sea una mala idea. Más bien piensan que es una locura. Sin policía la gente empezaría a matarse. En realidad, nadie organiza las cosas sin líderes.
Cuando Barcelona estaba dirigida por principios anarquistas mi padre estaba allí. Acababan de deshacerse de los trabajadores de cuello blanco, y es bastante seguro que descubrieran que eran básicamente trabajos de mierda, que no había ninguna diferencia si ellos estaban allí o no.
Así que, habiendo crecido así, entiendo que es posible lograrlo, pero no ha habido un experimento a esa escala —como lo que sucedió en España y en la zona controlada por los republicanos—, especialmente en las zonas anarquistas kurdas, porque todo el mundo está aterrorizado por la gente que controla las cosas.
A los que controlan las cosas no les importa si la gente dice: «Te odio, quiero derrocarte», y también les da igual si dicen «sois ridículos e innecesarios». Pero esto es lo que realmente temen. Así que, básicamente, los enemigos que ellos necesitan son los que intentan que vuelvan los marxistas. Y cuando lleguen esos marxistas, la policía seguirá allí. Probablemente habrá mucha más, ¿verdad? Pero si vienen los anarquistas, toda la estructura cambiará. A la gente se le dirá que la policía es completamente innecesaria.
Así que realmente tienen miedo de este tipo de experimento. Tienden a eliminarlo lo más rápido posible. Por eso creo que esta es la primera vez, desde España, que tenemos una gran área de territorio bajo el control de personas que están tratando de hacer eso; tratando de crear una democracia directa de abajo hacia arriba sin un estado.
Entrevistador: ¿Dónde más ha sido probado este experimento?
DAVID GRAEBER: Veamos, se ha probado en todo el mundo durante gran parte de la historia humana y ha funcionado bien. Pero bajo las condiciones industriales modernas, ha habido varios intentos. Según la mayor parte de la historia revolucionaria —hablamos de la comuna de París—, tendrían un [inaudible 00:04:18]; hablamos de [inaudible 00:04:19] en Ucrania. Ha habido intentos de hacerlo. Pero por lo general todo el mundo, por todas partes, incluyendo a los izquierdistas, se vuelven en su contra y tratan de reprimir el movimiento.
Entrevistador: ¿Cuáles son las cosas mínimas básicas que se tienen que organizar o que [diafonía 00:04:33]?
DAVID GRAEBER: Controlan las ciudades. Es un país de economía real; es pobre y están bajo embargo. Pero hay gente conduciendo coches, hay normas de tráfico, hay talleres y fábricas que producen cosas, hay granjas. Hacen las mismas cosas que una sociedad normal. Se tienen que mantener las carreteras.
Pero esencialmente, lo que han hecho es crear… es muy interesante. Lo he dicho, lo he descrito como una situación de poder dual, pero esta es la primera vez en la historia de la humanidad, creo, donde se tiene una situación de poder dual donde el mismo individuo se ha establecido ambos lados. Así que tienen una cosa que se parece a un gobierno; tienen un parlamento, tienen ministros. Promulgan leyes.
Pero también tienen una estructura de abajo hacia arriba. La estructura de abajo hacia arriba es lo que ellos llaman «confederalismo democrático». Cada barrio tiene una asamblea, y cada asamblea tiene grupos de trabajo. Son personas que se encargan de los problemas, asuntos médicos y temas de seguridad. Y cada uno de esos grupos, cada asamblea y cada grupo de trabajo, también tiene un grupo de mujeres. Tienen que tener un 40 por ciento de mujeres o no hay quorum, pero también tienen un grupo de mujeres que pueden vetar todo lo que dicen. Así que tiene que ser… en todo hay equilibrio de género. Para cada cosa hay dos responsables: un hombre y una mujer. También el ejército es así. Es por eso que tienen todas esas famosas imágenes de mujeres con armas, pero también eso es político.
La gente dijo de forma muy explícita: «Bueno, mira, somos anticapitalistas, siempre hemos sido anticapitalistas, pero…», creo que dijeron, «pero la lección de historia que sentimos es que no te puedes librar del capitalismo sin deshacerte del estado, y no te puedes deshacer del estado sin librarte del patriarcado».
Bien, ¿cómo deshacerse del patriarcado? Bueno, asegurarse de que todas las mujeres tienen acceso a las armas automáticas es un modo de comenzar. Realmente no puedes mangonear a la gente si están armados. Y tienen también sus fuerzas policiales femeninas. Así que tienen una democracia directa y eso comienza con los consejos vecinales, y esos consejos se confederan en los regionales y luego los municipales, y todos envían delegados, o representantes, para tomar decisiones juntos en un sistema grande y elaborado.
