RADIO "PONCHOSVERDES.FM"

martes, 21 de noviembre de 2017

La miliciana Antonia Salgado, «la libertaria», murió heroicamente en el frente de Ronda

Por Manuel Almisas Albéndiz
««¡Ha muerto una mujer! Era conocida por la “La Portuguesa”. De cuerpo ágil, mirada penetrante. Todo nervio. Actuó con denuedo en Utrera. Con la pistola, defendiendo palmo a palmo el terreno, frente a un enemigo numeroso.

Como cosa curiosa, se cita a la Libertaria, engendro del infierno, que recibió un balazo que la atravesó de parte a parte…”Palabras del genocida Queipo de Llano sobre Antonia pronunciadas en la radio la noche del 18 de septiembre:
(ABC de Sevilla, 19 de Septiembre 1936).
Titulares de la prensa republicana de Madrid:
– «Cómo murió la antifascista portuguesa Antonia Salgado», El Sol (Madrid) de 26 de septiembre de 1936
– «Heroica muerte de una miliciana portuguesa», La Libertad (Madrid), del 26 de septiembre de 1936.
– «Muere heroicamente una miliciana portuguesa». ABC de Madrid del 26 de septiembre de 1936.
– «Muerte heroica de una portuguesa antifascista», La Voz (Madrid), portada del viernes 25 de septiembre.
En todas las noticias, que solo en La Voz fue motivo de portada y con tipos en negrita, aparece un pequeño texto fechado en Málaga y distribuido por la Agencia de noticias Febus…
La información distribuida por «Febus» en realidad era el resumen de un artículo más extenso aparecido el 25 de septiembre en el diario de Málaga El Popular. Apenas destacaba en la página pues se encontraba en el interior de las Noticias Locales y su título inespecífico era el siguiente:
«¡Ha muerto una mujer!»
Como se ve, nada desvelaba que esa mujer fuera miliciana antifascista y que había muerto en el Frente de Ronda (Málaga) de forma heroica. Al margen del desafortunado titular, el texto sí era muy interesante y extenso dando a conocer a una mujer excepcional. Y otra cosa que le daba un gran valor añadido era que la noticia estaba firmada por «Miguel P. Cordón».
Miguel Pérez Cordón (Jerez, 1909-Cartagena, 1939), era un destacado anarquista que fue compañero de María Silva Cruz, «La Libertaria», nieta de Seisdedos, asesinado en Casas Viejas. Como periodista y escritor que era, fue el primero que llegó a Casas Viejas en 1933 para cubrir la noticia. Así fue como conocería a María y se casaría con ella estableciéndose la familia en Paterna de la Ribera (Cádiz) donde vivía Miguel. El día que fusilaron a María Silva en esa localidad, la población masculina había huido precipitadamente temiendo la represión franquista sin imaginar que la violencia podía cebarse en sus mujeres e hijos. Según explica Gutiérrez Molina (1), Miguel nunca se perdonó haber abandonado a su esposa y a su hijo Sidonio, a pesar de que nadie podía intuir que la brutalidad iba a alcanzar esos niveles. A María «La Libertaria» su marido le dedicó poesías y artículos escritos en los tres años que siguieron a su ejecución. «Calladamente, vivía las ideas. Repudiaba el exhibicionismo (…) El plomo de los fascistas y la Guardia Civil destrozó su cuerpo. La heroína de Casas Viejas murió sin perder su habitual serenidad», publicaría Miguel, refiriéndose a María, en el diario Fragua Social en 1937.
Miguel P. Cordón, huyó de Paterna donde asesinaron a su familia casi al completo y se fue a Ronda, alistándose en las milicias. Pocos días antes de escribir esta crónica fue herido en combate y evacuado al Hospital de Sangre de Málaga lugar donde escribió la siguiente crónica. En las milicias antifascistas de Ronda tuvo que conocer personalmente a Antonia Salgado, una mujer que le recordaría vivamente a su mujer María «La Libertaria» y por eso le dedicó este homenaje. Conociendo a Miguel, con el título de la crónica no quería simplificar ni minusvalorar a la miliciana. Quería decir que había muerto una MUJER con mayúsculas, una verdadera mujer, consciente, comprometida, valiente… Un ejemplo de mujer.
««¡Ha muerto una mujer! Era conocida por la “La Portuguesa”. De cuerpo ágil, mirada penetrante. Todo nervio. Actuó con denuedo en Utrera. Con la pistola, defendiendo palmo a palmo el terreno, frente a un enemigo numeroso.
De Utrera pasó a Morón. Y continuó la tragedia de la metralla, de la sangre y de las lágrimas…
También en Morón salvó su vida, pasando innumerables calamidades y llegando a Ronda.
¡Qué día de gozo para ella al encontrarse con camaradas de Morón y Utrera creídos muertos!
En Ronda, como en todas partes, su espíritu dinámico daba ardor y optimismo. Enrolóse en un grupo de desesperados y durante quince días lucho entre Alcalá del Valle y Algodonales. También en Antequera.
Cuando ya los fascistas se acercaban a Ronda, en unión de un compañero se le confió un importante servicio. Allí estuvieron ambos hasta el último momento. Ella recibió una balazo de ametralladora en el vientre. El compañero se dispuso para disparar y morir junto a ella. Y la heroína, mujer abnegada, díjole: “- No dispares. Vete. Ya es imposible toda resistencia. Yo muero. Dame un beso, hermano…”.
