RADIO "PONCHOSVERDES.FM"

miércoles, 24 de mayo de 2017

La “muerte del ego”, un engaño del paradigma patriarcal. La consideración de la naturaleza femenina, como herramienta de evolución de la especie.


Hace unos años el planeta Plutón estuvo en el signo de Leo y eso nos trajo como humanidad, el concepto de la “muerte del Ego”.
El símbolo de Plutón está relacionado, entre otras cosas, al aspecto “a transformar” por una generación entera, en su búsqueda por la supervivencia. 
Este período, trajo un mensaje de actualización cósmica, de muerte y transformación a la “identidad” conocida por el occidental, tomado y re-interpretado de la cultura oriental.

Por años en mi proceso personal, sobre todo dentro del chamanismo, he trabajado, me he disciplinado, he intentado encontrar obsesiva y diligentemente, un espacio libre de ego. Decían, “el ego es un monstruo de mil cabezas” al que hemos de  enfrentarnos diariamente. Fue un malentendido.
Vale aclarar, que la generación de Plutón en Leo (nacidos desde 1938/1957) es la de los maestros que hemos tenido ( yo he tenido), a cuya visión podemos estar apegados sin desarrollar la nuestra propia.


Creo, que en nuestra “búsqueda como viajeros estelares” (conscientes o inconscientes) esta en su momento valiosa herramienta, ya se ha convertido en una amenaza a la apertura de consciencia y hemos de dar un paso evolutivo reconociendo las limitaciones del paradigma patriarcal, desea mantener controlada la naturaleza emocional femenina.


¿Cómo hemos interpretado este mensaje de la “muerte del ego” las mujeres*, en nuestra práctica cotidiana?
He de donarme en el vínculo;
He de entregarme a la transformación que me somete el otro;
He de estar en continuo proceso de auto-crítica (nunca al otro).
Lo que implica:
No he de quejarme por lo que me molesta, ni siquiera distinguirlo;
He de tener un tipo de vínculo exageradamente entregado, en el que el otro “es”, gracias a apartar mi propia identidad(característica que coincide con la naturaleza maternal mamífera femenina).

De este modo, no desarrollamos una identidad propia, que nos dé la suficiente “diferenciación” con el otro, para identificar lo que nos duele, cuando alguien me hace daño, y tener la fuerza suficiente para reclamar por el propio bienestar.
Y no nos permitimos la “finitud” de la personalidad, sino la sensación de que podemos con todo (propio de Plutón). Lo que no nos permite ver que simplemente somos por ejemplo, incompatibles con determinada persona.



La no consideración de nuestra emocionalidad, nos deja sin mecanismo de defensa y fuente de vitalidad.

La manera de amar plutoniana, entregada, sumisa y apasionada; propia de la mujer; nos hizo interpretar que nuestra, también propia, incapacidad por vivir la separación y la diferenciación, y la propia locura; concordaba con el paradigma de la muerte del Ego, cuando nos estábamos escaqueando de la propia encarnación de nuestras características singulares.


Con todo, este tipo de amor, por supuesto, genera mucha frustración, impotencia y resentimiento. Y, será ese mismo resentimiento, la llave que abra las puertas internas a la rabia primero, y luego al nacimiento a la individualidad.
Todo sistema tiene su propio circuito de sanación implícito. El del patriarcado es la rabia.

 Feminismo y salud:
Dentro del ámbito del feminismo y salud, hay investigaciones que han notado la falta de consideración de la biología femenina, dentro de los estudios sobre el infarto. Debido a la carencia de muestras femeninas y considerando solo la sintomatología masculina, que es más repentina y definitiva; no se consideraba que la manera de manifestar la enfermedad de la mujer, es más gradual y va dando especie de “avisos” previos. Factor que al no considerarse dentro de los síntomas, eran considerados como “estados de alteración hormonales” propios de la mujer, que eran tratados con antidepresivos, por ej..


Como el ámbito de la salud necesitó una redefinición (todavía en proceso), creo que la disciplina de la astrología también necesita una re-orientación, considerando que la mayoría de las consumidoras, clientes, consultantes, alumnas y aficionadas (no así los profesores); somos mujeres.


La poca consideración de la mujer en los últimos miles de años, por parte de hombres y mujeres; tiene su origen en la poca consideración del dolor y sus expresiones. Desde diferentes disciplinas espirituales, religiosas, políticas, etc,; la consigna es contener el dolor y lo salvaje; como obstaculizadores hacia el éxito y como la nueva definición de “pecado”.

Abrir una puerta a la emocionalidad compleja, salvaje, celosa, vengativa, rabiosa, sexual del humano; nos regresará el poder (para hombres y mujeres) que nos quitó el patriarcado que hemos construido, y nos re-vinculará a lo brujo y misterioso propio de la naturaleza femenina.


En nuestro “encuentro con lo desconocido” a lo que vamos continuamente como especie en evolución; el “paso hacia delante” que hemos de apurar, es el retorno al interior y la valoración del inconsciente y el alma que es esencialmente profunda y de profunda casi innombrable.




* y al hablar de las mujeres hablo simplemente por mi conocimiento experiencial no por crear una confrontación.

https://astrologicavital.blogspot.com.ar/2017/05/la-muerte-del-ego-un-engano-del.html?m=1

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