Pero la clave es que tienen este sistema de arriba hacia abajo, tienen una estructura de abajo hacia arriba. Bien, lo que dicen es que esto no es un estado, porque cualquiera que tenga un arma es responsable ante las estructuras de abajo hacia arriba y no de arriba hacia abajo. Así que la gente en la parte superior no puede obligar a nadie a hacer algo que no quiera hacer. Hay una excepción, y es cuando se trata de los derechos de las mujeres.
Así que tendrán leyes como la abolición del matrimonio infantil y cosas así, y dicen que algunos de estos pueblos probablemente lo volverían a instaurar si les dejan. Pero eso no se permite. Y tienen un mecanismo para llevarlo a cabo, que es una fuerza policial de todas las mujeres que hacen cumplir esta regla específicamente relevante para ellas.
Entrevistador: ¿Cuánto tiempo llevan con esto?
DAVID GRAEBER: Tres o cuatro años.
Entrevistador: ¿Y cuál fue la inspiración? ¿Fue la persona que mencionaste anteriormente?
DAVID GRAEBER: Öcalan. Abdullah Öcalan. Su imagen está en todas partes. Es interesante porque, en general, son reacios al culto de la personalidad. De hecho, nunca tienen imágenes de nadie que esté vivo, excepto de él. Tienen fotos de personas que han muerto, así que hay fotos de mártires de guerra por todas partes. Pero nunca mostrarán una imagen de alguien que todavía esté vivo porque eso sería antidemocrático, convirtiendo a alguien en un líder carismático. Él es la excepción, pero eso es porque está en prisión por el resto de su vida, así que él es el líder y todo el mundo lo acepta como tal. Sucede que Turquía iba a ejecutarlo, pero como en ese momento querían entrar en la Unión Europea, sabían que no podían hacerlo.
Y según la ley, él tenía derecho a aportar cualquier testimonio que fuera relevante para su defensa, tenía el derecho de escribirlo todo. Así que decidió que para poder explicar y contextualizar los crímenes de los que se le acusa, tendría que escribir 12 libros diferentes, incluyendo una historia de tres volúmenes sobre Oriente Medio.
Y así, su trabajo ha ido saliendo sin interrupción y se utiliza como una especie de base para el debate dentro del movimiento kurdo. E hizo estas declaraciones: «Necesitamos alejarnos por completo del modelo de la lucha de clases y entender que la opresión de la mujer es la cosa más primordial e inmediata que tenemos que tratar. Tenemos que entender que la ecología es igualmente importante en la explotación». Así que se han convertido en un ejército feminista ecologista basado en principios de democracia directa.
Entrevistador: ¿Sus obras están disponibles en inglés?
DAVID GRAEBER: Oh sí. No todas, por supuesto, pero hay volúmenes que llegan continuamente. Y ya sabes, desde un punto de vista anarquista, de algún modo es un poco escalofriante. Vas allí y encuentras todas estas imágenes del gran líder; llegué a referirme a él como el Tío Eoj, como al tío Joe al revés. Él es todo lo contrario, porque es como un líder autoritario diciendo a todos que lean sobre anarquismo y dejen de ser autoritarios. Y eso pone a los desfasados autoritarios en un terrible aprieto porque tienen que hacer todo lo que el líder dice. Y el líder dice que pienses por ti mismo.
Obviamente, los jóvenes son muy entusiastas. No son anarquistas, pero abrazan muchas ideas anarquistas; han estado leyendo sobre anarquismo. Son contrarios al estado, así que, desde una posición anarquista, no importa mucho cómo se llamen a sí mismos, siempre y cuando seas anti-estatal y anticapitalista.
Entrevistador: ¿Cómo protegen el territorio?
DAVID GRAEBER: Creen en la noción de defensa. Bueno, el caso es que son los mejores luchadores de Siria.
Entrevistador: ¿Cuál es la diferencia entre el estado y lo que están haciendo? Porque tienen su territorio, así que seguramente…
DAVID GRAEBER: Es para proteger a la sociedad. Dicen que como… el argumento que tienen es…
Entrevistador: Sin embargo, ¿no es eso una diferencia semántica?
DAVID GRAEBER: Bueno, ellos no lo creen así, porque lo que dirían es que el estado es un monopolio del uso legítimo de la fuerza en el territorio. Ellos no tienen tal monopolio. Es una organización democrática de abajo hacia arriba. No hay ninguna institución que pueda hacer eso.