El compañero dióle un beso y marchó entre una granizada de balas.
“La Portuguesa” murió junto al enemigo. Se llamaba Antonia Salgado y era natural de Lisboa. Era persona cultísima. En esta hora de febrilidad, no debemos olvidar a tan valiente mujer, a quien tanto luchó en los pueblos y a quien tan serenamente supo morir en el cumplimiento del deber». Miguel P. Cordón.
Antonia, según parece, se había nacionalizado española en las semanas que estuvo en Ronda, pero había nacido en Cabanas, una pequeña aldea portuguesa junto a Tavira, próxima a la frontera de Ayamonte (Huelva). En 1935 se enteró que en Utrera estaban buscando trabajadores para construir el pantano de Torre del Águila y se trasladó a la población sevillana donde trabajó en las obras (2). Al poco tiempo demostró que era una mujer consciente y combativa y se afilió al PCE, participando activamente en el Comité de Defensa de la República de Utrera tras la sublevación del 18 de julio (3).
Cuando tuvo que dejar el pueblo, se incorporó a las milicias que se fueron replegando ante el empuje de las tropas de regulares y falangistas hasta llegar a Ronda a primeros de agosto. El autor Fernando Romero Romero (4) refiere que la portuguesa Antonia Salgado, que formaba parte de la columna republicana de Ronda, cuando tomaron el pueblo de Alcalá del Valle (Cádiz) y su población se opuso al fusilamiento de destacados fascistas, justificando que no había fascistas en el pueblo, Antonia les dijo que «si ellos (los sublevados de Franco) ganan, entonces veréis si hay o no hay fascistas en el pueblo». Y lo supieron con creces…
Su popularidad era grande y se ganó el apodo de la Libertaria. Como miembro del Comité de Guerra de Ronda participó en la reunión en la que se decidió dinamitar el puente de la Ventilla, situado a 8 km. de la ciudad y considerado clave para su defensa; la idea era hacerlo al paso de las columnas franquistas del general Varela, que hipotéticamente pudieran llegar a la ciudad de Ronda por la carretera de Cuevas del Becerro. Se cuenta, además, que ella se ofreció voluntaria para llevar a cabo la misión (5).
Esa es la misión a que se refiería Miguel Pérez Cordón en su crónica y de la que no dio ningún detalle, como era norma en la prensa del bando republicano. Pero de la que sí dejaron constancia Fernández Álvarez y Gutiérrez Ballesteros, Conde de Colombi en sus memorias «De la Gesta Española. Breviario de la conquista de Ronda» (6):
«…llegamos al puente de la Ventilla, encontrando la carretera completamente minada y a uno de los lados de ésta, construidas con cemento y en muros de gran espesor unas trincheras o más bien unos blocaos con sus correspondientes troneras y unos gruesos cables que unían las minas entre sí. En uno de dichos blocaos, encontraron nuestras tropas escondida y enfundada en flamante mono azul, una mujer de nacionalidad portuguesa, cuya misión era nada menos, la de volar el puente al acercarse nuestras fuerzas…».
Según afirman varias fuentes, solo una parte de la carretera fue volado por Antonia al accionar el interruptor conectado por un cable eléctrico a la carga de dinamita. En el tiroteo posterior fue alcanzada por un disparo, por lo que su compañero acudió para auxiliarle, pero ante la gravedad de la herida, fue la misma Antonia quien le dijo que se marchara y la dejase sola defendiendo el blocao. Desangrada, Antonia fue capturada por los requetés y falangistas de las columnas rebeldes, y posteriormente rematada.
Así es como murió heroicamente esta mujer antifascista, Antonia «La Libertaria», Antonia «La Portuguesa«, miliciana defensora de la República. ¡Que su historia no quede en el olvido!
El Puerto de Santa María (Andalucía), a 14 de noviembre de 2017
NOTAS:
(1) José Luis Gutiérrez Molina. «Casas Viejas. Del crimen a la esperanza». Editorial Almuzara, 2008.
(2) José Luis Conde Ayala. «Julio colérico. Instantes de una guerra». Editado por el Ayuntamiento de Antequera, 2011.
(3) José Arriaza y Javier Castejón. «Utrera 36. Ocupación militar y represión». Muñoz Moya, Editores Extremeños, 2007.
(4) Fernando Romero Romero. «Alcalá del Valle. República, guerra civil y represión 1931-1946». Ed. Treveris S.L., 2009.
(6) Fernández Álvarez y Gutiérrez Ballesteros. «De la Gesta Española. Breviario de la conquista de Ronda» (Ed. Establecimientos Cerón y Librería Cervantes S.L.- Cádiz, 1939).

Imagen de portada: Francotirador en el Puente de la Ventilla (Ronda) presuntamente disparando a Antonia Salgado. Fuente: «De la Gesta Española. Breviario de la conquista de Ronda» (6)


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1 comentario:

  1. The most essential thing I observed after reading this essay is that the wording is really clear and easy to understand. Take My Courses For Me

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