Entonces dicen: «Bueno, cualquier institución tiene que defenderse, todo en la naturaleza tiene que defenderse». La defensa es una necesidad. Pero en este caso se está librando una guerra ofensiva, de ataque. Así que su ejército se llama las Unidades de Defensa del Pueblo. Y también es democrático; eligen a sus líderes. Todas las noches discuten las decisiones y las critican, aceptándolas o suprimiéndolas, así que todo es un gran experimento en democracia.
Y pensarás algo como, «Genial. Tan pronto como necesiten un auténtico ejército, veremos qué pasa». Bueno, pues siempre ganan. Han estado derrotando a ISIS sobre el terreno, totalmente y de forma sistemática, y por el momento, están marchando sobre la capital de ISIS.
Entrevistador: Entonces esto funciona así: «Nos apoyamos los unos en los otros». Esa es su dinámica, ¿sí? Esa es su idea. Y entonces, decías que marchaban a…
DAVID GRAEBER: A Raqqa. Estados Unidos está en la irónica situación de tener que apoyar a un grupo de anarquistas. Estas son las únicas personas en la región que son buenos luchadores militares y que realmente están tratando de echar a los fascistas.
Entrevistador: Cuando venía hacia aquí, consideré bastante raro pensar que podía preguntarte sobre la gestión de proyectos, dado tu estudio sobre burocracia y los trabajos basura. Pero de alguna manera, estas personas son un ejemplo de buena gestión de proyectos, ¿no?
DAVID GRAEBER: Oh, sí. La gente lo entiende mal; piensan que los anarquistas están contra toda forma de burocracia o de cualquier cosa que lo parezca; contra cualquier forma de administración, cualquier modo de gestión; incluso de cualquier forma de organización. Estoy seguro de que hay algunas personas que piensan así. Pero como Malatesta solía decir: «Si dices que los anarquistas son locos que están en contra de todo, todas las personas locas que están contra todo comenzarán a llamarse anarquistas». En realidad, todo eso que se dice no tiene nada que ver con lo que dicen aquellos que siempre se han llamado anarquistas.
El anarquismo no está en contra de la organización; significa que no se debe obligar a la gente a organizarse. De hecho, creen en la organización más que nadie.
Entrevistador: Bueno, porque en realidad, lo que me preguntaba era, ¿cuáles son tus consejos sobre la gestión de proyectos?
DAVID GRAEBER: Bueno, creo que la clave está en rendir cuentas. Si tienes un sistema donde cualquiera puede decir lo que quiere, tendrás que dar la cara, pero a nadie se le puede obligar a hacer algo que es obviamente estúpido. Vas a tener que hacerlo con sentido común.
Por ejemplo, el proceso de consenso. Todo el mundo habla del consenso como si fuera un complejo conjunto de reglas, como las Reglas de Orden de Robert [Reglas Parlamentarias], y tuvieran que imponerlas. Pero eso no es así. La idea es que no se puede obligar a nadie a hacer algo a lo que se opone fuertemente. Si no tienes los medios para obligarles, cualquier cosa que hagas será en consenso porque vas a tener que escuchar lo que todo el mundo piensa, y vas a tener que llegar a una posición a la que nadie se oponga, que es básicamente lo que todo consenso es.
Entrevistador: Pero, ¿qué pasa cuando la gente dice: «no tenemos suficiente tiempo para escuchar a todo el mundo?»
DAVID GRAEBER: Bueno, eso depende de la situación. Si se tiene que hacer algo, entonces está bien decir: de acuerdo, durante las próximas tres horas ella se hace cargo. No hay nada malo en eso si todos están de acuerdo. O se improvisa.
Pero el consenso es el modo por defecto, y toda mi creencia se sostiene en tomar ese principio básico de que si no se puede obligar a la gente a hacer cosas que no quieren hacer o creen que es algo completamente malo o idiota, entonces vas tener que desarrollar una estructura que sirva para escuchar a la gente. Esa es la única cosa en la que no transigiría. Todo lo demás consiste en averiguar cuál es la manera más eficaz de hacer algo.
Por ejemplo, en Kurdistán se les ocurrió una solución muy interesante y creativa para esto. Dicen que hacen una distinción entre cuestiones técnicas y cuestiones morales o políticas. Y dicen que los asuntos técnicos los resuelven con un voto mayoritario. «¿Vamos a reunirnos a las cuatro o a las cinco?» Luego levantan las manos y votan. Pero si la cuestión es: «¿Deberíamos ser violentos o no violentos?» Bueno, entonces es necesario que haya consenso.
Y después, por supuesto, la pregunta obvia es: ¿quién decide si la cuestión es moral o técnica? Así que alguien podría decir: «Bueno, si cuatro o cinco personas plantean algún asunto sobre discapacidad, eso es una cuestión moral». Así que se convierte en algo parecido a un fútbol político. Siempre hay cosas que debatir y puntos de tensión.
En todo caso, se puede ser eficiente si para una cuestión determinada la eficacia es más importante que lo que está en juego, pero no si no lo es.
Entrevistador: Una vez te pregunté acerca de la burocracia en los círculos activistas, si la habías visto alguna vez. Y me dijiste que posiblemente podrías hablar de eso sin cesar. Si pudieras contarme algo sobre esto…
DAVID GRAEBER: Eso es exactamente de lo que estoy hablando. Veamos, esto es un conjunto de principios en torno a los cuales se puede improvisar, y encontrar lo que es mejor para un grupo particular de personas y para esa cosa en particular que están tratando de hacer, y las personas que no entienden esto tienden a actuar como si todo fuese un conjunto de reglas que se tienen que obedecer. Y eso es muy frustrante para mí.
En Occupy Wall Street a menudo hay gente que pensaba que yo soy el tipo que exige que haya un libro de reglas de consenso porque detesto el consenso. Lo que quiero decir es que no creo que pueda existir un consenso absoluto, lo que se puede conseguir es un consenso moderado. Siempre puede haber alguna discrepancia. Con frecuencia hay una o dos personas chifladas, o poco razonables, o algo así. Por lo tanto, todo debe estar dentro de la razón, incluida la sensatez.
Sin embargo, algunas personas pensarán que soy el tipo de las reglas de manual, y otras dirán que soy el anarquista loco que rompe todas las normas, lo que tal vez sea una muestra que estoy golpeando en el punto correcto, en el medio. Pero sí, se da una tendencia a la burocratización progresiva, y hay varias razones para ello. En realidad… una de las cosas que me interesaría encontrar en ese manual es por qué sucede eso.
El lenguaje es un gran ejemplo de ello. Por un lado, los idiomas siempre están cambiando. No hay lenguaje en la Tierra que sea igual que hace cien años. ¿Por qué es así? Bueno, a la gente le gusta jugar. Todos los que hacen el lenguaje algo diferente se están divirtiendo un poco. Y poco a poco, las cosas cambian, no importa si estás en Suecia, Nueva Guinea o Ecuador o en cualquier otro lugar. La gente quiere divertirse. Jugarán con el lenguaje.
Pero por otro lado, si le dices a la gente que lo están haciendo mal, te creerán. Así que si tomas un manual de reglas para saber cómo era el lenguaje en 1910 y dices: «Mira, mira, has corrompido el lenguaje». Ellos dicen: «Oh Dios mío, tienes razón, enséñanos a hablar bien». Todos usarán jerga y se relajarán, y encontrarán nuevas maneras divertidas de hablar, y luego te creerán si dices que no deberían estar haciendo eso. Y de alguna manera, este es el dilema fundamental que hace necesaria la burocracia.
Entrevistador: ¿Quiere decir, por ejemplo, que el lenguaje es algo que tiene reglas, y si alguien llega y dice [inaudible]?
DAVID GRAEBER: Pero las reglas están cambiando constantemente.
Entrevistador: Correcto. ¿Crees que nos gusta ser dominados?
DAVID GRAEBER: No sé si eso es así. Quiero decir, está claro que a algunas personas les gusta. A veces es por pereza; no quieren tener la responsabilidad de tener que decidir las cosas todo el tiempo. Una de las razones por las que nos gusta estar dominados es porque de esa manera podemos culpar a otro cuando algo sale mal. La responsabilidad es una gran carga cuando constantemente tengo que ser la persona que toma la decisión.
Quiero decir, los aspectos placenteros del poder se equilibran con los aspectos que dan miedo, y algunas personas piensan que vale la pena el riesgo y disfrutan de la parte agradable a pesar de lo que les asuste la otra parte. Y otras personas piensan lo contrario. Y esto es una cosa que permite que surja el poder.
Es decir —y estoy profundamente convencido—, que obligar a las personas a participar en la democracia directa es una equivocación tan grande como no permitir que participen. En cualquier ejemplo de democracia exitosa a largo plazo que conozco, algunas personas no aparecen en la asamblea. Normalmente es un quorum de quizás un tercio de la gente, en un kibutz o lo que sea. Son los drogadictos del proceso. Son los individuos políticos.
Pero saben que si se hace algo que no le gusta a la gente, esa gente aparecerá en la próxima reunión sin importar lo perezosos que hayan sido hasta ahora. Así que, de alguna manera tienen que tener en cuenta los intereses de todos, porque no tienen el derecho de representarlos.






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